Hoy nos vamos de excursión al Chiemsee. Se trata de uno de los lagos más bonitos de Baviera, situado a medio camino entre Múnich y Salzburgo. Por su ubicación, es un destino perfecto para pasar el día desde cualquiera de las dos ciudades, aunque también merece la pena quedarse un fin de semana para disfrutar de alguna caminata por los Alpes, que se encuentran prácticamente al lado.
El Chiemsee es el lago de agua dulce más grande de Baviera y el tercero más grande de Alemania, con una superficie de unos 80 km². Situado al sureste del estado, se formó en una cuenca glaciar al final de la última Edad de Hielo, hace unos 10.000 años. Su agua procede en gran parte del deshielo de los Alpes y de varios ríos y arroyos. En invierno, puede llegar a congelarse parcialmente, especialmente en las orillas, aunque rara vez lo hace por completo. El lago es muy popular tanto por sus paisajes alpinos como por las excursiones en barco a sus islas, entre ellas la Herreninsel, donde se encuentra el palacio de Herrenchiemsee construido por el rey Luis II de Baviera.
¿Cómo llegar al Chiemsee?
a forma más económica es con el Bayern-Ticket, aunque solo se pueden usar los trenes M, no los RJ. El destino es el pueblo de Prien am Chiemsee y, desde Múnich, el trayecto dura apenas una hora. Este tren realiza el recorrido Múnich–Salzburgo y, como es un trayecto muy transitado durante todo el año, suele llenarse. Por eso, a la ida conviene ir con tiempo para coger sitio, y a la vuelta, como hay que subir en una parada intermedia, probablemente el tren venga repleto y sea difícil encontrar asiento.
Para organizaros, desde la web de Deutsche Bahn podéis buscar horarios poniendo vuestro origen y como destino “Prien am Chiemsee”, el pueblo más cercano al lago. Si vais con el Bayern-Ticket, en la búsqueda acordaos de marcar la opción “Solo transporte de cercanías” (Nur Nahverkehr) para aseguraros de que solo cogéis trenes M.
¿Qué ver en Chiemsee?
El lago Chiem (see es lago en alemán) tiene tres islas: Herreninsel, Fraueninsel y Krautinsel (esta última deshabitada). Para llegar a las dos primeras, hemos de ir al puerto de Prien y allí coger un barco 🚢.
Estación de tren ⟺ Puerto
Desde la estación de tren de Prien am Chiemsee hemos de ir al puerto (Prien-Stock). Para ello hay dos opciones:
- A pie, unos 20 minutos, lo cual permite ver el pueblo de Prien (en vuestra aplicación de mapas tendríais que poner “Endstation Chiemseebahn Prien Stock”).
- En el histórico Chiemsee-Bahn, un pequeño tren inaugurado en 1887 que recorre los 1,91 km que conectan la estación con el puerto. Este tren solo funciona en verano (a partir de mediados de mayo); en invierno hay un autobús sustitutivo. La estación del Chiemsee-Bahn está justo al lado de la de trenes normales; solo hay que seguir los indicadores “Chiemseebahn”.
En la estación del Chiemsee-Bahn hay una pequeña oficina donde se pueden comprar los billetes tanto del tren/autobús como del barco. Es recomendable adquirirlos aquí, ya que en el puerto, donde también se pueden comprar, las colas suelen ser mayores. Debéis indicar a qué islas queréis ir (Herreninsel, Fraueninsel o ambas). Si tenéis el Bayern-Ticket, hay un pequeño descuento. En cualquier caso, en el propio barco también venden billetes. No es necesario validarlos, simplemente hay que enseñarlos al revisor al volver a Prien/Stock.
El autobús sustitutivo se coge en una parada que hay al otro lado de la vía del Chiemsee-Bahn, justo frente a las taquillas.
Aquí tenéis los precios y aquí los descuentos (grupos, familias, niños, Bayern-Ticket, etc.). Por ejemplo, nosotros fuimos en autobús hasta el puerto, luego visitamos las dos islas y, con el Bayern-Ticket, nos hicieron un descuento del 10% sobre el precio del billete combinado de tren y barco.
Puerto ⟺ islas
En verano suele haber barcos cada media hora aproximadamente. El trayecto es Stock ↔ Herreninsel ↔ Fraueninsel, por lo que para ir de Stock a Fraueninsel (y viceversa) hay que pasar obligatoriamente por Herreninsel. Aquí tenéis los horarios de los barcos, importantes para planificar la visita, especialmente en invierno, cuando la frecuencia es menor. También conviene fijarse en los horarios del último barco de vuelta. En verano, en cambio, no hace falta preocuparse demasiado: lo mejor es disfrutar tranquilamente de las islas y coger el siguiente barco disponible. En la web los horarios vienen divididos por primavera, verano e invierno, así que fijaos bien en la época de vuestro viaje.
Otra opción interesante para disfrutar del lago es alquilar una barca privada. Las hay de muchos tipos y tamaños, y veréis a mucha gente navegando por el lago. Podéis preguntar en el puerto dónde alquilarlas.
