Cluj-Napoca es la segunda ciudad más grande de Rumanía y la más destacada de la región de Transilvania. Situada en la zona central del país, dentro del condado de Cluj, cuenta con aproximadamente 310.000 habitantes. Hoy en día, es una de las ciudades más modernas y desarrolladas del país, con una intensa vida universitaria y cultural. De hecho, posee el mayor porcentaje de población estudiantil de toda Rumanía.
A lo largo de su historia, Cluj-Napoca ha recibido distintos nombres según la cultura dominante en cada época. Durante el periodo austrohúngaro fue conocida como Klausenburg en alemán y Kolozsvár en húngaro, denominaciones que aún se utilizan en sus respectivas comunidades. En rumano, la ciudad se llamó simplemente Cluj hasta 1974, cuando se añadió oficialmente “Napoca” para subrayar su origen dacio-romano, es decir, su vínculo con la antigua ciudad Napoca, fundada primero por los dacios y más tarde integrada en el Imperio romano. Así surgió la denominación actual: Cluj-Napoca.
Calle de Cluj-Napoca
¿Cómo llegar desde el aeropuerto de Cluj-Napoca al centro?
El aeropuerto internacional de Cluj-Napoca se encuentra a unos 9-10 km del centro de la ciudad. Para llegar hasta allí, podéis tomar un autobús de línea o un taxi. ¡Atención con los taxistas! Suelen aprovecharse de los turistas, por lo que es recomendable acordar el precio antes de subir. Para este trayecto, no deberían cobrar más de unos 20 RON.
Recordad que, aunque Rumanía forma parte de la Unión Europea, su moneda es el Leu (en plural, Lei), con código ISO RON.
Otra opción es llegar a Cluj-Napoca en tren. La estación principal se encuentra dentro del centro, a unos 30 minutos caminando desde el casco histórico de la ciudad.
¿Cómo moverse entre ciudades en Rumanía?
Tren: Antes que nada, debéis tener en cuenta que los trenes en Rumanía suelen ser relativamente lentos. Por ello, es importante consultar bien los horarios antes de comprar los billetes, para evitar perder todo un día viajando. Por ejemplo, la conexión Cluj-Napoca – Brașov (270 km) dura cerca de 8 horas en tren, mientras que Cluj-Napoca – Oradea (170 km) tarda aproximadamente 2 horas y media.
Si queréis organizar vuestro viaje con antelación, os recomendamos usar el tren, ya que a diferencia del autobús, los billetes se pueden comprar online previamente. La compañía nacional de trenes es CFR, y como consejo, es mejor optar por los trenes IC (Intercity) o IR (InterRegio); los RE (Regio) son más lentos y hacen muchas paradas.
Autobús: También se puede viajar en autobús, aunque la mayoría de las empresas rumanas no permiten comprar billetes con antelación, por lo que probablemente no podréis asegurarlos hasta llegar al punto de venta. Para consultar rutas y horarios, podéis usar esta web. Al no poder comprarse online, habrá que llamar por teléfono (con suerte encontraréis a alguien que hable inglés) o enviar un correo electrónico. En nuestra experiencia, quedamos con una empresa y el día del viaje nadie apareció.
Taxi: Otra opción, aunque más cara, es el taxi. Por ejemplo, nosotros viajamos de Cluj-Napoca a Brașov en un taxi tomado en el momento (después de que el autobús nos dejara tirados), por un precio de 500 Lei, previamente acordado con el conductor.
¿Qué ver en Cluj-Napoca?
Podemos comenzar nuestro recorrido por el corazón del casco histórico, la Plaza de la Unión (Piața Unirii). Este espacio está presidido por la iglesia de San Miguel (Biserica Sf. Mihail), construida entre los siglos XIV y XIX, que se eleva por encima de los demás edificios de la plaza.
Alrededor de la plaza se encuentran construcciones de diversos estilos arquitectónicos de los siglos XVIII y XIX, que hoy albergan numerosos restaurantes y tiendas. En la esquina suroeste destaca el Hotel Continental, un edificio de finales del siglo XIX que, durante la Segunda Guerra Mundial, sirvió como sede militar de Alemania en Transilvania. Cabe mencionar que, durante este conflicto, Rumanía se alió con las potencias del Eje, lideradas por Alemania, y se aplicaron duras medidas antisemitas en el país.
