Hameln (Hamelín en español) es una pequeña ciudad de 57.000
habitantes aproximadamente, aunque en temporada alta, con la llegada de turistas de todas partes del mundo, la población se quintuplica. Tiene una fácil conexión con Hannover —está a 47 km— ya que el S5 (pasa cada media hora) te lleva a Hamelín en unos 45 minutos, dirección
Hameln o Paderborn Hbf. Aunque muchos ni siquiera pensaban que pudiera existir esta ciudad, lo cierto es que es famosa en el mundo por el popular cuento de los hermanos Grimm, El flautista de Hamelín (Pied Piper en inglés), que se basa en una leyenda medieval real ocurrida en este pueblo.
El cuento, como todos saben, narra la
historia de la ciudad de Hamelín, la cual estaba infestada de ratas y un desconocido
flautista se ofreció a deshacerse de ellas a cambio de una gran cantidad de
dinero. Por medio de la melodía de su flauta, todas las ratas siguieron al
flautista hasta morir en el río. Sin embargo, cuando el flautista volvió en
busca de su dinero, los ciudadanos se negaron a pagarle. El flautista, muy
enfadado, hizo sonar nuevamente su flauta para que fueran los niños quienes le
siguieran esta vez. Escondidos y encerrados en una cueva, los niños no
regresaron nunca a Hamelín.
¿Qué ver en Hamelín?
Aunque sufrió algunos bombardeos al final de la Segunda Guerra Mundial, conserva gran parte de su casco histórico, restaurado en 1969. Fue un centro comercial potente gracias a su ubicación junto al río Weser y al asentamiento de comerciantes burgueses en la Edad Media. El río Weser tiene una longitud aproximada de 452 km, conectando ciudades importantes de Alemania (como Bremen) y desembocando en el Mar del Norte.
Desde la estación de trenes (Bahnhof Hameln), se llega fácilmente al casco antiguo siguiendo un camino en línea recta de unos 15-20 minutos, atravesando el río Weser.
Todo en esta ciudad está relacionado con la leyenda del Flautista de Hamelín. Es habitual ver tours guiados en los que un personaje disfrazado del Flautista conduce a los turistas por la ciudad: a veces el guía lleva un instrumento de viento (como un oboe) y narra la leyenda en vivo. Si vais por libre, podéis seguir las placas doradas con forma de rata que hay en el suelo, que simboliza el recorrido que hizo el flautista con las ratas detrás.
Placa dorada entre los adoquines
También es común ver puestos ambulantes en la calle donde venden licores (como absenta, licor de hierbas, etc.), que los llaman “Rattenblut” (sangre de rata), “Rattengift” (regalo de rata), “Rattentrunk”, etc., así como figuras, souvenirs, y todo tipo de objetos decorativos de ratas.
Hochzeitshaus. Literalmente “casa de
bodas”, fue construida en 1610 y en ella se celebran bodas civiles. Por eso es posible que veáis matrimonios recién casados haciendo actividades por la ciudad, como Baumstamm sägen, una tradición alemana en que la pareja tiene que cortar con una sierra un tronco de árbol, simbolizando los obstáculos que les pondrá la vida. En la casa vemos también un Glockenspiel, en el que salen
las figuritas del cuento al son de una melodía. Empieza a las 11:35 con una canción y
luego el desfile de figuras tiene lugar tres veces al día (13:05, 15:35 y 17:35). Justo enfrente, se puede ver una representación del
cuento los domingos a medio día de una media hora de duración. Es al aire libre
y es gratis, aunque únicamente se representa entre los meses de mayo y
septiembre.
Hochzeitshaus
La casa del Flautista (Rattenfängerhaus),
que hoy en día es un restaurante. Recibió el nombre a raíz de una inscripción en
la parte alta del lado derecho de la casa, en referencia a la pérdida de los
niños de Hameln.
Escultura de metal (Rattenfängerbrunnen en alemán o Pied Piper Statue en inglés). Ubicada en la calle Osterstrasse.
Escultura del flautista
Marktkirche Sankt Nicolai. Es la segunda iglesia más antigua de la ciudad. Está situada en el centro del casco antiguo, junto a la Hochzeitshaus. En su interior, merece la pena fijarse en la colorida vidriera dedicada al flautista. Abre todos los días de 12:00 a 16:00.
Vidriera del flautista en la iglesia de Sankt Nicolai
Münster St. Bonifatius. Esta iglesia,
construida hace más de 1.200 años, es la más antigua de Hamelín.
Es una ciudad ideal para visitar si vais
con niños, pues tiene un montón de actividades para los más pequeños, así como jugueterías
y un gran ambiente en verano.
Calles de Hamelín
El casco antiguo termina junto al río Weser. Nosotros terminamos la visita junto al Rattenbrücke o “puente de las ratas”, que tiene una escultura dorada de rata sobre él.
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