Angkor es un yacimiento arqueológico, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1992, ubicado en el noroeste de Camboya, a unos seis kilómetros de la ciudad de Siem Reap, donde se alojan los turistas. Hoy es un complejo de ruinas, pero entre los siglos IX y XV fue una importante ciudad, capital del poderoso Imperio jemer (o khmer) camboyano, el imperio más grande del sudeste asiático.
Es la atracción número uno del país y mucha gente viaja a Camboya únicamente para visitar Angkor.
Consejos prácticos para Camboya
📃El visado de turista es de pago y puede tramitarse de dos maneras:
a) A través de la página web del gobierno. Conlleva una tasa extra de 6 USD y se necesita una foto de carné;
b) En la frontera. En la frontera hay que abonar el pago únicamente en efectivo (dólares estadounidenses o euros), no aceptan tarjetas, y el precio es de 30 USD o 35 EUR (no sabemos si siempre es así, pero en nuestro caso tenían cambio). El procedimiento es el siguiente: Hay que rellenar electrónicamente el llamado «e-arrival» en los iPads que hay en el control de pasaportes, luego hay que presentarse en la ventanilla 1 (donde pone «submit your Passport») para enseñar el pasaporte y el dinero para realizar el pago. A continuación, hay que ir a la ventanilla siguiente, que es el control de aduanas, donde hay que presentar el pasaporte una vez más, la tarjeta de embarque del vuelo en el que has llegado (tiene que ser impresa por la compañía/el aeropuerto de origen, no la que recibes por email), poner las huellas dactilares y hacerse una foto. De cualquiera de las formas (online o en la frontera), el visado tiene una validez de un mes y solo se podrá renovar por otro mes. La multa por exceder la estancia permitida es de 5 USD por día.
💱La moneda nacional es el riel camboyano (KHR), y el cambio es de aproximadamente 1 EUR = 4250 KHR. Dicho esto, como la moneda tiene tan poco valor, en todo el país se acepta el dólar estadounidense (USD), así que no es necesario que saques la moneda local; puedes usar USD en todos los sitios, aunque el cambio que te hagan sea un poco al alza.
📱Recomendamos comprar una tarjeta SIM local para tener datos móviles, muy útiles para utilizar aplicaciones de transporte como Grab o de mapas. Hay varias compañías (Cellcard, Smart, Airalo, etc.) y los precios son bastante económicos. A nosotros nos costó 3,5 USD por 15 GB durante siete días. La compramos en uno de los puestos que hay nada más salir del aeropuerto, a la derecha, frente al aparcamiento donde se paran los taxis.
🚕Es útil llevar descargada la aplicación de Grab, que es algo así como el Uber asiático. Los trayectos son baratos y es muy cómoda de usar.
💉Conviene revisar el libro de vacunación. En general, se recomienda estar vacunado frente a la hepatitis A y B, el tétanos, la fiebre tifoidea, la encefalitis japonesa, el tifus y la rabia.
🦟No os olvidéis de llevar o comprar allí un buen repelente de mosquitos. Durante el día no se notan tanto, pero por la noche, en la ciudad, te pican por todos lados sin darte cuenta.
Camboya es un país bastante pobre y, en muchas áreas, gran parte de la población depende del turismo para mejorar su situación económica. Esto se percibe claramente al desplazarse del aeropuerto a Siem Reap o al recorrer el país. Aunque la mayoría de visitantes son europeos y chinos, existe un problema señalado por muchos trabajadores del sector: los grupos turísticos que viajan con agencias organizadas —generalmente los chinos— suelen consumir en restaurantes y negocios vinculados a esas mismas agencias, lo que reduce significativamente el beneficio que llega directamente a la población local. En cambio, los turistas que viajan por libre suelen dejar un impacto económico más visible en los comercios y servicios camboyanos.
¿Cómo llegar a Siem Reap?
✈La mayoría de la gente llega en avión. El aeropuerto más cercano se llama Siem Reap Angkor International Airport (SAI) y, en realidad, está bastante lejos de la ciudad, a 45 kilómetros, lo que equivale a casi una hora en coche. El precio del taxi es de 25 USD, con Grab es parecido, quizás un poco más caro por las tasas de servicio. Nosotros usamos Grab, pero hay que saber cómo funciona en este aeropuerto. Como el aparcamiento del aeropuerto es muy caro —solo por entrar ya hay que pagar 2 USD, más el tiempo que se queden luego—, todos los Grab se quedan esperando fuera —pues puede que estén todo el día y no haya ningún cliente— y hay uno que se sacrifica y entra en el aparcamiento con todos los móviles. Cuando pides uno, él te lo acepta con uno de los móviles y luego el conductor, que está esperando fuera del aeropuerto, entra para recoger su móvil y llevar a los pasajeros. Suena extraño, pero es comprensible.
