Bayreuth es una ciudad del norte de Baviera, ubicada en la región de Franken (Franconia), concretamente en Alta Franconia (Oberfranken), que es la parte más norteña de la misma.
La ciudad es para muchos desconocida pero lo cierto es que tiene una historia y una oferta cultural considerablemente extensa, en gran parte gracias a la figura de Richard Wagner, quien pasó varios años de su vida aquí como comentaremos más adelante.
Lo ideal para visitarla es dedicarle un fin de semana, ya que un día es insuficiente para entrar en los principales sitios con calma. Nosotros estuvimos 3-4 días, dejando el último día y medio para hacer un par de excursiones a pueblos de la zona.
¿Cómo llegar a Bayreuth?
Los aeropuertos más cercanos son los de Núremberg y Múnich, por lo que de llegar hasta aquí las únicas opciones de transporte público serían el bus y el tren. La manera más económica para movernos en Baviera casi en todos los casos suele ser el Bayern-Ticket, un billete válido para viajar ilimitadamente con trenes regionales por el estado durante un día. En la página web de Deutsche Bahn podéis obtener más información. Los billetes se pueden comprar por internet o en las máquinas que hay en las estaciones centrales (Hauptbahnhof) de las ciudades.
Los horarios se ven en la página web de Deutsche Bahn, poniendo en el origen vuestro punto de partida y en destino "Bayreuth Hbf". Si queréis usar el Bayern-Ticket, no olvidéis marcar la opción de "Solo transporte de cercanías" para aseguraros de que solo se muestren los trenes regionales.
En cualquier caso, llegaremos a la Estación Central de trenes de Bayreuth (Bayreuth Hauptbahnhof o Hbf). Por cierto, esta estación tiene taquillas, por si alguien solo quiere ir a pasar el día y quiere dejar la maleta en algún sitio. El precio es de 2€ por 24 horas.
¿Qué ver en Bayreuth?
Comenzaremos nuestro recorrido por la calle principal, Maximilianstraße. Es la calle con más vida de Bayreuth y recorrerla de punta a punta nos permitirá ver el casco antiguo y sus típicos edificios bávaros de entramado de madera. Otras calles que merecen la pena son la Von-Römer-Straße, muy animada por las noches, y la Friedrichstraße, para nosotros la más bonita de la ciudad.
Calle Friedrichstraße
Junto a la Maximilianstraße podemos acercarnos a ver la Iglesia de la Ciudad (Stadtkirche), una basílica de culto protestante y erigida en gótico tardío. Se trata de la iglesia más grande de la ciudad. Se puede además subir a sus torres y el puente que las conecta y así obtener una vista panorámica de Bayreuth.
Nuestra siguiente parada y principal atracción de Bayreuth es la Ópera del Margrave (Markgräfliches Opernhaus), patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 2012. Este impresionante teatro barroco se construyó en 1748 por orden de la Princesa Guillermina de Prusia (Wilhelmine von Preußen) y Margravina de Bayreuth, nombre que veremos por todos los lados en la ciudad. Margrave es la traducción al castellano del nombre alemán Markgraf, que es similar a un marqués. Guillermina era hija del rey Federico Guillermo I de Prusia.
El edificio por fuera puede no llamar mucho la atención, por eso es imprescindible entrar en su interior y, simplemente, asombrarse. Aquí podéis ver los horarios y precios. Por supuesto, mejor que visitar tan solo su interior, es aprovechar y asistir a una ópera; en este caso, podéis ver el programa y los tickets en su página web.
Frente al edificio, por cierto, hay baños públicos gratis que abren hasta las 18:00, algo difícil de encontrar en Alemania a veces. Y también aquí está la oficina de turismo, concretamente en la calle Opernstraße 22.
Interior de la Ópera de la Ópera del Margrave
Nos vamos ahora a visitar otro plato fuerte de Bayreuth: el Nuevo Palacio (Neues Schloss). Este se construyó en estilo rococó en 1758 en el lugar donde se encontraba el ahora conocido como Palacio Viejo (Altes Schloss), que quedó destruido tras un incendio. Se erigió bajo el mandato de Guillermina de Prusia.
El palacio por dentro no es el más opulento del mundo pero, al no ser muy extenso, merece la pena visitarlo ya que se ve más o menos rápido y hay salas interesantes. Está dividido en dos partes, el ala de los hombres (Herrenflügel, del margrave Federico), cuya sala más bonita es la Sala de las Palmeras (Palmenzimmer), y el ala de las mujeres (Frauenflügel, de la margrevina Guillermina), cuya sala más especial es el Gabinete de los Espejos (Spiegelscherbenkabinett). Afortunadamente, el palacio no se destruyó durante la Segunda Guerra Mundial por lo que muchas partes conservan su estado original, por ejemplo las paredes, puertas y suelos. Los suelos son todos originales y, si os fijáis, el parquet de cada habitación es distinto.
