La bella Salzburg –Salzburgo en español–, situada al norte de
Austria, es la cuarta ciudad más grande del país después de Viena, Graz y Linz, y cuenta con 150.000 habitantes. Su centro histórico fue
declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997, ya que conserva una
gran cantidad de arquitectura barroca.
Probablemente lo primero que te venga a
la cabeza al leer Salzburgo es la figura de uno de los músicos más célebres de
la historia: Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791). Esto se debe a que Salzburgo es la ciudad que le vio
nacer y, por ello, en sus calles y tiendas encontramos continuamente referencias al
compositor, casi hasta tal punto que roza la sobreexplotación. Además, cabe destacar también que la conocida
película Sonrisas y lágrimas (The Sound of Music, 1965) fue
rodada en Salzburgo y sus alrededores, hecho que contribuyó al aumento del
turismo.
La ciudad también posee un gran patrimonio cultural, y eso que no ha tenido mucha suerte a lo largo de su historia. La ciudad perteneció a la Francia de Napoleón entre 1809 y 1810 y, posteriormente, pasó a manos del Reino de Baviera bajo el mando del rey Maximiliano I de Baviera, y ambos aprovecharon para llevarse piezas valiosas antes de dejar la ciudad.
¿Cómo ir a Salzburgo?
La ciudad se puede visitar perfectamente
en un día, y es una excursión recomendable si te encuentras en Viena o Múnich,
por ejemplo. Desde Múnich, podemos llegar en tren en una hora y media o dos horas con el Bayern Ticket (únicamente con trenes M o BRB, no con RJ) que, aunque solo sea para Baviera, alcanza ciudades limítrofes como Salzburgo. Si viajáis desde otra ciudad austríaca, el billete más económico es el Einfach-Raus-Ticket, válido para todo un día en trenes regionales y locales de la ÖBB (Österreichische Bundesbahnen).
Es preciso mencionar que muchas de las visitas nos costarán dinero, por lo que dependiendo de en cuántos sitios queráis entrar, quizás os sale a cuenta sacar la Salzburg Card, disponible para 24, 48 ó 72 horas. Permite transporte público gratuito por la ciudad y entrada gratuita a varias atracciones turísticas que iremos contando a lo largo del artículo.
No
obstante, es necesario deciros que la mayor parte del año llueve en
Salzburgo, así que os aconsejamos ser precavidos e ir con un buen
paraguas.
Circular en Austria
Para circular por las carreteras austriacas es necesario llevar una pegatina, también conocida como viñeta (Vignette en alemán). Estas se compran por internet o físicamente en las gasolineras, tanto en las primeras nada más cruzar la frontera como en algunas que nos encontremos según nos aproximemos a los límites del país. La viñeta ha de estar adherida al parabrisas, como cualquier pegatina de la ITV. No obstante, estas son solo obligatorias para conducir por autopistas y autovías –no por carreteras secundarias– y para vehículos de hasta 3,5 toneladas. Existen tres modalidades: para 10 días seguidos, para 2 meses y para 1 año; todo la información al respecto la podréis ver más detalladamente aquí, además de los precios correspondientes. Vehículos de peso superior a 3,5 toneladas, incluidas caravanas, han de comprar un dispositivo electrónico, cuya información la tenéis también en el anterior enlace.Además de personalmente en gasolineras, también se pueden comprar online en la página web oficial, introduciendo la matrícula del coche y el número de días. Es lo más cómodo para evitar colas o paradas en gasolineras. Una vez has comprado la Digitale Vignette, el segundo paso es, si se quiere, activar el Digitale Streckenmaut FLEX, que es para pasar por la zona de peaje automático, para lo que primero necesitas decir por qué tramo de autopista se va a pasar.
En caso de que alquiléis un coche en la propia Austria, normalmente estos ya tienen incluida la viñeta, aunque siempre es mejor consultarlo con la agencia para asegurarse.
Para aparcar en Salzburgo ciudad, la mejor opción es el Park Garage Linzer Gasse, abre 24 horas. Aquí podéis ver las tarifas.
Para aparcar en Salzburgo ciudad, la mejor opción es el Park Garage Linzer Gasse, abre 24 horas. Aquí podéis ver las tarifas.