🚌También los hay que van en autobús desde otras ciudades e incluso desde otros países, como desde Bangkok (Tailandia). Podéis ver estos trayectos en la web de 12Go Asia.
Historia del Imperio jemer y de Angkor
En cualquier yacimiento arqueológico resulta fundamental comprender el contexto histórico de lo que se visita; de lo contrario, lo que se observa no es más que un conjunto de ruinas.
El Imperio jemer (Khmer en inglés, pronunciado k-mae), conocido por sus propios habitantes como Kambuja, fue un imperio hindú-budista que dominó gran parte del sudeste asiático durante la Edad Media, entre los años 802 y 1431. Su fundador, Jayavarman II, se autoproclamó rey de este nuevo imperio, que se levantó sobre las antiguas civilizaciones de Chenlá y Funán, ya desaparecidas.
Jayavarman II fue venerado como una divinidad, y de hecho los gobernantes jemeres se consideraban a sí mismos seres divinos. El imperio destacó por sus avanzadas técnicas de construcción y por el aprovechamiento de los recursos naturales, siendo Angkor el mejor ejemplo de ello. En el año 893, el rey Yaśovarman I trasladó la capital, que hasta entonces se encontraba a orillas del lago Tonlé Sap, a Angkor. Allí, siglos más tarde, se levantarían los impresionantes templos que aún pueden admirarse.
El auge de Angkor estuvo estrechamente ligado al desarrollo del Imperio jemer, que llegó a extenderse hasta Laos, parte de Vietnam y el este de Tailandia. Además de templos, los jemeres construyeron extensos arrozales para alimentar a la población. Como el cultivo del arroz requiere abundante agua, diseñaron una compleja red de canales que transportaba agua del río hacia grandes embalses artificiales.
El colapso del Imperio jemer. Como ocurre con muchos imperios, el jemer terminó por colapsar debido a diversos factores. A partir de 1330 se produjeron sequías que duraron hasta 30 años, lo que secó los arrozales y obligó a gran parte de la población a emigrar hacia el delta del Mekong en busca de agua. Entre 1400 y 1420 se repitió otro periodo de sequía, y entre ambos episodios varios monzones destruyeron y bloquearon la red hidráulica. Esta situación fue aprovechada por el Imperio de Ayutthaya, que recuperó territorios tailandeses, saqueó Angkor y puso fin al Imperio jemer. Los supervivientes se trasladaron hacia la actual capital de Camboya, Phnom Penh.
Tras la caída, Angkor pasó a manos de los siameses (nombre de los tailandeses hasta 1939, cuando Siam pasó a llamarse Tailandia). Sin embargo, el sistema de abastecimiento de agua seguía inoperativo y el entorno estaba devastado tras la guerra y la conquista, por lo que los siameses abandonaron la ciudad hacia 1560. Desde entonces, Angkor quedó parcialmente cubierta por la selva y permaneció semiabandonada durante siglos.
El “redescubrimiento” de Angkor. El redescubrimiento de Angkor suele atribuirse al investigador francés Henri Mouhot, quien visitó la zona en 1860 acompañado por locales. Tras su viaje publicó unas memorias que dieron a conocer Angkor en Europa. Sin embargo, este redescubrimiento ha estado siempre en entredicho: existen escritos anteriores de viajeros portugueses y españoles, y la población local siempre conoció el lugar. Incluso algunos monjes continuaban utilizando ciertos templos, lo que demuestra que Angkor nunca estuvo completamente abandonada.
En 1863, con el establecimiento del protectorado francés sobre Indochina, comenzaron las exploraciones sistemáticas. El fotógrafo francés Louis Delaporte difundió en Europa imágenes de los templos, reforzando la idea de su “redescubrimiento”. A partir de 1907 se iniciaron los trabajos de restauración y conservación, que se prolongaron hasta 1975, cuando los jemeres rojos (Partido Comunista de Kampuchea) tomaron el poder e instauraron un régimen genocida que duró hasta 1979. Ese año, Camboya fue ocupada por Vietnam, y la guerra entre jemeres rojos, vietnamitas y otros partidos políticos se extendió casi hasta 1997. Cerca de Phnom Penh puede visitarse uno de los campos de concentración o “campos de la muerte” de los Jemeres Rojos: Choeung Ek.
Significado actual. Hoy en día, los términos Camboya y jemer se relacionan estrechamente, aunque se emplean de manera distinta: jemer se utiliza para referirse al idioma y como gentilicio de los camboyanos.
