Barcelona es, con 1,6 millones de
habitantes, la segunda ciudad más grande de España y la que más turistas recibe cada año. En verano, sobre todo, la
ciudad se vuelve multicultural y en cada esquina se escucha un sinfín de idiomas.
¿Cómo llegar a Barcelona?
Se puede llegar a Barcelona en bus, avión y tren. Para los que vayan en tren, lo normal es que lleguéis a Sants, la estación principal de Barcelona. Si vais en AVE, recordad que el billete incluye un tique para la Renfe, el cual podéis comprar en las máquinas introduciendo el número de referencia que viene en el billete. Eso sí, solo vale si vas a coger un tren Renfe en las siguientes 2-3 horas tras la llegada del AVE. En la estación también hay consignas para dejar las maletas durante el día.
Si vais en avión, el aeropuerto de Barcelona se llama Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat (BCN).
En otro orden de cosas, habéis de saber que en Barcelona hay una tasa turística que se paga por noche en los alojamientos turísticos y que va entre los 3 y los 5 euros según la categoría del mismo.
¿Cómo ir desde el aeropuerto al centro Barcelona?
Si optamos por el transporte público (el operador se llama TMB - Transports Metropolitans de Barcelona), estas son las mejores opciones:
- En metro (TMB): la línea 9 Sud, aunque no conecta con el centro de Barcelona, así que tendremos que hacer transbordo casi con toda probabilidad. Hace parada en las dos terminales. Se puede comprar en las máquinas de las estaciones.
- En autobús urbano (TMB): el número 46. En aproximadamente 45 minutos conecta ambas terminales con el centro de Barcelona, concretamente con Plaza España, aunque hace otras paradas. El precio es el de un billete sencillo normal, 2,40€. Se puede comprar en el propio bus pero solo con tarjeta.
- Aerobus. Hay dos, A1, que conecta con la T1 y A2, que hace lo propio con la terminal 2. Hacen trayectos con menos paradas así que tarda menos que el urbano, unos 35 minutos. Lógicamente, es más caro: 5,90€ el sencillo y 10,20 el de ida y vuelta. Se puede coger en la Plaça Catalunya, en Carrer Sepúlveda y en Plaça Espanya. Se puede comprar en el bus o por internet.
- Taxi. Entre suplementos varios por ir desplazamiento al aeropuerto y/o franja horaria en que lo cojas, suele costar unos 30-40€ hasta el centro de Barcelona, dependiendo del lugar.
Para movernos por la ciudad, en general, hay varios tickets de transporte que podemos comprar en función de la frecuencia con que vayamos a utilizar el transporte público. Por un lado, la tarjeta Hola Barcelona Travel Card para 2 días (48 h - 16,40€), 3 días (72 h - 23,80€), 4 días (96 h - 31€) o 5 días (120 h - 38,20€). Incluye también los transportes al aeropuerto pero no el Aerobus. Como es bastante cara, únicamente sale cuenta si realmente tenéis pensado hacer muchos viajes. Si solo vais a coger transporte 2 ó 3 veces al día es más rentable comprar el T-casual, que es un billete de 10 viajes (11,35€). El sencillo cuesta 2,40€. Todos estos tickets los podéis comprar en las máquinas que hay en los suburbanos. Un punto importante a mencionar es que al comprar un ticket en los autobuses urbanos, solo se puede pagar con tarjeta contactless y no recibes ningún ticket; si pasa el revisor te pedirá los últimos 4 dígitos de la tarjeta para comprobar que has pagado.
¿Qué ver en Barcelona?
Barcelona es conocida como la ciudad de Antoni Gaudí (1852-1926), pues las principales atracciones turísticas de la ciudad llevan la firma de este
arquitecto. Vamos a dividir nuestro recorrido en los principales barrios, y ya vosotros os organizáis para ver cuáles ver cada día.
Barrio de Gràcia
Lo cierto es que Gràcia fue municipio independiente desde 1850 hasta que se anexionara en 1897 a Barcelona. De ahí que tenga una identidad propia marcada y algunos se refieran al barrio cariñosamente como la República Independiente de la Vila de Gràcia.
Vamos a empezar a ver la ciudad por la
parte más alta, por el Park Güell, que pertenece al distrito de Gracia pero no al barrio de la Vila de Gràcia. Este famosísimo parque fue obra del arquitecto modernista Gaudí a principios
del siglo XX. Inaugurado en 1926, el parque se creó por petición expresa de
Eusebi Güell, quien quería crear una urbanización de viviendas privadas. Por
falta de compradores, la construcción de las casas quedó paralizada y pasó a
tomar forma de parque-jardín. Tras la muerte de Eusebi, el terreno se cedió al
Ayuntamiento y se convertiría en parque público, Patrimonio de la Humanidad por
la Unesco en 1984.
Park Güell
Hoy en día se puede pasear por sus jardines y ver sus peculiares casas entre las 9:30 y las 18:00. Hay una parte que se puede visitar gratuitamente, la perimetral, pero para acceder a la parte central hay que pagar. El acceso a esta zona se realiza por horas así que conviene comprar el tique con antelación por internet tanto para que salga más barato como para asegurarse la entrada, ya que tiene muchísima demanda. Estos son todos los horarios y precios.
Antes se podía visitar el parque gratis de 7 a 9:30 y de 18:30 a 22:00 pero ahora estos horarios están limitados solo para residentes de los barrios contiguos al parque.
Vistas de Barcelona desde el Park Güell
Entramos ahora en el núcleo histórico del distrito de Gràcia, lo que era el centro de la Vila de Gràcia. Tiene mucho ambiente y una de
las fiestas locales más famosas del país. Hablamos de las Fiestas de Gracia (Festes de Gràcia), con las cuales tuvimos la suerte de coincidir en una
de nuestras visitas a la ciudad. Durante estas fiestas, cada calle se decora
siguiendo un motivo principal y compiten por ser la calle mejor decorada del
barrio. La calle Verdi es la que suele
ganar casi todos los años y otras como la Progrés y Fraternitat de Baix suelen
estar también entre las destacadas. Algunos de los temas de las decoraciones
suelen ser escenarios naturales como playas, montañas, escenarios de ciudades y
escenarios de películas. Los metros más cercanos a esta zona son
Fontana y Lesseps.
Entre las calles de este barrio se esconde la Pastisseria Montserrat, una emblemática pastelería de 1942 que vende, además de los típicos dulces, especialidades catalanas como el brazo de gitano (bras de gitan). Estre postre típico barcelonés está relleno de nata y tiene yema de huevo quemada por encima. Este nombre tan curioso proviene de que los carboneros que arreglaban los hornos y calderas en el siglo XIX en Barcelona eran gitanos y, a cambio, los pasteleros les daban un bizcocho, que se lo ponían bajo el brazo para llevárselo.
