Pueblos del Südtirol

Siguiendo con nuestra ruta por el Tirol del Sur (Südtirol en alemán, Alto Adigio en italiano), vamos a visitar cuatro pueblos desde Bolzano: Merano/Meran, Chiusa/Klausen, Bressanone/Brixen y Vipiteno/Sterzing. 

Tal y como contamos en el artículo de Bolzano/Bozen, la manera más barata de viajar por el Tirol del Sur es con la llamada Mobilcard. Con esta tarjeta, disponible para 1, 3 ó 7 días, puedes coger todos los buses y trenes regionales, así como los funiculares de Bolzano/Bozen. Por otro lado, también podréis usar aquí la Museumobil Card.

Para viajar de un pueblo a otro, basta con validar esta tarjeta en las máquinas azules habilitadas para ello en las estaciones de tren. En caso de que no dispongáis de esta tarjeta, podéis comprar los billetes individuales de tren en las máquinas de venta que hay en las estaciones. Los horarios de trenes se pueden buscar en la aplicación de mapas para móvil que uséis o en la web de Trenitalia.

Pueblos del Tirol italiano

Merano/Meran

Después de Bolzano, Merano es la segunda ciudad más grande de la región del Südtirol en cuanto a población, con unos 40.000 habitantes.

Desde Bolzano podemos llegar a Merano en tan solo 40 minutos en tren, viajando dirección norte paralelos al río Adigio. Una vez llegamos a la estación principal de Merano, basta con andar unos 5-10 minutos en dirección al sur por la Viale Europa y posteriormente el Corso della Libertà para llegar al centro del casco histórico. Sin duda la principal actividad de Merano se concentra, a diferencia de Bolzano, alrededor del río, que cruza la ciudad por su centro. Si hace buen tiempo, la gente se tumba en las orillas del mismo a disfrutar del sol y la brisa, o simplemente pasea paralelamente a la corriente. De hecho, a ambos lados del cauce del Río Passirio se sitúan dos paseos, denominados Paseo de Verano y Paseo de Invierno, que os recomendamos recorrer para visitar el centro de la ciudad.

 Orillas del Río Passirio en Merano

De todos los edificios junto al río destaca, sin lugar a dudas, el Kurhaus, un edificio de finales del siglo XIX de estilo vienés con una parte central en forma de rotonda y dos alas laterales. Su fachada principal da al río. Fue muy popular a principios del siglo XX, cuando Merano se convirtió en una ciudad balneario a la que acudía la aristocracia y, entre otras figuras, la célebre emperatriz Sissí. Hoy en día se utiliza como sala de exposiciones.

 Kurhaus en Merano

Justo frente de la Kurhaus, al otro lado del río, se sitúan las Termas de Merano (Therme Meran), un hotel balneario moderno que sin duda es un reclamo turístico para muchos visitantes de la ciudad.

Otra construcción a destacar de Merano es el Castillo Trauttmansdorf y sus jardines (Trauttmansdorff-Die Gärten/I Giardini). Esta edificación del siglo XIV se sitúa en las afueras del centro y era residencia de vacaciones de la ya mencionada Emperatriz Sissí. Hoy en día destacan sobre todo sus jardines botánicos, que están abiertos todos los días en los meses de verano y otoño (del 1 de abril al 15 de noviembre). Los precios los podréis encontrar en su página web. Para llegar hasta el castillo, basta con coger un autobús desde el centro de Merano (el número 4 o el 1B) y hacer un trayecto de unos 20-30 minutos.

Para los amantes del ski y del senderismo, echad un ojo a Merano 2000, con unas vistas de los Dolomitas increíbles.

Chiusa/Klausen

Se trata de un pequeño pueblo de 5.200 habitantes situado a tan solo 20 minutos de Bolzano/Bozen en tren. Partiendo de la estación de trenes de Chiusa al llegar, iremos andando en dirección sur, paralelos al río. Enseguida veremos la iglesia principal de Chiusa/Klausen: la parroquia de San Andreas (Pfarrei zum hl. Apostel Andreas/Parrocchia S. Andrea Apostolo), que destaca entre los demás edificios del pueblo. Desde ella podemos coger la calle principal que discurre también paralela al río hasta llegar a la plaza principal Thinneplatz, donde encontraremos tres o cuatro restaurantes con animadas terrazas, siempre y cuando salga un poco el sol. 

Además de callejear un poco por el pueblo, la otra actividad atractiva para hacer es subir hasta el Monasterio (Monastero di Sabiona/Kloster Säben), el cual se divisa en lo alto de la montaña nada más bajar del tren. Más que por el monasterio en sí, merece la pena por las vistas del pueblo y de la región desde las alturas.

Vista de Chiusa y la Parroquia de San Andreas desde el camino que sube al monasterio

Bressanone/Brixen

La siguiente parada en dirección norte es Bressanone/Brixen, un pueblo de 21.700 habitantes y, para nosotros, el más bonito de los tres. Hay que caminar unos diez minutos desde la estación hasta llegar al inicio del casco antiguo. Lo primero que nos encontraremos será el llamado Hofburg, un palacio que cuenta con un museo diocesano. La entrada al palacio está incluida en la Museumobil Card. Enseguida llegamos a la plaza principal (Hofburgplatz), siempre muy animada gracias a las varias terrazas que hay en ella. La Catedral barroca (Duomo di Bressanone) preside la plaza. Merece mucho la pena entrar y visitarla por dentro –el precio es gratis–. Junto a la catedral, a mano derecha, hay un claustro (Chiostro di Bressanone/Kreuzgang Brixen) de estilo románico con varios frescos que ilustran escenas bíblicas. 

Saliendo de la Hofburgplatz, podemos acercarnos a ver la llamada Torre blanca (Torre Bianca/Weißer Turm) que data de 1459 y se alza hasta los 72 metros de altura. Antiguamente se la conocía como Torre negra debido al color de su techo, pero en 1591, al pintarse el techo de blanco, cambió de nombre. Hoy en día es todo un símbolo de la ciudad. 

Por último, os animamos a callejear por las calles perpendiculares a la plaza y disfrutar de un helado si el tiempo acompaña en alguna de las múltiples heladerías que hay.

Hofburgplatz: Catedral de Bressanone de fondo

Vipiteno/Sterzing

El último pueblo que visitamos es Vipiteno/Sterzing, de 6.800 habitantes. Es el pueblo más al norte del Tirol italiano y se nota claramente que, a medida que subimos y más nos acercamos a Austria y Alemania, más alemán y menos italiano se habla. La verdad es que este pueblo se ve rápido, pues el casco antiguo es literalmente una calle, muy bonita eso sí, pero al fin y al cabo una calle. La calle nace de la torre Zwölferturm, de 46 metros de altura y que en su momento conectaba la parte antigua del pueblo con la nueva. Al otro lado de la torre se encuentra la Piazza Città donde se halla una iglesia (Chiesa Santo Spirito/Spitalkirche zum Heiligen Geist) y algunos restaurantes en los que podremos probar la comida del Tirol del Sur.

 Centro de Vipiteno con la Zwölferturm al fondo