Bremm

Bremm es un pequeño pueblo de tan solo 800 habitantes situado a orillas del río Mosela en el estado federado de Renania-Palatinado (Rheinland-Pfalz).

Para los que vayan desde Bernkastel-Kues, hay que coger el autobús 300 ó 301 desde Kues Forum hasta Wittlich Hbf, luego un tren regional dirección Coblenza hasta la parada Bullay(DB) y finalmente el bus 711 hasta Moselstraße, Bremm. Podéis ver los horarios en la web de Deutsche Bahn poniendo como origen “Kues Forum, Bernkastel-Kues” y destino “Moselstraße, Bremm”. Por el contrario, si vamos desde Cochem, basta con coger el bus 711 desde “Bahnhof, Cochem” hasta “Moselstraße, Bremm”. 

En cuanto a los precios, en el momento que cogemos trenes y buses seguramente salga más barato coger el Rheinland-Pfalz-Ticket, el cual se puede comprar en las estaciones de trenes o en internet y sirve para coger todos los trenes transportes regionales (no alta velocidad) del estado durante un día por un precio muy asequible. Si queremos hacer solo ida y vuelta en autobús, preguntando al conductor por un billete de ida y vuelta para el número de personas que seáis, él os dirá el mejor precio, pues hay billetes de grupo que salen más económicos que los individuales. 

¿Qué ver en Bremm?

Bremm es una parada bastante común en la famosa ruta por el río Mosela, aunque en este caso no por lo belleza del pueblo en sí, sino por las rutas de senderismo que ofrece y los impresionantes viñedos que hay por toda la zona. Un dato curioso es que, con 68 grados, las viñas del monte Calmont –el que se alza sobre Bremm– son las más empinadas del mundo. La uva que se cultiva aquí es la Riesling, aquellos que entiendan de vinos seguro que han oído hablar de ella.

Por otro lado, Bremm goza de unas vistas sencillamente impresionantes del meandro que forma el río Mosela a su paso por el pueblo. No obstante, para obtener dichas vistas hay que hacer subir un gran desnivel por unos caminos no aptos para todos.

La parte positiva es que más o menos en el ecuador de la subida ya se obtiene una buena panorámica que, aunque no es la mejor, es más que suficiente para darnos un placer a los ojos. 

La cima con las mejores vistas se llama Gipfelkreuz, literalmente “cruz de la cumbre”. Al principio no se ve pero a medida que ascendéis aparece ahí medio oculta entre los árboles. 

Nosotros hicimos la ruta que va desde la calle Moselstraße, Bremm, donde nos dejó el autobús, hasta Gipfelkreuz, siguiendo el camino que marcaba nuestra aplicación de mapas del móvil. Sin dedicarnos a este tipo de actividades ni mucho menos y haciendo breves paradas para disfrutar de las vistas, la subida nos llevó una hora y la bajada algo menos. Este itinerario tiene dos partes bien diferentes. La primera es la ascensión desde el pueblo hasta la montaña, que es dura pero no tiene complicación; la segunda es más o menos desde que se obtiene la primera vista del meandro y desde donde se ve la Gipfelkreuz. Desde ese momento el camino se hace más estrecho y la subida se vuelve mucho más empanada, sobre todo prácticamente al final del todo. Por eso decimos que cada uno se sienta libre de llegar hasta cualquiera de los miradores que encontremos en el camino. Nuestro consejo es que se vaya bien preparado y evitar hacer la ruta en caso de que haya mal tiempo o llueva, pues la subida final con el suelo resbaladizo puede llegar a ser muy peligrosa. 

Dicho esto, aunque sea hasta uno de los primeros miradores, merece la pena subir, la panorámica del meandro, los viñedos de la zona y el pueblo de Bremm son fabulosas. 

Meandro de Bremm con la ciudad a la derecha

Alternativamente también se puede subir desde el pueblo Eller, siguiendo la famosa ruta Calmont Klettersteig, aunque además de ser más larga, tiene partes donde hay que ir agarrado a una cuerda, es decir, verdaderamente arriesgadas.

El otro punto de interés de la ciudad es las ruinas del Monasterio Stuben (Klosterruine Stuben). Se ve desde cualquiera de los miradores pero el que quiera también se puede acercar y verlo in situ.

El pueblo de Bremm propiamente no tiene nada destacado, está compuesto mayormente por viviendas residenciales y hostales para los senderistas, además de algún que otro restaurante en la calle Moselstraße.