Hoy vamos a hacer un recorrido por los siguientes lugares: Oberammergau, Ettal y el palacio de Linderhof.
OBERAMMERGAU
Oberammergau es un pequeño pueblo de 5.000 habitantes situado en el sur de Baviera.
Junto con algún pueblo de alrededor, este es un perfecto destino para hacer una excursión de un día desde Múnich ya que se encuentra a unas 2 horas de la ciudad, dependiendo un poco del medio de transporte en que vayamos. Si vamos en transporte público, lo mejor es comprar el Bayern Ticket y llegar con trenes regionales. La combinación nos la dirá la página de Deutsche Bahn, normalmente hay que coger un regional hasta Murnau y hacer transbordo para coger otro regional que llegue hasta Oberammergau.
¿Qué ver en Oberammergau?
Lo más llamativo y característico de este pueblo son sin duda sus impresionantes frescos (Lüftlmalerei en alemán) en casi todas las fachadas de las casas. Algunas pinturas representan escenas de la Pasión de Cristo y otras cuentos infantiles.
Tanto la estación de tren como de autobús se encuentran en la calle Bahnhofstraße, junto a un Lidl. Simplemente siguiendo esa calle a mano izquierda, según salimos de la estación de trenes, entramos de lleno en el casco antiguo.
Lo primero que nos encontraremos seguramente será la calle de Dorfstraße, con tiendas de souvenirs y heladerías (¡abiertas hasta en invierno!). Al cruzar con la calle Sankt-Lukas-Straße empezaremos a apreciar estos mencionados frescos en el edificio del Hotel Alte Post.
Si seguimos a continuación la calle de enfrente del hotel, que sigue siendo la Dorfstraße, nos encontraremos a mano derecha la casa Georg Lang (Haus Georg Lang), que aunque no está indicada como tal, la reconoceréis porque su fachada destaca sobre las demás. Además, tiene una inscripción en la parte superior derecha con su nombre.
Casa Georg Lang
En esa misma esquina veremos Der Christkindlmarkt, una paradisiaca tienda de regalos navideños. Todas las artesanías que venden son dignas de ver.
Saliendo de la tienda, cogemos la calle Verlegergasse hasta toparnos con la casa Pilatos (Pilatushaus). Estas pinturas, que datan de 1784, rememoran la sentencia de muerte de Poncio Pilatos a Jesús. Es una de las casas más bonitas de la ciudad.
Casa Pilatos
Volvemos a la calle Dorfstraße y la seguimos en dirección a la iglesia hasta llegar al número 43. Junto al Kretschmar Friseursalon, veremos la casa Hochenleitter (Haus Hochenleitter), otra de las imprescindibles de la ciudad. Su pintura blanca y decoraciones en las ventanas datan de 1780.
Curiosamente, la iglesia principal de la ciudad, la iglesia de San Pedro y San Pablo (Pfarrkirche St. Peter und Paul) por fuera tiene un aspecto sencillo, toda pintada de blanco, contrariamente a todas las casas de la ciudad.
Desde la iglesia hemos de coger la calle Ettaler Straße, alejándonos del centro de la ciudad.
En primer lugar nos encontraremos con la casa de Caperucita Roja (Rotkäppchen Haus), en el número 48, en la cual se representa en algunas escenas uno de los cuentos más famosos del mundo.
Casa de Caperucita Roja
En la acera de enfrente tenemos la casa de Hansel y Gretel (Hänsel und Gretel Haus), también impresionante.
Con ello podemos terminar el recorrido por las casas más bonitas del pueblo. En apenas 2-3 horas se puede ver todo tranquilamente. Como podréis comprobar, hoteles y alojamientos no faltan en este sitio, por si alguien decide pasar la noche en este encantador pueblo rodeado de altas montañas.
ETTAL
Para llegar a Ettal desde Oberammergau hay que coger el bus 9622. Si venimos desde Garmisch-Partenkirchen u Oberau hay que coger el 9606.
Ettal es un pueblo aún más pequeño, que apenas llega a los 850 habitantes. El turismo de este lugar gira indudablemente en torno al Monasterio de Ettal, una abadía benedictina de culto católico fundada en 1330. El edificio es impresionante así que merece la pena dar una vuelta por sus alrededores y, si tenéis tiempo, os animamos a entrar en su iglesia –es gratis–. Su interior es sencillamente increíble, de las más bonitas que hemos visto. Además, hay una tienda de recuerdos dentro del recinto a la que se accede desde el patio interior.
Monasterio de Ettal
PALACIO DE LINDERHOF
Por último llegamos a la atracción más esperada del día: el Palacio de Linderhof.
¿Cómo llegar al Palacio de Linderhof?
Desde Oberammergau, cogemos el bus 9622 que pasa primero por Ettal. Si se va desde Garmisch-Partenkirchen u Oberau hay que coger el 9606 hasta Ettal y ahí cambiar al 9622 hasta Schloss Linderhof.
Lo mejor es buscar desde la página de DB poniendo origen München (o el que sea) y destino “Ettal, Schloss Linderhof” y nos indican la mejor ruta.
Haced lo mismo para la vuelta y estad atentos a los horarios, pues en transporte público únicamente se puede salir con un bus, el 9622, que no tiene altas frecuencias precisamente.
Nosotros hicimos esto y el recorrido nos permitió ver Ettal en una breve parada de 45 minutos y, una vez vimos el palacio, pasamos por Oberammergau para visitar el pueblo.
¿Qué ver en el Palacio de Linderhof?
Hacemos una breve introducción. Luis II de Baviera, de la familia Wittelsbach, fue rey de Baviera de 1864 a 1886. Como ya os comentamos en la entrada de Múnich, era apodado el Rey Loco, entre otros motivos, porque en todos sus palacios trataba de hacer realidad su mundo de fantasía. Durante su vida construyó 3 palacios:
- Palacio de Neuschwanstein
- Palacio de Herrenchiemsee
- Palacio de Linderhof
El Palacio de Linderhof, cuya construcción se inició en 1868, es el más pequeño, aunque fue el único que el rey vio terminado antes de morir. Se construyó en una zona de caza de su padre Maximiliano II de Baviera, también rey de Baviera de 1848 a 1864. La admiración de Luis II por el rey Luis XIV de Francia (1638-1715) –El Rey Sol– se aprecia en el aspecto del palacio, que recuerda al palacio de Versalles.
La visita consta de dos partes: el propio palacio (Schloss) y los edificios de los jardines (Parkbauten). Se puede comprar la entrada al palacio o una combinada a ambas atracciones. Aquí tenéis los horarios y precios.
La entrada al palacio únicamente puede hacerse con guía a unas horas concretas, en inglés o alemán, aunque hay folletos en español para seguir lo que están diciendo. Al ser tan pequeño el palacio, el recorrido apenas dura 25 minutos. Indudablemente destaca una de sus salas principales, la Sala de los Espejos, con una hermosa decoración interior.
Los edificios del parque son: el kiosko morisco (Maurische Kiosk), la casa marroquí (Marokkanisches Haus), la choza de Hunding (Hundinghütte), la Ermita de Gurnemanz (Einsiedelei des Gurnemanz) y la Gruta de Venus (Venusgrotte), siendo este último el más destacado.
Muy importante: Si podéis elegir, es recomendable visitar el palacio en verano ya que en invierno las estatuas y fuentes de los jardines están tapadas para protegerlas y los edificios del parque están cerrados y no se pueden visitar, por lo que no merece tanto la pena.
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