Artículo actualizado en: 2024-03-03T15:43:06Z

Múnich

Múnich, también llamado München en alemán, es la capital del Land de Baviera (Bayern en alemán, Bavaria en inglés). Además, con casi 1.400.000 habitantes, es la tercera ciudad más grande de Alemania, tan solo superada por Berlín y Hamburgo. Actualmente vivimos aquí así que esperamos transmitiros todo lo que conocemos de ella de la mejor manera posible.
    Un dato curioso de esta ciudad es el origen de su nombre: "München", que en alemán antiguo significaba "en el lugar de los monjes", ya que la ciudad fue fundada en torno al siglo XII por monjes benedictinos. De hecho, el escudo de la ciudad representa un joven monje vestido de amarillo y negro, figura que sin duda encontraréis reflejada en numerosos lugares de Múnich. En 1158, Enrique el León (en alemán: Heinrich der Löwe), duque de Baviera y Sajonia, se asentó en este lugar y por eso otro de los símbolos de la ciudad es el león. En 1180, el lugar de Enrique lo ocupa la Casa Real Wittelsbach, de la que seguro oiréis hablar mucho durante vuestra visita a la ciudad.

    Durante la Segunda Guerra Mundial, Múnich quedó en un estado desastroso, tal y como sucedió con muchas otras ciudades europeas. Concretamente, se dice que un 85% quedó destruido. Sin embargo, el proceso de reconstrucción fue llevado a cabo con riguroso detalle en las décadas posteriores. Es una ciudad con muchísima historia por ser la cuna del nazismo, así que trataremos de detallar los sucesos importantes a lo largo de la historia relacionándolos con los edificios y monumentos que visitemos.

    En cuanto a la religión, es importante señalar que, mientras en el norte de Alemania la mayor parte de la población es protestante, en el sur de Alemania y en especial en Baviera se profesa el catolicismo así que las iglesias que encontraremos por el sur de Alemania son, en su mayoría, católicas. Por esta razón, en Baviera gozan de cuatro días más de vacaciones al año (13 frente a 9) que en estados del norte como Hamburg, Bremen, Schleswig-Holstein o Niedersachsen (el 6 de enero, el 31 de octubre, entre otros).

    ¿Cómo ir del aeropuerto de Múnich al centro?

    Múnich está compuesta por una gran zona central M y 6 zonas más en forma de anillos. Aquí podéis ver el plano de la red de transportes y aquí las tarifas.
    El aeropuerto se encuentra en la zona 5 por lo que un billete individual de S-Bahn cuesta 13,00€. Sin embargo, si llegamos por la mañana y tenemos planeado usar el transporte público varias veces, lo más económico es coger el billete de día (Tageskarte) para las zonas M hasta 5, por un precio de 14,80€ (27,80€ para grupos de entre 2 y 5 personas), así nos cubre el trayecto desde el aeropuerto, que es el más caro, y el resto de viajes del día. Para ir al centro (Hauptbahnhof, Marienplatz, etc.) hay que coger la línea S1 o la S8, las únicas posibles.

    Si tenemos planeado pasar el día únicamente por el centro, lo mejor es coger el billete de día (Tageskarte) de la zona céntrica (M) por 8,80€ o por 17,00€ si somos entre 2 y 5 personas. Un billete individual de un trayecto en una única zona, sea la que sea pero sin salirse de ella, cuesta 3,70€. También existe el billete de una semana (Wochenkarte) que cuesta 20,20€ para la zona M (que no llega al aeropuerto).

    Cuidado porque los billetes individuales hay que validarlos en las máquinas que hay en las bocas de metro (los de grupo, semanales y mensuales no hace falta); si pasa un revisor (van vestidos de paisanos) y te pillan sin él, con uno erróneo o con uno sin validar, la multa es de 60€.

    Cuidado también si vais desde el centro al aeropuerto con el S1. Este tren se divide en la parada Neufahrn, de tal manera que la parte de delante va a Freising y la de atrás al aeropuerto. Estad atentos de que os situáis en los vagones correctos y de que en las pantallas ponga como destino Flughafen/Airport.

    Si os parece complicado o simplemente preferís el autobús al tren, podéis coger el autobús express de Lufthansa, independientemente de que voléis o no con esta compañía. Salen desde Hauptbahnhof cada 20 minutos y el precio es un poco más barato que el del tren, sobre todo si compráis el conjunto de ida y vuelta. 

    Lo mejor para movernos por la zona, sobre todo por Múnich, es descargarnos la aplicación de MVG Fahrinfo, con la cual podemos ver qué líneas de metro, bus o tranvía hay que coger o la manera más rápida para ir de un sitio a otro.

    *Aeropuerto de Allgäu-Memmingen. Aunque no pertenece a Múnich, también es posible llegar a este aeropuerto situado a 100 Km de la ciudad. Es mucho más pequeño y vuelan pocas compañías, siendo Ryanair la más conocida. La manera más barata para ir al centro (concretamente a Seidlstrasse 3a) y viceversa es en autobús comprando el billete por internet ya que en el propio bus son más caros. Aunque tenga retraso tu vuelo, estos autobuses suelen esperar para estar coordinados con los vuelos que llegan de Ryanair.

    Tarjetas turísticas

    Si tenéis pensado visitar muchas atracciones puede que os salga a cuenta coger alguna de las dos tarjetas turísticas de la ciudad: la Munich Card y la Munich City Pass. La primera es más barata pero no da acceso gratuito a casi ninguna atracción sino que ofrece descuentos de entre un 10% y un 30%. La segunda es más cara pero sí da acceso gratuito a muchas atracciones, es cuestión de que echéis cuenta a ver si alguna os merece la pena. Echad un ojo a las webs porque, como veréis, hay un montón de actividades como tours por la ciudad, museos, restaurantes, shows, etc.

    Se pueden comprar tanto por internet en esos mismos enlaces que hemos puesto o en la estación de trenes (Hauptbahnhof), concretamente en el Reisezentrum que es el centro de atención al cliente.


    ¿Qué ver en Múnich?
    Servus! A diferencia del norte de Alemania, así es como se suele saludar aquí en Baviera y en Austria. Seguro que oís o leéis esta palabra en algún momento.

    Múnich es de esas ciudades en que la parte más turística se encuentra muy concentrada en la almendra central y se puede recorrer entera sin necesidad de coger transporte público, tan solo andando. Vamos a dividir lo que hay que visitar en dos partes: el casco antiguo y fuera del mismo.

    CASCO ANTIGUO

    Es fácilmente identificable en un mapa, queda delimitado en el norte por el Englischer Garten y el barrio de Maxvorstadt; en el sur por Viktualienmarkt; y en el suroeste por Sendlinger Tor, una de las puertas de la antigua ciudad medieval, construida en 1318. Al oeste del casco se encuentra la plaza Karlsplatz, también conocida como Stachus, que es el nombre de la galería comercial subterránea bajo la plaza. Allí se alza la Karlstor, una puerta a la ciudad antigua, así como el enorme y sorprendente edificio neobarroco del Palacio de Justicia (Bayerisches Justizministerium). Si tenéis la oportunidad de entrar dentro, os quedaréis maravillados con su hermoso hall interior donde destacan unas impresionantes escaleras iluminadas por una cristalera cenital.

    palacio de justicia munich
    Vista del Palacio de Justicia desde Karlsplatz junto con la pista de hielo en época navideña

    Toda visita a la ciudad de Múnich ha de empezar en la Marienplatz, el punto central del casco antiguo, que debe su nombre a la Virgen María. Esta plaza es la principal de la ciudad desde que se fundara en 1158 y hoy en día es el alma de Múnich, tanto por su ubicación y por lo que la rodea, como por la presencia del impresionante edificio del ayuntamiento. Como curiosidad, en 2007 se instaló una cámara en el edificio de LUDWIG BECK –unos grandes almacenes–, justo encima del nombre, que emite constantemente en directo el aspecto de Marienplatz por internet 🎥. Se puede ver aquí.

    La columna de María (Mariensäule) destaca en el centro de la plaza, y fue construida durante la Guerra de los 30 años, en 1638 concretamente, poniendo fin a la ocupación sueca en Múnich. En la parte superior de la columna de mármol se puede ver la figura de bronce de la Virgen María con el niño Jesús en sus brazos mientras que en la base hay 4 ángeles representando 4 temores que tenía la ciudad en dicha época.

    Fuente de los Peces (Fischbrunnen). Situada en el otro lado de la plaza, en esta fuente se dejaban los peces frescos en la Edad Media cuando esta plaza albergaba un gran mercado.

    El llamado Nuevo Ayuntamiento (Neues Rathaus), destaca por sus 100 metros de longitud y su excesiva ornamentación en la fachada. Además, este edificio neogótico, construido entre los años 1867 y 1908, está formado por una torre de 85 metros de altura. Se puede visitar también el patio del edificio. Algo que gusta mucho a los turistas es el famoso carillón (Glockenspiel) que tiene lugar en dicha torre. Fue construido en 1908 y consta de 43 campanas y 32 figuritas. Se pone en marcha a diario a las 11:00, 12:00 y 17:00 y se nota porque la plaza se llena de turistas con sus cámaras apuntando a la torre del ayuntamiento. Hay que decir que es súper puntual y dura unos 12 minutos así que conviene estar a tiempo. Dentro del propio ayuntamiento aunque no forma parte de él por así decirlo, se encuentra una oficina de turismo. En la oficina podéis comprar los tickets para subir a la torre del ayuntamiento por un precio de 6,5€, no suele haber problemas para comprarlas espontáneamente pues no mucha gente sabe que se puede subir. No obstante, el que lo prefiera puede comprarlas online en esta página web.
     
    Por otro lado, podéis pasaros por el sótano del ayuntamiento o Ratskeller, un restaurante de alto standing decorado estupendamente y en el que se puede tanto comer como tomar una cerveza.

    Mirando al Nuevo Ayuntamiento de frente, vemos a nuestra derecha otro edificio con aspecto de iglesia. Pues bien, se trata del Antiguo Ayuntamiento (Altes Rathaus), construido por Jörg Von Halsbach en 1480, aunque el estilo neogótico actual se debe a su última reconstrucción en 1864. La torre es del año 1200. Desde 1983 hasta la actualidad alberga el Museo del Juguete (Spielzeugmuseum), cuyo horario es de 10:00 a 17:30 todos los días. Estamos ante un edificio histórico pues en él tuvo lugar la Noche de los Cristales Rotos (Novemberpogrome o Kristallnacht en alemán) el 9 de noviembre de 1938. Con la excusa del asesinato del secretario de la embajada alemana en París a manos de un judío el día 7 de noviembre, en la noche del 9 se produjo un masivo ataque contra ciudadanos, sinagogas y negocios judíos por parte de las SA (Sturmabteilung, tropas del NSDAP, llamados camisas pardas), SS y Gestapo, con la policía de su lado. Este levantamiento no solo se produjo en Múnich, sino en toda Alemania y Austria. Hitler se encontraba en una cena con compañeros de partido en el Antiguo Ayuntamiento cuando se enteró de la muerte del diplomático y fue entonces cuando llamó a Joseph Goebbels, uno de sus hombres de confianza y ordenó el ataque que a la postre acabaría siendo conocido como la Noche de los Cristales Rotos.

    Frente al Nuevo Ayuntamiento se alza la iglesia católica Peterkirche, la cual se puede visitar por dentro gratuitamente, aunque lo verdaderamente imprescindible es subir a su torre por 5€ (3€ con carné de estudiante, 2€ niños de 6 a 18 años). La iglesia tiene una altura de 91 metros y para los que quieran subir, sepan que les esperan más de 300 escalones de un solo sentido por lo que suele haber mucho tráfico de personas pero la recompensa merece la pena: ver toda la ciudad desde su parte alta, especialmente la plaza del ayuntamiento y los Alpes de fondo por el otro 🔝. Es la típica foto que vemos en tantas postales. A la iglesia se entra por delante pero para subir a la torre hay que ir por detrás, situándose la entrada junto a la propia Marienplatz, bordeando la iglesia. El horario de la torre es de lunes a viernes 9:00-19:30 y sábados, domingos y festivos de 12:00 a 16:30.

