Ilha Grande

Ilha Grande, en español Isla Grande, es una isla de 193 km² de superficie con unos 3.000 habitantes, administrativamente perteneciente a la ciudad de Angra dos Reis, en el estado de Río de Janeiro. Desde 2019, junto con Paraty, ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Ilha Grande, Patrimonio de la Humanidad

Tal como contamos en el artículo sobre Paraty, durante el siglo XVII las embarcaciones que transportaban oro desde Minas Gerais hacia Río de Janeiro hacían parada en Ilha Grande. Esto convirtió a la isla en un lugar codiciado por piratas y corsarios, que intentaban asaltar estos barcos. Además, Ilha Grande también fue un centro de comercio de esclavos procedentes de África, debido a la gran demanda de mano de obra para las plantaciones de caña de azúcar.

En 1903 se construyó en Dois Rios el Instituto Penal Cândido Mendes, donde eran enviados algunos de los criminales más peligrosos del país. Se eligió este lugar por la dificultad de escapar de la isla; de hecho, anteriormente también se había instalado allí un lugar de cuarentena y un hospital para tratar enfermedades epidémicas como el cólera o la lepra. En esencia, Ilha Grande era el destino de aquellos de quienes se quería apartar del continente. La prisión funcionó hasta 1994, año en que fue clausurada. En la actualidad, uno de los edificios que se conserva alberga un museo dedicado a la historia del Instituto Penal Cândido Mendes y de la cárcel.

A pesar de este pasado, hoy Ilha Grande es uno de los destinos turísticos más atractivos de Brasil, gracias a su naturaleza exuberante y playas paradisíacas, cuidadosamente preservadas en parte porque no hay coches en la isla. La mayoría de los visitantes son turistas europeos y latinoamericanos, sobre todo argentinos, por lo que no se escucha tanto portugués. Se recomienda pasar al menos 2-3 días completos para explorar caminatas y playas, aunque también es posible quedarse 1-2 semanas disfrutando de diversas actividades sin aburrirse.

Por último, hay que tener en cuenta que no hay cajeros ni sucursales bancarias en la isla, por lo que es recomendable llevar algo de efectivo. Aun así, en la mayoría de los establecimientos se puede pagar con tarjeta.

¿Cómo llegar a Ilha Grande?

La isla cuenta con varias localidades accesibles por barco, como Vila do Abraão y Araçatiba. La opción más recomendable —y la que eligen aproximadamente el 90% de los visitantes— es alojarse en Vila do Abraão —cuyo nombre se traduce como Abraham, el personaje bíblico—, ya que es la ciudad más grande de la isla, con más ambiente y mayor oferta de alojamiento.

Por lo general, quienes visitan Ilha Grande llegan desde Paraty o desde Río de Janeiro. A continuación, explicamos cómo hacerlo:

Desde Paraty

Para llegar a Ilha Grande desde Paraty, primero hay que tomar un autobús hasta Angra dos Reis y, desde allí, un barco hacia la isla. Existen dos opciones principales para este trayecto:

• Con el autobús de Costa Verde Transportes. En teoría, este trayecto no aparece como opción en su página web, ya que no venden billetes directos de Paraty a Angra dos Reis. Sin embargo, la mayoría de los autobuses Paraty – Río de Janeiro hacen parada en Angra dos Reis, por lo que se puede comprar un billete completo y bajarse en esta ciudad. Lo más recomendable es comprarlos directamente en la Bilheteria de la estación de Paraty (Terminal Rodoviário de Paraty), no online, para asegurarse de que el autobús realmente pare en Angra dos Reis, pues no todos lo hacen. Este trayecto dura aproximadamente 2 horas y es un poco más caro, porque se paga por un recorrido más largo, pero ofrece mayor comodidad.

• Con el autobús de Colitur. Es un autobús de línea regular, como los urbanos, y representa la opción más económica, aunque también la más lenta, ya que hace varias paradas intermedias. Los horarios están disponibles en su página web, pero conviene confirmarlos en la estación de Paraty, ya que no siempre se cumplen. Los billetes solo se venden en la estación.

Ambos autobuses llegan a la Rodoviária de Angra dos Reis. Desde allí, hay unos 20 minutos caminando hasta la Estação Santa Luzia, donde salen los barcos hacia Vila do Abraão. Hay cuatro compañías que cubren este trayecto: Mariana Tour, Angra Flex, Doce Atitude (también llamada Doce Angra) y Objetiva. Cada una tiene horarios propios por lo que no hay una competencia agresiva; basta con elegir el siguiente barco disponible y comprar el billete en la oficina correspondiente, de lo contrario ellos te mandan amablemente a la oficina de la otra compañía. Angra Flex y Doce Atitude tienen sus oficinas frente a la estación, cruzando la calle. Objetiva no cuenta con oficina física en Angra dos Reis, solo en Abraão, por lo que sus billetes y los de Mariana Tour se compran directamente en el barco al subir.

