Copenhague (København en danés) es la capital de Dinamarca y la ciudad más poblada del país, con 1,4 millones de habitantes. Muchos la consideran una de las ciudades más bonitas del norte de Europa por lo que, en nuestra opinión, merece la pena dedicarle, al menos, dos o tres días.
Copenhague se fundó en el siglo IX, cuando surgió en torno a un pequeño pueblo de pescadores vikingos. La palabra Copenhague se traduce del danés antiguo como puerto comercial, y es que durante toda su historia ha sido un importante puerto, gracias a su posición estratégica por su cercanía a otros países como Alemania, Suecia y Noruega. Desde el año 1300 hasta la actualidad, Copenhague ha sido la capital del país.
También hay que mencionar que en Dinamarca hay una gran tradicion monárquica, de hecho, es una de las casas reales más antiguas de Europa. Como curiosidad, todos los reyes se llaman Frederik o Christian. Uno de los más populares fue el rey Federico V (1723-1766), Frederik 5 en danés, quien fuera rey de Dinamarca —también de Noruega— desde 1746 hasta 1765.
Por otro lado, Dinamarca es considerado como un estado de bienestar, se pagan los impuestos más altos de Europa pero, aún así, a la gente le parece bien porque contribuyen a la sociedad. También hay que decir es uno de los países con sueldos más altos de toda la Unión Europea (UE), junto con Luxemburgo y Suiza. Pertenece a la UE pero no utiliza la moneda común, el euro, sino la corona danesa (DKK). En el referéndum del año 2000, la población votó 'no' al euro con un 53,2%.
La ciudad se puede recorrer andando, es grande pero manejable. Pero si lo preferís, podéis usar el transporte público; el metro es moderno, de 2002, tiene cuatro líneas más una en planificación y funciona 24x7 ya que es eléctrico y autónomo, no tiene conductor. El que prefiera también puede usar la bicicleta, estamos en una ciudad con una profunda cultura y tradición de la bicicleta, tienen carriles bici desde 1892, casi a la vez de cuando llegaron los coches.
¿Qué ver en Copenhague?
El recorrido que haremos pasa por todos los puntos más turísticos de la ciudad siguiendo más o menos un camino uniforme.
Partiremos de Rådhuspladsen, la Plaza del Ayuntamiento de la ciudad. En ella destacan los siguientes edificios o monumentos:
- El Ayuntamiento (Københavns Rådhus). Es un edificio románico del año 1905. Lo más característico es su gran torre del reloj, de 105 metros y el reloj astronómico de Jens Olsen. A sus pies, se puede ver la llamada Fuente del Dragón (Dragespringvand), hecha en bronce en 1901.
- El Palace Hotel, un imponente hotel residencial de 1910.
- Estatua de Hans Christian Andersen, famoso escritor de cuentos infantiles del siglo XIX. Entre los más populares se encuentran El Patito Feo, La Sirenita y La Reina de las Nieves. Precisamente en el número 57 de Rådhuspladsen, se encuentra la casa del escritor.
Ayuntamiento de Copenhague
Desde el ayuntamiento cogeremos la calle Strøget, desde 1962 peatonalizada, de hecho, es una de las calles peatonales más larga de Europa, con 1,2 kilómetros de distancia. Esta calle comercial parte desde la Rådhuspladsen y es fácilmente identificable por la cantidad de tiendas y restaurantes que alberga. Uno de los locales emblemáticos de la misma es la Conditori La Glace, la pastelería más antigua de Copenhague, de 1870. Aquí compraban los reyes, por lo que sí, es un poco cara. No obstante, es asequible un día para desayunar o merendar, tienen muchos tipos de tartas y pasteles, siendo la sportscake (tarta de deportes) la especialidad de la casa.
Una de las plazas principales de esta calle y de la ciudad es la Amagertorv. Destaca su Fuente de las cigüeñas (Storkespringvandet), que muestra tres cigüeñas a punto de echar a volar. Está hecha en bronce y fue un regalo para el príncipe heredero Federico, que luego se llamaría Federico VIII (Frederik VIII), y la princesa heredera Luisa, por sus bodas de plata en 1894.