¿Cómo visitar Angkor?
Dada la gran cantidad de templos que hay, se han creado dos tipos de circuitos que nos permiten ver los más importantes, uno corto, de 17 km (línea verde) y otro largo, de 25 km (línea roja). El pequeño es más corto en distancia, pero recorre los templos más grandes y destacados, por lo que en tiempo lleva casi lo mismo que el largo.
Fuente: https://www.novo-monde.com/
Si solo tenéis un día, lo mejor es hacer el itinerario corto. Si tenéis dos días, podéis hacer uno cada día. Y, si tenéis más tiempo, podéis repartiros todos los templos de ambos circuitos en tres días o visitar otros situados en las afueras de Angkor.
La mayoría de los templos de Angkor abren todos los días de 7:30 a 17:30 h. Sin embargo, tres templos tienen horarios ampliados para permitir las visitas al amanecer y al atardecer:
- Angkor Wat: este templo está abierto desde las 5 de la mañana para poder ver el espectacular amanecer y cierra a las 17:30 de la tarde.
- Phnom Bakheng: gracias a su ubicación en lo alto de una colina, Phnom Bakheng es un lugar muy popular para ver la puesta de sol. Tiene el mismo horario ampliado.
- Pre Rup: este templo está abierto para disfrutar tanto del amanecer como del atardecer, y es la alternativa menos turística a Angkor Wat y Phnom Bakheng. Su horario es de 5:00 a 19:00.
Hay tres modalidades de entradas: de un día, de tres días y de siete días. Casi todo el mundo elige la entrada de tres días porque suelen estar dos o tres. Las entradas se pueden comprar en las taquillas de Angkor o, mucho más cómodamente, por internet. En su página web oficial podéis consultar la información acerca de los horarios, precios y otros datos de interés, y comprar los tickets arriba a la derecha. Hay que crearse una cuenta y subir una foto de carnet, ya que las entradas son personales e intransferibles. Esta entrada te permite el acceso a los principales templos, hay algunos de menor importancia que son gratuitos.
Hay muchas maneras de hacer los recorridos: en moto, en bici, en tuk-tuk, etc., pero lo que está claro es que hace falta un vehículo porque están lejos los unos de los otros como para hacerlo andando. Cada una tiene sus ventajas y desventajas. Nosotros elegimos el tuk-tuk, que es económico para dos personas y protege un poco del sol. En todos los hoteles tienen sus conductores de tuk-tuk de confianza, con los mismos precios —a veces incluso más baratos— que si los contratas en la calle, así que, en nuestra opinión, lo más práctico es contratarlo a través del hotel. El precio es por tuk-tuk y por día de circuito. El coste de un conductor (un tuk-tuk) que esté con vosotros toda la jornada es de 18 USD si hacéis el circuito corto y de 20 USD si hacéis el largo, más una propina que se deja siempre. Además, si se quiere ver el amanecer, hay que pagar unos 5 o 10 USD adicionales por el madrugón del conductor. Todo esto son los precios del conductor, totalmente independientes del coste de la entrada al recinto de Angkor.
Los conductores son simplemente conductores, no son guías turísticos; de hecho, la mayoría hablan un inglés muy básico. Si queréis ir con guía, debéis contratarlo por separado. En las entradas de los dos o tres templos principales hay guías ofreciendo sus servicios, y quien quiera puede contratarlos para que le guíen mientras visita el templo. Muchos de los detalles arquitectónicos e históricos que se ven en los templos principales se replican en el resto, así que, en nuestra opinión, no es necesario contratar un guía para todos los templos.
📝Sobre qué llevar a Angkor, lo más importante es calzado cómodo. La gente lleva normalmente botas porque hay zonas embarradas o sandalias si no te importa mojarte los pies si llueve. El calor es infernal, así que no está de más llevar paraguas para protegerse del sol y gorra o sombrero. También es recomendable llevar crema solar, aunque se absorbe rápidamente al estar sudando constantemente. Llevad agua, aunque allí se puede comprar en muchos sitios; de hecho, algunos conductores de tuk-tuk llevan en el propio vehículo.
¿Qué ver en Angkor?
Algo que suele llevar a confusión y que conviene aclarar desde el principio es que Angkor es la antigua ciudad, hoy yacimiento arqueológico, y está compuesto por muchos templos. Uno de ellos es Angkor Wat, por lo que no se deben usar ambos términos como sinónimos. Sabiendo, además, que Angkor significa «ciudad capital» y Wat, «templo budista», ya no hay confusión posible.