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    Vista del Nuevo Ayuntamiento y la Frauenkirche a la izquierda desde la torre de la Peterkirche

    Prácticamente al lado de la Peterkirche encontramos la Iglesia Cristiana (Heilig-Geist-Kirche), también de acceso gratuito. Se construyó en 1392 en estilo gótico. En el siglo XVIII, su interior fue remodelado y fue entonces cuando se añadieron los frescos barrocos que hoy podemos ver en sus techos, sin duda lo más llamativo del edificio. Una nueva reforma en 1885 le dio el aspecto actual por fuera y finalmente, tras la II Guerra Mundial, se sometió a la última reforma.

    A escasos dos minutos, junto al Antiguo Ayuntamiento, se encuentra Viktualienmarkt, un famoso mercado en el centro de Múnich donde podréis comprar alimentos frescos, flores o incluso comer si el tiempo lo permite. Además es un lugar muy internacional pues encontraremos puestos de venta de productos alemanes, austríacos, italianos e incluso españoles (Spanische Feinkost) con un gran surtido de embutidos y quesos: jamón ibérico, chorizos, morcillas, cecina de León, sobrasada de Mallorca, queso manchego, queso cabrales, etc. Otros puestos interesantes son el Kaffeerösterei, conocido por su excelente café, y un par de Biergarten donde tomar una cerveza acompañada de Bretzel y queso Obazda, toda una experiencia muniquesa. Los puestos del Viktualienmarkt abren, generalmente, de lunes a sábado de 8 a 19 horas, si bien varios suelen cerrar antes.

    En Viktualienmarkt veremos también un alegre símbolo bávaro: el Maibaum (árbol de mayo). Se trata de un tronco, decorado con los colores azul y blanco de Baviera, que era levantado cada 1 de mayo como parte de las mundialmente conocidas Fiestas de Mayo. Se suele colocar en los pueblos de Baviera y solía ser decorado con oficios o productos tradicionales del estado. El Maibaum de Viktualienmarkt es el más famoso de Múnich.

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    Maibaum de Viktualienmarkt

    Volviendo a Marienplatz hemos de fijarnos en la calle Tal, perpendicular a la plaza y que nace desde el edificio del Antiguo Ayuntamiento. Cuenta con varios restaurantes y tiendas. Esta calle acaba en la Isartor (puerta de Isar), una de las cuatro puertas que tenía la muralla que rodeaba la ciudad en época medieval, construida en 1337.

    Si nos dirigimos hacia el norte, la segunda calle paralela a la calle Tal es la Münztraße, donde se sitúa la siguiente parada: la mundialmente conocida Cervecería Hofbräuhaus. En Múnich hay muchas marcas de cervezas y muchas cervecerías famosas. Una de ellas es la llamada HB (Hofbräu), que se inauguró de 1589, con el objetivo de proveer de Weißbier (cerveza blanca de trigo) a la familia Wittelsbach. En 1828, por decreto del rey Luis I de Baviera (1786-1868), fue abierta al público. En 1945 fue completamente destruida y en 1956 reconstruida con el aspecto que tiene actualmente. Cabe destacar que es una de las más famosas cervecerías alemanas y tienen locales en las ciudades más importantes del país.

    Asimismo, este ha sido el lugar asiduo de mítines de diversos grupos políticos a lo largo de su historia. De hecho, en 1920 Hitler y sus compañeros de partido sentaron aquí las bases del recién renombrado NSDAP (Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán en castellano o Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei en alemán) –el partido nazi– con el famoso Programa de los 25 Puntos (25-Punkte-Programm). Este programa contenía leyes como la derogación del Tratado de Versalles –el tratado de paz tras las IGM– o quitar la ciudadanía alemana a los judíos, entre muchas otras. La sala principal donde se reunían todos estos grupos políticos todavía se puede ver hoy en día, en la tercera planta. No se entra por la puerta principal de la cervecería, sino por la que está a la izquierda.

    El local por dentro es una maravilla llena de historia y curiosidades. Se encuentra cerca de Marienplatz, en la calle Platzl 9, y por eso se le llama Hofbräuhaus am Platzl. Allí podéis probar los platos típicos alemanes, en nuestra opinión destacando el codillo, y la cerveza HB, en jarra de 1 litro si os veis con fuerzas. Hay gente que lleva yendo allí toda su vida y se han ganado el derecho a guardar sus propias jarras con candados en el propio restaurante, algo cuanto menos curioso. Lo malo es que no aceptan reservas, hay que ir y probar suerte a ver si hay mesa libre. Para los que vayáis a cenar, sabed que no se puede pedir comida más tarde de las 22:00 porque la cocina cierra a esa hora pero el restaurante en sí entre las 23:30 y las 00:00.

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    Interior de la cervecería Hofbräuhaus

    Nuestra siguiente parada es Alter Hof (Patio Antiguo), casi a continuación del HB. Se trata de la primera residencia de la familia de los Wittelsbach, la dinastía real que gobernó en Baviera durante siglos. El Duque Luis II de Baviera, el Severo (1229-1294) –Ludwig II., der Strenge en alemán– la mandó construir en 1255 y fue su hijo Luis IV de Baviera (1282-1347) quien la estrenó. Al igual que casi todos los edificios de la ciudad, lo que vemos hoy en día es una reconstrucción que tuvo lugar a finales del siglo XX.

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    Interior del Alter Hof

    Volvemos ahora a Marienplatz para caminar hacia el oeste, en dirección a Karlsplatz, por la calle comercial Kaufingerstraße, y llegaremos al otro edificio símbolo de la ciudad: la catedral de Nuestra Señora de Múnich (Frauenkirche). Esta iglesia católica data de 1494 y fue construida en estilo gótico tardío. Gracias a sus casi 99 metros de altura, sus torres pueden ser vistas desde cualquier punto de la ciudad ya que por orden del ayuntamiento no pueden existir edificaciones que superen la altura de la Frauenkirche. Estas torres, llamadas Zwiebelturm ("torre de cebolla") por sus cúpulas en forma de cebolla, curiosamente no miden igual, una mide unos cuantos centímetros más que la otra, hecho que evidentemente es casi imperceptible. También hay que decir que todo lo impresionante que es por fuera, no lo es en absoluto por dentro. Está un tanto triste decorada aunque, como la entrada es gratis, podéis ir cuando queráis a ver qué opináis.

    Una curiosidad de la iglesia es la huella del Diablo (Teufelstritt) que hay en su interior, en el suelo junto a la puerta principal. Cuenta la leyenda que el arquitecto de la Frauenkirche Jörg Von Halsbach (el mismo que diseñó el Antiguo Ayuntamiento) hizo la siguiente apuesta con el diablo: si el diablo no se entrometía durante la construcción de la iglesia, Von Halsbach construiría el edificio sin ventanas. Cuando la iglesia estuvo terminada, el diablo entró acompañado del arquitecto que le situó en el punto exacto donde hoy se encuentra la huella. Mirando desde aquí hacia la nave central, parece que el edificio no tiene ni una ventana. El diablo aceptó que el arquitecto había ganado, pero cuando entonces dio un pasó más descubrió el engaño y se enfureció tanto que pisoteó el suelo con tanta fuerza como para dejar su huella marcada para siempre. Desde entonces, se dice que el diablo acecha las torres de la iglesia en forma de fuertes vientos que intentan derribarla sin éxito. A pesar de haber ganado la apuesta, el mismo año en que se terminó de construir la iglesia (1488), Von Halsbach falleció... y lo que quedó de aquella leyenda es la huella del diablo.

    Yendo hacia el norte desde la zona de la Frauenkirche y Marienplatz pasaremos por la plaza Max-Joseph (en honor al rey de Baviera entre 1805 y 1825 Maximiliano I de Baviera –Maximilian I. Joseph en alemán–). En ella destaca el Teatro Nacional (Nationaltheater München), sede de la Ópera de Baviera (Bayerische Staatsoper). El edificio es de estilo neoclásico, diseñado por Leo von Klenze en 1825. En él se estrenaron varias óperas del compositor Richard Wagner y, a finales de siglo, el célebre Richard Strauss –nacido en Múnich precisamente– se hizo cargo de la dirección de la orquesta.

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    Plaza Max-Joseph con el Teatro Nacional de fondo y la calle Maximilianstraße a la derecha

    Es preciso mencionar que desde esta plaza nace la calle Maximilianstraße, que lleva el nombre de quien la mandó construir, el rey Maximiliano II de Baviera –nieto del mencionado Maximiliano I de Baviera– en 1850. Todas las tiendas de marca (Gucci, Ralph Lauren, Giorgio Armani, etc.) se encuentran aquí por lo que se considera la calle más cara de la ciudad, contrastado además con el Monopoly de Múnich 💸.

    Seguimos por tanto hacia el norte, bien por Residenzstraße, bien por Theatinerstraße para llegar a la otra plaza famosa de la ciudad, la llamada Odeonsplatz. En esta importante plaza se distinguen los siguientes monumentos:

    ↠ Feldherrnhalle (Templo de los generales). Icono de honor del ejército bávaro, construcción que data de 1841 en la que figuran estatuas de líderes militares. Hemos de fijarnos los leones: el de la izquierda que mira a Residenz está con la boca abierta mientras que el de la derecha, mirando a la iglesia de los Teatinos, la tiene cerrada; se dice que simboliza la importancia de hablar ante aquellos que gobiernan y de callar ante la iglesia. Por otro lado, aquí tuvo lugar el famoso Putsch de Hitler, un fallido intento de golpe de estado en 1923 en el que Hitler fue detenido y murieron 4 policías y 14 militantes del partido nazi. Cuando Hitler subió al poder en 1933, el Feldherrnhalle se convirtió en un símbolo del partido nazi (NSDAP) y Hitler colocó una placa en un lado del Feldherrnhalle de tal manera que todo el que pasaba delante de ella estaba obligado a hacer el saludo nazi (Hitlergruß) en memoria a los 14 militantes muertos, conocidos como los mártires de Feldherrnhalle (Märtyrer der Bewegung). Actualmente la placa no está físicamente, pero se puede apreciar el lugar que ocupaba (justo frente a la fachada principal de la Residenz, en el muro bajo) ya que en esa parte de la pared se ha quedado la marca cuadrada de la insignia. Sin embargo, muchos alemanes que no simpatizaban con el partido, elegían pasar por la calle paralela, la calle Viscardigaße, con el fin de evitar el saludo nazi a la placa. Cuando los guardias descubrieron este hecho, se dedicaron a detener a aquellos no simpatizantes que preferían pasar por esta calle. Hoy en día se pueden ver unas baldosas doradas en Viscardigaße, en memoria al camino que seguían los no simpatizantes del partido nazi.

    ↠ Theatinerkirche (Iglesia de los Teatinos). Esta iglesia, construida a finales del siglo XVII en estilo Rococó, destaca por su gran fachada amarilla finalizada en 1768. Las tumbas de Maximiliano II, rey de Baviera (1811-1864) y su esposa María de Prusia (1825-1889) se encuentran en una capilla, y en la cripta se hallan las tumbas de otros miembros de la familia Wittelsbach, la legendaria dinastía de Baviera de la que os hemos hablado antes. Se puede entrar de manera gratuita y hay que decir que por dentro es muy bonita y cuidada. Se entra por la fachada que da al Feldherrnhalle.

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    Feldherrnhalle a la izquierda y Theatinerkirche a la derecha

    ↠ Residenz. Un palacio real, antigua residencia de la familia Wittelsbach, y hoy convertido en museo. En su interior se puede visitar el mencionado museo (Residenzmuseum) donde destacan las hermosas habitaciones de la residencia real, y el tesoro (Schatzkammer), tanto por separado como con una entrada conjunta. Aquí tenéis los precios y aquí los horarios. También alberga conciertos de música clásica abiertos al público en la sala Herkulessaal. Los jardines del palacio (Hofgarten) son muy bonitos, sobre todo con el buen tiempo, y se accede a ellos por una puerta lateral que da a la Odeonsplatz. Además, comunican directamente con el Englischer Garten.