El Eixample
En el Eixample destaca, cómo no, la célebre Sagrada Familia, símbolo de Barcelona. Esta famosa basílica católica es obra de Antoni Gaudí y, salta a la vista, está inacabada. Su construcción se inició 1882 pero, tras la muerte del arquitecto en 1926 —atropellado por un tranvía, por cierto—, esta se fue ralentizando. La razón es que Gaudí no tenía costumbre de dibujar planos de sus edificios, ya que lo tenía todo en su cabeza; por ello, a día de hoy, no hay planos sobre cómo terminarla, aunque sí dibujos y alguna maqueta, en los que se puede apreciar que aún quedan años de trabajo. La fecha prevista para su finalización es 2033.
El edificio consta de tres fachadas, conocidas como Nacimiento, Pasión y Gloria de Jesús y18 torres: 12 dedicadas a los Apóstoles, 4 dedicadas a los Evangelistas (Mateo, Marcos, Lucas y Juan), 1 dedicada a la Virgen María, que es la que está ya terminada y coronada con una estrella de doce puntas y 1 torre central, la más alta, dedicada a Jesús, que alcanzará los 172,5 metros cuando esté terminada. Esta altura no es casual, sino que la Sagrada Familia está destinada a ser la más alta del mundo —título que ostenta la de Ulm actualmente con 161,53—, pero Gaudí nunca quiso que superara la altura de Montjuïc (173m), de ahí que el plan sea que se quede en 172,5.
El edificio consta de tres fachadas, conocidas como Nacimiento, Pasión y Gloria de Jesús y18 torres: 12 dedicadas a los Apóstoles, 4 dedicadas a los Evangelistas (Mateo, Marcos, Lucas y Juan), 1 dedicada a la Virgen María, que es la que está ya terminada y coronada con una estrella de doce puntas y 1 torre central, la más alta, dedicada a Jesús, que alcanzará los 172,5 metros cuando esté terminada. Esta altura no es casual, sino que la Sagrada Familia está destinada a ser la más alta del mundo —título que ostenta la de Ulm actualmente con 161,53—, pero Gaudí nunca quiso que superara la altura de Montjuïc (173m), de ahí que el plan sea que se quede en 172,5.
La fachada del Nacimiento, obra de Gaudí, es la más antigua (1894-1930), por lo que Gaudía la vio casi terminada. Está en el este y representa el nacimiento e infancia de Jesús, con escenas como Anunciación, el Nacimiento, la Adoración de los Reyes Magos. Es muy ornamentada y recargada, tallada hasta el más mínimo detalle. En el lado contrario, al oeste, la fachada de la Pasión, es más austera y sobria, pues representa la muerte de Jesús. Aquí veremos escenas como la Última Cena, el Juicio de Jesús, la Crucifixión y la Resurrección. Esta se construyó entre los años 1954 y 2018, con esculturas del famoso escultor catalán Josep Maria Subirachs hechas entre 1987 y 2009. La fachada Gloria de Jesús, al sur, será la entrada principal y aún está en proceso de construcción. Representa el Juicio Final y el ascenso al cielo.
Junto a la fachada de la Pasión se puede ver un edificio de menor tamaño a su lado; hablamos de las Escuelas de Gaudí. Este se construyó en 1909 con el objetivo de ser el colegio donde pudieran ir los hijos de los trabajadores de la Sagrada Familia.
Aunque el precio es alto, merece la pena entrar en su interior al menos una vez en la vida, pues es otra historia totalmente distinta a lo que vemos por fuera y a lo que estamos acostumbrados a ver en las iglesias. La intención de Gaudí es que el interior evocara la sensación de estar en un gran bosque sagrado: las columnas serían los troncos de los árboles, los capiteles simularían las ramas y las bóvedas formarían las copas de los árboles. Las vidrieras también están diseñadas para mandar un mensaje al visitante. La fachada del Nacimiento (al este) está orientada hacia el oriente, por donde sale el sol, por lo que tiene colores fríos (azules, verdes, etc.) que simbolizan el inicio de la vida, mientras que la fachada de la Pasión (al oeste) está orientada hacia poniente, por donde se pone el sol, tiene colores cálidos (rojos, amarillos, naranjas, etc.) que simbolizan el final del día.
El altar mayor, ubicado en el ábside, justo bajo la Torre de Jesucristo, es otro de los puntos destacados de la basílica, coronado por figura de Cristo crucificado suspendida en el aire. En su interior también encontramos una escultura dedicada a Sant Jordi, patrón de Catalunya, desde 2007. Todos los domingos, de 9:00 a 10:00 se celebran misas. La entrada es gratuita (sin acceso a las torres) pero las colas son tan largas que se recomienda estar 45 minutos ya que el aforo es limitado. El acceso se realiza por la Fachada del Nacimiento.
El precio de la entrada básica es de 26€, con diversos descuentos para estudiantes, jubilados y menores de edad, y las entradas solo se pueden comprar por internet. Por un precio extra se puede subir a una o sus dos torres. En su página web podéis ver todos los tipos de entrada y tarifas, así como los horarios de visita. Además, si da la casualidad de que te llamas Jordi, Jordina, Jorge o Georgina, el 23 de abril, día de Sant Jordi, ¡podrás entrar gratis! (previa reserva online). Otra opción es probar suerte en diversos sorteos de entradas que hacen de vez en cuando, por ejemplo por Santa Eulalia (entre finales de enero y principios de febrero) o La Mercè (mitad de septiembre). La parada de metro más cercana lleva precisamente su nombre, Sagrada Familia, de las líneas L2 y L5.
Seguimos hacia la parte baja de la ciudad
hasta llegar a la Avinguda Diagonal,
una de las más importantes ya que cruza Barcelona diagonalmente. Antes de
seguir bajando se puede hacer una parada en la Casa de les Punxes (llamada realmente Casa Terradas), edificio
modernista del arquitecto Josep Puig i Cadafalch, el cual ha sido recientemente
abierto al público. Abre de 9 a 20h y la entrada cuesta 12,50€.
De ahí vamos a recorrer el Passeig de Gràcia, calle que nos va a permitir pasar en primer lugar por la Casa Milà, aunque todo el mundo la conoce como La Pedrera, edificio modernista de Gaudí construido en 1910. Lo más destacable es su fachada. Las entradas se pueden comprar en las taquillas (1€ más caras) o por internet. Aquí tenéis los horarios y aquí los precios, bastante altos pero con algún descuento para estudiantes o residentes en Catalunya.