Circuito Corto de Angkor
Empezamos por los templos del circuito corto.
Angkor Wat, el templo más famoso de todos, el que aparece en la bandera del país. Hacia el año 1110-1150, el rey jemer Suryavarman II construyó Angkor Wat, simbolizando el Monte Meru, la montaña sagrada de los dioses según la mitología hindú y budista, religiones de los jemeres. Se estima que en su construcción participaron unos 300.000 trabajadores, entre arquitectos, obreros, albañiles, escultores y sirvientes encargados de alimentarlos, así como 6.000 elefantes. Consta de una pirámide de tres niveles con cinco torres. La construcción del complejo duró más de 30 años. El lugar está construido enteramente en piedra, y resulta increíble que casi todas las superficies están talladas con detalles narrativos o decorativos. Los bloques de arenisca con los que se construyó se extrajeron de la montaña sagrada de Phnom Kulen, situada a más de 50 km de distancia, y se transportaron por el río en balsas de madera.
Aunque muy turística, una experiencia única es ver el amanecer desde Angkor Wat, exige un madrugón, pero merece la pena. Ver en vivo la imagen de la silueta del templo y su reflejo en el agua no tiene palabras. Hay que estar allí sobre las 4 o 5, dependiendo de la época del año en que vayáis. Después, ya podéis dedicar las próximas dos horas a explorar el tiempo.
Como mencionamos, Angkor Wat consta de una entrada principal y de tres niveles:
La entrada principal es la entrada oeste (western entrance), la otra es la este, al otro lado. Antes de llegar a esta entrada, hemos de cruzar el puente Rainbow Bridge que atraviesa el foso y veremos dos edificios a ambos lados del camino, que son dos bibliotecas, la Northern Library y la Southern Library. Frente a ambas bibliotecas es donde la gente se sitúa para ver el amanecer. Aquí ya estamos en la entrada oeste, donde se halla uno de los monumentos más importantes del templo, la estatua de 8 brazos del dios Vishnu (Ta Reach), ubicado en una pequeña capilla a la derecha. Mide 5 metros y fue tallada en una sola pieza de arenisca.
Primer nivel: Nos adentramos ya en el templo, y en este primer nivel destacan los muros de las galerías exteriores, de 520 metros de longitud. Empezando por la entrada principal y yendo a la derecha, este es el orden de los mosaicos: Batalla de Kurukshetra; Procesión histórica de Suryavarman II; 32 infiernos y 37 cielos del hinduismo; Agitación del Mar de Leche; Victoria de Visnú sobre los Asuras; Victoria de Krishna sobre Bana; Batalla de Devas y Asuras (o Batalla de los Dioses); Batalla de Lanka. En total, 8, 2 en cada lado. Rodeadlos todos si podéis, es impresionante el nivel de detalle del tallado de cada uno de ellos. También en el primer nivel, pero dentro, hay que ver la Sala de los mil Dioses (Preah Poan / Hall of a Thousand Buddhas), lugar donde los monjes y peregrinos dejaban estatuas de Buda como ofrenda. Está compuesto por cuatro piscinas que, en su momento, estaban llenas de agua y tenían un uso ritual y curativo. Además de esto, hay otras dos bibliotecas en la parte exterior del nivel.
Segundo nivel: subimos las escaleras hasta este nivel, donde veremos una gran terraza y dos bibliotecas más. También veremos multitud de figuras de apsaras. Las apsaras son unos seres celestiales que representan a bailarinas sagradas. En Angkor, se estima que hay más de 1.000 apsaras esculpidas en el relieve de los muros, cada una con una pose, vestimenta y expresión distinta. Las encontramos en todos los niveles, pero en este, especialmente, hay muchas.
Tercer nivel: el tercer nivel se le conoce como bakan, de 42 metros de altura y punto más alto del conjunto. Las mejores vistas del bakan son, en realidad, desde el nivel dos, donde, además de la torre, se puede apreciar muy bien la ornamentación de los muros de la base de dicho nivel.