    Junto a los jardines, y a través de Prinzregentenstraße, accedemos al parque Englischer Garten (literalmente significa jardín inglés), otra de las paradas obligatorias de Múnich. En dicha calle nace el canal artificial Eisbach que recorre el parque. Este canal es famoso por la llamada “ola” (Eisbachwelle), donde curiosamente ¡la gente se reúne para practicar surf! 🏄

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    Eisbachwelle

    Se trata de un gran parque urbano (375 hectáreas), más grande incluso que Central Park o Hyde Park. Dentro del propio parque podrás incluso tomarte una cerveza en los clásicos Biergärten, literalmente “Jardín de la cerveza”, que se remontan al siglo XVI. Uno de los mas conocidos es el que alberga la Torre China (Chinesischer Turm), uno de los símbolos del parque, de 25 metros de altura, construida en 1790 con madera y en la que a veces hacen conciertos en sus plantas superiores, sobre todo en verano. En esta época además, el parque se llena de gente tomando el sol, jugando al voleibol, ¡incluso algunos haciendo nudismo! Las paradas más cercanas son Universität y Giselastraße (U3/U6).

    No lo habíamos mencionado pero Múnich es una ciudad con río, concretamente el río Isar cruza la ciudad paralelamente al Englischer Garten. Una buena idea es recorrerlo hacia el sur desde el Englischer Garten, volviendo así al casco antiguo, para ver los atractivos que quedan al este del río ya que todo lo mencionado hasta ahora se encuentra al oeste del mismo. Las áreas situadas al este del río constituyen casi otra ciudad diferente, mucho más tranquila y alejada del turismo. Lo más destacable es la gran escultura Friedensengel; el impresionante edificio neorrenacentista Maximilianeum, construido en 1852 por el rey Maximiliano II de Baviera para alojar a los mejores estudiantes bávaros mientras hacían sus carreras en la Universidad de Múnich y que hoy en día mantiene esas labores además de dedicar algunas de sus salas al Parlamento de Baviera; por último, la pequeña Wiener Platz, en la que encontramos otro Maibaum.

    En verano, así como sucede en el Englischer Garten, el río Isar se convierte en lugar de reunión de los muniqueses los fines de semana para tomar el sol y hacer barbacoas, aunque esto último solo se permite en la zona del río cercana a la parada Thalkirchen (Tierpark).

    El barrio de Maxvorstadt. Si lo visto anteriormente era la zona más turística y señorial de la ciudad, esta es la zona para salir en Múnich. Para que nos orientemos, se encuentra justo al norte de Odeonsplatz, conectado por las calles Ludwigstraße y Leopoldstraße. Aquí hay numerosos restaurantes y bares en los que poder tomar algo y donde gran parte de la ciudad sale los fines de semana. Para conocerlo, podéis bajar en las paradas de metro de Universität (U3, U6) o Münchener Freiheit (U3, U6).

    En la parada Universität encontramos lo que se conoce como el barrio universitario. Nada más salir del metro veremos un imponente edificio casi con aspecto de iglesia, el cual forma parte de la Ludwig-Maximilians-Universität, donde estudiaron, entre otros conocidos, el antiguo Papa Benedicto XVI y varios premios nobeles. Por otro lado, como curiosidad, en la calle Schellingstraße 2 se puede ver una de las pocas evidencias de la Segunda Guerra Mundial que quedan en la ciudad: un muro de una facultad con múltiples agujeros de disparos en él, que se conoce en alemán como Wunden der Erinnerung, algo así como "heridas del recuerdo" o "heridas de la memoria". Este era uno de tantos lugares donde el régimen nazi fusilaba a la gente.

    Königsplatz. Cerca de la estación central de trenes, se encuentra una de las plazas más importantes de la ciudad. Lo primero que llama la atención es la colección de estilos arquitectónicos que apreciaremos en ella:
    • Los Propíleos (Propyläen) –un pórtico en arquitectura griega clásica– de orden dórico. Fue inaugurado en 1862 tras una petición expresa años atrás del rey Luis I de Baviera (1786-1868) por la amistad entre Grecia y Baviera. El origen de esta amistad radica en que su segundo hijo, Otón de Wittelsbach (en alemán Otto Friedrich Ludwig von Wittelsbach), tras ser príncipe de Baviera fue designado rey de Grecia en la Conferencia de Londres de 1832, después de la independencia de Grecia en 1829 del imperio turco otomano en la Guerra de independencia de Grecia (1821-1829). Leo von Klenze fue el arquitecto y su diseño se basó en los Propíleos de la Acrópolis de Atenas.
    • La Gliptoteca (Glyptothek), de orden jónico. Se trata de un museo de esculturas clásicas griegas y romanas. También fue un encargo de Luis I en honor a Grecia y nuevamente el arquitecto Leo von Klenze llevó la firma de este edificio neoclásico, inaugurándose en 1830.
    • La Staatliche Antikensammlungen –Colección de Antigüedades del Estado– de orden corintio. El edificio es de estilo neoclásico y se construyó en 1848.

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    Panorámica de Königsplatz

    Cuando el partido nazi subió al poder en 1934, la plaza pasó a ser un lugar habitual de mítines y discursos así como de desfiles de tropas del NSDAP. Tal fue la importancia para Hitler de esta plaza que mandó construir dos templos de honor (Ehrentempel) para trasladar aquí los cadáveres de los mártires de Feldherrnhalle. Estos templos quedaron destruidos tras la guerra y hoy en día solo quedan los restos de su estructura en el solar, cubiertos de maleza. Además de estos templos, en los alrededores de la plaza también se construyeron dos edificios idénticos más: uno primero para administración del partido nazi (Verwaltungsbau der NSDAP), actualmente un Instituto de Cultura que lleva varios museos de la ciudad (Münchner Haus der Kulturinstitute), y el Führerbau que os contamos a continuación.

    Hochschule für Musik und Theater. A tan solo 100-200 metros de Königsplatz aparece este edificio que hoy alberga una universidad de música y teatro. En su día fue un edificio del NSDAP, el partido nazi de Hitler, en lo que se conocía como Führerbau (Edificio del Führer), a menudo frecuentado también por Mussolini. El pequeño balcón que se ve en el centro de la fachada era el que daba al lugar de trabajo de Hitler. Si nos fijamos más en detalle, en la parte superior de los balcones grandes laterales se aprecia que falta algo en la pared. Pues bien, en ambos lados se situaban unos enormes símbolos del águila imperial de la Alemania Nazi (Reichsadler en alemán), que podréis ver en fotos de la época.

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    Hochschule für Musik und Theater, antiguo edificio Führerbau

    NS-Dokumentationszentrum (Centro de Documentación de la historia del Nacionalsocialismo). Justo detrás del Führerbau, se halla este museo que repasa la historia del partido Nacional Socialista. La ubicación de este no es casualidad y es que en este mismo lugar se hallaba la sede de las oficinas centrales del partido nazi (NSDAP). Era una mansión comprada por el partido en 1930, ya que la anterior se quedaba pequeña para los nuevos objetivos nazis. Era conocida como la Casa Parda (Braunes Haus) debido al color marrón de los primeros uniformes nazis. En 1943 la edificación fue destruida por los bombardeos aliados y en 2005 se inauguró este centro de documentación.


    FUERA DEL CASCO ANTIGUO

    El Palacio de Nymphenburg, ubicado en la parte oriental de la ciudad, es uno de los atractivos turísticos más importantes de la ciudad. Este impresionante palacio barroco fue fundado como residencia vacacional para el heredero al trono, Max Emanuel (también conocido como Maximilian II Emanuel, Elector de Baviera), de la familia de los Wittelsbach, que nació en 1662. Generaciones más tarde, el rey Maximiliano I de Baviera (el de la plaza Max-Joseph) murió aquí en 1825 mientras que su bisnieto el rey Luis II, del que os hablaremos al final de este artículo, nacería aquí en 1845. El interior del palacio es de pago y casi nadie suele entrar. Lo que realmente merece la pena, sobre todo cuando el buen tiempo lo permite, es ver los alrededores y jardines, así como el Jardín Botánico (Botanische Garten München) que afortunadamente se encuentra justo al lado del palacio.

    En invierno, el palacio se vuelve muy transitado gracias a las pistas de hielo que se forman sobre el canal (Schlosskanal), desde el puente Gerner Brücke. En ellas se practica un juego muy popular en Múnich: el Eisstockschießen, algo parecido a una petanca sobre hielo, pero distinto del curling. No solo se puede jugar a este juego sino que también se puede simplemente patinar sobre el hielo. Sin duda, algo curioso para ver si estáis por aquí en enero o febrero.

    La mejor forma de llegar es con el tranvía 17, que tiene una parada en la misma puerta del recinto (parada Schloss Nymphenburg).

    munich palacio de nymphenburg
    Palacio de Nymphenburg

    Olympiastadion München. Este estadio, alejado del centro de la ciudad, fue construido para los Juegos Olímpicos de Múnich 1972 y el Mundial de Fútbol de 1974. Es famoso por su característica cubierta de arquitectura textil y su creador fue el arquitecto alemán Frei Otto, recientemente fallecido. Este era el estadio en que jugaban el Bayern München y TSV 1860 München hasta que se mudaran al Allianz Arena en 2005. Que los JJOO del 72 se los llevara la ciudad de Múnich marcó un antes y un después en la ciudad, pues tomaron muchas medidas para su modernización, por ejemplo convirtiendo la parte de entre Karlsplatz y Marienplatz en peatonal y construyendo la red de metro (U-Bahn), entre otras.

    Aparte del propio estadio, en el que no se puede entrar, Olympiapark (parque olímpico) consta de pabellones varios, una piscina olímpica cubierta accesible para todo el mundo durante el año y una pista de patinaje sobre hielo. En cuanto a miradores, el propio parque tiene varias colinas y desde la más alta se puede ver toda la zona olímpica y, de lejos, la ciudad. Algo muy curioso es que estas pequeñas colinas no son naturales, ya que debajo se encuentran los restos de edificios y desperdicios resultantes de los bombardeos de Múnich durante la Segunda Guerra Mundial; un cartel en uno de los caminos nos indica este hecho. Para una mejor vista se puede subir a la torre de comunicaciones (Olympiaturm), de 189 metros de altura, pagando el precio de la entrada que viene en su página web. En esta misma torre también está el famoso Restaurant 181, llamado así porque se halla a 181 metros de altura y cuya particularidad es que gira sobre sí mismo, de tal manera que se puede obtener una vista panorámica de toda la ciudad.

    La parada en la que debes bajarte para ver toda esta zona es Olympiazentrum (U3), no confundir con Olympia-Einkaufszentrum que es un centro comercial.

    estadio olimpico munich
    Olympiapark

    Además de las tragedias de la Segunda Guerra Mundial, otro horrible hito marca la historia reciente de Múnich y de este complejo olímpico. Se trata de la masacre de Múnich en 1972, llevada a cabo en la XX edición de los Juegos Olímpicos de verano. Ocho integrantes de Septiembre Negro, un comando de terroristas palestinos, entraron en la villa olímpica vestidos de atletas y con metralletas en bolsas de deportes y secuestraron a once deportistas israelíes, manteniéndolos como rehenes en uno de los edificios durante un día entero. Los terroristas exigían la liberación de 200 presos palestinos en cárceles israelíes a cambio de dejar con vida a los rehenes. Incomprensiblemente los JJOO siguieron su marcha hasta que fueron interrumpidos un día después. Las negociaciones de la policía alemana no dieron sus frutos y por la tarde la policía les tendió una trampa para llevar a los terroristas y rehenes a un aeródromo donde se les daría un vuelo falso a El Cairo. Tras varios tiroteos y una granada, los 11 deportistas fueron asesinados, así como 5 de los terroristas y dos policías.

    Todo esto sucedió en el lugar de alojamiento de los deportistas, el llamado Pueblo Olímpico (Olympisches Dorf), hoy en día utilizado como residencia de estudiantes. En la calle Connollystraße 31 se puede ver el edificio donde los israelíes estuvieron secuestrados y el balcón donde se tomó la histórica foto de uno de los atacantes con pasamontañas, donde hay una placa conmemorativa con los nombres de los deportistas que murieron. La película “Munich” de Steven Spielberg, rodada en 2005, cuenta esta historia.