Si el barco está lleno, puedes esperar a que todos los pasajeros suban y preguntar si hay algún espacio libre; en algunos casos te permiten pasar y comprar el billete a bordo (algunos barcos aceptan tarjeta). Sin embargo, si ya compraste un ticket para otra hora con otra compañía, deberás esperar a tu horario. En la propia Estação Santa Luzia hay operarios a quienes puedes preguntar cualquier duda.

El primer barco sale a las 7:30 de la mañana y el último a las 18:30, en ambos sentidos. El precio es aproximadamente 150 reales ida y vuelta o 100 reales solo ida. Los horarios pueden variar ligeramente, pero sirven como referencia. Nosotros preferimos comprarlo en el puerto, ya que con el tráfico e imprevistos nunca se sabe a qué hora exactamente vas a llegar; lo peor que puede pasar es esperar entre una hora y hora y media, lo cual no suele ser un gran inconveniente.

Por último, existe la opción más cómoda y rápida, aunque más cara: el transporte privado, disponible tanto desde Paraty como desde Río de Janeiro y Angra dos Reis. En Paraty hay varias agencias que ofrecen este servicio; una de las más conocidas es Paraty Tours, a las que se puede contactar por correo para consultar precios y disponibilidad.

Desde Río de Janeiro

Para llegar a Ilha Grande desde Río de Janeiro, primero hay que tomar un autobús hasta Conceição de Jacareí y, desde allí, un barco hacia la isla. También existe la opción de ir hasta Angra dos Reis y seguir el mismo procedimiento que desde Paraty, aunque desde Río el trayecto a Conceição de Jacareí es más corto. Ambos trayectos son operados por la empresa Costa Verde Transporte.

Los billetes se pueden comprar en su página web, creando una cuenta (como lo hicimos nosotros), o directamente en la estación Terminal Rodoviário Novo Rio, desde donde salen los autobuses. Aunque compréis los tickets online, al llegar a la estación debéis pasar por el puesto de Costa Verde para que te entreguen los tickets en papel, necesarios para acceder a los tornos de seguridad. Tened en cuenta que es recomendable añadir aproximadamente una hora más al tiempo estimado en la web, ya que salir de Río de Janeiro suele tardar más de lo previsto.

Otra alternativa es el transporte privado, válido en ambos sentidos (de Río a Ilha Grande y viceversa). Este servicio incluye traslado en minivan hasta el puerto y barco desde Conceição de Jacareí hasta Vila do Abraão. Uno de los operadores más conocidos es Easy Transfer Brazil. Suele ser más caro, pero resulta muy cómodo si lleváis muchas maletas, tenéis poco tiempo o simplemente no queréis complicaros haciendo el trayecto por vuestra cuenta.

Para esta o para cualquier otra empresa de transporte, cuando les contactéis para preguntar precios y disponibilidad, no siempre responden de inmediato, por lo que es recomendable insistir. También se pueden reservar directamente en Ilha Grande, donde hay decenas de agencias turísticas que ofrecen este servicio.

¿Qué ver en Ilha Grande?

Ilha Grande es un destino ideal para hacer caminatas (trilhas, en portugués), disfrutar de sus playas (praias) y practicar actividades en el mar, como el esnórquel. A continuación, mencionamos las rutas más habituales: algunas pueden hacerse por cuenta propia, mientras que para otras es necesario contratar una excursión a través de una agencia. Todos los hoteles disponen de contactos con agencias y, si no, en Abraão encontraréis muchísimas opciones, por lo que no es necesario reservar con antelación: lo habitual es organizarlo el día anterior. Por cierto, en Ilha Grande hay muchos perros callejeros; no os sorprendáis si alguno se os une durante una caminata. Es algo muy común, ya que están acostumbrados y, de hecho, les encanta acompañar a los senderistas.

→La caminata a la Cascada “Cachoeira da Feiticeira” (cachoeira significa cascada) lleva hasta una caída de agua de unos 15 metros de altura. Es la ruta más corta y sencilla, aunque no por ello debe subestimarse. Se puede realizar perfectamente con niños o a un ritmo tranquilo, ocupando una mañana entera; si vais rápido, incluso puede hacerse en un par de horas.