¿Qué ver en Salzburgo?
La estación central de trenes de Salzburgo se encuentra al norte de la ciudad, a tan solo 20 minutos a pie del centro. Para que quede todo más claro, dividiremos la ciudad en la parte al este del río Salzach y la parte al oeste del mismo, donde se encuentran casi todos los atractivos de la ciudad.
A lo largo de la visita fijaos bien en el suelo pues os encontrareis con baldosas doradas en memoria de víctimas de la Alemania nazi, están por toda Alemania así que seguro que las habréis visto. Se llaman piedras del tropiezo (Stolpersteine en alemán), ya que están hechas con esa forma y resalto para que la gente se tropiece y se pare a leer lo que la placa lleva escrito.
AL ESTE DEL RÍO
Si nos dirigimos hacia el sur desde la
estación, enseguida nos toparemos
con el Palacio y los Jardines Mirabell (Schloss Mirabell). El edificio original data de 1606, cuando el arzobispo Wolf Dietrichm mandó construir este palacio para su enamorada Salomé Alt. Más tarde, en 1727, el arquitecto Lukas von Hildebrandt renovó todo el complejo en un estilo barroco, dándole el aspecto que tiene actualmente. Los jardines datan de 1687. En el pasado, los jóvenes se arreglaban y venían a estos jardines para buscar pareja y pasar una tarde sentados en uno de los bancos con vistas al castillo de fondo. Si os fijáis, las flores de algunas partes del jardín están alineadas en forma de corazones. Por su origen y estas historias, algunos lo llaman el palacio del amor.
Siguiendo con esta historia de amor, el palacio alberga hoy en día el
ayuntamiento y las oficinas del alcalde de Salzburgo, por lo que no será extraño ver parejas recién casadas saliendo de aquí, sobre todo los viernes y sábados. En su interior destaca
la famosa “Sala de Mármol” (Marmorsaal), una de las estancias nupciales más bellas del mundo, en la
que Mozart y su familia celebraron varios conciertos. También en la actualidad se hacen conciertos en ella. Lo malo es que, al ser un edificio municipal, no está abierto al público salvo en ocasiones especiales.
Al recinto se llega desde la calle Mirabellplatz, atravesando una sala de entrada que llama la atención porque tiene un enorme mapa de la ciudad en el suelo.
Jardines Mirabell con la fortaleza de Hohensalzburg de fondo
Salimos de los jardines por el sur, donde se encuentra el Salzburger Landestheater, uno de los teatros más importantes de la ciudad. Desde 2011 se representa aquí el musical de Sonrisas y lágrimas, aunque en alemán, y ha sido un éxito desde su estreno. A pesar de que la película se filmó en 1965, durante muchos años no hubo ningún interés en ella por parte de Salzburgo, por un lado porque se trataba de una película estadounidense y no nacional y, por otro, porque toca muy de cerca el tema del nazismo, lo que implica ver motivos y vestimentas nazis en un escenario. Sin embargo, en 2011, se decidió cortar con esta tradición y se comenzó a representarse.
Ahora mismo nos encontramos en una pequeña plaza llamada Makartplatz. Ahi en frente veremos una casa con un letrero enorme que dice Geburtshaus des physikers Christian Doppler (Christian-Doppler-Geburtshaus). Y es que en esta casa nació Christian Doppler (1803-1853), físico austríaco nacido aquí en Salzburgo, famoso por descubrir el efecto Doppler.
En la misma plaza, a un lado, se
sitúa la vivienda de la familia Mozart,
que de 1773 a 1780 fue residencia del célebre músico. Se trata de un enorme
edificio de tres plantas, con fachadas amarillas y ventanas blancas. Dos
tercios de la casa fueron destruidos durante la Segunda Guerra Mundial, siendo
restaurada a finales del siglo XX. En su interior, encontramos amplias
estancias con decoración de la época y numerosos objetos que pertenecieron a la
familia Mozart. Los precios y horarios están en su página web.
Vivienda de la familia Mozart en Makartplatz
Al fondo de la plaza Makartplatz se erige
la iglesia de la Santísima Trinidad (Dreifaltigkeitskirche),
construida en 1702 por el arquitecto austríaco Johann Bernhard Fischer von Erlach. Este arquitecto se formó en la profesión en Roma durante 16 años, de ahí que en muchas de sus obras se aprecie un estilo italiano. Para esta iglesia en concreto, el arquitecto se basó en modelos de otras que vio y estudió en la capital italiana.