Dejamos atrás Angkor Wat para continuar descubriendo otros templos, comenzando por la Tonle Om Gate (Puerta Sur), la entrada sur a Angkor Thom, de la que hablaremos enseguida. Es, sin duda, la más espectacular de las cinco puertas de acceso a Angkor Thom, quizá porque conecta directamente con Angkor Wat y porque su restauración se ha realizado con especial cuidado. Lo más llamativo de esta puerta son las hileras de estatuas que flanquean el puente que cruza el foso, representando un célebre mito hindú: el batido del océano de leche. Este mito narra la lucha entre los deva (dioses) y los asura (demonios) por el control del mundo. Cuando los deva estaban a punto de perder, pidieron ayuda a Vishnu, quien les indicó que se unieran temporalmente con los asura para extraer el elixir de la inmortalidad del océano de leche, uno de los siete océanos sagrados del hinduismo. Para lograrlo, debían enrollar la serpiente Vāsuki alrededor de la montaña Meru y tirar de ella desde ambos extremos, haciendo que la montaña girara y “batiera” el océano. Esto es precisamente lo que representa el puente: a un lado, hay exactamente 54 figuras de deva tirando de la serpiente, y al otro, 54 figuras de asura tirando en sentido contrario. Algunas de estas estatuas son originales y otras restauradas, así que conviene detenerse a observarlas con calma, teniendo cuidado con el tráfico, que suele ser intenso debido a que esta vía conecta los templos más importantes del recinto. Otra característica curiosa de esta y otras puertas de Angkor son las caras talladas en la roca de la puerta. Su significado exacto sigue siendo un misterio, pero hay dos teorías: una sugiere que representan bodhisattvas (figuras sagradas del budismo) y la otra que son retratos del rey Jayavarman VII, quien ordenó su construcción.
Angkor Thom. Al cruzar esta puerta, ya estamos en Angkor Thom, que no es un templo, sino un recinto amurallado de 10 km² construido en el siglo XII por el rey Jayavarman VII, quien gobernó el Imperio jemer de 1181 a 1218 y lo convirtió en la capital del Imperio. La muralla en sí tiene 12 km de perímetro y 8 metros de altura y está rodeada por un foso por el que ya hemos cruzado anteriormente. Como mencionamos anteriormente, Angkor significa «ciudad» y aquí se le añade Thom, que significa «grande». Es decir, estamos ante una ciudad grande, con un conjunto de templos, calles y terrazas, y donde se encontraba el palacio real.
El Templo de Bayón. El templo de Bayón, el más importante para su constructor, el rey Jayavarman VII, se encuentra en el centro de Angkor Thom. El rey ordenó su edificación a finales del siglo XII y principios del XIII, simultáneamente a la construcción del recinto amurallado. Considerado uno de los templos más bellos de Angkor, es conocido como «el templo de las caras» por sus más de 200 rostros tallados distribuidos en 54 torres. No está claro a quién representan: algunas teorías apuntan a una imagen idealizada del propio Jayavarman VII; otras, a Avalokiteshvara, el bodhisattva de la compasión, hipótesis hoy más aceptada que la asociación con el dios hindú Brahma. Al igual que Angkor Wat, Bayón se organiza en tres niveles que conforman una estructura piramidal vinculada simbólicamente al monte Meru, sagrado en la cosmología hindú y budista. En el primer nivel destacan los relieves que muestran escenas de la vida cotidiana del siglo XIII y episodios de batallas jemeres; en el segundo se encuentran más galerías de distintos periodos; y en el tercero se alza la torre central del santuario. Su nombre actual procede del periodo colonial francés: inicialmente lo denominaron «templo Banyan», pero la pronunciación local acabó fijando la forma «Bayón». Otra particularidad del templo es que combina elementos budistas e hinduistas debido a que fue modificado por diferentes reyes posteriores, que añadieron detalles según sus propias creencias religiosas.
El Templo de Baphuon. A tan solo unos metros a pie desde el templo de Bayon, se encuentra el templo de Baphuon, al que se accede por una pasarela de piedra de 172 metros de longitud, un lugar frecuentado por monos, por cierto. De forma piramidal, como la mayoría de los templos de Angkor, Baphuon imita la silueta del monte Meru. Su altura alcanza los 34 metros (50 metros si se incluye la torre de bronce que tuvo en el pasado) y merece la pena subir hasta la cima, desde donde se pueden disfrutar, a un lado, unas vistas espectaculares de parte de Angkor Thom y, al otro, de la selva que lo rodea. El templo fue erigido en el siglo XI, pero sufrió un derrumbe parcial en el siglo XIV debido al fallo de su estructura, por lo que hubo que esperar hasta 1995 para que comenzaran las obras de restauración. En 2011 se reinauguró con el aspecto que podemos contemplar hoy en día. Como curiosidad, el muro del lado oeste tiene la forma de un Buda reclinado. No es fácil de distinguir a simple vista, pero con un poco de imaginación se puede percibir su silueta.