    Sede principal de BMW. Justo en ese mismo emplazamiento, cerca del Olympiastadium, se encuentra la sede principal de BMW (Bayerische Motoren Werke), la mundialmente famosa marca de automóviles. Por esta zona, tenemos tres atracciones relacionadas:
    • Torre BMW: las oficinas. Uno de los edificios más altos de la ciudad, con sus características cuatros torres cilíndricas de 101 metros de altura. Fue construida en 1972.
    • BMW Museum: el museo. En nuestra opinión merece la pena únicamente si eres un apasionado de los coches. Recorre la historia de la marca desde sus primeros motores para coches, motos y aviones hasta los actuales. Hay múltiples muestras tanto de motores, piezas varias y varios modelos de coches y motos. El horario es de martes a domingo de 10 a 18h, los lunes cierran. La entrada es válida para todo el día y su precio es de 10€ por adulto y 7€ la entrada reducida (estudiantes, menores de 18, etc.)
    • BMW Welt: la exposición. Para nosotros es el edificio más interesante, no solo por su espectacular diseño y su fachada sino también por su contenido. Se trata de una sala de exposiciones de muchos coches, en algunos incluso te puedes subir. No solo BMW sino también Rolls-Royce, la cual también pertenece al grupo BMW. Su acceso es gratuito y hay algunos restaurantes en su interior para comer.
    Allianz Arena. Os guste el fútbol o no, también merece la pena acercarse al Allianz Arena, estadio del Bayern München (Primera división) y hasta el pasado 2017 también del TSV 1860 München (Tercera división). Se inauguró en 2005. Lo más curioso de este estadio, obra de los arquitectos Herzog & de Meuron –los mismos autores de la Elbphilarmonie de Hamburgo o el CaixaForum de Madrid–, es que está compuesto de 2.874 paneles de metal capaces de cambiar de color. Así, cuando juega el Bayern München se ilumina de rojo, cuando jugaba el 1860 se iluminaba de azul y cuando lo hace la selección alemana se ilumina de blanco. Cuando no hay partido también se ilumina de algún color e incluso ¡el día de San Patricio (patrón de Irlanda) se ilumina de verde o el 4 de julio con los colores de la bandera de EEUU!

    munich allianz arena
    Allianz Arena de noche iluminado de azul

    Si lo que queréis es ver algún entrenamiento del Bayern München, estos tienen lugar en los campos de fútbol de la calle Säbener Straße.

    Contrariamente a lo que la gente pueda pensar, el primer equipo de la ciudad fue el TSV, fundado obviamente en 1860. Este equipo fue durante mucho tiempo el más importante de Múnich y el preferido del régimen nazi. El Bayern München, por el contrario, era el equipo perseguido por el régimen y se le conocía como "El club de los judíos" (Judenclub). De hecho, el presidente por aquella época, Kurt Landauer, era de sangre judía y tuvo que dejar el cargo y emigrar, aunque no pudo evitar acabar en el Campo de Concentración de Dachau en 1938.

    Más alternativas en Múnich

    Para los que tengan más tiempo para disfrutar de Múnich, a continuación mencionamos más lugares no tan importantes pero igualmente interesantes:

    →Asamkirche. Se trata de una sorprendente iglesia barroca que se encuentra en medio de la ciudad, en la calle Sendlingerstraße 32, muy cerca de Marienplatz. Fue diseñada por los hermanos Asam y se terminó de construir en 1746. Merece mucho la pena visitarla, ya que cuenta con un impresionante interior que constituye una de las obras más importantes del barroco tardío o Rococó. Ya desde la calle, os llamará la atención su estrecha y ornamentada fachada, con detalles de roca natural.

    Platz der Opfer des Nationalsozialismus. Si partimos desde Odeonsplatz y tomamos la calle Briennerstraße en dirección contraria a Residenz, llegamos a esta plaza, la cual, mediante un pequeño monumento de una llama encerrada en una celda, trata de recordar a las víctimas del Partido Nacional Socialista (NSDAP).

    Memorial Michael Jackson (Michael-Jackson-Denkmal). En la céntrica plaza Promenadeplatz se encuentra un curioso homenaje a Michael Jackson con flores, fotos y posters suyos bajo una estatua que, curiosamente, no le corresponde a él sino al famoso compositor renacentista Orlando di Lasso, quien murió aquí en Múnich en 1594. ¿A qué se debe esto? Pues frente a la plaza se alza el hotel Bayerischer Hof, uno de los más caros y lujosos de Múnich. Resulta que es el hotel en el que el cantante se solía alojar cuando visitaba la ciudad o daba conciertos, por lo que a raíz de su muerte en 2009, la gente empezó a dejar sus recuerdos y ofrendas en este lugar improvisadamente.

    michael jackson memorial munich
    Estatua de Orlando di Lasso con el Memorial a Michael Jackson

    Museos y actividades

    En Múnich hay muchos museos, pero vamos a destacar varios y dar algunos consejos útiles.

    Para nosotros el más interesante es NS-Dokumentationszentrum que comentamos anteriormente. Desgraciadamente la historia de la ciudad está estrictamente ligada a la historia del partido nazi, por tanto este museo es una gran oportunidad para ver el impacto del nazismo en Múnich, Alemania y el mundo entero. El precio es gratuito y los horarios los podéis encontrar aquí.

    Para los que quieran ampliar su conocimiento acerca de la ciudad, podéis visitar el Münchner Stadtmuseum, el cual repasa la evolución de Múnich a lo largo de los años. Aquí encontraréis información acerca de la comida y vestimenta bávara, tradiciones, edificios importantes y una sección sobre el partido nazi, con contenido similar al que encontramos en el NS-Dokumentationszentrum. En su página web podéis ver los horarios y precios.

    Por otro lado, el museo por antonomasia de la ciudad es el Deutsches Museum, un gran recinto dedicado a la ciencia y ubicado en Musemsinsel (Isla de los museos), una pequeña isla entre las ramas del río Isar. No obstante, aunque tiene secciones interesantes, es cierto que se ha quedado un poco obsoleto y el aspecto por dentro ya no es el de un museo moderno e interactivo como uno puede imaginar. Las partes más destacadas son: el observatorio, desde donde se puede observar Saturno y sus lunas; la recreación de una mina de carbón y otra de sal en las plantas subterráneas; y una auténtica máquina Enigma con la que el ejército alemán cifraba sus mensajes durante la Segunda Guerra Mundial para que los aliados no los pudieran entender en caso de que los interceptara. Yendo detenidamente y recorriendo todas las plantas, el museo te puede llevar prácticamente un día completo. El que no disponga de tanto tiempo, puede simplemente seleccionar las secciones que más le interesen y dedicarle unas horas. Aquí tenéis los precios y aquí los horarios.

    También destacan las pinacotecas: la Alte Pinakothek (Pinacoteca Antigua) es la más importante de todas ya que exhibe la colección de arte de los reyes de Baviera, con obras desde el siglo XIV hasta el XVIII, donde destacan pintores como Durero, Rubens, Murillo o Tintoretto; la Neue Pinakothek (Nueva Pinacoteca) contiene pinturas del siglo XIX y XX, entre las que se incluyen cuadros de Goya, Renoir, Manet, Gauguin, Van Gogh o Cézanne; y la Pinakothek der Moderne, alberga obras de arte contemporáneo (Picasso, Dalí, Miró, etc.), así como exposiciones muy interesantes sobre la arquitectura de la ciudad.

    Las tres pinacotecas están muy cercanas entre sí, junto a la plaza Königsplatz, así que resulta un plan excelente verlas todas o dos de ellas en un mismo día, a ser posible un domingo. Los precios y horarios están en su página web.

    En general son muchos los museos a los que se puede acceder por 1€ los domingos. Esta es la lista oficial: Die Pinakotheken (Las Pinacotecas), der Galerie Schack (Galería Schack, pinturas del siglo XIX alemán), das Museum Brandhorst (Museo Brandhorst sobre Arte Moderno), das Bayerische Nationalmuseum (Museo Nacional Bávaro), das Museum Mensch und Natur (Museo del Hombre y la Naturaleza), die Glyptothek (Gliptoteca, museo de esculturas clásicas), die Archäologische Staatssammlung (Colección Arqueológica del Estado), das Ägyptische Museum (Museo Nacional de Arte Egipcio), das Museum Fünf Kontinente (Museo de los 5 continentes), die Antikensammlungen (Colección de Antigüedades del Estado) y die Staatlichen Münzsammlung (Colección Numismática del Estado).

    Además, varios de estos museos y algunos otros son gratis para menores de 18 años. Tened en cuenta al planificar el viaje que la mayoría cierran los lunes.

    Como en muchas otras ciudades, en Múnich también existe la noche de los museos, aquí conocida como Lange Nacht der Museen. Esta tiene lugar un sábado a mediados de octubre desde las 19:00 hasta las 02:00 del domingo. Por 15€ podrás visitar todos los anteriores y muchos otros más (hay hasta casi 100 museos disponibles), una amplia oferta para tan limitado tiempo. Además de museos, esta noche es una excelente oportunidad para hacer otras actividades como acercarse al museo del Bayern München junto con una visita guiada por el Allianz Arena, visitar la primera piscina pública cubierta de Múnich llamada Volksbad –edificio de 1901 de estilo Art Nuveau–, dar una vuelta en coches antiguos junto al Deutsches Museum o tomar algo en los foodtracks del Museo de los bomberos (Münchner Feuerwehrmuseum).

    Si vais con niños y/u os gustan los animales, podéis acercaros al Hellabrunn Zoo (el zoo de Múnich) o, mejor aún, al Wildpark Poing, un parque donde algunos animales (sobre todo ciervos) campan sueltos a sus anchas y podréis incluso tocarlos o darles de comer. Donde se compra la entrada podéis comprar también bolsitas de comida (Futter en alemán) para los animales por 50 céntimos o llevaros zanahorias o lechuga de casa. Merece la pena ir por la mañana pues a esa hora los ciervos están más activos para recibir comida; por la tarde, cuando ya nos íbamos, apenas había ciervos por los caminos y los que quedaban no querían comer. El Wildpark se encuentra en la localidad de Poing, en la zona 1 por lo que la única pega es que es un poco más complicado llegar: hay que coger el S-Bahn S2 en dirección Erding y bajarse en la parada Poing. De ahí se puede ir andando en 20-25 minutos o con un bus que te acerca dos paradas y luego caminar 10-15 minutos. Aquí tenéis sus horarios y precios, en alemán.

    Rafting en el Isar. Por último, una actividad típica de los muniqueses en verano es el descenso del río Isar. Se puede hacer con un tour organizado o por libre. Si lo hacéis por vuestra cuenta tan solo tenéis que comprar unas barcas hinchables con remos y ¡lanzaros al agua! No obstante, eventualmente esta actividad está prohibida debido a malas condiciones meteorológicas (fuerte oleaje, viento, etc.) ya que puede resultar peligrosa. Hay dos puntos de comienzo:
    • Wolfratshausen, aunque luego hay que caminar una media hora desde dicha estación de S-Bahn hasta el río Isar. Este camino es más largo, puede llevar unas 6 horas.
    • Höllriegelskreuth, este más cercano al centro de Múnich, nos llevará unas 3 horas.
    El final del itinerario es a la altura de la parada metro Thalkirchen, sitio ideal para hacer una barbacoa; si nos pasamos de largo, podemos salirnos realmente en cualquier sitio, únicamente el anterior mencionado está mejor habilitado para ello y nos deja en una agradable zona verde. Antiguamente todo el mundo se lleva cervezas en las barcas para beber tranquilamente en las partes donde no haya que remar, pero recientemente ha sido prohibido ya que ensuciaba mucho el curso del río. El itinerario no es peligroso aunque sí cansado pues son 3 ó 6 horas al sol y remando, no tanto para avanzar sino para no desviarnos del flujo del río y chocarnos con piedras o ramas.