HERRENINSEL
La primera parada es Herreninsel, la “Isla de los Hombres”. Su principal atractivo es el palacio de Herrenchiemsee, uno de los tres castillos del rey Luis II de Baviera, conocido como el “Rey Loco”:
- Palacio de Neuschwanstein
- Palacio de Herrenchiemsee
- Palacio de Linderhof
Nada más bajar del barco hay que comprar la entrada en las taquillas que hay justo enfrente. Aquí tenéis los precios y horarios.
El tique es un poco caro pero incluye varias atracciones además del palacio:
- El propio palacio (Neues Schloss Herrenchiemsee)
- El museo del Rey Luis II (König Ludwig II.-Museum im Neuen Schloss)
- La Colegiata de los canónigos de San Agustin (Museum im Augustiner-Chorherrenstift)
- El Museo Constitucional y Pinacotecas (Gemäldegalerie Julius Exter)
El palacio solo se visita con un tour guiado de media hora, disponible en alemán, inglés o francés. En taquilla debéis indicar vuestro idioma para que os den una hoja explicativa durante la visita. La entrada es válida durante seis meses, por si alguien quisiera repetir 😊. No se pueden hacer fotos en el interior.
Desde el muelle hay unos 20 minutos de paseo por el bosque hasta el palacio, que también puede hacerse en carruaje (Kutschfahrt, 3,50 € adultos).
El palacio de Herrenchiemsee fue el último y, con diferencia, el más caro de los castillos de Luis II. Costó más que Linderhof y Neuschwanstein juntos. Su construcción comenzó en 1878, pero el rey se quedó sin fondos en 1885 —un año antes de morir— y el palacio quedó inacabado. Solo 20 de las 70 habitaciones proyectadas fueron terminadas, aunque todas con una opulencia deslumbrante. Esto resulta realmente interesante: poder ver en un mismo recorrido habitaciones extremadamente ostentosas y ornamentadas y otras inacabadas o en fases muy iniciales de construcción.
Luis II, fascinado por Luis XIV de Francia, el Rey Sol, intentó recrear una réplica de Versalles: mismas salas, motivos, colores y retratos. De hecho, muchas estancias no estaban pensadas para ser usadas, sino como un homenaje al monarca francés. La parte central es idéntica a la de Versalles, pero las alas laterales del castillo nunca llegaron a construirse. Toda esta muestra de despilfarro económico💸💸 sirvió únicamente para que, al final, el rey viviera en el palacio solo diez días, en septiembre de 1885.
Palacio de Herrenchiemsee y jardines
Después del tour, podéis visitar el museo dedicado a Luis II en el mismo edificio, con muebles, trajes y documentos, y luego pasear por los jardines o ver el resto de atracciones incluidas en el ticket.
FRAUENINSEL
Cogemos de nuevo el barco hacia Fraueninsel, la “Isla de las Mujeres”. Fijaos al embarcar en Herreninsel en estar bajo el cartel correcto, Fraueninsel, y no el de Prien/Stock.
Esta isla recuerda más a un pequeño pueblo costero, muy orientado al turismo. Está llena de restaurantes y alojamientos, además de algunas casas habitadas. Los precios suelen ser algo altos; nosotros comimos en Kaisergarten, más económico y con una terraza muy agradable junto a la orilla.
Se puede recorrer fácilmente a pie por todo su perímetro, disfrutando de magníficas vistas del lago. Su principal atractivo es el convento benedictino de Frauenwörth, fundado en el año 782 y aún en funcionamiento.
Con esto concluye la visita al Chiemsee y sus islas. Si no dormís en la Fraueninsel, revisad los horarios de los últimos barcos de regreso a Prien/Stock.
Vista de la Fraueninsel desde el barco
Caminatas desde Chiemsee
El lago está muy cerca de la frontera con Austria, prácticamente al pie de los Alpes, lo que lo convierte en un punto ideal para hacer rutas de montaña en caso de que paséis tiempo suficiente por la zona.
Una de las más recomendables es la subida a la montaña Kampenwand, de 1.669 m. El recorrido comienza en el pueblo de Aschau im Chiemgau, en el aparcamiento de la Kampenwandbahn Talstation (626 m), estación del teleférico que sube a la cima. Nosotros optamos por hacerlo a pie, aunque en la base veréis los distintos senderos y podréis elegir el que prefiráis. En días despejados hay vistas al Chiemsee; si está nublado, podréis atravesar las nubes y ver el mar de nubes bajo los Alpes.
La caminata llega hasta la estación superior del teleférico, Kampenwandbahn Bergstation (1.467 m), con panorámicas espectaculares.
Luego se puede continuar en llano hasta una pequeña capilla (Die Gedenkkapelle) junto al restaurante Steinlingalm, ideal para tomar una cerveza y descansar (aunque su carta es limitada).
Quien quiera puede subir los últimos 200 metros hasta la cima del Kampenwand, lo que añade media hora de subida.
También hay mucha gente que sube en el teleférico hasta la cima y luego dan un paseo por la parte alta; es otra opción menos cansada para los que no estén en buenas condiciones para hacer la caminata completa.
Luego bajamos tranquilamente hasta donde habíamos dejado el coche. En total, la ruta nos llevó unas 6 horas, con 15 km de recorrido y un desnivel de unos 800 metros. La ruta aproximada que seguimos podéis verla en este enlace.


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