Uno de los edificios más famosos de la plaza es el llamado Den gamle Borgmestergård, de los pocos supervivientes del incendio que sufrió la ciudad en 1728 y 1795. Era la casa de Matthias Hansen, quien fuera alcalde de la ciudad, y la construyó en 1616 en estilo renacentista holandés. Tiene detalles interesantes como las tuberías con forma de cabeza de dragón. Actualmente su interior está ocupado por la Royal Copenhaguen, una tienda de figuritas danesas de porcelana que data de 1775 y distribuidora personal de los reyes de Dinamarca, nada más y nada menos.
Otro edificio histórico de la plaza es el Cafe Europa 1989, ideal para tomar un café o hacer una pausa para descansar.
Nos desviamos un momento para visitar la Torre Redonda (Round Tower / Rundetårn), el observatorio astronómico más antiguo de Europa aún en funcionamiento. Es de 1642 y lo mandó construir el rey Cristián IV (Christian IV. en danés). Lo más curioso lo encontramos en su interior, y es que para subir de piso en piso hay una enorme rampa en espiral, que el rey subió a caballo en el día de la inauguración. También encontramos una iglesia protestante y una biblioteca en ella, hay puertas en la rampa que te llevan a ellas. Por si fuera poco, además de un observatorio, una iglesia y una biblioteca, la torre también alberga un mirador a 35 metros de altura (siete vueltas y media a la rampa de espiral), que no tiene apenas cola y la entrada no es nada cara para estar en Copenhague. No hay que comprarlas con antelación, se puede hacer en el momento. En su página web podéis ver los precios y horarios.
Volvemos a la calle Strøget, para, a la altura de la calle Klosterstræde, girar a la derecha para ver el Palacio de Christiansborg (Christiansborg Slot), sede del Parlamento danés (poder legislativo), como el Congreso de los Diputados en España, pero además es la sede del Tribunal Supremo (poder judicial) y el lugar de trabajo del primer ministro danés (poder ejecutivo), lo que lo convierte en el único edificio en el mundo que alberga los tres poderes supremos. En 1849, Dinamarca pasó de una monarquía absoluta (el rey tiene el poder absoluto) a una monarquía constitucional con democracia parlamentaria, de forma que los poderes pasaron del rey al parlamento. Actualmente en Dinamarca hay muchos partidos políticos, por lo que siempre suele haber coaliciones de varios partidos en el poder. De hecho, desde 1903, no ha habido ningún partido que haya ganado unas elecciones con mayoría absoluta. También es preciso elogiar el hecho de que Dinamarca sea el país con menos corrupción del mundo.
El palacio actual es de 1928, construido en estilo neobarroco. Nos referimos a “actual” pues en ese mismo espacio ya hubo dos anteriores, siendo el último de ellos del rey Cristián VI de Dinamarca (1699-1746), el padre de Federico V que os comentabamos al principio de la página. Es muy recomendable visitarlo por dentro, aunque casi más subir gratis a la torre, desde la cual se obtiene una buena vista panorámica de la ciudad. Se puede subir de martes a domingo, de 11 a 21h.
Junto al palacio se encuentran otros edificios interesantes como la Antigua Bolsa de Dinamarca (Børsen), histórico edificio del siglo XVII; la Real Biblioteca Danesa (Det Kgl. Bibliotek), conocido como el diamante negro por su impresionante arquitectura, vista desde arriba tiene forma de guitarra, ejerce como biblioteca nacional y biblioteca de la Universidad de Copenhague y se puede visitar gratuitamente; y varios museos como el Thorvaldsens Museum (museo de arte, principalmente de esculturas) o el Dansk Jødisk Museum (museo judío danés), entre otros.
Volviendo a la calle Strøget o a una paralela, se llega a Kongens Nytorv, la Nueva Plaza del Rey. Esta antigua plaza de 1908 alberga varios edificios:
- El Palacio de Charlottenborg (Charlottenborg Slot) una gran mansión barroca, sede de la Academia Real de Bellas Artes de Dinamarca desde 1754, del Kunsthal Charlottenborg (museo de arte contemporáneo), y de la llamada Danmarks Kunstbibliotek (Real Biblioteca de Arte).