Como decimos, se ve rápido, a nosotros nos llevó una hora. Los precios y horarios los tenéis en esta página web.
Como todo palacio, no podían faltar sus hermosos jardines. Llevan el nombre de Hofgarten y se encuentran justo frente a él, de hecho probablemente lo hayáis visto de camino al palacio. Si tenéis la oportunidad de visitar la ciudad en otoño, os llevaréis encima una estampa aún más bonita de estos jardines junto con sus canales e islitas perfectamente cuidados. Fueron propiedad de los margraves desde el siglo XVI, aunque fue tras la construcción del Nuevo Palacio cuando se rediseñaron para darle el aspecto que tienen hoy en día. Históricamente solo los margraves tenían acceso a él, sin embargo, hoy, el llamado pulmón verde de Bayreuth es accesible para todo el mundo.
Hofgarten y Nuevo Palacio al fondo
Después de pasear por Hofgarten nos vamos a adentrar en el mundo de la música. Empezaremos por el Richard Wagner Museum. Este museo dedicado al célebre compositor alemán consta de 3 edificios:
- El Richard-Wagner-Museum (RWM) – el edificio más moderno, construido en 2015. Alberga una colección de maquetas de óperas, trajes de teatro/ópera y alguna exposición temporal. El menos interesante de los tres, en nuestra opinión.
- Haus Wahnfried – la casa de la familia Wagner, convertida en museo en 1976 y renovada en. La casa fue comprada en 1874, gracias a la financiación del rey Luis II de Baviera, más conocido como el Rey Loco, quien era un fan incondicional del compositor. Por eso vemos hoy en día un busto suyo a la entrada de la casa. El interior de la casa no es gran cosa, ya que fue destruida casi en su totalidad durante la Segunda Guerra Mundial y apenas sobrevivieron unos pocos muebles y objetos personales. En cada habitación hay textos en alemán e inglés y se puede pedir una audioguía en el RWM para ampliar la información. Aquí daremos un repaso a su vida por Leipzig, Dresden, Bayreuth, etc.; a su mujer Cosima Wagner (hija de Franz Liszt) y a su familia; y a otros temas como su fervor por el antisemitismo o el apoyo económico recibido por Luis II.
- Siegfried Wagner Haus – la casa del hijo de Richard Wagner. Este alberga el Archivo Nacional, que consiste en una serie de vídeos, en alemán, sobre la relación entre la familia Wagner y el nazismo, más concretamente entre Siegfried Wagner y Winifred Wagner (su mujer) quién mantenía una estrecha amistad con Adolf Hitler, nada de extrañar en un núcleo familiar tan antisemita como el de los Wagner.
La entrada es común para visitar los tres edificios y se compra en el RWM. Aquí tenéis los precios y horarios. En nuestra opinión, aunque se aprenden cosas y hay algunos documentos de valor histórico, en caso de disponer de poco tiempo para ver la ciudad esta sería una atracción a descartar. Nosotros decidimos entrar porque somos músicos y teníamos tiempo suficiente, pero entendemos que puede resultar aburrido para aquellos que no tengan mucho interés. Recorrer los tres edificios nos llevó unas dos horas.
Para completar la visita os podéis acercar a ver la tumba donde está enterrada la familia Wagner (Wagners Grab), justo detrás de Haus Wahnfried, aunque no tiene ninguna inscripción ni nada. Realmente murió en Venecia, pero su mujer pidió traer el cuerpo a Bayreuth por el afecto que él le tenia a esta ciudad.
Haus Wahnfried - Casa de Richard Wagner
Junto al Richard-Wagner-Museum se encuentra el Museo Franz Liszt, el cual hace un repaso a la vida y obra del pianista, director y compositor Franz Liszt (1811-1886). Este se ubica en la propia casa del compositor y fue en en 1993 cuando se transformó en museo. Este nos gustó más por ser más pequeño y conciso, aunque todo está escrito en alemán. Franz Liszt nació en Hungría, pero en un territorio, Hungría Occidental Alemana, que en aquel entonces pertenecía a Alemania por lo que su idioma materno es el alemán. Más que por sus composiciones, la fama se la ganó como virtuoso del piano, de hecho era un ídolo de masas en su momento, algo así como el Justin Bieber de la época para hacernos una idea. Mantenía una estrecha amistad con Richard Wagner, le ayudó a exiliarse a Zúrich, le apoyó económicamente y dirigió varias obras suyas. No obstante, la relación se deterioró a partir de 1865 después de que Richard se casara con su Cosima, pasando a ser conocida como Cosima Wagner. Su vida le llevaría por muchas ciudades hasta que acabara muriendo en 1886 aquí en Bayreuth. Aquí podéis ver los horarios y los precios, muy baratos, todo sea dicho.