De ahí vamos a recorrer el Passeig de Gràcia, calle que nos va a permitir pasar en primer lugar por la Casa Milà, aunque todo el mundo la conoce como La Pedrera, edificio modernista de Gaudí construido en 1910. Lo más destacable es su fachada. Las entradas se pueden comprar en las taquillas (1€ más caras) o por internet. Aquí tenéis los horarios y aquí los precios, bastante altos pero con algún descuento para estudiantes o residentes en Catalunya.
Fachada de La Pedrera
Un poco más abajo llegamos a la famosa Casa Batlló, casa modernista diseñada también por Gaudí, tan curiosa por fuera como por dentro. En su fachada principal,
llama especialmente la atención las columnas en forma de huesos, los balcones
con aires que nos recuerdan a calaveras y el tejado, cuyas escamas y forma simulan la espalda de un dragón. Hay que cruzar la calle para poder ver bien dicho tejado
junto con el edificio entero.
La única pega es su elevado precio, como
casi todo en Barcelona, aunque hay varios descuentos como un 2x1 en entradas para residentes en España. Para evitaros largas colas, también es recomendable
comprar la entrada por internet. En su página web están sus precios.
En Passeig de Gràcia también encontramos
otras casas modernistas como la Casa Amatller, de Puig i Cadafalch, y
la Casa Lleó Morera, de Lluís Domènech i Montaner, quien tiene varios edificios a su nombre en la ciudad.
Passeig de Gràcia desemboca en la Plaça Catalunya, una de las más
ilustres de Barcelona. Es una plaza considerablemente grande, famosa por estar siempre llena de
palomas, y en la que destaca un extraño monumento con una escalera al revés, el
cual representa la historia de Cataluña. Si queréis verla desde arriba, podéis subir a la última planta de El Corte Inglés, donde hay un comedor y disfrutar de las vistas. Se puede subir gratis y no es necesario consumir nada.
El Raval
Para orientarnos un poco, el casco viejo (Ciutat Vella) de Barcelona lo forman El Born, el Barrio Gótico y El Raval. Por un lado, El Born y el Barrio Gótico están separados por Via Laietana, mientras que el Raval y el Gótico están separados por la Rambla.
El Raval aún conserva ese ambiente puro de barrio, locales de toda la vida, mercados, encuentro de vecinos en la calle, etc. También es un barrio con un pasado más turbio, por así decirlo, con bares de mala muerte, ambiente marginal, prostíbulos y mucha vida nocturna. Entre 1951 y 1987, los marineros estadounidenses de la Sexta Flota destinados en misiones en el Mediterráneo hacían escala en el puerto de Barcelona y acudían siempre al Raval en busca de esa vida nocturna loca que tenía el barrio. Con ese legado, el barrio ha sido tradicionalmente considerado como uno de los más conflictivos de Barcelona. Por ello, no hay problema en pasear por él un rato durante el día pero es mejor evitarlo de noche.
No obstante, también ha traído cosas positivas como la rumba catalana. Este estilo de música surgió en los años 1940 y 1950 entre los gitanos catalanes y tiene como base el flamenco, mezclado con mambo o ritmos cubanos y rock & roll. El lugar concreto de nacimiento es la calle de la Cera, por eso se colocaron dos Mural de la rumba catalana, en ambos extremos de la calle, en honor a más de treinta rumberos, desde sus pioneros como Peret (el de «Borriquito como tú») y El Pescaílla, hasta otros más modernos como Estopa, La Pegatina o Txarango, cada uno con su propio estilo, lógicamente.
La Rambla del Raval está considerado como el epicentro, una zona peatonal que sirve como punto de encuentro para la gente del barrio. Allí se encuentra el Gato de Botero, obra del artista colombiano Fernando Botero instalada en este lugar en 2003, lo que le ha valido para convertirse en uno de los símbolos de El Raval.
Muy cerca de la Rambla del Raval se encuentra el Bar Marsella, el bar más antiguo de Barcelona, fundado en 1820. Es un sitio histórico, frecuentado en su época por artistas como Dalí, Picasso, Gaudí, Lorca y Hemingway. El local tiene un aire bohemio y conserva su decoración original del siglo XIX, nunca se ha reformado y tiene ese ambiente antiguo (techos, suelo, decoración, etc.) y auténtico que hace que hayan surgido leyendas como que “nunca se ha limpiado”. Aunque hay más cosas, la bebida típica es el absenta, que se sirve con una cucharilla con un terrón de azúcar sobre el que va cayendo agua fría para que se vaya derritiendo.
Vamos saliendo ya del barrio en dirección al Barrio Gótico y, para ello, hemos de pasar por La Rambla (o Ramblas) de Barcelona. La Rambla sale de la Plaça Catalunya y acaba en el Monumento a Colón, estatua de 60 metros de altura (incluyendo el pedestal) inaugurada en en 1888 con motivo de la Exposición Universal de Barcelona. Señala al mar abierto, no a América como uno podría pensar.
La Rambla es una calle multicultural, con mucha vida. La cantidad de gente que recorre Las Ramblas es tremenda —más de 100 millones de personas cada año— así que conviene estar atentos a bolsos y pertenencias en general, pues son famosos los carteristas por esta zona. Es una calle donde los comercios antiguos de toda la vida tratan de sobrevivir ante los nuevos. De los emblemáticos e históricos ya quedan pocos, como la Pastelería Escribà | Liceu (1906), la Casa Beethoven (1880) o la Casa Bruno Cuadros (1883), una antigua paragüería, hoy convertida en una sucursal de banco.
Como acabamos de mencionar, la Rambla divide los barrios de El Raval, a la izquierda, y el Gótico, a la derecha, por lo que encontraremos cosas de ambos barrios.
En la Rambla hay que prestar atención a lo siguiente:
👉La acogedora Plaza Real (Plaça Reial) —el que fuera hace años foco de la droga en Barcelona, especialmente entre los años 1960 y 1980—. Si nos fijamos bien, en el centro de la plaza veremos dos farolas distintas al resto, pues bien, se trata de unas farolas modernistas de 1879, unas de las primeras obras de Gaudí antes de hacerse conocido;
👉El Teatro de El Liceo;
👉La célebre fuente de Canaletas, donde el Fútbol Club Barcelona celebra sus títulos y que esconde una curiosa historia. Se encuentra donde antiguamente estaba la redacción del periódico deportivo La Rambla, de tal manera que los aficionados del FC Barcelona venían aquí a enterarse de primera mano de los resultados de los partidos y, cuando ganaban, se ponían a celebrarlo. El periódico ya cerró en 1939 pero la tradición de celebrar las victorias importantes en esta fuente se ha mantenido. Existen 17 réplicas por toda la ciudad de esta fuente. Dicen que quien bebe agua de la Fuente de Canaletas, vuelve a Barcelona. Hay que echarle valor porque el agua está bastante regulera.