Iglesia de San Miguel en la Plaza de la Unión
Frente a la iglesia, en uno de los laterales de la plaza, se encuentra el Palacio Bánffy (Bánffy-Palais), un edificio barroco del siglo XVIII considerado el ejemplo más destacado de este estilo en la región de Transilvania. En la actualidad alberga el Museo Nacional de Arte de Cluj-Napoca.
Desde la parte baja de la Plaza de la Unión, junto a la estatua ecuestre central, continuamos por la calle Bulevardul Eroilor en dirección este. Este bulevar es una de las principales arterias de la ciudad y cuenta con una amplia zona peatonal moderna. Al avanzar, llegamos a una gran plaza alargada, y en uno de sus extremos (a mano derecha viniendo desde la Plaza de la Unión) se alza el Teatro Nacional y Ópera Rumana "Lucian Blaga" (Teatrul Național Lucian Blaga). Fue construido a principios del siglo XX por los renombrados arquitectos vieneses Fellner y Helmer, combinando estilos barroco y de Secesión.
Teatro Nacional Lucian Blaga
Al otro lado de la plaza, tras un pequeño parque con una fuente, se encuentra la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción de Cluj-Napoca (Catedrala Adormirii Maicii Domnului), una catedral metropolitana ortodoxa construida en las primeras décadas del siglo XX. Sin duda, es uno de los edificios religiosos más importantes de la ciudad. La iglesia está dedicada a la Asunción de la Virgen, conmemorando el 15 de agosto de 1916, fecha en la que el ejército rumano entró en Transilvania.
Catedral de Nuestra Señora de la Asunción de Cluj-Napoca
Volvemos a la Plaza de la Unión por el Bulevar Eroilor y continuamos por la misma calle hasta girar a la derecha en la calle Petro Maior. Al final de esta calle, a mano izquierda, se encuentra el Ayuntamiento de Cluj-Napoca (Primăria Cluj-Napoca), un edificio construido a finales del siglo XIX con una fachada barroca de estilo vienés, característica que comparte con muchas construcciones del país. Destaca, además, su sólida y sobria torre en esquina, rematada con un reloj en la parte superior.
Desde allí, seguimos por la calle Calea Moților, que pasa junto al Ayuntamiento en dirección oeste, hasta girar a la derecha por la calle Mihai Eminescu, cruzando un canal, y llegamos al Parque Central Simion Bărnuțiu (Parcul Central Simion Bărnuțiu), un espacio ideal para pasear. Este parque ha sido declarado Monumento Histórico y fue uno de los primeros parques de Europa del Este abierto al público en general. Hoy es el principal lugar de ocio de la ciudad y ocupa una superficie de 13 hectáreas. Un camino central lo atraviesa de este a oeste, conectando el Teatro Húngaro con el Cluj Arena, estadio donde juega el CFR Cluj.
Dentro del parque destaca el elegante antiguo Casino —actual Centrul de Cultură Urbană—, un ejemplo de arquitectura ecléctica de la década de 1890 situado junto a un lago artificial. En ese mismo lago se encuentra también el antiguo Pabellón de Patinaje, un edificio de estilo neoclásico que hoy funciona como el restaurante con terraza Chios Social Lounge. En verano, desde allí es posible alquilar barcas para pasear por el lago.
¿Dónde comer en Cluj-Napoca?
A la hora de buscar un lugar para comer, os recomendamos dos opciones de estilos distintos. La primera es la cervecería Ursus Brewery, donde podréis disfrutar de una buena cerveza acompañada de una variedad de platos, principalmente carnes rumanas, aunque también ofrecen opciones internacionales. Para quien no lo sepa, Ursus es una de las marcas de cerveza más famosas de Rumanía —posiblemente la más conocida— y tiene su sede precisamente en Cluj-Napoca. El local se encuentra en la calle Calea Mănăștur, otra de las principales arterias de la ciudad; basta con seguirla hacia el sur durante unos 20 minutos a pie.
La segunda recomendación es el Café Bulgakov, especializado en cocina húngara, ideal para quienes quieran probar sabores diferentes dentro de la ciudad.
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