De aquí nos movemos a la Schwarzstraße, calle que nos deja una foto de postal con el río, el casco antiguo y el castillo de fondo. También en esta calle hay un par de cafés elegantes y agradables, un poco caros pero asequibles. Uno es el Café Bazar y otro es el Café Sacher, una filial del mismo que hay en Viena, donde también podréis probar la famosa Tarta Sacher (Sachertorte).
Un apunte sobre el río. El río Salzach ha causado muchas inundaciones a lo largo de su historia, por eso en el siglo XIX se añadieron una especie de muros a lo largo del mismo a modo de protección. Esto ayudó a proteger la ciudad aunque, claro, no son infalibles. En este siglo ha habido varias inundaciones más: 2002, 2013, 2019, 2021. La de 2002 fue la más severa de todas, y estuvo a muy pocos centímetros de haber inundado todo el casco antiguo.
Vistas del río Salzach y el casco antiguo de fondo
AL OESTE DEL RÍO
En cuanto cruzamos alguno de los puentes, entramos de lleno en el centro histórico de la ciudad. Una idea es cruzar por el Marko-Feingold-Steg, el puente que está lleno de candados y girar a mano derecha por la calle Griesgasse. Justo ahí hay un supermercado llamado BILLA AG en el que descubrimos que venden todo tipo de souvenirs (chocolates, Mozartkugeln, jarras de cerveza...) que encontraremos en las calles más turísticas mucho más baratos, así que os recomendamos comprar aquí los recuerdos que os queráis llevar. Otro de los recuerdos típicos que llevarse es la sal, una de las fuentes de ingresos más importantes a lo largo de la historia de la ciudad, al fin y al cabo el nombre de Salzburg proviene de las varias minas de sal que había a su alrededor. Veremos varias tiendas que la venden en las calles del centro.
Atravesamos alguno de los pasadizos o túneles y llegamos a la arteria más importante y conocida de Salzburgo, Getreidegasse, la principal calle del casco histórico. Es de carácter comercial, y su mayor atractivo turístico reside en los hermosos carteles y letreros de las tiendas y establecimientos que allí se encuentran, de estilo barroco. Como curiosidad, cuanto más grande es el cartel, más alta es el alquiler que tienen que pagar. Precisamente el alquiler es tan caro en esta calle, que muchos negocios no son sostenibles y tienen que cerrar frecuentemente, incluso un gigante como McDonalds ha sido una de las bajas más significativas. En cuanto a la estética, las altas y estrechas casas de esta histórica calle son de estilo tradicional, con toques medievales. Esta calle es todo un icono de Salzburgo.
Atravesamos alguno de los pasadizos o túneles y llegamos a la arteria más importante y conocida de Salzburgo, Getreidegasse, la principal calle del casco histórico. Es de carácter comercial, y su mayor atractivo turístico reside en los hermosos carteles y letreros de las tiendas y establecimientos que allí se encuentran, de estilo barroco. Como curiosidad, cuanto más grande es el cartel, más alta es el alquiler que tienen que pagar. Precisamente el alquiler es tan caro en esta calle, que muchos negocios no son sostenibles y tienen que cerrar frecuentemente, incluso un gigante como McDonalds ha sido una de las bajas más significativas. En cuanto a la estética, las altas y estrechas casas de esta histórica calle son de estilo tradicional, con toques medievales. Esta calle es todo un icono de Salzburgo.
Podéis recorrer la calle de un extremo a otro. Por un lado, el final lo marca la iglesia de San Blas (Bürgerspitalkirche St. Blasius), que se encuentra justo debajo de la montaña Mönchsberg.