- Teatro Real de Copenhague (Det Kongelige Teater). Fundado en 1748, hoy en día alberga conciertos, óperas, obras de teatro, etc. Fue petición expresa del rey Federico V.
- Hotel d’Angleterre, erigido en 1755 y considerado uno de los primeros hoteles de lujo del mundo. En navidad se ilumina y el primer alumbrado es todo un acontecimiento para la ciudad.
- Nyhavn. De la plaza Kongens Nytorv nace Nyhaven, que se traduce como “Puerto Nuevo”, aunque, en realidad, es el puerto más antiguo de Copenhague. Se creó entre 1670 y 1673 por orden del rey Cristián V como puerto comercial para tener una alternativa al antiguo puerto. También mandó construir una serie de casas para que vivieran los pescadores, así como burdeles en los bajos para que se diviertieran. En la década de 1980 se renovó y quedó tal y como está hoy en día, algo turístico, calles de coloridas casas con múltiples terrazas para tomar algo con el canal en medio. Es, sin duda alguna, el escenario más fotografiado de Copenhague.
Desde aquí también salen paseos en barcos por los canales de Copenhague y que recorre las principales atracciones de la ciudad que están en sus orillas, como la ópera o el diamante negro que mencionamos anteriormente.
Desde Nyhavn, caminando unos quince minutos llegamos al Palacio Rosenborg (Rosenborg Castle). El palacio se construyó por orden del rey Cristián IV de Dinamarca (Christian IV. en danés) en 1606 como residencia de verano a las afueras de lo que antes era ciudad, y fijaos dónde está ahora ubicado, para que se vea lo que ha crecido. Se construyó en estilo renacentista holandés con ladrillo y piedra arenisca, fundamentalmente para evitar riesgo de incendio, algo muy habitual en la época. A partir de 1710 ya dejó de funcionar como residencia real permanente, y quedó solo para situaciones de emergencia. Actualmente alberga el Museo de la Colección Real Danesa. Algunas de las salas más destacadas son: la sala de Christian VII, con un cuadro gigante suyo y dos bustos delante, uno de él y otro de un niño plebeyo con el que jugaba; la sala de los tapices, donde hay un ejemplar de una máquina de tallar marfil y el Salón de los Caballeros o Sala del Trono, que originalmente sirvió como salón de baile, más tarde como sala de banquetes y, finalmente, como sala del trono. Se distingue fácilmente por los dos tronos que hay, uno blanco para el rey y otro gris y dorado para la reina, custodiados por tres leones de plata. En el lado opuesto de la sala vemos otro trono que se usaba para audiencias. La visita finaliza en la cámara acorazada donde se encuentran las joyas de la corona danesa, lo más espectacular de todo. Son reales, no réplicas, incluso algunas –como collares o broches– las han seguido usando los reyes de los últimos años. Cuando terminéis con la visita podéis dar una vuelta por los jardines reales que están alrededor del palacio.
De camino al siguiente palacio vamos a ver la iglesia de Federico (Frederiks kirke), conocida popularmente como la iglesia de Mármol (Marmorkirken). Es una iglesia protestante –como la mayoría de las iglesias en el norte de Alemania– de mediados del siglo XVIII, también en estilo rococó. Está situada justo enfrente del Palacio de Amalienborg.
La siguiente parada será el Palacio de Amalienborg (Amalienborg Slot), la residencia de la familia real danesa, es decir, el rey Federico X (Frederik X.), su mujer y reina consorte Mary Donaldson —ahora conocida como María de Dinamarca—, que es australiana, por cierto, y sus cuatro hijos. Cuando los reyes están en su interior, la bandera está izada. El palacio está compuesto por cuatro edificios de estilo rococó de mediados del siglo XVIII, y en cada uno vive algún miembro de la familia real (los reyes, príncipes, etc.). Presidiendo la plaza se alza la estatua ecuestre del rey Federico V en el centro. Uno de los atractivos del palacio es ver el cambio de guardia real, que tiene lugar siempre que el rey Federico X se encuentre en Amalienborg. Por el contrario, cuando no están, lo que hay es un cambio de guardia del palacio, que dura un poco menos que la otra. La cita es a las 12 del mediodía aunque el desfile comienza a las 11:30 recorriendo varias calles, desde unos edificios a un par de calles de aquí hasta llegar a Amalienborg.