    Eventos en Múnich

    Eventos en Múnich hay muchos, aquí os vamos a hablar de los más famosos: Oktoberfest, Tollwood, Frühlingsfest, Starkbierfest, Kocherlball y el Christkindlmarkt (mercadillos de navidad)

    Oktoberfest 🍻🍻. Imaginamos que no hay nadie que no conozca esta fiesta tradicional alemana, ya que es la más grande de Alemania y probablemente la más famosa de Europa. Esta popular celebración es conocida por sus enormes jarras de cerveza y su ambiente alegre, y atrae a millones de turistas cada año a Múnich. Gracias a su fama mundial, muchas ciudades hacen sus propias imitaciones de la fiesta.

    Fecha y lugar. Aunque su propio nombre significa “fiesta de octubre”, realmente se celebra en su mayor parte en el mes de septiembre, y comienza concretamente el primer fin de semana después del 15 de septiembre. Comprende dos semanas y tres fines de semana. El primero es de la inauguración, el segundo es el llamado fin de semana italiano (Italiener-wochenende) pues miles de italianos vienen en autobuses para pasar estos dos días, y el tercero es el de clausura. El último domingo es uno de los mejores días para ir ya que hay mucha menos gente y se puede encontrar sitio en cualquier sitio casi a cualquier hora.

    Coloquialmente, los locales no lo llaman Oktoberfest sino Wiesn, que traducido al castellano sería "pradera", ya que el lugar donde se celebra se llama Theresienwiesn (Pradera de Theresa), un descampado de 46 hectáreas situado en medio de la ciudad, al sur de la estación central. Esta enorme superficie está casi siempre vacía durante el año y tan solo se usa para eventos. En ella destaca la estatua de Bavaria, de bronce y erigida en 1850 por orden del rey Luis I de Baviera (1786-1868) del que ya os hablamos a propósito del HB. Se encuentra rodeada del majestuoso edificio del Ruhmeshalle. No mucha gente sabe que se puede subir por dentro de la estatua hasta llegar a la cabeza, y así ver todo Theresienwiese desde los agujeros de la nariz. El precio es de 5€ (4€ estudiantes, gratis para menores de 18) y merece especialmente la pena hacerlo durante el Oktoberfest ya que durante el resto del año este recinto está vacío. El horario durante estas tres semanas es de 9 a 20 horas.

    Para llegar hasta aquí la parada de metro más cercana es la que lleva el mismo nombre, Theresienwiese (U4/U5), y la referencia para cuando queramos salir es la iglesia de San Pablo (Paulskirche St. Paul), fácilmente visible y que se sitúa justo en la boca de metro. Las otras paradas de metro más próximas son Goetheplatz (U3/U6) y Schwanthalerhöhe (U4/U5), seguramente menos masificadas que la primera.

    Oktoberfest munich bavaria
    Vistas de Theresienwiese durante el Oktoberfest desde arriba de la estatua de Bavaria

    Historia. El primer Oktoberfest se remonta al mes de octubre de 1810, cuando se celebraron en Theresienwiese los festejos de la boda del príncipe Luis I de Baviera con la princesa Teresa de Sajonia (que le dio el nombre al lugar). Para la ocasión, los monarcas invitaron a toda la ciudad a comida, bebida y diferentes espectáculos. La fiesta tuvo tal éxito que al año siguiente decidieron repetirlo y, aunque esta vez los reyes ya no invitaban, sí que cedieron el uso de la pradera a los ciudadanos para ello. La gente trajo entonces su propia bebida y comida y, como el vino era caro en esa época, decidieron beber cerveza. Desde entonces, el Oktoberfest ha sido una tradición en Múnich. Posteriormente, para aprovechar el clima veraniego, se decidió adelantar la celebración al mes de septiembre, de ahí la incoherencia con respecto a su nombre.

    Tradiciones. En el primer sábado tiene lugar, a primera hora de la mañana, uno de los momentos más representativos: el Wiesn-Einzug ("Entrada al Wiesn"), un desfile de carrozas de las distintas marcas de cerveza, que transportan los barriles que más adelante podremos disfrutar. Suele partir en torno a las 10:30 desde Sendlinger Tor. En una de esas carrozas va subido el alcalde que, al llegar a la Wiesn sobre las 12:00, es el encargado de abrir el primer barril de cerveza en Schottenhamel –la carpa más antigua del Oktoberfest– mientras dice "O´zapft is" que, en bávaro, significa algo así como "está abierto". Una vez estrenado, el resto de carpas se hacen eco e inauguran también el primer barril. Además, el primer barril que se abre lo suelen servir en jarras que las regalan a los más rápidos y persistentes que estén cerca. Al día siguiente, el primer domingo, tiene lugar otro pasascalles por el centro de la ciudad, esta vez de trajes regionales bávaros, Der Trachten-und Schützenzug.

    Otro elemento característico de esta fiesta el traje tradicional de Baviera y Austria: el Tracht, el cual se compone de varias prendas. Las chicas llevan un vestido llamado Dirndl, mientras que los chicos suelen llevar un pantalón de cuero llamado Lederhose. Como curiosidad, según la tradición el lazo del delantal del Dirndl se pone en la izquierda si la chica está soltera, en la derecha si está casada o comprometida, en el medio si es virgen y detrás si es viuda. Las camareras también lo llevan detrás.

    Las cervezas. Aunque en esta fiesta también encontraréis numerosas atracciones y puestos de comidas variados, los verdaderos protagonistas son los enormes recintos de las distintas cervecerías, carpas con música tradicional en directo y mesas en las que es muy difícil encontrar sitio, así como una zona exterior (Biergarten) con mesas más accesibles para la gente. En el Oktoberfest solo hay seis productores de cerveza que tienen permiso para servir, ya que han de cumplir varios requisitos como ser de Múnich y estar hecha con agua extraída en la ciudad. Estas son las seis: Augustiner-Bräu, HofbräuLöwenbräu, PaulanerSpaten-Franziskaner y Hacker- Pschorr. La favorita para muchos es la Hacker, mientras que la peor es la Spaten.

    Precios. La única jarra que vas a poder pedir es la de ¡1 litro!, cuyo precio suele rondar los 15€. Además, habéis de dejar por lo menos 1,20€ de propina por cerveza si quieres que los camareros te traten bien, si no, o bien no te aceptan el dinero, o bien no te servirán más cerveza o bien tratarán de timarte a la próxima, verídico. El modo en que trabajan los camareros aquí es realmente curioso. Ellos compran las cervezas que van a servir por adelantado y luego las revenden al público. De esta manera, las compran a un precio más barato y las revenden a casi los 15 que cuestan ahora, más propinas. Por eso, muchos de ellos no tendrán reparo en evitar o incluso estafar al cliente que no les dé las primas que desean. Acabados los 16 días del Oktoberfest, estos 'amables' sirvientes se habrán embolsado cerca de 10.000 euros.

    Por otro lado, antes de entrar al recinto, por la entrada más cercana a Theresienwiese, hay un puesto donde dejar maletas y mochilas por un precio de 7€ y 5€ respectivamente.

    Reservas. A partir de marzo se abre el periodo de reserva para el público en general, si bien muchas mesas están asignadas ya a clientes habituales, empresas y demás. También hay algunas carpas que no aceptan reservas online, como la de Augustiner. Al reservar has de elegir un menú que ha de pagar cada uno de los integrantes de la mesa por adelantado, es decir, se paga todo en el momento de hacer la reserva (en la mayoría de los casos). También hay una serie de mesas destinadas a gente que vive en Múnich, con que se esté registrado vale, no hay porqué haber nacido aquí o ser alemán. Una vez comience el Oktoberfest, hay que ir a la carpa elegida para obtener los tickets que daremos al camarero a cambio de las cervezas, la comida o lo que contenga el menú elegido. Esta es la página web de reservas.

    Cómo coger sitio. En fin de semana es casi imposible encontrar sitio bajo las carpas (la gente reserva con varios meses de antelación), por lo que mucha gente prefiere ir entre semana. Si vais en grupo un fin de semana, la única opción para coger mesa es ir una hora antes de que abran; como el recinto abre a las 9, tendríais que estar en alguna de las puertas de acceso a Theresienwiese a las 7-8 aproximadamente; en cuanto abran, salir corriendo y entrar directamente a alguna carpa. En este caso, mejor evitar la entrada principal (la que da al metro Theresienwiese, al norte) ya que suele estar más masificada y entrar por la de Goetheplatz o, mejor aún, la de Poccistrasse, al sur, que es la menos abarrotada de todas. Dicho esto, lo cierto es que mucha gente llega poco antes de las 9 y se empieza a aglomerar al inicio de la cola, de tal manera que a las 9 se convierte en una estampida. Si elegís esta modalidad de madrugar, desde que entréis a las 9 de la mañana ya se pueden pedir cervezas, a excepción del primer sábado que hay que esperar hasta las 12 que es cuando finaliza el desfile y el alcalde da por inaugurado el Oktoberfest.

    En caso de que solo vayáis dos o tres personas, con un poco de suerte y de paciencia es posible encontrar sitio a cualquier hora del día en algún pequeño hueco que sobre en alguna mesa. También cabe mencionar que normalmente los camareros solo atienden a la gente que está sentada en mesas, si bien es cierto que si sois pocos os podéis pegar un poco a la esquina de una mesa para que os sirvan. Además a los camareros les interesa vender muchas cervezas por lo que no pondrán muchas trabas. Como podréis comprobar, hay mucha gente de pie en los pasillos bebiendo cerveza de esta manera.

    Los días más animados son los viernes y sábados por las tardes aunque también merece la pena ir un domingo por la mañana, sin necesidad de madrugar, y entrar en todas las carpas para verlas por dentro, pues a esta hora no hay cola. Otra buena ocasión para venir es el martes ya que es el día de la familia (Familientag) y algunas atracciones y puestos de comida tienen descuentos.

    Las carpas. En este enlace podéis ver el mapa oficial del Oktoberfest. Como veis, hay varias carpas (Zelt en alemán) de cerveza y una de vino (Weinzelt), todas ellas decoradas de distinta manera, así que os animamos a visitarlas todas, aunque solo sea entrar y salir: son realmente espectaculares.

    La Hofbräu-Festzelt y la Paulaner Festzelt suelen estar llenas de turistas por lo que los alemanes prefieren evitarlas, sobre todo la Hofbräu. Por el contrario, la Augustiner-Festzelt, la Hacker-Festzelt y la Löwenbräu-Festzelt son algunas de las favoritas de los bávaros. Todo depende de lo que se busque, si es algo más tranquilo y familiar: la Augustiner; si es más festivo: la Paulaner. La Käfer's Wies'n-Schänke es la carpa más VIP, donde van los famosos y los jugadores del Bayern München. También es bastante exclusiva la Schützen Festzelt –Usain Bolt y Schwarzenegger, por ejemplo, vienen aquí muchos años– y la más frecuentada por gente joven. También tienen fama los bocadillos de buey dentro de la carpa Ochsenbraterei y los platos de la Fischer-Vroni, única especialista en pescado. En cualquier caso, la comida en todas ellas suele ser de calidad, no es comida para turistas, por así decirlo.

    Al sur de Theresienwiese se encuentra el Oide Wiesn, una recreación de cómo era el Oktoberfest antiguamente, a la que se puede acceder por 4€. En ella también encontraremos atracciones, carpas donde comer y beber y un museo sobre la historia de esta celebración. Normalmente los turistas más fiesteros no la visitan y por ello es un recinto menos bullicioso y más familiar. En el recinto del Oide Wiesn se celebra cada cuatro años la llamada Landwirtschaftsfest, pero únicamente cuando el primero no tiene lugar; es decir, tres de cada cuatro años veremos el Oide Wiesn y uno de cada cuatro, la Landwirtschaftsfest. No obstante, esta tiene una temática totalmente diferente, se trata de una fiesta sobre la agricultura y el campo, acompañada de bandas de músicas, espectáculos ecuestres, etc.