👉La célebre fuente de Canaletas, donde el Fútbol Club Barcelona celebra sus títulos y que esconde una curiosa historia. Se encuentra donde antiguamente estaba la redacción del periódico deportivo La Rambla, de tal manera que los aficionados del FC Barcelona venían aquí a enterarse de primera mano de los resultados de los partidos y, cuando ganaban, se ponían a celebrarlo. El periódico ya cerró en 1939 pero la tradición de celebrar las victorias importantes en esta fuente se ha mantenido. Existen 17 réplicas por toda la ciudad de esta fuente. Dicen que quien bebe agua de la Fuente de Canaletas, vuelve a Barcelona. Hay que echarle valor porque el agua está bastante regulera.
Fuente de Canaletas
👉El famoso Mercat de la Boquería (perteneciente al barrio de El Raval), también llamado el Mercat de Sant Josep. Como en muchos otros mercados, en él se pueden comprar frutas, verduras, carne, pescado, marisco…de todo.
Mercado de la Boquería
Barrio Gótico
Al otro lado de la Rambla llegamos al Barrio Gótico (Barri Gòtic), el barrio más emblemático de Barcelona, que queda enclavado entre la Rambla y la Via Laietana. No obstante, el nombre puede llevar un poco a confusión, porque lo cierto es que genuinamente gótico solo quedan unos pocos edificios (la Catedral de Barcelona, la Basílica de Santa Maria del Mar o la Iglesia de Santa Maria del Pi), la gran mayoría fueron reconstruidos en las décadas de 1920 y 1930, con el objetivo de embellecer el barrio de cara a la Exposición Internacional de 1929. Por eso hay muchos edificios que tienen una base de piedra que se ve que es antigua, original, y luego una construcción más moderna por encima.
Paralela a la Rambla, de la Plaça
Catalunya sale otra conocida calle: la Avinguda de l’Ángel. Bien esta calle, o
bien la calle de la Portaferrissa que sale a mano izquierda de la Rambla, nos
van a llevar al barrio gótico. De esta forma, llegaremos a la Plaça Nova, lugar de encuentro y de eventos de la ciudad como mercadillos y donde se encuentran algunos restos romanos descubiertos durante unas obras en 1957. En época romana, la ciudad que hoy ocupa este lugar se llamaba Barcino, por eso veremos unas letras en grande en esta plaza. Asimismo, aún se conservan restos de la antigua muralla romana que protegía la ciudad, originales, y un par de arcos del que fuera acueducto de Barcino, si bien estos se reconstruyeron en 1958 con el objetivo de mostrar su aspecto original y ubicarlos justo en el mismo emplazamiento que tuvo en aquella época. El resto de arcos también se pueden ver pero integrados en los edificios de la actualidad. Por cierto, si hace mucho calor, podéis pasaros por la heladería Chocolat-Box que está en la calle Carrer dels Capellans, 2, junto a esta plaza, exquisita.
La Plaça Nova nos deja otros atractivos como un enorme mural que hay situado sobre el Colegio de Arquitectos de Catalunya (COAC) y lo más sorprendente de todo es que se trata de un Picasso, ni más ni menos. Es más, se trata de el único Picasso en todo el mundo al aire libre y gratuito. Realmente son tres murales distintos inaugurados en 1955 que dan a las tres calles que rodean el COAC pero unidos, y muestran distintas tradiciones catalanas. El primero se le conoce como el mural de la senyera que muestra la organización coral de Els cors de Clavé, el segundo es el mural de los gigantes donde se dibuja la tradición catalana de los castellers, y el tercero es mural de los infantes que representa la sardana, una danza local por si alguien no la conoce.
Por la calle que sale a la derecha del COAC vamos a ir a ver El mundo nace en cada beso (El món neix en cada besada), un mosaico de fotos que muestran "momentos de libertad", cada uno como la conciba. Se inauguró en 2014 y cada vez goza de más fama. Aunque no es de lo más destacado de la ciudad, es gratuito y se encuentra en el centro así que no os llevará mucho tiempo.
Volvemos a la Plaça Nova donde se alza la Catedral
de Barcelona, cuyo nombre oficial es Santa Iglesia Catedral Basílica de la
Santa Cruz y Santa Eulalia. Es de estilo gótico, construida entre los siglos XIII y XV, aunque conserva elementos románicos de la estructura original del siglo XI. Su campanario alberga varias campanas, siendo la más famosa la Campana Tomasa, considerada la campana más grande de España que se puede girar completamente —una estadística curiosa—. También el nombre es curioso, y es que es tradición ponerle nombres, muchos de ellos de mujer, a las campanas de las catedrales e iglesias en muchos sitios de España. Aunque el precio de la entrada es alto, merece la
pena entrar en su interior y dedicar unos minutos a ver las diversas capillas, el claustro y la cripta
de Santa Eulalia. En su página web podéis ver sus horarios y precios. También se puede subir a la terraza y torre de la catedral, desde donde se obtienen unas vistas de la ciudad fabulosas.
Si tenéis tiempo, merece la pena pasarse
por una pequeña plaza, la Plaça de Sant
Felip Neri, es una de las plazas más bonitas de la ciudad, la favorita de Gaudí de hecho, y en ella se
encuentra la iglesia barroca de San Felipe Neri. Sin embargo, la historia que esconde esta plaza ya no es tan bonita. Durante la Guerra Civil (1936-1939), concretamente en enero de 1938, unos aviones italianos de Mussolini, aliado de Franco, bombardearon toda esta zona donde casualmente había una escuela, como todavía se puede ver. El resultado: 42 muertos, 20 de ellos niños. Se decidió entonces no reconstruir más de lo estrictamente necesario para poder mantener la historia, por eso podemos ver tantos desperfectos en la fachada de la iglesia.
Si volvemos a la calle del Bisbe y la
continuamos hacia abajo, pasaremos por debajo del Puente del Bisbe (El Pont del Bisbe), construido en 1928 y diseñado por un discípulo de Gaudí. Si nos fijamos bien, veremos que tiene una calavera con una daga atravesada en su garganta. Cuenta la leyenda que si se retira esa daga, la ciudad de Barcelona se hundirá. Y también hay otra leyenda que dice que si pasas marcha atrás por debajo del puente, mirando hacia arriba a la calvera y pides un deseo en silencio, se cumplirá.