Calle Getreidegasse durante época navideña
Siguiendo por la calle Getreidegaße, en el número 9,
se sitúa la casa en la que nació Mozart
(Mozarts Geburtshaus) en enero de 1756, y donde residió la familia hasta
1773. Hoy en día alberga un museo que sigue los pasos de su vida: primero habla de Salzburgo y de su padre Leopold Mozart, considerado uno de los padres del violín, y luego de su etapa en Viena, de su mujer y sus hijos. Wolfgang Amadeus Mozart tuvo 6 hermanos, aunque 5 murieron al nacer, por lo que se quedó solo con su hermana mayor, Nannerl. Él y su mujer, Constanze, tuvieron seis hijos, pero solo dos sobrevivieron a la infancia, aunque ambos dos murieron sin hijos, por lo que ahí se acabó la descendencia de la familia. No obstante, aún queda familia Mozart por parte del hermano del abuelo de Wolfgang, la cual vive ahora en Augsburgo, aunque esta no quiere tener nada que ver con la fama del compositor, y pidió al museo no aparecer en el árbol genealógico que se muestra.
En su interior encontraremos la habitación donde nació, instrumentos, partituras, fotos del compositor y otras
pertenencias de la familia Mozart, así como las estancias y mobiliario de la
época. El museo alberga 4 de sus violines originales, y los va exhibiendo de uno en uno. Destacan también la réplica de su pianoforte, el retrato más auténtico que se encontró nunca de Mozart (lo reconoceréis por ser el más pequeño de todos, apenas 2x3cm, de 1783), y el cuadro de su muerte.
La entrada es algo cara: en esta página web
tenéis sus precios más actualizados y el horario. Los precios que hay
entre paréntesis son los combinados para entrar a esta casa y a la casa
donde vivió, anteriormente mencionada. Con la Salzburg Card, la entrada es grauita.
Al salir del museo, cruzad por el callejón donde se encuentra la entrada, y llegaréis a la Plaza de la Universidad (Universitätsplatz), donde a menudo hay puestos de comida callejera como pretzels de distintos sabores, y donde destaca la iglesia de la Colegiata (Kollegienkirche), la cual
forma parte de la Universidad y fue construida a finales del siglo XVII
en lo que se considera hoy en día un perfecto ejemplo de arquitectura
barroca.
Ahora cruzamos por el pasaje que hay a mano izquierda, llamado Sigmund-Haffner-Gasse. En el interior de ese pasaje se halla la histórica pastelería Confiserie Fürst. Aquí, en 1890, el pastelero Paul Fürst fue el inventó las llamadas Mozartkugeln en honor al compositor, unas bolas de chocolate rellenas de mazapán, pistacho y chocolate, muy típicas de la ciudad y que habréis visto por todas las tiendas de la calle Getreidegasse seguramente. Tras Paul Fürst, fueron muchos los pasteleros que empezaron a vender dulces parecidos, por lo que, después de tener que recurrir a abogados, se decidió que las que vende la pastelería Fürst se llamarían las empresa Mirabell, otra de las típicas, llamó a las suyas las "verdaderas" (Echte Salzburger Mozartkugeln). Otro apunte sobre las bolas, las que están envueltas en papel de plata son las que están fabricadas a mano, mientras que las que están hechas con máquinas han de llevar otro envoltorio, por ejemplo dorado o rojo.
Este pasaje desemboca en Alter Markt, mismo lugar al que hubiéramos llegado de haber continuado por la calle Getreidegasse. Se trata de la antigua plaza del mercado, del siglo XIII. Allí podremos admirar la Fürsterzbischöfliche Apotheke, una farmacia con espectacular decoración rococó; el histórico Café Tomaselli, el más antiguo de Salzburgo fundado en 1700 y que era a menudo frecuentado por la familia Mozart; y, dos casas a su derecha, la casa más pequeña de Salzburgo, de tan solo 1,42 metros de ancho, actualmente ocupada por una tienda de relojes.
Algunos locales llaman a esta plaza la plaza del chocolate, ya que hay hasta tres tiendas que venden este producto. Una de ellas es Cafe Konditorei Fürst (otra filial de la empresa Fürst), otra es Holzermayr, y la otra es Paul Reber & Co. GmbH. En cualquiera de ellas podréis comprar las Mozartkugeln, eso sí, a un precio más elevado que si las compráis en el supermercado que mencionábamos anteriormente, aunque si queréis tener un detalle con alguien, merece la pena.