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    Carpa de Augustiner por dentro durante el Oktoberfest

    Tollwood. Se trata de un festival originario de 1988 que tiene lugar dos veces al año, una en verano (Tollwood Sommerfestival), desde mediados/finales de junio hasta mediados/finales de julio, y otra en invierno (Tollwood Winterfestival), desde finales de noviembre hasta el 31 de diciembre. El de verano se celebra en el Olympiapark, mientras que el de invierno se hace en el ya mencionado Theresienwiese. Este es un evento que cuenta con múltiples actividades de entretenimiento en distintas carpas: conciertos, mercados, salas multimedia con proyecciones variadas, arte, gastronomía, etc. El horario es de lunes a viernes de 14h a 1 de la mañana, y sábados y domingos de 11h a 1 de la mañana.

    Frühlingsfest. ¿Que a alguien le sabe a poco el Oktoberfest? Pues aunque no es tan conocida, lo cierto es que existe una fiesta en primavera. En este caso no se trata de una fiesta estrictamente enfocada a la cerveza sino que es más estilo feria: atracciones, juegos, puestos de comida, etc. Se celebra también en Theresienwiese y suele tener lugar desde mediados de abril hasta principios de mayo. Además, en el primer sábado de la Frühlingsfest tiene lugar el Rotes Kreuz Flohmarkt, el mercadillo más grande de Europa y que solo se celebra una vez al año, organizado por la Cruz Roja de Baviera (Bayerischen Roten Kreuz BRK). Es en el mismo recinto de 6:00 de la mañana a 16:00 de la tarde.

    Starkbierfest. Por si faltaban festivales de cervezas en Múnich aquí tenéis otro: el festival de la cerveza fuerte. Suele ser en marzo (fechas variables) en los recintos de Paulaner am Nockherberg —el más famoso—, de Löwenbräu Keller y de Augustiner Keller. Hay muchísimo ambiente, desde que abre hasta las 23:00-24:00 que cierra, y podéis tanto comer como beber. Se recomienda reservar mesa porque suelen estar hasta arriba de gente. Para el de Löwenbräu el acceso cuesta 5€ y la cerveza 10,5€, para el Augustiner Keller solo el acceso cuesta 9,95€ mientras que para el de Paulaner el precio de la entrada al recinto es de 4€ y la cerveza de litro (Maß en alemán) cuesta 14€. Hay varias cervezas pero la típica y que pide todo el mundo es la Paulaner Salvator, de 7,9% de alcohol, que para algo estamos en el festival de la cerveza fuerte. ¡Cuidado que sube más que las normales!

    Kocherlball. Este evento tiene lugar únicamente una vez al año, concretamente el tercer domingo de julio de 6 a 10 de la mañana en la Torre China (Chinesischen Turm) del Englischen Garten. Durante las 4 horas que dura la fiesta, la gente se reúne para desayunar y bailar. Realmente se trata de un evento de bailes tradicionales ya que hay una orquesta y unos bailarines en un escenario que nos van mostrando los pasos de la danza para que todos podamos hacerlos. Que nadie se asuste, los bailes son súper fáciles, aptos para todo el mundo. Sirven el clásico desayuno bávaro de cerveza y salchichas, aunque también hay café y un dulce típico de Baviera llamado Auszogne, similar al donut aunque con distinta forma.

    La historia que hay detrás de estas danzas se remontan al siglo XIX. Por aquel entonces, todos los domingos por la mañana, los sirvientes y mayordomos de Múnich (llamados Kocherl antiguamente) se reunían en la Torre China para bailar. Lo tenían que hacer antes de las 8 pues a esa hora debían volver a trabajar. En 1904 las autoridades prohibieron el evento y no fue hasta 1989 cuando se decidió conmemorar este hecho realizando una fiesta anual. Algunos van vestidos de mayordomos de la época con trajes realmente elaborados, aunque la mayoría van con los trajes típicos bávaros que hemos comentado antes: el Dirndl y el Lederhosen.

    Christkindlmarkt. Mención especial merecen siempre los mercadillos navideños de Alemania, sobre todo los de Baviera, por su gran tradición religiosa. Como Múnich es grande, en Navidad se instalan diversos mercadillos repartidos por la ciudad en los que podremos encontrar comida y dulces de todo tipo, el famoso Glühwein (vino caliente) alemán o el Feuerzangenbowle (un tipo de ponche caliente), así como artesanías varias. De entre los 40-50 mercadillos que hay, a continuación os mencionamos algunos de los más bonitos y curiosos:
    • Münchner Christkindlmarkt. Este tiene lugar en Marienplatz, frente al Ayuntamiento, por eso es probablemente el más visitado y popular. Se extiende a lo largo de las calles adyacentes. A pocos metros está la plaza Rindermarkt y en esta época montan un puesto de comida en el que, para nosotros, sirven el mejor salmón de Múnich. Puedes ver cómo cocinan los salmones a la brasa (Flammlachs) y se puede pedir en plato (13,90€) o en bocadillo (7,90€). Aunque pueda parecer caro, merece muchísimo la pena.
    • Kripperlmarkt. Se trata del mercado de belenes más grande de Alemania, ubicado en Múnich debido a la importante tradición católica de la ciudad. Todos los puestos venden cuidadas figuritas y adornos artesanales para el belén. Se encuentra en una de las ramificaciones del mercado de Marienplatz, junto al número 8 de la calle Neuhauser.
    • Weihnachtsdorf in der Residenz. El patio de Residenz, accesible sin entrar al propio palacio, alberga uno de los mercadillos navideños más bonitos de la ciudad. El horario de apertura es de 11 a 21h todos los días de la semana.
    • Weihnachtsmarkt am Chinesischen Turm. Ubicado en la Torre China del Englischer Garten. Una atracción especial que hay en este mercadillo es la pista de Eisstockschießen, el juego que os mencionamos anteriormente.
    • Mittelaltermarkt und Adventsspektakel. Este es sin duda el más original, distinto a los demás, pues se trata de un mercadillo con ambientación medieval. Aparte de numerosos y muy variados puestos de comida, encontraremos instrumentos y objetos inspirados en esa época. A menudo suelen celebrarse también pequeños concierto de música medieval. Se halla en la plaza Wittelsbacher Platz, situada al lado de Odeonsplatz. El horario de apertura es de 11 a 21h todos los días de la semana.
    • Münchner Eiszauber. Este es el pequeño mercadillo de Stachus (Karlsplatz), y solo cuenta con un gran puesto de Glühwein, algo de comida y una sorpresa: una encantadora pista de patinaje sobre hielo (eislaufbahn).
    • Pink Christmas. En la pequeña plaza de Stephansplatz, al lado de Sendlinger Tor, se encuentra un mercadillo de temática gay. No es algo que sorprenda pues esta plaza forma parte del barrio de Glockenbach, la zona gay de Múnich. Cuenta con unos nueve o diez puestos cuyo color predominante es el rosa, y un pequeño escenario donde hay actuaciones todos los días a determinadas horas.
    • Haidhauser Weihnachtsmarkt. Otro muy bonito y acogedor mercadillo ubicado en la Weißenburger Platz. El horario es de domingo a miércoles 11-20:30; de jueves a sábado 11-21:00.
    • Märchenbazar. Si buscáis una alternativa a los clásicos mercadillos alemanes, este es vuestro sitio. Märchen traducido al español significa cuento, aunque no tiene mucho que ver con lo que nos encontramos en el lugar. Se asemeja más a un mercadillo alternativo, algo hipster. ¿Dónde? Viehhofgelände, calle Tumblingerstraße 29. De lunes a jueves de 16h a 23h, viernes de 16h a 1 de la mañana, sábados de 12h a 1 de la mañana y domingos de 11h a 21h.
    Como curiosidad, en Baviera hay dos fechas en que los niños reciben regalos aunque no son las mismas que en España. La primera es la noche del 5 al 6 de diciembre cuando Sankt Nikolaus visita las casas de aquellos que han sido buenos durante el año para dejarles dulces y chucherías. No obstante, Sankt Nikolaus no viaja solo, sino que es acompañado por Krampus que se encarga de castigar y llevarse a los que se han portado mal. La segunda fecha y más importante es la madrugada del 24 al 25 de diciembre, cuando Christkind (traducido como el niño Cristo o el niño Jesús), irá repartiendo regalos a los niños por las casas. Este último personaje fue introducido por Martin Lutero en la Reforma Protestante del siglo XVI-XVII. Es por ello que aquí en Baviera, a diferencia que en el centro-norte de Alemania, los mercadillos de navidad se conocen como Christkindlmarkt (mercado del niño Jesús) en lugar de Weihnachtsmarkt (mercado de navidad).

    ¿Qué comer en Múnich?

    Primeramente vamos a introducir algunos de los platos convencionales de la cocina bávara y que habéis de probar en algún momento de vuestra visita:
    • Schweinhaxe o simplemente Haxe (codillo de cerdo).
    • Schweinebraten, un asado de cerdo, a veces acompañado de salsa de cerveza. Es el favorito de muchos muniqueses.
    • Weißwürste mit süßen Senf. Salchichas blancas con mostaza dulce.
    • Wiener Schnitzel Schnitzel "Wiener art". Escalope o filete empanado de ternera/cerdo. Aunque es originario de Austria, es uno de los platos más típicos de Baviera.
    • Münchener Schnitzel. Escalope estilo muniqués en el que el empanado está mezclado con mostaza.
    • Leberkäse. Embutido servido en bocadillo o bien acompañado de Kartoffelsalat.
    • Kartoffelsalat o ensalada de patata, plato tradicional a nivel nacional.
    • Flammkuchen, de origen francés pero que lo veréis en muchos de los restaurantes de la ciudad. Se asemeja a la pizza ya que consiste en una masa de pan con nata, cebolla y beicon por encima.
    • Germknödel, una gran masa de harina con vainilla por encima. Aunque es un plato dulce, se come como plato principal en vez de postre.
    De postre:
    • Apfelstrudel, el clásico pastel de manzana tan popular en Austria (originario de allí) y en Baviera.
    • Kaiserschmarrn, parecido a una crepe troceada acompañada de mermelada. Probablemente nuestro favorito. Es también originario de Austria.
    • Apfelkücherl, postre consistente en unas rosquillas de manzana frita envueltas en masa de pancake con azúcar y canela. Son tradicionales de Baden-Wurtemberg, el estado al oeste de Baviera, pero también se comen mucho aquí.
    Acerca del Schnitzel, es preciso saber en qué radica la diferencia de precios. El Wiener Schnitzel suele ser el más caro porque está hecho de ternera (Kalb). Sin embargo, el Schnitzel "Wiener art" y el Münchener Schnitzel son más baratos porque están hechos de cerdo (Schwein). 

    Un día que madruguéis mucho no podéis dejar de tomar el auténtico desayuno bávaro, que consiste en un par de Weißwürste (salchichas blancas), un Bretzel y la famosa mostaza dulce (süßen Senf) –realmente deliciosa–, además de una buena cerveza de medio litro. Seguramente no será lo que más le apetece a uno para desayunar pero ya se sabe: allá donde fueres…

    La cerveza en Múnich

    Lógicamente, no podemos pasar por alto la bebida por antonomasia de Múnich, la cerveza.

    En el apartado del Oktoberfest os hablamos de los distintos tipos de cerveza que podréis encontrar en los restaurantes de la ciudad: Augustiner-Bräu, Hofbräu (HB), Löwenbräu, Paulaner, Spaten-Franziskaner y Hacker- Pschorr. Sin embargo, sobre todo en verano, un plan típico es comprar una caja de botellines (aquí son de medio litro) para tomarlas por la calle o incluso llevártelas al Englischer Garten o al río Isar. En ese caso, las mejores, tanto para nosotros como para casi todo el mundo aquí, son las Tegernseer Hell (proveniente del lago Tegernsee) y la Augustiner Hell, por ese orden. Por el contrario, la peor valorada para casi todos los locales es la Spaten.

    En Baviera hay dos tipos de cerveza que destacan por el encima del resto: la Helles (o Hell), literalmente "clara" en castellano, como las dos que acabamos de mencionar, y la Weißbier, traducido como "cerveza blanca" en español, también llamada Weizenbier ("cerveza de trigo"). Esta última es de trigo, por lo que tiene mucho más sabor, si bien es cierto que llena bastante más que la Helles. Las Weißbier más conocidas y que seguro habéis probado alguna vez son la Erdinger, Paulaner y Franziskaner. Como en España, aquí también encontramos las variantes con limón: la Radler, una Helles mezclada con Sprite limón y la Ruß, su homóloga pero con la Weißbier.