La Terraza de los Elefantes. Al norte del templo de Bayón, frente a una de las calles principales del recinto de Angkor Thom, se alza una estructura elevada de 350 metros de largo con tres plataformas de distintas alturas que recibe el nombre de Terraza de los Elefantes. El nombre se debe a que las figuras humanas y de animales, incluidos elefantes, que hay tallados en su fachada. Se construyó entre finales del siglo XII y principios del XIII bajo el mandato del rey Jayavarman VII y se utilizaba como mirador para ver desfiles o eventos que sucedieran en la ciudad, a menudo en la gran explanada que hay frente a ella. Podéis subir a cualquiera de las tres plataformas que conforman la terraza, aunque actualmente no se tienen esas vistas privilegiadas que quizás se tenían en el momento de su construcción.
La Terraza del Rey Leproso (Preah Ponlea Sdach Komlong) se encuentra justo después de la terraza anterior y tiene forma de U, coronada por la figura conocida como el Rey Leproso. Sobre la identidad de esta estatua existen diversas interpretaciones: algunos creen que representa a Yama, el dios hindú de la muerte; otros que es Dharmaraja, considerado por los jemeres como el controlador del orden, teoría respaldada por inscripciones halladas en el lugar; y hay quienes piensan que se trata del rey Yasovarman I (899-910), constructor de la primera ciudad de Angkor, apodado «el Rey Leproso» porque partes de la estatua empezaron a perder el color y, cubiertas de musgo, daban la impresión de que padecía lepra. Según algunas creencias populares, el rey podría haber sufrido lepra de verdad. Aunque la terraza se levantó a finales del siglo XII, la escultura original del rey leproso data del siglo VIII y ya existía en el sitio. Actualmente, la estatua original se conserva en el Museo Nacional de Phnom Penh, y la que vemos en la terraza es únicamente una réplica. Más allá de la historia de la escultura, lo más destacable de esta plataforma es su base, donde se puede apreciar un diseño en zigzag entre muros decorados con figuras mitológicas talladas en piedra.
Salimos del cuadrilátero de Angkor Thom por la puerta de la Victoria (Victory Gate) para dirigirnos al siguiente templo: Ta Keo. Este templo es anterior a Angkor Wat y a Angkor Thom, y fue el primero construido completamente con piedra arenisca. Su construcción comenzó en el año 975 d. C. como templo estatal para el rey Jayavarman V, aunque nunca se llegó a terminar. Lo más llamativo son las cinco torres (llamadas prasat en jemer) que se asientan sobre una pirámide de casi 22 metros de altura. Quien desee puede subir hasta la cima para obtener buenas vistas, aunque hay que tener cuidado al subir por los escalones, que son bastante empinados, y quizá no es apto para todas las personas. Es un templo secundario; no todos los tours paran aquí, así que hay menos turistas, lo cual siempre se agradece.
Ta Prohm es otro templo de visita obligada y para mucha gente su templo favorito. Su construcción data del año 1186 por orden del rey Jayavarman VII, que quería una residencia para su madre. Muchos lo conocen por su aparición en alguna de las escenas de la película Lara Croft: Tomb Raider (2001), si bien es mucho más que eso. Cuando Angkor se «redescubrió» en el siglo XIX, muchos templos parecían haber sido devorados por la selva, pero hoy en día no da esa sensación porque han sido restaurados. Sin embargo, en este templo, se han respetado los muros donde han crecido árboles entre las piedras, lo que nos deja unas imágenes espectaculares que nos permiten hacernos una idea de lo que se encontraron los investigadores franceses y europeos a su llegada. Por cierto, India ha ayudado con la financiación de la restauración de este templo y de otros como Angkor Wat. Dedicad el tiempo que necesitéis y perdeos por sus callejuelas laberínticas; cada rincón es más bonito que el anterior.
Banteay Kdei. Fue construido por el rey Jayavarman VII en la misma época que sus vecinos, entre mediados del siglo XII y principios del XIII. Desgraciadamente, debido a la mala calidad de la piedra arenisca empleada en su construcción, este templo se encuentra en peor estado de conservación, incluso después de haber sido restaurado y limpiado, lo que también hace que atraiga a menos turistas. La traducción del nombre sería algo así como la ciudadela de las celdas (o cámaras) de los monjes, en referencia a los monjes budistas que usaban este templo. Tiene un estilo similar al de Bayon, pero es más pequeño. Es un poco laberíntico y tiene muchos detalles típicos de Angkor, como la decoración de los muros con figuras de apsaras (seres celestiales que representan a bailarinas sagradas).
Circuito largo de Angkor
El Circuito largo nace desde la puerta norte de Angkor Thom (Angkor Thom North Gate), el resto nos lo saltamos porque ya entra en el circuito corto.