Alejado un poco del casco antiguo, encontramos la llamada Festspielhaus, que traducido al castellano sería el Teatro del Festival. Es un teatro de ópera muy especial ya que fue construido en 1875 con el único objetivo de albergar el Festival de Bayreuth en el que solo se representaran óperas de Richard Wagner. Hoy en día tiene lugar entre el 25 de julio y el 28 de agosto y suele haber años de espera para conseguir entradas. Junto al teatro encontramos un jardín con un busto de Wagner y varios letreros informativos sobre músicos famosos que tocaron en Bayreuth y un poco de información sobre la historia del festival, tanto en alemán como en inglés.
Richard Wagner es el representante del drama musical, un giro más a la ópera tradicional, y tenía la idea de construir un teatro propio y, para ello, contaba con el apoyo económico del rey Luis II y la ayuda del arquitecto Gottfried Semper, amigo suyo y famoso por edificios como la Ópera de Dresde. En un principio el teatro se iba a construir en Múnich, pero Wagner tuvo que dejar la capital bávara en 1865 para vivir en Zúrich y esa idea se desvaneció. En 1871 llegó a Bayreuth siguiendo el reclamo de la Ópera del Margrave y decidió quedarse a vivir aquí y montar su teatro. Para celebrar el comienzo de las obras de la Festspielhaus, Wagner dirigió la novena sinfonía de Beethoven en la Ópera del Margrave en 1872. El edificio se inauguró en 1876 y le costó a Luis II 400.000 marcos de la época, si bien tras la inauguración del festival, la familia Wagner pudo devolverle el préstamo en su totalidad.
Adolf Hitler visitó el festival por primera vez en 1925 y desde entonces vino cada año. Siendo la familia Wagner seguidores del partido nazi, propaganda del partido no faltaba en el teatro. De hecho, tras la muerte de Richard Wagner, la Festspielhaus fue llevada por Cosima, su mujer, después por su hijo Siegfried Wagner, y tras su muerte en 1930 pasó a manos de Winifried Wagner, mujer de Siegfried y fiel amiga de Hitler como comentamos anteriormente.
Centrándonos en el teatro en sí, aunque no se puede visitar por dentro, es muy conocido pues introdujo varias novedades. La principal es que añade un foso para que la orquesta pueda tocar sin obstaculizar la actuación teatral. Suena obvio pero lo cierto es que hasta entonces la orquesta estaba situada al mismo nivel que las butacas, impidiendo por tanto ver el escenario en su totalidad. Por otro lado, Wagner buscaba hacer un teatro democrático, en el que no hubiera posiciones privilegiadas. Esto era una novedad en el momento pues anteriormente la ópera era un lugar de postureo, donde la mayoría de la gente iba a presumir y relacionarse. Wagner construyó el teatro sin pisos y sin palcos, a excepción de un par de sitios mejor colocados que tuvo que hacer para el Rey, pues había financiado su proyecto. Por último, construyó todas las butacas en madera y sin reposabrazos, con el objetivo de que estas incomodísimas sillas hicieran que la gente estuviera atenta a la obra y no se durmieran o hablaran con los de al lado.
Como veis, es un teatro histórico por como rompe con los cánones de teatro anteriores, precisamente como la Ópera del Margrave e introduce una idea nueva. No está en el casco antiguo pero se puede llegar andando en 20 minutos siguiendo unos puntos rojos que hay en el suelo y unas graciosas figuritas de Wagner que hay entre la centro y la Festspielhaus.
Festspielhaus
La última parada obligatoria de Bayreuth es el Eremitage. Se trata de un complejo enorme construido en 1715 nuevamente para la margrevina Guillermina de Prusia (Wilhelmine von Preußen) y el margrave Federico III de Brandeburgo-Bayreuth (Friedrich III). Diseñado en arte rococó, el recinto consta de varios atractivos: unos grandes jardines (Hofgarten), un teatro en ruinas construido artificialmente así (Ruinentheater), una gruta (Untere Grotte), el Palacio Viejo (Altes Schloss) y el espectacular Palacio Nuevo (Neues Schloss).