Más alejado del centro
Si seguimos por el camino que veníamos recorriendo, paralelo al puerto y que desemboca en el mar Báltico, llegaremos a estos dos siguientes focos turísticos tras caminar un rato:
En primer lugar, pasaremos por el Kastellet, una fortificación rodeada por un bonito parque público y un molino de viento antiguo. Actualmente, el Ministerio de Defensa danés la utiliza como área militar.
En un extremo del parque se encuentra una impresionante fuente de 1908, la Fuente de Gefion (Gefionspringvandet). Realmente forma parte del parque Langelinie (Langelinieparken), en el que también se encuentra la Sirenita, nuestra siguiente parada.
La Sirenita (Den Lille Havfrue en danés, The Little Mermaid en inglés). Esta pequeña estatua de bronce representa a la bailarina de ballet danesa Ellen Price en una obra en la que interpretaba a La Sirenita, del famoso cuento del escritor danés Hans Christian Andersen. Es el símbolo más representativo de Copenhague, por lo que suele haber que esperar una larga cola para hacerse una foto con ella. La estatua, obra del escultor danés Edvard Eriksen, fue un regalo del cervecero danés Carl Jacobsen (el hijo del fundador de la cervecería Carlsberg) a la ciudad de Copenhague, y se inauguró en 1913.
Si continuamos en dirección norte, a unos 10 minutos andando de la estatua de La Sirenita, podéis acercaros a ver la Sirenita Genéticamente Modificada (Den Genmodificerede Lille Havfrue en danés, The Genetically Modified Little Mermaid), del danés Bjørn Nørgaard, quien tiene una colección de figuras de este tipo llamada The Genetically Modified Paradise. Si os gusta el arte moderno, venid y echadle un vistazo.
Al otro lado del puerto
Copenhague queda dividida por un canal que conduce al mar Báltico. A un lado tenemos todo lo visto anteriormente. Al otro lado encontraremos también cosas imprescindibles.
Christiania. También conocida como “Ciudad Libre de Christiania”, se trata de un distrito autogobernado, creado en 1971 y asentado donde antes había un cuartel del ejército danés que fue abandonado. Tienen sus propias reglas y leyes, las principales es que no se permiten armas, drogas duras ni violencia. Es decir, en Christiania sí se permite el consumo y venta de drogas blandas, como la marihuana, por lo que gran cantidad de turistas vienen aquí a comprar. Eso sí, luego tenían que esconderla cuando salgan porque en Dinamarca sí es ilegal. La calle principal del barrio es la llamada Pusher Street (calle del Vendedor de Estupefacientes). A pesar de que sus leyes dicen no a la violencia y a las armas, se produjeron tiroteos en 2016 y en 2023 que pusieron en vilo a la población local y en abril de 2024 tuvo que intervenir la policía para poner fin a la venta de drogas.
La bandera es un fondo rojo con tres puntos amarillos, al parecer porque cuando entraron aquí por primera vez había pintura roja y amarilla en las paredes y los tres puntos representan los tres puntos de las 'i' que tiene la palabra Christiania.
El barrio es más grande de lo que puede parecer, tiene 34 hectáreas y cerca de 900 habitantes. Viven muchos artistas por lo que encontraremos galerías de arte y tiendas, así como varios bares y restaurantes donde tomar algo. Además, al considerarse independiente del gobierno de Dinamarca, los precios son mucho más bajos ya que no hay impuestos, incluso a la salida del barrio hay un famoso cartel en el que se puede leer “You're now entering the EU” (Usted está entrando ahora en la Unión Europea). Por cierto, hay muchas calles donde no se permite hacer fotoso o grabar, así que lo mejor es guardarse la cámara o andarse con ojo al menos.