    Y para disfrutar estas cervezas, qué mejor que probar los famosos Biergärten de Baviera. Los más grandes y bonitos son el Biergarten am Chinesischen Turm, Augustiner Keller, Paulaner am Nockherberg y el Biergarten am Wiener Platz, sobre todo este último en nuestra opinión. Estos funcionan como self-service, es decir, llegáis, os sentáis en una mesa libre, cogéis una bandeja y vais pasando por los puestos de comida pidiendo los platos y cervezas que queráis. Al final, debéis pasar por caja antes de poder volver a vuestra mesa. Recordad que aquí en Alemania cobran un suplemento por jarras y platos llamado pfand que, una vez los entreguéis de vuelta, os devolverán ese precio extra que pagasteis. Lo hacen para evitar pérdidas en caso de que se rompan o que se roben.

    ¿Dónde comer en Múnich?

    Un primer consejo que os vamos a dar es que si queréis comer o cenar en algún restaurante concreto en fin de semana, reservéis con anterioridad. Múnich tiene mucho ambiente y movimiento por lo que casi todos los restaurantes están siempre llenos en estos días. Si no os la queréis jugar, es mejor reservar online o por teléfono, sobre todo si sois cuatro personas o más.

    Primeramente hablaremos de los restaurantes típicos de aquí, los llamados Bräuhaus que, traducidos al español, serían cervecerías. Aparte del histórico HB que mencionamos anteriormente, nuestro favorito es la Cervecería Augustiner (Augustiner-Bräu Wagner KG). Se trata de la cervecería más antigua de la ciudad y es famosa ya que su cerveza, Augustiner-Bräu, era la favorita del antiguo Papa Benedicto XVI, y se exportaba directamente al Vaticano. Hay varios locales de esta cervecería en el centro, por ejemplo en la calle Neuhauser Straße 27, que es la que une Karlsplatz con Marienplatz. o junto a la Frauenkirche, llamado Augustiner am Dom. Sin embargo, nosotros preferimos el Augustiner Bräustuben que hay cerca de la parada de S-Bahn Hackerbrücke, concretamente en la calle Landsberger Straße 19 (al sur de las vías del tren): es más barato que los locales céntricos ya que está en una zona menos turística y se come igual de bien. Se puede reservar mesa desde su página web.

    Por el centro podéis encontrar más restaurantes buenos de este estilo aunque un poco más caros: Schneider Bräuhaus (Tal 7) o Spatenhaus an der Oper (Residenzstraße 12). Si no sois de mucho comer podéis compartir algún plato ya que son grandes.

    En cuanto a restaurantes de otro tipo,
    • Andy's Krablergarten. Un restaurante de comida alemana cuyo plato estrella es el Schnitzel, el cual destaca por su gran tamaño. Si eres de buen comer este es tu sitio y, si no, se puede compartir un Schnitzel para cada dos. Hay varias salsas para acompañarlo, de champiñones, de pimienta, etc. De postre tienen el Kaiserschmarrn (eso sí, se tarda media hora en hacer así que solicitadlo pronto, no a la hora de pedir el postre) y también unos deliciosos Apfelkücherl. Se encuentra en Thalkirchner Str. 2, en plena plaza Sendlinger Tor. Otro sitio de Schnitzel es el Steinheil 16 pero este es mucho más pequeño y casi siempre está lleno así que conviene reservar desde su página web.
    • Cotidiano, conocido por sus brunch. Tiene varios locales: Gärtnerplatz (Gärtnerplatz 6), Promenadeplatz (Maxburgstraße 4) y Schwabing (Hohenzollernstraße 11), cada uno con cartas distintas. Aunque los brunch son prácticamente los mismos, si vais para a comer o a cenar, os recomendamos que probéis las tortillas variadas del Cotidiano Promenadeplatz, o los quiche del Cotidiano Gärtnerplatz. Otro sitio muy bueno para hacer brunch es Café Königin 43, todo rico, bien de precio y camareros súper majos.
    • Shami Kitchen, un vietnamita. En Múnich hay muchos restaurantes vientamitas pero este es nuestro favorito.
    • Kalypso, un griego. El restaurante está muy bien valorado y la comida nos pareció de 10. El yogur con miel y nueces de postre, lo mejor. Solo abre por las noches así que es mejor reservar por si acaso ya que suele llenarse. Está en la calle Agnesstraße 8.
    • Condesa (Münchner Freiheit 6), para muchos, el mejor mexicano de Múnich 🌯. Sus burritos están realmente buenos. Es un local pequeño y suele estar lleno. Lo más cómodo: os atenderán en español.
    • Bar Centrale. Es nuestro restaurante italiano favorito. Solo tiene 2 platos de ensaladas y 4 de pasta 🍝 que van cambiando cada día, por eso no tienen ni menú ni carta. Sin embargo, están realmente ricos y todos entre 8 y 13 euros. Además, este lugar es conocido por los cafés que sirven, de los mejores de Múnich. El sitio es pequeño así que mejor reservar aunque si sois pocos igual tenéis suerte. Otro similar es el Quattro Tavoli, también sin carta y con unos pocos platos de pasta cada día, más un tiramisú tremendo. También es obligatorio reservar porque no hay muchas mesas.
    • Al estar tan cerca de Italia, en Múnich encontraremos una gran cantidad de restaurantes italianos. En función de los gustos de cada uno, otros italianos que nos gustan son: L'Osteria Künstlerhaus (Lenbachplatz, 8) por sus pizzas gigantescas 🍕 –prima el tamaño a la calidad, aunque están bastante bien, todo sea dicho– y el local donde se encuentra, aunque suele haber cola en fin de semana; Lo Studente (Schellingstraße 30) pues es bastante económico al estar en el barrio universitario; Mimmo E Co (Kapuzinerstraße 6), para algunos, las mejores pizzas de la ciudad.
    En cuanto a bares,
    • Café Kosmos. Un bar original, tienen distintos tipos de cerveza (por ejemplo la Astra de Hamburgo) y a un precio tirado para ser Múnich. Lo malo es que al ser un lugar muy conocido, suele estar lleno casi siempre. Se encuentra en Dachauer Str. 7, junto a Hauptbahnhof.
    • Barschwein. Si buscáis algo más tipo discoteca, este es vuestro sitio. La planta baja es un bar normal y la de arriba es una pequeña discoteca de música comercial de los 2000.
    • Kennedy´s Bar & Restaurant. Se trata de un pub irlandés situado en un sótano de la concurrida plaza Sendlinger Tor (parada de metro Sendlinger Tor). Tiene muchísimo ambiente, sobre todo los fines de semana, cuando además tocan música en directo y televisan eventos deportivos. También se puede cenar, pero es prácticamente imposible conseguir mesa sin reserva en fin de semana, pero podéis ir de forma espontánea a tomar unas jarras de cerveza. Es un local muy animado. Otro de las mismas características es el Ned Kelly´s Australian Bar, de origen australiano. Este lo podéis encontrar junto a la Frauenkirche, en una planta sótano.
    Y para verano, la heladería Der verrückte Eismacher, en el barrio de Maxvorstadt. El nombre, traducido como "el heladero loco", hace honor a los sabores tan raros que sirven: cerveza Augustiner, gin tonic, patatas asadas con beicon (Bratkartoffeln), entre muchos otros. Lo bueno es que te animan a probar uno o dos sabores aparte de los que hayas elegido, por lo que nosotros al final probamos los raros y pedimos los clásicos. Reconoceréis el sitio rápidamente por las largas colas que se forman en la calle. Está en Amalienstraße 77. Sin embargo, aunque es la más curiosa no es la mejor. Para nosotros, la más rica con diferencia es Ballabeni, en Theresienstraße 46 🍦; en esta también te dan a probar un sabor adicional.

    ¿Dónde alojarse en Múnich?

    Dependiendo del presupuesto de cada uno, las opciones de alojamiento en Múnich son: hostales, Airbnb y hoteles. En cuanto a los hoteles, la mayoría se encuentran en las inmediaciones de Hauptbahnhof; en este caso os podemos recomendar el Aloft (Bayerstraße 37), el 25hours (Bahnhofpl. 1) y el Roomers (Landsberger Str. 68).

    Excursiones por los alrededores de Múnich

    Más allá de la ciudad en sí, casi lo mejor que tiene Múnich es su céntrica ubicación en Europa. A tiro de piedra, como se suele decir, se encuentran Austria, Suiza, Liechtenstein, República Checa e Italia, además de todo el sur de Alemania. Por otro lado, Baviera destaca indudablemente por sus preciosos paisajes y encantadores pueblos, que bien merecen una excursión de uno o dos días. Para viajar a todos estos sitios existen varios billetes que nos pueden ser útiles:

    ⇨ Bayern-Ticket. Válido para viajar durante un día por todo el estado federado ya sea fin de semana (desde las 00h de ese día hasta las 3 de la mañana del día siguiente) o de lunes a viernes (en este caso desde las 9 de la mañana hasta las 3 de la mañana del día siguiente). Permite coger trenes ilimitados de segunda clase o regionales por un precio de 27€ para una persona y 9€ por cada persona extra hasta un máximo de 5. Como decimos, vale para todo el Land (incluidos S-Bahn y U-Bahn de Múnich y Núremberg y autobuses) pero también permite llegar, como excepción, a las ciudades de Ulm, en Baden-Württemberg, y Salzburgo, en Austria. Se puede comprar por internet o en las máquinas de billetes corrientes en cualquier estación. Aparte de los trenes regionales RB (Regionalbahn), IRE (Interregio-Express), RE (Regional-Express) también son válidos los M (Meridian), ALX (Alex-Züge), AG (Agilis), REX (RegionalExpress), BRB (Bayerische Regiobahn), BOB (Bayerische Oberlandbahn), SOB (Südostbayern), BZB (Bayerische Zugspitzbahn), RBG (Regiental-Bahnbetriebs), EB (Erfurter Bahn), HLB (Hessische Landesbahn) y BLB (Berchtersgadener Landbahn), todos ellos en segunda clase. Los que no entran son los EC, IC, ICE y RJ (Railjet). Por otro lado, para los que quieran hacer excursiones en bicicleta y quieran llevarla en tren por Baviera, han de comprar el ticket llamado Fahrrad-Tageskarte Bayern.

    ⇨ Oberland-MVV-Ticket. Es como el Bayern-Ticket pero únicamente válido para la zona de Oberland (München - Holzkirchen - Bayrischzell / Lenggries / Tegernsee) y el metro/bus/tranvía de Múnich, por lo que al ser más reducida los billetes son un poco más baratos. En el enlace anterior, aunque en alemán, podéis ver los precios de estos billetes individuales y de grupos, así cómo dónde comprarlos. Se pueden coger por internet o comprar directamente en las máquinas que hay en Hauptbahnhof, pero no en las normales sino en unas azules que pone específicamente BOB y otros trenes. Es muy útil para hacer excursiones de senderismo a montañas y lagos del sur de Baviera. Como decíamos antes, los trenes BOB están incluidos en el Bayern-Ticket pero este billete es más económico.

    La aplicación más útil para ver horarios y conexiones es DB Navigator. Si preferís verlo en una web, la que tenéis que visitar es la de la Deutsche Bahn. A continuación os damos algunas ideas de cosas que ver en los alrededores de Múnich.