Tras pasar marcha atrás por debajo del puente, acabaremos en la Plaça
de Sant Jaume, la plaza donde están las sedes del gobierno de Barcelona y Catalunya, con edificios
prácticamente gemelos. A un lado (el más pegado al mar), se encuentra el Palau de la Generalitat de Catalunya y, al otro (dirección montaña), el Ayuntamiento de Barcelona (Ajuntament de Barcelona). El Ayuntamiento ofrece visitas gratuitas por dentro todos los domingos por la mañana, es una de las pocas actividades gratuitas que se pueden hacer en esta ciudad, así que os animamos a hacerlo, no solo porque no hay que pagar sino porque es realmente interesante. Destacan el Salón de Ciento, el Salón de las Crónicas y la Capilla del Buen Consejo.
En este barrio no podemos dejar de visitar la Basílica dels Sants Màrtirs Just i Pastor, no tanto por la iglesia en sí, sino por subir al campanario de San Justo, de 35 metros de altura, un espléndido mirador desde donde obtener una panorámica de 360 grados de Barcelona, por tan solo dos euros. Muy recomendable por este precio. La iglesia es sencilla pero merece la pena verla, se comenzó a construir en 1342 aunque no se pudo acabar hasta 1571. Originalmente estaba planeado construir dos torres, pero al final solo se erigió una.
La última parada antes de cruzar Via Laietana de camino a El Born es la Plaça del Rei. El impresionante edificio que predomina en la plaza es el Palacio Real Mayor, sede de la corona de Aragón. En las escalinatas de acceso al palacio tuvo lugar un acontecimiento histórico, cuando el rey Fernando II (Fernando el Católico) sufrió en 1492 un intento de asesinato con un cuchillo a manos de un campesino catalán, llamado Joan de Canyamars. La guardia real detuvo al atacante y más tarde fue ejecutado. En esa época los Reyes Católicos se encontraban en la ciudad para recibir a Cristóbal Colón cuando volviera de América y proceder al reparto de riquezas y tierras descubiertas.
Plaça del Rei con el Palacio real Mayor de fondo
El Born
El Born tiene su origen en la Edad Media, cuando artesanos y comerciantes se establecieron en esta zona aprovechando su cercanía al puerto. Estos mismos artesanos y comerciantes fueron los que financiaron la construcción de la Basílica de Santa María del Mar de la que hablaremos más adelante. El nombre born (borne en castellano) se usaba para referirse a los espacios donde se celebraban justas medievales de caballeros y el Passeig del Born era uno de esos lugares donde se realizaban dichos espectáculos.
La primera parada que vamos a hacer nada más cruzar Via Laietana de camino a El Born es el Palau de la Música Catalana. Se trata de otra muestra de modernismo catalán obra del arquitecto local Lluís Domènech i Montaner en 1908. Se puede ver por fuera ya que tiene una espectacular fachada, o bien acudir a una de sus obras y ver el interior del auditorio. Desde 1997 es considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Seguimos la calle del Palau hasta llegar a la Plaça de Sant Pere, donde destaca la iglesia de Sant Pere de les Puelles, de estilo románico con toques del gótico. Merece la pena entrar ya que, aparte de ser gratuita, nos va a ayudar a apreciar mejor el contraste entre el rómánico y gótico. En la plaza destaca una fuente modernista de 1893 construida en hierro forjado.
A continuación, entramos ya de lleno en el corazón de El Born. Se trata
de un barrio agradable de pasear y en el que destaca, sin duda alguna, la iglesia de Santa María del Mar, máxima expresión del gótico catalán. El gótico catalán tiene algunas diferencias con el gótico europeo, por ejemplo en los techos, que aquí son planos mientras que en el resto del continente son en pico, ya que en Catalunya no nieva y no había la necesidad de levantar semejante estructura. La otra principal diferencia es que los rosetones y ventanas tienen aquí un tamaño más reducido, pues la luz de esta zona es más fuerte y dura más tiempo que en el norte de Europa, por tanto, un ventanal menor es suficiente para iluminar la basílica por dentro.
Otro detalle interesante es que la basílica la construyó el pueblo catalán con sus propias manos, sin fondos ningunos, ya que como las clases más humildes no tenían derecho a entrar en la Catedral de Barcelona, decidieron construir la suya propia. Los sorprendente es que su construcción apenas duró 55 años (de 1329 a 1384), casi un tiempo récord para este tipo de edificios en la época. Por ponerlo en conetexto, la Catedral de Barcelona, que se estaba construyendo paralelamente, necesitó más del doble: se inició 31 años antes y se terminó 37 años mas tarde. Los habitantes iban a diario a la cantera de Montjuïc a traer piedras de todo tipo; Montjuïc etimológicamente proviene de "Monte de los judíos" y, junto a la cantera, se hallaba un cementerio judío. Si rodeamos la iglesia y nos fijamos en las piedras, veremos que algunas tienen escrituras grabadas; esto es debido a que algunas de esas piedras que traían desde Montjuïc eran tumbas de dicho cementerio.
Esta basílica es protagonista de la novela de Ildefonso Falcones publicada en 2006 “La
Catedral del Mar”, así como la serie homónima que estrenaron en 2018, hecho que supuso un atractivo adicional para los turistas. Se puede acceder gratuitamente a ella de 9 a 12 y a partir de las 17:30.
También en este barrio se puede ver el Mercat del Born, un antiguo mercado, hoy convertido en centro cultural que alberga restos arqueológicos medievales varios con una curiosa historia. El mercado llevaba cerrado desde 1971 por lo que en 1977 se propuso sustituirlo por una Biblioteca Provincial. Tras años de espera e indecisión sobre dicha y otras propuestas, en 2001 se empieza a preparar el espacio para la construcción de la biblioteca, momento en el que se descubren estos restos arqueológicos de dicha zona de la ciudad, bombardeada en 1714 durante la Guerra de Sucesión Española. Se decide entonces montar un museo, hoy en día considerado centro cultural. Para los que quieran aprovechar, dentro del Mercat hay baños públicos gratuitos.
Junto al Born se puede dar una vuelta por
el Parc de la Ciutadella, antigua fortaleza mandada construir por Felipe V en 1715. Tras su destrucción a finales del siglo XIX se construyó el actual parque, hoy famoso por su flora y su gran
cascada, por lo que lo convierte en un lugar ideal para dar una vuelta en
familia. En su interior destaca el castillo de los Tres Dragones (castell dels Tres Dragons), un peculiar
mamut de 3 metros situado justo al lado de la cascada y el Zoológico de
Barcelona.