Preah Khan. Traducido como «Espada Sagrada», este templo se construyó en el siglo XII, durante el reinado del rey Jayavarman VII, y está dedicado a la memoria de su padre. En su diseño se aprecian detalles de los estilos arquitectónicos budista e hindú, como en otros templos del complejo de Angkor. De hecho, Preah Khan es uno de los mayores complejos de templos de todo Angkor, con una superficie de alrededor de 560.000 m², y destaca por sus múltiples torres, laberínticas salas y santuarios. En sus paredes y esculturas se representan escenas de la mitología y la vida cotidiana jemer. Al igual que sucede en Ta Prohm, este templo no ha sido muy restaurado y se aprecian bien partes en las que se ha absorbido por la jungla.
Neak Pean es otro templo del siglo XII construido durante el reinado del rey Jayavarman VII (1181-1218 d.C.). El nombre significa «serpiente enroscada» en lengua jemer. Lo especial de este templo es que se ubica en una isla artificial en medio de un embalse, conocido como Jayatataka, y se llega a él a través de una pasarela de madera desde el aparcamiento donde paran todas los tuk-tuk. Se cree que se construyó como lugar de curación y que la serpiente representa el concepto de renovación y rejuvenecimiento. Los antiguos hindúes creían que bañarse en el estanque equilibraba los elementos y así uno se curaba. Por eso hay un estanque principal, donde se encuentra el templo, y cuatro estanques de 24 x 24 metros en los puntos cardinales, interconectados entre sí, que representan los cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego. El agua se distribuye por los estanques a través de tuberías que acaban en cuatro esculturas con forma de gárgolas de cabezas de, según sus creencias, los cuatro grandes animales: el león, el elefante, el caballo y el toro, si bien este último no presenta la forma de un toro, sino de un humano. Desgraciadamente, solo se pueden ver en época seca, ya que el resto del año están cubiertas por agua.
El templo en sí es relativamente pequeño, de unos 55 por 50 metros, y se encuentra en una isla dentro del estanque principal, es decir, como si fuera una isla dentro de la isla. Se entiende mejor sobre el mapa. En el templo destaca la estatua de un caballo que rescata a marineros que parecen ahogarse.
Ta Som. Situado al este del Neak Pean, este templo budista fue erigido a finales del siglo XII por el rey Jayavarman VII en honor a su padre, Dharanindravarman II, quien reinó el Imperio jemer de 1150 a 1160. A diferencia de los templos de Preah Khan y Ta Prohm, este no se restauró al cien por cien, por lo que aún podemos ver raíces y árboles que han crecido entre las grietas de los muros. El templo es sencillo, consta de un único nivel, con dos puertas típicas de Angkor llamadas gopuram en ambos extremos con la cara del bodhisattva Avalokiteshvara, el bodhisattva de la compasión (los bodhisattva son santos para el budismo) y un santuario central con muros bellamente tallados.
East Mebon. El Templo de East Mebon (Mebon oriental en español) es uno de los más antiguos e importantes de la época del templo Pre Rup, construido en el año 952 durante el reinado del rey Rajendravarman. Originalmente estaba situado en una isla dentro del embalse East Baray, que hoy en día está completamente seco, por lo que la isla ha desaparecido. Está dedicado al dios hindú Shiva y tiene una base de tres niveles y cinco torres, todos ellos adornados con intrincadas tallas y esculturas de distintas deidades hindúes. Las escenas de la mitología hindú y de la vida cotidiana en la época en que fue construido pueden observarse en los dibujos de las tallas de las paredes. Algo singular y único de este templo son las esculturas de elefantes en las esquinas de la plataforma, algo muy característico del arte jemer de entonces, ya que servían tanto de decoración como de protección del recinto sagrado.
Pre Rup. Pre Rup fue erigido como templo estatal del rey Rajendravarman a finales del siglo X, en torno al año 961 d. C. Se construyó nueve años después que el templo East Mebon que acabamos de ver y algunos los conocen como los templos gemelos (twin temples) por su semejanza en estilo y época de construcción. No está claro el uso del templo, pero el nombre moderno «Pre Rup» hace pensar que se utilizaba para funerales, ya que su traducción más precisa es algo así como «girar el cuerpo» (turn the body). En cualquier caso, el nombre es anecdótico, ya que no hay pruebas de que se usara para ello, así que probablemente fuera simplemente un templo de culto hinduista. Las tallas de las paredes cuentan sucesos significativos del Imperio jemer y reflejan el cambio entre budismo e hinduismo, las dos religiones predominantes del imperio, que se iban alternando según la creencia del rey del momento.