    Campo de concentración de Dachau (KZ-Gedenkstätte Dachau). A tan solo 13 Km de Múnich se encuentra el campo de concentración de Dachau. Este es uno de los más significativos ya que fue el primer campo de concentración nazi y sirvió como modelo para los siguientes que iban a ser construidos. Asimismo, fue un centro de entrenamiento para miembros de las SS que, posteriormente, serían distribuidos por otros campos. Se inauguró el 22 de marzo de 1933, apenas unas semanas después del ascenso de Hitler al poder. Originalmente, el campo se construyó para 5000 personas, aunque llegaron a vivir en él casi 30.000 al mismo tiempo, hecho que, junto a las pésimas condiciones de vida del campo, hizo que cerca de 40.000 personas murieran en este lugar. Algunos de los edificios y barracas del campo fueron reconstruidos tras la guerra. Aunque la entrada es gratis, es recomendable contratar un guía especializado en el propio campo o, en su defecto, una audioguía. El lugar ofrece tours de pago en inglés y alemán en torno a medio día, y, ocasionalmente, en castellano. Aquí están los horarios de apertura del campo y aquí los precios y horarios de los tours. Nosotros recomendamos encarecidamente contratar uno ya que son baratísimos para la duración del mismo (unas tres horas). No hace falta reservarlo con antelación, basta con presentarse en la recepción 15 minutos antes de que empiece.

    Se llega fácilmente con la línea S2 del S-Bahn, desde Hauptbahnhof hasta “Dachau”, y luego cogiendo el bus número 726 en dirección "Saubachsiedlung" hasta la parada "KZ-Gedenkstätte". Suele haber mucha gente así que no debería tener pérdida. Se encuentra en la zona 1 así que necesitamos el billete de día M-1 (9,00€ individual o 16,40€ grupo) que nos vale para coger el tren y el autobús, ambos de ida y vuelta.

    También se puede coger la excursión contratada desde Múnich pero el precio suele ser mucho más alto y ciertamente no tiene ninguna complicación llegar y apuntarse a la visita guiada. Si visitáis el campo fuera de los meses de verano o entre semana y no queréis un tour en inglés o andar con audioguías, quizás ahí sí merezca la pena el tour privado.

    Palacios de Ludwig II (el Rey Loco), repartidos por distintas partes de Baviera.

    Pueblos y ciudades de alrededor
    : Salzburgo, Núremberg, Ratisbona, Ulm, Garmisch-Partenkirchen, Mittenwald y Passau son nuestros favoritos.

    Lagos de Baviera. Baviera es un sitio ideal para hacer senderismo ya que es una zona muy verde, montañosa y con muchos lagos (en alemán, See). A continuación os contamos como ir a algunos de ellos.
    • Starnbergsee, el más cercano a Múnich. Se puede ir en S-Bahn (S6) hasta la parada "Starnberg" (no confundir con Starnberg Nord) en media hora. Esta se encuentra en la zona 2, por lo que habría que comprar el billete de día de M-2 (9,70€ individual o 17,20€ grupo). Allí podremos hacer algún tour en barco por el lago, relajarnos por las áreas de césped e incluso bañarnos. Sin embargo, si queremos hacer barbacoa, hemos de ir hasta la siguiente parada de S-Bahn, "Possenhofen", esta en la zona 3. Aquí hay lugares permitidas para hacer barbacoas. En esta parte también se puede ver el Palacio de Possenhofen (Schloss Possenhofen) donde la Emperatriz Sissi pasó parte de su infancia; no se puede entrar, solo se puede ver por fuera. Lo que sí se puede visitar es el Museo de la emperatriz Elisabeth (Kaiserin Elisabeth Museum), en su página web podéis ver los precios y horarios.
    • Ammersee. Otro lago precioso accesible con el S-Bahn (S8). Para llegar a él nos llevará 50 minutos desde Hauptbahnhof hasta la parada "Herrsching am Ammersee", en la zona 3. Aparte de disfrutar del lago, aquí podemos visitar el famoso Kloster Andechs, un monasterio donde se puede además comer y beber –fabrican su propia cerveza de hecho–, si bien es cierto que no tienen mucha variedad de comida, tan solo codillo y Leberkäse, por eso no nos gustó mucho el sitio. Para llegar a él hay un camino de unos 50 minutos desde la estación de S-Bahn o bien en bus número 951. En el lago en sí, se puede tomar uno bañar en unas zonas con playas de piedras o coger el barco y dar una vuelta por el lago, así como ir a otros pueblos situados en la orilla contraria a Herrsching.
    • Tegernsee, situado al sur de Baviera. Hay que coger un tren BOB (Bayerische Oberlandbahn) desde Hauptbahnhof hasta dos posibles paradas: Gmund am Tegernsee, primero, o Tegernsee, después. Este lago es muy famoso por estar rodeado de montañas y desde cualquiera de las anteriores paradas se pueden hacer múltiples rutas por los alrededores del lago. Cuidado al coger el tren porque los distintos vagones van a distintos destinos, así que fijaos que en vuestro vagón ponga destino "Tegernsee" y no otros como "Bayrischzell". Id con tiempo porque en verano los trenes se llenan muchísimo. Para ver los horarios, meteos en la página web de la Deutsche Bahn y poned como destino alguna de las dos estaciones que os mencionábamos anteriormente. Una vez allí, podéis dar un paseo por el propio pueblo de Tegernsee y relajaros a orillas del lago o incluso coger un barco. En el pueblo os podemos recomendar para comer el restaurante Bräustüberl Tegernsee, ubicado en el monasterio del pueblo donde fabrican la cerveza Tegernseer, y la cafetería Aran para tomar un café con buenas vistas del lago. No obstante, la gente que viene a Tegernsee lo hace, sobre todo, para hacer caminatas. Aquí podéis ver varias rutas, nosotros hemos hecho las siguientes:
      • La de 8,37 Km que llega hasta el Biergarten "Berggasthof Neureuth" (tiene unas vistas espléndidas) y vuelve a la estación, es una de las más típicas y no tiene pérdida: siempre hay que seguir los carteles en dirección Neureuth (nos llevó, yendo tranquilamente, 1h30 de subida y 45 minutos de bajada). Hay gente que se lleva bocadillos para comer arriba pero cuando llegas a arriba y empiezas a oler la comida, merece la pena tomarte una cerveza y picar algo: nosotros pedimos una tabla de quesos con Bretzels y unos Spinatknödel, unas bolas de espinacas y queso típicas de la cocina tirolesa (zona de los alpes entre Italia y Austria).
      • La de 23,43 Km que une Tegernsee - Rottach - Wallberg. El primer trayecto es ir desde el pueblo de Tegernsee al pueblo de Rottach por lo que no es senderismo como tal, así que el que quiera puede coger un bus que una ambos pueblos y desde Rottach empezar la caminata. Concretamente sería coger los buses 9550 ó 9556 desde Tegernsee hasta la parada Wallbergbahn, que es donde hay un teleférico que te lleva a la cima Wallberg, ruta que nosotros hicimos andando. La cumbre de Wallberg tiene 1700 metros por lo que la subida es un poco dura ya que hay que superar un desnivel de unos 1000 metros. A ritmo normal nosotros hicimos la subida en algo más de 3 horas y la bajada en 1 hora. Cerca de la cima hay también una explanada donde se hace parapente, muy curioso de ver sin duda. También hay un Biergarten excepcional: Berghotel Altes Wallberghaus.
    Tegernsee Alemania
    • Schliersee, situado también en el sur, muy cerca del Tegernsee. Para ir a este lago también hay que coger los trenes BOB por lo que lo más barato es el Oberland-MVV-Ticket que mencionamos antes. La parada de destino es Schliersee. Además de relajarse en el lago, se pueden hacer varias rutas de senderismo. Más información en nuestro artículo sobre el Schliersee.
    • Königssee, en el extremo sureste del país, casi en Austria. Es uno de los lagos más bonitos ya que se encuentra justo al lado de los Alpes. Para llegar hay que ir en tren regional hasta el pueblo de Berchtesgaden y ahí coger un autobús hasta "Schönau a. Königssee", ambos trayectos cubiertos por el Bayern-Ticket. En este caso, la comunicación con Múnich no es tan sencilla como en los otros casos, por lo que lo más cómodo es ir en coche. Allí hay muchos planes, pero el más típico es coger el barco hasta el pueblo de St. Bartholomä y desde allí hacer una caminata hasta la llamada capilla de hielo (Eiskapelle), una cueva glacial muy accesible.

    Senderismo por Baviera. Como comentábamos, en casi todos los lagos hay rutas muy populares de senderismo, de hecho son las favoritas de los muniqueses. No obstante, hay otros sitios sin lagos pero igualmente ideales para hacer caminatas con paisajes impresionantes.
    • Bayrischzell. Desde este pueblo (accesible con el Oberland-MVV-Ticket) hay dos caminatas, una familiar para ir con niños, y la otra para gente más preparada. La primera se conoce como Wendelstein-Männlein-Weg, aquí tenéis los detalles técnicos. Es una ruta de unos 6 kilómetros que pasa por parques, miradores, cascadas y campos ideales para los más pequeños, aunque es cierto que algunas partes son un poco empinadas y requiren un esfuerzo, por lo que no se puede acceder con un carrito de bebé. Esta ruta sigue los siguientes sitios: Start/Ende "Wendelstein Männlein Weg" - Parapluie, Wendelsteinstraße 17 (un mirador junto a un parque) - Totholz-Stegs (un camino) - Grüne Gumpe (un pequeño lago junto a una cascada) - Bergcafé Siglhof (un restaurante con un parque infantil y una gran pradera para jugar). Está bien indicada, tan solo hay que seguir los carteles con gnomos que hay por la ciudad. La segunda ruta es la que sube a la montaña Wendelstein, aquí podéis ver los detalles técnicos. Esta es más dura como se puede apreciar, así que hay que ir bien preparado. El inicio pasa por los mismos sitios que la ruta Wendelstein-Männlein-Weg. Es una ruta circular, se puede subir desde el pueblo de Bayrischzell y acabar al volver en el pueblo de al lado, Osterhofen. En la cumbre del Wendelstein hay una iglesia y un observatorio, visibles desde algunos sitios del sendero. Para los más amateurs que se les haga muy dura, hay una explanada a los pies de la última subida, concretamente en Wendelsteiner Almen, donde se puede parar y dar la vuelta ya que desde aquí hay asimismo unas muy buenas vistas de los Alpes. Lógicamente, desde la cima, las vistas son aún mejores.

    Palacio de Schleißheim (Schloss Schleißheim). Otro de los tantos palacios que encontramos en Baviera, aunque en este caso mucho más desconocido. Este complejo alberga varios palacios de la familia Wittelsbach:
    • Palacio Antiguo (Alte Schloss), construido en 1623 como residencia del duque de Baviera Guillermo V de Wittelsbach (Wilhelm V. en alemán). Quedó parcialmente destruido durante la Segunda Guerra Mundial y tuvo que ser reconstruido nuevamente en la década de 1980.
    • Palacio de Lustheim (Schloss Lustheim), construido al final del complejo en 1685 como casa de caza.
    • Palacio Nuevo (Neues Schloss), levantado a principios del siglo XVIII por petición del príncipe Maximilian II Emanuel, Elector de Baviera (1662-1726) –el mismo del palacio de Nymphenburg–.
    Se pueden visitar los tres palacios aunque el Neues Schloss, de estilo barroco, es el más espectacular. También son muy bonitos los jardines, mucha gente va simplemente a pasear por ellos en verano. Al ser más desconocidos, los palacios se visitan tranquilamente, sin apenas turistas, lo cual se agradece de vez en cuando. Aquí tenéis los precios y horarios.

    Para llegar hay que coger el S1 hasta la parada Oberschleißheim y caminar 15-20 minutos. Esta parada se encuentra zona 1. Necesitamos por tanto el billete de día M-1 (9,00€ individual o 16,40€ grupo) que nos vale para coger el S-Bahn de ida y vuelta.

    Schleißheim schloss
    Palacio Nuevo de Schleißheim

    2 comentarios:

    1. Hola, por favor podría ayudarme con algo acerca del Auszogne, ¿ésto también se brinda en el Oktoberfest? y ¿de que estados de alemania lo elaboran?... Gracias :)

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      Respuestas
      1. Hola Katherine, gracias por comentar :)

        Pues el Auszogne es típico de Baviera y Austria, aunque también es posible que lo encuentres en los estados colindantes como Thüringen o Baden-Württemberg. Sin embargo, nosotros vivimos en Hamburgo también y allí no lo vimos nunca, así que al norte seguro que no ha llegado.

        Respecto a tu primera pregunta, sí, también se vende en el Oktoberfest aunque a precios desorbitados (5-6€).

        Un saludo!

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