Parc de la Ciutadella
Frente al Parc de la Ciutadella hay una explanada peatonal conocida como Paseo de Lluís Companys, delimitada por palmeras y elegantes farolas. En este paseo se encuentra el famoso Arco de Triunfo de Barcelona, construido en 1888 para que fuera la entrada principal a la Exposición Universal de Barcelona de ese mismo año. Por tanto, no tiene nada que ver con victorias militares ni nada por el estilo como otros arcos del triunfo. El arco y la zona de alrededor se usa como meta para carreras populares, así como para eventos culturales y conciertos.
El Born es también un barrio de con mucho ambiente para la tarde noche, con muchos bares, bares de cócteles y restaurantes. Uno de los más famosos es Paradiso, el nombrado mejor bar del mundo en 2022, un bar de cócteles secreto al que se accede por una puerta oculta en un escenario de una panadería.
La Barceloneta
Una vez visto todo esto, nos encontraremos
muy cerca de la Barceloneta, un barrio humilde de pescadores, marineros y familias obreras relacionadas con el puerto y el mar. En la década de 1980, con los Juegos Olímpicos de 1992 de fondo, el barrio se dio un lavado de cara, se renovó el paseo marítimo y se mejoraron las calles. No obstante, el barrio es uno de los más densamente poblados de la ciudad y aún mantiene su identidad propia, como muestran las banderas azul claro y amarillas —los colores de la bandera de La Barceloneta— que decoran los balcones en las fachadas.
Barcelona cuenta con unos 4,5 km de playas y una de las más conocidas de la ciudad es la Playa de la
Barceloneta, con su característica estampa con el Hotel W (hotel Vela) de fondo. Los locales y turistas vienen aquí a darse un baño, a correr, hacer paddle surf, jugar a voley, o simplemente dar una vuelta por
el paseo marítimo y por el Passeig de Colom, que desemboca en el Monumento a Colón que mencionábamos anteriormente.
Esta parte se conoce como Port Vell o puerto viejo, la parte más antigua del Puerto de Barcelona. Aquí encontraréis edificios como el Maremagnum, un gran centro comercial
con tiendas, heladerías y L’Aquàruim de Barcelona; o la pasarlea flotante conocida como la Rambla de Mar.
Playa de la Barceloneta
Sants-Montjuïc
Nos queda por ver la la Plaza de España (Plaça Espanya), la plaza más grande de la ciudad. En el centro de la misma se alzan las Torres Venecianas, llamadas así por su inspiración en la de la Plaza de San Marcos de Venecia. A un lado veremos la antigua Plaza de Toros de las Arenas, convertida hoy en día en el centro comercial Arenas de Barcelona. Como podréis imaginar, en su interior abundan las tiendas y restaurantes pero lo novedoso de este lugar es que se puede subir a la última planta, donde se encuentra un mirador excepcional llamado 360° El Terrat. Se puede subir gratuitamente por las escaleras mecánicas del interior del centro comercial o por 1,5€ en el ascensor panorámico que hay en el exterior, que abre de 10:00 a 00:00 los viernes y sábados; y de 10:00 a 23:00 el resto de días.
Cruzaremos ahora las Torres Venecianas y nos desviaremos a la izquierda para visitar el Poble Espanyol, un museo que muestra las obras arquitectónicas más importantes de España en miniatura. En su momento fue gratis, hoy en día hay que pagar. Aquí tenéis los horarios y precios; como veis, online son un poco más baratos.
Volviendo en dirección Plaza España, nos dirigiremos al excepcional edificio del Museo Nacional de Arte de Cataluña (Museu Nacional d'Art de Catalunya), una de las más conocidas galerías de arte. Igual que desde el centro comercial Arenas de Barcelona, desde aquí obtenemos unas vistas estupendas de la Plaza de España desde el otro lado. Aquí tenéis los horarios y precios. Los sábados a partir de las 15:00 y el primer domingo de cada mes la entrada es gratis, una buena oportunidad para ahorrar un poco en Barcelona.
Plaza de España con el Museo Nacional de Arte de Cataluña de fondo
Por último, nos desplazaremos hacia detrás del Museo Nacional de Arte de Cataluña para subir a Montjuïc. Es una gran montaña de 173 metros de altura relativamente cerca del centro de la ciudad, con la montaña y el mar también cerca, y queda presidida por el Castillo de Montjuïc (Castell de Montjuïc), una histórica fortaleza gracias a su excelente ubicación. El castillo es de pago, aquí podéis ver los horarios y precios, los domingos a partir de las 15:00 y el primer domingo de cada mes todo el día es gratis. El origen del castillo se remonta a una torre de vigilancia del siglo XVII, en torno a la cual, se construyó una fortificación en el contexto de la Guerra de los Segadores (1640-1652). Esta guerra se originó como una revuelta de los campesinos catalanes contra el rey Felipe IV, pues estaban molestos por las restricciones de libertades y la subida de impuestos para financiar su guerra contra Francia como parte de la la Guerra de los Treinta Años. Esa fortaleza, por tanto, fue construida en 1640 por la Generalitat de Catalunya para defenderse de las tropas de Felipe IV y las milicias catalanas y francesas unieron fuerzas contra el monarca. Sin embargo, la Monarquía Hispánica terminaría ganando la guerra y Felipe IV se hizo con el control de la fortaleza, quien la mejoró para usarla en su lucha contra el país galo. Sobre esta fortificación, más tade, entre 1753 y 1779, Felipe V la mandó remodelar y reforzar, dando como resultado el castillo que se puede ver actualmente. Ya en el siglo XIX, el castillo se utilizó como prisión y continuó con tal función hasta 1960. Durante el franquismo, fue utilizado como campo de fusilamiento de presos, especialmente políticos, siendo el más sonado el del presidente de la Generalitat de Catalunya, Lluís Companys, el 15 de octubre de 1940. Companys pasó a la historia como el único presidente europeo elegido democráticamente que fue ejecutado por un régimen fascista. Afortunadamente, el castillo hoy en día, nada tiene que ver con su turbulento pasado. El Foso de Santa Eulalia, lugar donde se hacían los fusilamientos, es hoy un sitio de eventos, como un bonito cine de verano que tiene lugar entre junio y agosto. El patio de armas es el centro del castillo, rodeado de galerías porticadas.
Monjüic nos permite hoy en día obtener unas vistas maravillosas de lal puerto, del mar y de la ciudad desde arriba, el mirador más famoso es el Mirador del Alcalde (Mirador de l'Alcalde). Se puede subir tanto andando como en teleférico (Telefèric de Montjuïc), inaugurado en 1970 y cuyo trayecto también ofrece unas vistas espectaculares del puerto y parte de la ciudad.