En el centro del templo se alza una enorme pirámide de 50 metros de altura desde la base, con cinco torres en forma de quincunce (disposición como el cinco en una ficha de dominó: cuatro torres formando un cuadrado y una en el centro). La pirámide simula la montaña sagrada del hinduismo, el monte Meru, y tiene tres o cuatro niveles, según desde dónde se empiece a contar. En el nivel más bajo hay doce pequeños santuarios dispuestos simétricamente. Como comentamos al principio del artículo, el templo de Pre Rup es un lugar habitual para ver la puesta de sol desde su torre más alta.
Otros templos a las afueras
Si pasáis más de tres días en Siem Reap, podéis visitar otros templos secundarios que están más a las afueras y, por tanto, cuesta más tiempo llegar a ellos. Uno de los más visitados en este apartado es el Banteay Srei, ubicado 37 kilómetros al norte de Siem Reap. Este data del año 967, erigido durante el reinado del rey Rajendravarman II, y fue dedicado al dios hindú Shiva. El nombre del templo significa «Ciudadela de las Mujeres» o «Ciudadela de la Belleza», lo que refleja la belleza y delicadeza de relieves tallados en piedra arenisca rosada que se aprecian por todo el templo.
¿Qué hacer en Siem Reap?
Ahora vamos con Siem Reap, la ciudad. Su nombre se pronuncia aproximadamente «siem ríep» y tiene un significado muy curioso. «Siem» hace referencia a los siameses, que hasta 1939 era el gentilicio de los tailandeses, cuando el país cambió su nombre de Siam a Tailandia. «Reap» significa «derrota». Según la tradición, Siem Reap se interpreta como «derrota de Siam», en referencia a una victoria del Imperio jemer frente a las tropas siamesas en la región de Angkor en 1530, lo que permitió recuperar territorios camboyanos que habían sido ocupados por Siam. Cuando la zona estuvo bajo control siamés, la llamaban Siemmarat, que significa «territorio de Siam».
En Siem Reap lo cierto es que no hay muchas cosas que ver; claramente es una ciudad turística dormitorio para los visitantes de Angkor. Sin embargo, gracias a ese turismo, el centro de la ciudad está lleno de restaurantes, bares y bulliciosos mercados.
Entre los mercados destacan el Old Market y el Siem Reap Art Center Night Market, donde se puede comer, comprar ropa y souvenirs. Toda esta zona en torno al río es la más animada. Por supuesto, la «Pub Street», la calle de la fiesta, merece una mención aparte. Toda la calle está llena de restaurantes, pubs, bares y discotecas, cada uno con la música más alta que el anterior. Tanto si es vuestro ambiente como si no, vale la pena visitarla, aunque sea solo por una noche.
Calle Pub Street en Siem Reap
¿Qué comer en Siem Reap?
Como siempre, resulta muy interesante degustar la cocina local. La gastronomía jemer o camboyana destaca por el uso de verduras, que suelen acompañarse de fideos y/o arroz, como sucede con los países vecinos, como Tailandia y Vietnam.
Estos son algunos de los platos típicos de Camboya:
- El fish amok es quizás el más famoso. Consiste en pescado cocinado al vapor en hojas de plátano con leche de coco, verduras y especias. Aunque este es el tradicional, también existen versiones con carne (pollo, ternera o cerdo) en lugar de pescado.
- Otro plato típico es el beef lok-lak, que consiste en tiras de carne de ternera salteadas con verduras y cocinadas en una salsa de soja con toques de lima y pimienta. Suele acompañarse de arroz y un huevo frito. El nombre «Lok-Lak» deriva del idioma jemer, donde «lok» significa «salteado» y «lak» significa «ternera».
- Por último, está el samlor korko, un plato tradicional, aunque menos conocido. Se trata de una sopa o guiso elaborado con pescado, carne o pollo, y una serie de verduras y hierbas. Samlor significa «sopa» y korko «mezcla de ingredientes».
Comer de restaurante en Siem Reap es muy barato, un plato tiene un precio medio de 5-6€, y por 8-10€ se puede comer muy bien. Estos son algunos restaurantes a los que fuimos y nos gustaron:
- Sambo Khmer & Thai Restaurant – tienen comida camboyana (platos de arriba mencionados) y tailandesa (pad thai, mango sticky rice, entre otros).
- Khmer Taste Restaurant – de comida camboyana.
- The Christa Restaurant & Bar – de comida camboyana.
Para tomar algo después, en los alrededores de Pub Street encontraréis una gran cantidad de bares. Por cierto, la cerveza local se llama Angkor; siendo sinceros, no es de las mejores, pero cumple para acompañar el ambiente festivo.
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