Plaza Alter Markt
La plaza de Alter Markt se abre a Residenzplatz, el corazón del casco antiguo de Salzburgo. Alberga la residencia del arzobispo (Residenz zu Salzburg) construida en 1600. Su interior, compuesto por opulentas habitaciones y salones repletos de frescos, se puede visitar, así como la sala donde actuó Mozart por primera vez en público a los 6 años. El precio de la entrada incluye otros atractivos como la galería de arte Residenzgalerie o el museo de la catedral Dommuseum, entre otros. Aquí tenéis los horarios y precios de la entrada conjunta para visitar lo que llaman DomQuartier (barrio de la catedral). Está incluida en la Salzburg Card.
A la izquierda de la plaza, en el edificio de la Neue Residenz, se encuentra el Museo de Salzburgo (Salzburg Museum) el cual va a albergar una filial del Museo Belvedere a partir del año 2026.
Plaza Residenzplatz con la catedral de Salzburgo de frente y la Residenz a la derecha
La catedral se encuentra en la plaza Domplatz, donde además se halla la Escultura de Santa María (Mariensäule). Curiosamente, si te sitúas justo delante de la escultura, puedes ver cómo los ángeles que hay en la fachada de la catedral colocan la corona a la virgen.
Catedral de Salzburgo en la plaza Domplatz
Al otro lado de la catedral se encuentra la plaza Kapitelplatz, en la que destaca el Abrevadero del Cabildo (Kapitelschwemme), una enorme bola dorada con un señor encima y un gran ajedrez a sus pies. Esta bola dorada es una de las 40 obras de arte que hay repartidas por lugares públicos de la ciudad. No se sabe quién es el señor que hay en lo alto, hay muchas suposiciones pero ninguna certeza. Otro punto de interés de la plaza es el restaurante St. Peter Stiftskulinarium, fundado en el año 803, lo que lo convierte en el restaurante más antiguo del mundo.
Kapitelplatz con la fortaleza de Hohensalzburg de fondo
Al salir de la abadía de San Pedro, concretamente en la calle Festungsgasse 17, veremos que hay un funicular (FestungsBahn). Este se usa para subir a la colina sur
de Salzburgo, en la cual se alza la fortaleza
de Hohensalzburg (Festung Hohensalzburg), construida en el siglo XI. Se trata de la fortaleza más
grande al norte de los Alpes que nunca ha sido conquistada —la más larga, sin embargo, es el castillo de Burghausen, situado en Alemania—. En el funicular se puede comprar la entrada conjunta (funicular más fortaleza), pero no se permite coger el funicular únicamente. En cambio, se puede subir andando en no más de 10-15 minutos. Los horarios y precios los encontramos en su página web, está incluida con la Salzburg Card.
La fortaleza ha sufrido numerosas
modificaciones hasta llegar a su aspecto actual, que data del siglo XV. Ha
servido de residencia de arzobispos y príncipes, de cárcel y de cuartel. Desde ella
podremos conseguir unas vistas espléndidas de la ciudad y el río, mientras que en su
interior, destaca un museo dedicado a elementos de tortura de la Edad Media. A
su vez, encontraremos otros museos y estancias con arquitectura y mobiliario de
la época.
Vistas desde la fortaleza de Hohensalzburg: desde la izquierda, iglesia de los Franciscanos, la catedral y la Kapitelplatz delante. El río Salzach al fondo.
Al bajar vamos a desviarnos a la izquierda para ver el bonito Cementerio de San Pedro (Friedhof St. Peter) y la abadía de San Pedro (Stiftskirche Sankt Peter), incluidas sus catacumbas (Katakomben Petersfriedhof). Las catacumbas no tienen gran cosa, aunque en lugar de hacia abajo, para llegar a estas hay que subir unas escaleras, lo que permite obtener unas buenas vistas del cementerio y de la abadía. La entrada a la abadía es gratuita y la de las catacumbas cuesta 2€, incluida con la Salzburg Card.
Continuamos para ver la iglesia de los Franciscanos (Franziskanerkirche),
de acceso gratuito. Esta oscura y austera iglesia es muy curiosa ya que
tanto desde fuera como desde dentro se aprecia la sucesión de estilos
que hay en ella debido a las varias reconstrucciones que ha vivido
durante su historia desde el siglo VIII. Principalmente la iglesia se
divide en dos partes: la nave de estilo románico y el coro de gótico
tardío.