Sin embargo, Monjüic no es solo el castillo, también fue la sede de los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992. El Estadio Olímpico Lluís Companys (Estadi Olímpic Lluís Companys) fue inaugurado originalmente en 1929 con motivo de la Exposición Internacional de Barcelona y más tarde reformado profundamente para albergar los JJOO. Os animamos a pasear tranquilamente por todo el parque olímpico, conocido como anillo olímpico de Montjuïc, y visitar gratuitamente el interior del estadio, de 10:00 a 18:00 horas, siempre que no haya un concierto o un partido programado. Además, el último domingo de cada mes, de 10:00 a 13:00, se puede correr en las pistas, ¡todo un lujo para tratarse de un estadio olímpico! 🏟
Sin embargo, Monjüic no es solo el castillo, también fue la sede de los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992. El Estadio Olímpico Lluís Companys (Estadi Olímpic Lluís Companys) fue inaugurado originalmente en 1929 con motivo de la Exposición Internacional de Barcelona y más tarde reformado profundamente para albergar los JJOO. Os animamos a pasear tranquilamente por todo el parque olímpico, conocido como anillo olímpico de Montjuïc, y visitar gratuitamente el interior del estadio, de 10:00 a 18:00 horas, siempre que no haya un concierto o un partido programado. Además, el último domingo de cada mes, de 10:00 a 13:00, se puede correr en las pistas, ¡todo un lujo para tratarse de un estadio olímpico! 🏟
Otro punto destacado del área olímpica es la Piscina Municipal de Montjuïc, donde se celebraron las pruebas de saltos y partidos de waterpolo durante los JJOO. En verano funciona como piscina pública y se encuentra en un lugar espectacular, con unas vistas a la ciudad de fondo increibles. Por eso ha aparecido en videoclips de artistas como Kylie Minogue y Dua Lipa. Un plan típico es cogerse una cerveza en el bar que hay junto a la piscina y sentarse en las gradas a disfrutar del tiempo y de las vistas de piscina y la ciudad.
Mas alternativas en Barcelona
Barcelona tiene para varios días y varios viajes así que aquí van algunas de las cosas que están un poco más lejos pero que merecen la pena si dispones del tiempo suficiente.
→Recinte Modernista de Sant Pau. Tomando la Avinguda Gaudí desde la Sagrada Familia llegamos a este precioso hospital, otro ejemplo del modernismo de Lluís Domènech i
Montaner. Igual que el
Palau de la Música Catalana, también se incluyó en el Patrimonio de la
Humanidad por la Unesco en el mismo año. En extensión es enorme, ocupa 9 manzanas y consta de 27 pabellones, cada uno para una especialidad, conectados por una red de túneles subterráneos de más de dos kilómetros de longitud. En su momento fue uno de los hospitales más importantes del país, siendo testigo de dos hitos en el campo médico: el primer trasplante de médula ósea en España (1976) y el primer trasplante de corazón con éxito en España (1984). Sin embargo, en 2009 transladaron los servicios médicos a un hospital cercano, más moderno y adaptado a las necesidades actuales y el Hospital de Sant Pau se dejó como atracción turística bajo el nombre de recinto modernista de Sant Pau. Se puede visitar por libre o con visita guiada a cierta hora del día, podéis ver los horarios y precios en su página web.
Frente al edificio se encuentra una escultura en homenaje a Pau Gil (1816-1896), un banquero catalán afincado en París que donó gran parte de su fortuna al morir para la construcción del hospital.
Recinte Modernista de Sant Pau
→Un mirador excelente: los Bunkers del Carmel. A este lugar hay
que subir en coche o acercarse en autobús y andar. Desde ahí se obtienen
unas vistas panorámicas inigualables de la ciudad, se ve todo, desde la Sagrada
Familia, la Torre Glòries —el rascacielos de 145 metros inaugurado en 2005, anteriormente conocido como Torre Agbar— y otras siluetas míticas de Barcelona como Las Tres Chimeneas de Sant Adrià de Besòs (Les Tres Xemeneies), de 200 metros de altura y que pertenecían a una antigua central térmica que funcionó hasta 2011, y la población votó por no derruirlas y conservarlas como patrimonio. Lo mejor es que es gratis aunque eso conlleve que siempre haya bastante gente, sobre todo en verano.
Vistas de Barcelona desde los Bunkers del Carmel
→Para los aficionados al fútbol, un buen
plan es acercarse a ver el Camp Nou,
estadio del Fútbol Club Barcelona. Lo ideal es verlo por dentro ya que por
fuera no es especialmente llamativo. En la web oficial se puede ver los distintos tours para visitar el campo y el
museo del club. Oviamente, la mejor opción es ver un partido en directo, pero no siempre coincide la visita con un día de partido. El Camp Nou se encuentra cerca de la
estación de Sants, por lo que se puede llegar caminando en unos 20-25 minutos
aproximadamente.
→Monasterio de Montserrat. Una de las excursiones más típicas desde Barcelona es la de la abadía benedictina de Montserrat, ubicado en lo alto de la montaña homónima. También se puede combinar con alguna ruta de senderismo, ya que es una zona ideal para ello.
→Si tenéis mucho tiempo, se puede subir al otro monte famoso de Barcelona: el Tibidabo, desde donde se obtienen también unas buenas vistas de la ciudad y el mar de fondo. Mucha gente viene aquí por la tarde y esperan a que caiga la noche y se ilumine toda la ciudad, de tal manera que se ve claramente la estructura urbana de cuadrícula que tiene gran parte de Barcelona. En lo alto destacan el Observatorio Fabra (Observatori Fabra); la Basílica del Sagrado Corazón (Basílica del Sagrat Cor Tibidabo), inspirada en la Basilique du Sacré-Cœur de París y coronada con una enorme figura de Cristo en lo más alto; la Torre de Collserola, de Norman Foster y el conocido Parque de Atracciones del Tibidabo, inaugurado en 1901, convirtiéndolo en el parque de atracciones más antiguo de España y uno de los más antiguos de Europa. Se puede subir en funciular o hacer una agradable (y un poco sufrida) caminata hasta arriba, siguiendo el Passeig o Carretera de les Aigües. Como hemos venido en varias ocasiones a la ciudad, en una de ellas optamos por subir andando hasta el observatorio, cuyo camino nos deja continuas vistas preciosas de la ciudad. La parada más cercana tanto para coger el funicular como para subir andando es Av. Tibidabo.