El recorrido comienza en uno de los extremos de la playa de Abraão, en la zona noroeste de la isla. Primero se pasa por unas pozas conocidas como Poção do Abraão y, a continuación, por un acueducto (Aqueduto) construido en 1893, con 125 metros de largo y 30 metros de altura, que servía para abastecer al Hospital de Lazareto (actuales Ruínas do Lazareto), un hospital de cuarentena para enfermos de epidemias. Desde este punto, el camino es principalmente de subida. 

Casi al llegar a la cascada aparece una bifurcación: tomando el sendero de la izquierda se llega a la Cachoeira da Feiticeira, mientras que por la derecha se accede a la Praia da Feiticeira. Si planificáis una excursión de medio día o de día completo, es perfectamente posible visitar primero la cascada y luego bajar a la playa. Desde allí, además, se puede regresar a Abraão en barco taxi, que sale cada hora en punto entre las 11:00 y las 17:00, una opción muy cómoda si no queréis desandar el camino. En la cascada también es posible bañarse en las piscinas naturales que se forman a sus pies.

En nuestro caso, el trayecto Abraão – Cachoeira da Feiticeira nos llevó aproximadamente 1 hora y 20 minutos de subida y 1 hora y 10 minutos de regreso. Aquí podéis ver la ruta, se puede hacer por cuenta propia sin ningún problema ni riesgo de perderse.

Cachoeira da Feiticeira

→Praia de Lopes Mendes. Esta es una caminata bastante completa, ya que combina tramos de selva con tramos de playa. Se puede realizar fácilmente por cuenta propia, aunque entre unas cosas y otras ocupa prácticamente todo el día. Además, el recorrido suele hacerse solo de ida, ya que la vuelta se realiza en barco, salvo que se quiera desandar todo el camino a pie. Por su variedad y paisajes, es una de las rutas más típicas y recomendadas de Ilha Grande.

La caminata comienza en la Praia do Abraão. Desde allí se llega a la Praia da Julia, que está prácticamente al lado, a unos tres minutos caminando desde el final de la primera playa. En este punto ya aparece un cartel con las distintas rutas disponibles. Hay que seguir las indicaciones hacia la Praia de Palmas, que es la primera parada. Esta playa es muy agradable, con varios chiringuitos y bastante ambiente. Nosotros aprovechamos para darnos un baño antes de continuar.

Después, se recorre la playa hasta el final, donde se encuentra una gran roca inclinada con un cartel que indica Praia de Lopes Mendes hacia la derecha. Subiendo por esa roca comienza el siguiente tramo del sendero.

Praia de Palmas

Todo el trayecto discurre a través de la selva tropical, generalmente a la sombra, gracias a la abundante vegetación. Durante el camino es posible ver algún animal, como monos, coatíes o diversas especies de insectos. La ruta lleva primero a una pequeña playa llamada Praia de Mangues, que está pegada a la Praia do Pouso, la principal, aunque ambas están separadas por unas rocas que hay que rodear para poder continuar.

La Praia do Pouso es menos atractiva y no tiene tanto ambiente, aunque cuenta con un puesto donde se puede comer o beber algo. Se recorre la playa hasta el final, donde aparece un sendero a la derecha que indica el camino hacia Lopes Mendes. Desde este punto salen los barcos taxi de regreso a Vila do Abraão. Es recomendable comprar aquí mismo los billetes para el barco, por si acaso, y después continuar tranquilamente hasta Lopes Mendes. Los barcos son lanchas rápidas que salen a las 15:00, 16:00 y 17:00. Nosotros elegimos el último horario para poder pasar más tiempo en la playa. El precio es de 50 reales por persona y cada lancha tiene capacidad para unas 17–20 personas. Por lo que observamos, no suelen agotarse: hacen lo posible por acomodar a todo el mundo para que nadie tenga que volver caminando.

Una vez comprados los billetes, se gira a la derecha y se sigue el sendero hasta Praia de Lopes Mendes. Esta playa es espectacular: casi tres kilómetros de arena blanca y virgen, aguas cristalinas y un entorno de densa vegetación. Desde aquí no salen barcos ni hay infraestructura (chiringuitos, construcciones) y el camping/uso de fuego está prohibido, lo que explica el excelente estado de conservación y limpieza. Sí hay, eso sí, un par de vendedores particulares que ofrecen sándwiches caseros, bolsas de patatas y latas de refrescos, agua o cerveza, por si no queréis cargar con comida desde el hotel. También es popular entre surfistas por sus olas.

El camino hasta Lopes Mendes lleva entre 3 y 4 horas, dependiendo del tiempo que se dedique a parar en las playas intermedias. Por este motivo, recomendamos regresar en barco taxi, evitando otras 3–4 horas de caminata de vuelta y pudiendo así aprovechar mejor el tiempo en la playa. Aquí podéis ver la ruta que seguimos.