El Palacio Nuevo del Eremitage –no confundir con el de Bayreuth ciudad–, se construyó en 1753 y consta de 3 partes: el edificio central redondo y los edificios de los lados, pero no están conectados entre sí. Frente a él, una fuente que se active cada hora en los meses de verano (Wasserspiel). En uno de los lados podemos disfrutar de un café o un helado, dependiendo del tiempo, en el Café Orangerie. Lo más impresionante del Palacio Nuevo son sus coloridas paredes compuestas de miles de piedrecitas y cristales a modo de mosaico.
Por dentro solo se puede visitar el Palacio Viejo, en su página web podéis ver la información. El Eremitage se encuentra realmente en otro distrito (St. Johannis), por lo que para llegar al Eremitage hay que caminar unos 50 minutos desde Bayreuth o coger el autobús 302 desde la Estación de Autobuses (ZOH) en dirección Sankt Johannis/BT y bajarse en la parada “Eremitage”.
Palacio Nuevo del Eremitage
Las cervecerías de Bayreuth
Bayreuth está ubicada en Alta Franconia (Oberfranken) y esta es la región con la mayor densidad de cervecerías del mundo. Hay cerca de 200 fábricas de cerveza que producen un total de más de 1.000 tipos diferentes de cerveza. El pequeño pueblo de 1500 habitantes de Aufseß, cercano a Bayreuth, con sus 4 cervecerías goza del Récord Guiness de mayor número de fábricas de cerveza por habitante del mundo.
Aquí en Bayreuth hay dos muy famosas, la Bayreuther (Bayreuther Bierbrauerei AG) y la Maisel's Weisse, una de las cervezas de trigo más populares de Alemania. Por tanto, es muy recomendable visitar una de las dos siguientes fábricas:
- Maisel's Bier-Erlebnis-Welt. Esta es muy famosa, en 1988, fue incluido en el Libro Guinness de los Récords como el museo de cerveza más grande del mundo. El recorrido dura una hora y al final se puede hacer una degustación en el restaurante/bar anexo “Liebesbier”. Aunque no hagáis el tour, merece la pena pasarse por el bar. Aquí tenéis la información.
- Bayreuther Katakomben. Este lugar pertenece a la cervecería Bayreuther y lo fascinante es que está ubicado en unas catacumbas. El recorrido te lleva por los recovecos de las catacumbas, te dan información sobre la elaboración de la Bayreuther y la ciudad de Bayreuth y cómo este sótano sirvió de escondite durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Al final hay una degustación también de una cerveza. El que vaya a hacer la visita, que no se olvide la chaqueta, la temperatura en las catacumbas baja considerablemente. Las entradas hay que comprarlas previamente en su página web.
Bar Liebesbier en el complejo Maisel's Bier-Erlebnis-Welt
Más alternativas
Hasta aquí hemos visto lo más importante de Bayreuth. No obstante, si a alguien le sobra tiempo puede completar la visita con lo siguiente:
- Röhrensee – un bonito parque con un lago situado al sur de Bayreuth. Parques, lógicamente, hay muchos, pero este tiene de especial que también es un zoo, y ¡gratis! Simplemente vas rodeando el lago y te vas encontrando espacios donde están los distintos animales: aves, ciervos y hasta ¡canguros! Aunque no esté en el centro se puede llegar andando en poco tiempo y merece la pena si tenéis un rato o si vais con niños.
- Jean-Paul-Museum – museo dedicado al escritor alemán Jean Paul (1763-1825), que falleció aquí en Bayreuth. Se encuentra justo al lado de la casa de Franz Liszt y Wagner.
¿Dónde comer en Bayreuth?
Por la calle principal veréis muchas terrazas, aunque desde nuestra experiencia, la mayoría no tienen nada especial aparte de la localización. Nosotros os recomendamos los siguientes:
- Oskar. Este es un clásico en la ciudad, probablemente el más popular e idóneo para probar especialidades de Baviera en general (el Schnitzel por ejemplo) y de Franconia en particular (el Fränkischer Sauerbraten).
- Il Colosseo. Un restaurante italiano muy bueno. Otro, en caso de que este estuviera lleno, es L'Osteria, una cadena de italianos súper famosa en Alemania, conocida por sus pizzas gigantescas.
- Rosa Rosa. Con un poco de todo y con buen ambiente por las noches. Está en la calle Von-Römer-Straße.
Otros:
- Eis Opera. Y aquí va una heladería, bueno no una, sino la mejor de la ciudad. Las habituales colas no dejan lugar a dudas. Se encuentra junto a la Ópera del Margrave como se deduce de su nombre.
- Liebesbier. El bar que comentamos antes junto a la cervecería Maisel's Bier-Erlebnis-Welt.
- Brunner Bäckerei. Una panadería pastelería, nada extraordinario pero perfecta para desayunar o merendar, el café está rico y tienen bastante variedad de dulces.
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