Navidad en Barcelona
La Navidad es una época muy esperada por muchos y aquí en Barcelona tienen lugar varias actividades perfectas para completar la visita turística a la ciudad.- Fira de Sant Tomàs i Reis, en la calle Gran Via de les Corts Catalanes (entre las calles Comte d’Urgell y de Muntaner). Este es un mercadillo muy especial, pues venden todo tipo de jueguetes y artesanías. Muchos barceloneses vienen aquí a comprar los regalos de Navidad para los más pequeños ya que, además, el 5 de enero abren hasta las 3 de la madrugada, pensado para los que vayan más apurados de tiempo. Este abre desde las 10 de la mañana hasta las 21 ó 22 de la noche, a excepción del 5 de enero como ya hemos comentado. Tiene lugar del 20 de diciembre al 6 de enero.
- Fira de Santa Llúcia, en la Plaza de la Catedral de Barcelona (Plaça Nova). Aquí encontraremos un pequeño mercadillo de figuras navideñas típicas de Cataluña como los famosos caganers. Se monta cada año desde finales de noviembre hasta finales de diciembre.
¿Dónde comer en Barcelona?
En Barcelona hay muchísimas alternativas para comer, para todos los gustos y precios. El haber hecho bastantes viajes tanto por placer como por trabajo, nos ha permitido probar algunos de los mejores restaurantes que hay en la ciudad. Estos son algunos que os recomendamos:
En la Barceloneta
Precio alto:
- Pez Vela. Es un chiringuito situada en la parte de abajo del Hotel W. Se puede comer fuera, recomendable sobre todo en verano, y en una parte interior. Sirven sobre todo arroces varios y carnes. El precio es medio alto y la comida está bien aunque no para el precio que le ponen, en nuestra opinión. Realmente lo que se paga es el lugar excepcional en que se encuentra, justo frente a la playa. Passeig del Mare Nostrum, 19, 21.
Precio medio:
- La Bombeta. Sitio de comida casera, tipo tasca, donde probar tapas y raciones españolas en general (como croquetas) y catalanas en particular (como el pan tumaca, butifarra con judías o la crema catalana). Famosas aquí son sus bombas: bolas fritas rellenas de patata y carne, con una salsa ligeramente picante y, en algunos sitios, servida sobre una base de alioli. típicas de Catalunya. El origen del nombre es tan simple como que cuando un cliente las probó por primera vez en una taberna de Barcelona, dijo: “¡Esto es una bomba!”. Carrer de la Maquinista, 3.
- Bodega Fermín. Aunque el sitio es muy popular por la variedad de sus cervezas, lo cierto es que la comida está también exquisita. Probamos varias raciones y tapas y todas de 10; el pan tumaca, por ejemplo, el mejor que hemos probado en el viaje. Además está en una plaza súper agradable y sin muchos turistas. Carrer de Sant Carles, 18.
- Restaurant Can Ros. Un restaurante de los de toda la vida de La Barceloneta, con una variedad de pescados, mariscos y arroces, así como tapas y raciones típicas catalanas como el pan tumaca, las bombas, y la coca de pulpo y butifarra negra. Carrer d'Emília Llorca Martín, 7.
En el Barrio Gótico
Precio medio alto:
- La Fonda, especialistas sobre todo en arroces y con una crema catalana exquisita. Os lo recomendamos ya que la comida es muy buena y el precio, aunque es medio alto, nada tiene que ver con el de muchos sitios de Barcelona. Carrer dels Escudellers, 10.
- Los Caracoles, un emblema de la ciudad, el segundo más antiguo aún en funcionamiento. Fue fundado en 1835 y por aquí han pasado personajes ilustres como Salvador Dalí, Pablo Picasso, Joan Miró, Robert De Niro, y Ava Gardner, tal y como se pueden ver en las fotos que tienen colgadas. Su especialidad son los caracoles, plato típico catalán, que se distinguen de otros por su salsa. Tienen muchas otras cosas, como pollo asado y arroces. Eso sí, el precio es alto, dada su fama internacional y el auge del turismo. Carrer dels Escudellers, 14.
En L’Eixample
Precio alto:
- Cachitos. Restaurante de tapas especialmente, todas ellas muy buenas. Es de estos sitios modernos muy bien decorado y popular, por lo que algunos platos pueden ser un tanto caros; aunque eso sí, todos exquisitos, sobre todo la ensaladilla rusa, una de sus especialidades. Hay varios locales en la ciudad (el más famoso es de la Rambla) pero el mejor, en cuanto a calidad de la comida, es el de Avinguda Diagonal, 508.
- Robata. Japonés. Cada día hay más fans de este tipo de comida así que los amantes de la cocina japonesa no pueden dejar de ir a este restaurante. El precio es medio alto pero merece mucho la pena. Si ya las gyozas, nigiri y uramaki están buenísimas, los postres aún más. El local se encuentra muy cerca de Passeig de Gràcia, concretamente en carrer d'Enric Granados, 55.
- El Nacional. Este no es un restaurante como tal sino varios de ellos en una gran nave estupendamente decorada. Podéis encontrar comida de todo tipo: arroces, tapas, carnes y pescados. Como el precio es un tanto elevado, se puede ir simplemente a tomar una cerveza y disfrutar del lugar. Passeig de Gràcia, 24.
Precio medio:
- Pepito Restaurante, especialista en carnes y más barato que el resto. Passatge de Domingo, 3.
- Sushi Hanaki. Restaurante tipo buffet de sushi, tiene la peculiaridad o la gracia de que el camarero que te trae la comida es un gato robot. Carrer de Joan Güell, 212. No está en L’Eixample en sí, pero por cercanía lo metemos aquí.
Precio bajo:
- Mustafa's Gemüse Kebap (Original). El famoso Mustafá de Berlín tiene desde hace poco también una filial en Barcelona, la única en España. Al que le gusten los Kebaps de verdure ya sabe. Carrer de la Creu Coberta, 15.
En El Born
Precio medio bajo:
- El Xampanyet. Xampanyet es el nombre de este local de tapas y también de su bebida marca de la casa, un vino blanco espumoso de creación propia. Carrer de Montcada, 22.
En el Barrio de Gracia
Precio medio bajo:
- Gasterea. Sitio de pintxos fríos y calientes. Se come barato y súper bien. También tienen bombas, y mejores que las de La Bombeta, en nuestra opinión. Carrer de Verdi, 39.
Discotecas en Barcelona
Para los que busquen una noche de fiesta en la capital catalana, dos de las discotecas más populares son la Sala Apolo y Razzmatazz.
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