Ya lo único que falta es ver el abrevadero Pferdeschwemme en la plaza Herbert-von-Karajan-Platz y, de esta manera, acabar en la calle Getreidegasse. Lo ideal para terminar de descubrir Salzburgo es pasear por sus
estrechas y serpenteantes calles, descubriendo sus joyas arquitectónicas
barrocas.
Vistas de Salzburgo, con la fortaleza en lo más alto
¿Dónde comer en Salzburgo?
Por el centro hay varios sitios para comer. Dos buenos restaurantes son el Zipfer Bierhaus y el Zum Eulenspiegel, de comida austríaca. Ya sabéis que algunos de los platos clásicos de Baviera y Austria son el Wiener Schnitzel y el Rostbraten y, de postre, el Kaiserschmarrn y el Apfelstrudel.
Una especialidad de Salzburgo que, no obstante, no es tan fácil de encontrar en los restaurantes, es el Salzburger Nockerl, normalmente servido de postre ya que se trata de un plato dulce, para algunos incluso demasiado. Tiene forma de tres colinas que tratan de representar las tres montañas de Salzburgo: Mönchsberg, Rainberg y Kapuzinerberg.
Por otro lado, no queremos dejar de mencionar el Augustinerbräu - Kloster Mülln. La cervecería más grande de Austria y sin duda una parada obligatoria. Se encuentra en la calle Lindhofstraße 7. Asentada sobre un antiguo monasterio de agustinos (Kloster es monasterio en alemán), es un sitio especial y peculiar, con un modus operandi distinto al de las clásicas cervecerías: tienen una estantería llena de tradicionales jarras de barro cocido, de donde hemos de coger una, enjuagarla en un grifo que hay al lado, y con ella pasar por caja para pedir la cerveza que queramos y, a continuación, llevarla a una zona donde nos la llenan directamente del barril. No os sentéis en las mesas porque no os van a atender. También disponen de un área lleno de puestos de comida austriaca y bávara de todo tipo, que recibe el nombre de Schmankerlstände, donde podréis comprar algo para comer en la mesa. Tal y como definen en su página web, este es un lugar de encuentro para todo el mundo, en el que se elabora la cerveza desde el año 1621, si bien la propia cervecería data del año 1912. Para quien lo desee, existen visitas guiadas. El horario de apertura es de lunes a viernes: 15.00 - 23.00; sábados, domingos y festivos: 14.30 - 23.00 y cierra en nochebuena, día de navidad, nochevieja y año nuevo.
Como curiosidad, os fijaréis que la gran mayoría de las mesas son Stammtisch, algo muy popular en esta región del sur de Alemania y Austria. Traducido al español, sería algo así como mesas de encuentro, en las cuales poder hacer tertulias y charlar. Su principal característica es que están reservadas para clientes frecuentes del local. Por eso veréis carteles que indican para quién están reservadas, qué días y a qué horas. Hay familias o grupos de amigos que llevan años e incluso décadas visitando el local semanalmente, de tal manera que se han ganado el derecho a tener un lugar garantizado para cuando quiera venir a charlar y beber.
Interior del Augustinerbräu - Kloster Mülln
Más alternativas
Mercadillos navideños (Salzburger Christkindlmarkt). La
ciudad de Salzburgo es una de las más encantadoras de la Europa
central, y es especialmente
recomendable ir en época navideña, ya que podremos admirar sus famosos
mercadillos, siendo los más conocidos los que tienen lugar en Domplatz y
Residenzplatz.
Para los que paséis varios días por la ciudad y tengáis tiempo de sobra, podéis pasear por Kapuzinerberg, una colina situada junto a la orilla norte. Por sus
laderas hay numerosos recorridos y rutas desde los que se puede disfrutar de
unas hermosas vistas del río Salzach y el sur de la ciudad. La entrada a la red
de caminos se sitúa junto al puente Staatsbrücke.
Otro mirador excepcional lo encontramos junto a la fortaleza, el llamado Richterhöhe, el cual veremos en varios carteles. Desde él se obtienen grandes vistas de la propia fortaleza y, al otro lado, de los Alpes.
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