Cerca de Christiania se puede visitar la iglesia de San Salvador (Vor Frelsers Kirke), iglesia barroca del siglo XVII famosa por su torre en forma de espiral. Por dentro es una iglesia normal, pero lo especial de esta es que se puede subir hasta el pico para obtener unas vistas panorámicas de la ciudad espectaculares. Para subir hay que comprar los tickets por internet con antelación, lo podéis hacer en su página web, donde también podéis ver los horarios de apertura.
También a este lado de la ciudad se encuentra la Ópera de Copenhague (Operahus København), teatro nacional de ópera de Dinamarca.
Más alternativas en Copenhague
Hasta aquí hemos contado lo imprescindible de Copenhague pero como siempre nos gusta hacer, a continuación os sugerimos tres o cuatro cosas para completar vuestra visita en caso de que estéis por aquí muchos días.→Parque de atracciones Tívoli, también llamado Tivoli Gardens, uno de los parques de atracciones más antiguos del mundo, inaugurado en 1843. El más antiguo se llama Bakken y se encuentra también en Dinamarca, al norte del país. Ubicado frente a la estación central de trenes, Tívoli no es solo un parque de atracciones, también es un lugar para pasear y echar el día, en navidad está bellamente decorado con motivos navideños. Hay una entrada básica que te permite entrar en el parque, pero no subirte a las atracciones, y otra más cara llamada Ride Pass para subirte en ellas. En su página web podéis ver sus precios y horarios.
Entrada al parque de atracciones Tívoli
→Fábrica de cerveza Carlsberg. El que tenga tiempo e interés puede visitar la fábrica donde se produce la cerveza más famosa de Dinamarca y una de las más famosas del mundo. Su sede central se encuentra aquí, en Copenhague, en la calle Gamle Carlsberg Vej, 11. La cervecería fue fundada en 1847 por Jacob Christian Jacobsen. Por si luego queréis brindar con una buena cerveza, el salud de aquí se dice skål (pronunciado 'skol').
→Ny Carlsberg Glyptotek. Este es uno de los museos más importantes de la ciudad, construido por Jacob Christian Jacobsen, el fundador de la cerveza Carlsberg para albergar su colección privada de arte, que donó a la ciudad. El edificio es impresionante, tiene un jardín tropical en su interior y una espectacular sala donde se hacen conciertos. Las colecciones más destacadas son las de arte romano, griego y egipcio.
→Nørrebro. Si pasáis varios días en la ciudad o habéis venido en muchas ocasiones, podéis dar una vuelta por el barrio de Nørrebro, el barrio alternativo y un tanto hipster de Copenhague, ubicado al noroeste.
Excursiones desde Copenhague
→La excursión más popular de un día desde Copenhague es a Malmö, ciudad sueca ubicada a tan solo 28 kilómetros, cruzando el impresionante Puente de Øresund (Øresundsbroen).
→Los interesados en el arte moderno pueden (y deben) visitar el Louisiana Museum für Moderne Kunst, uno de los más famosos del país. Está ubicado a unos 40 kilómetros al norte de Copenhague.
→Un poco más cerca que el museo anterior, pero en la misma dirección, se encuentra Bakken, el parque de atracciones más antiguos del mundo.
¿Dónde comer en Copenhague?
Vamos a mencionar un par de sitios donde desayunar y comer durante vuestra visita a la capital danesa.
Hay muchas pastelerías / panaderías en la ciudad, los dulces daneses ya sabéis que son famosos. Una de las más famosas es Andersen & Maillard, aquí encontraréis clásicos como rollos de canelas y otros novedosos como unos croissants en forma de cubo rellenos de pistacho. También tienen buen café.
Para comer, podéis probar un clásico danés como es el smørrebrød, traducido pan de manteca, consistente en un sándwich de pan negro abierto con mantequilla y otros ingredientes encima. Un sitio donde probarlo es el Hallernes Smørrebrød, hay varios por la ciudad, por ejemplo el de al lado de Kongens Nytorv u otro en el famoso mercado TorvehallerneKBH, donde también encontraréis otros puestos de comida.
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