Praia de Lopes Mendes

→Instituto Penal Cândido Mendes y Praia de Dois Rios. Esta es una ruta más corta, de unas dos horas (solo ida), y a diferencia de otras caminatas, no va enlazando playas, sino que cruza la selva por el interior de la isla.

La caminata comienza en Abraão, tomando un sendero que asciende hacia la montaña y que sale aproximadamente desde la parte central de la playa. La primera mitad del recorrido es de subida, mientras que la segunda transcurre íntegramente en bajada hasta llegar a la playa y al pequeño pueblo de Dois Rios. Una vez allí, es posible visitar el museo de la antigua cárcel del Instituto Penal Cândido Mendes, del que hablamos al inicio del artículo. Para el regreso, se puede volver caminando por el mismo camino o bien tomar un barco taxi hasta la Praia do Pouso y, desde allí, otro barco taxi hasta la Praia do Abraão (50 reales cada trayecto). Aquí podéis ver el recorrido que seguimos.

→Pico do Papagaio. Esta es una de las rutas más exigentes, pero también quizá la más gratificante gracias a las espectaculares vistas que se obtienen desde la cima. El Pico do Papagaio es el segundo pico más alto de la isla, con 982 metros sobre el nivel del mar. En cuanto a distancia no es especialmente larga, unos 6–7 kilómetros, pero el desnivel es continuo, ya que prácticamente todo el recorrido es de subida, por lo que es necesario estar en buena forma física.

La caminata se puede hacer por cuenta propia o con un guía, que se puede contratar a través de alguna agencia. Muchas agencias ofrecen la opción de realizar la subida de noche para llegar a la cima al amanecer. Nosotros no hicimos esta ruta, pero un amigo sí, y nos comentó que la experiencia es indescriptible. Aquí podéis ver la ruta; no obstante, si tenéis pensado hacerla de noche, merece la pena contratarla con un guía.

Por cierto, el pico más alto de la isla es el Pico da Pedra D’Água, con 1.035 metros de altura, y también se puede ascender hasta él siguiendo un sendero que parte desde el Pico do Papagaio.

→Volta à Ilha. Se trata de una excursión muy popular organizada por las agencias locales. Consiste en recorrer la isla en lancha rápida, realizando paradas en varias playas y permaneciendo aproximadamente unos 45 minutos en cada una, mientras se completa la vuelta entera a la isla. El punto más destacado de esta excursión es el paso por la Praia do Aventureiro, considerada una de las playas más bonitas de Ilha Grande y que, además, es una zona protegida. El precio suele rondar los 150 reales por persona y la actividad ocupa prácticamente todo el día, finalizando normalmente entre las 16:00 y las 17:00.

→Meia Volta à Ilha. Esta excursión es similar a la anterior, pero recorre únicamente la parte norte de la isla. Su mayor atractivo es la visita a Lagoa Verde y Lagoa Azul, una zona ideal para practicar esnórquel. El precio aproximado es de 100 reales por persona y también dura todo el día, aunque el regreso suele ser algo más temprano que en la Volta à Ilha completa.

¿Dónde comer en Ilha Grande?

Lo primero que hay que tener en cuenta es que Ilha Grande es un destino caro. Se nota que la isla vive casi exclusivamente del turismo, ya que los precios que encontramos, en comparación con otras ciudades que habíamos visitado previamente en Brasil, eran prácticamente el doble.

La gastronomía local se basa sobre todo en pescado y marisco. Es muy común encontrar moquecas (guisos de pescado y/o marisco), originarias de Salvador de Bahía, así como otros platos típicos como el camarão ao catupiry (gambas con queso gratinado) o el camarão no abacaxi: un salteado de gambas con trozos de piña, crema de leche y queso gratinado, servido dentro de una piña partida por la mitad. Las raciones suelen ser generosas y están pensadas para compartir entre dos personas, aunque muchos restaurantes ofrecen también una versión individual por aproximadamente un 60 % del precio del plato para dos.

Algunos restaurantes con buena relación calidad-precio son el Restaurante Canoas Ilha Grande, especializado en comida típica de la isla, y la Padaria e Pizzaria Pães e Cia, uno de los lugares más económicos para comer en Abraão, con bocadillos, hamburguesas y pizzas que están bastante bien.

Más allá de los restaurantes, Abraão es un lugar ideal para sentarse en alguna de las terrazas frente a la playa a tomar una capirinha, relajarse después de las excursiones del día y disfrutar tranquilamente de la puesta de sol.