Situada a tan solo 45 kilómetros de Ginebra y a 145 de Lyon, la localidad de Annecy (pronunciada /an.si/), con aproximadamente 125.000 habitantes, es una excursión ideal para un día desde cualquiera de estas ciudades —o desde otra cercana—.
Annecy es considerada una de las ciudades más bellas de Francia y es conocida como “la Venecia de los Alpes” (la Venise des Alpes). Aunque este tipo de apodos puede generar altas expectativas, lo mejor es disfrutarla sin presión, y seguro que no decepciona. Además, Annecy es la capital del departamento de Alta Saboya (Haute-Savoie), uno de los 101 que conforman el territorio francés.
¿Cómo llegar a Annecy?
La manera más cómoda es en coche, ya que el aparcamiento es relativamente sencillo y gratuito. Para quienes prefieran el transporte público, la opción más práctica es el autobús, ya sea con la compañía BlaBlaBus (antes conocida como Ouibus) o con FlixBus.
¿Qué ver en Annecy?
Comenzaremos nuestro recorrido desde la estación de Annecy (Gare d'Annecy). Lo primero será acercarnos a la oficina de turismo (Office de Tourisme du Lac d'Annecy), ubicada en Rue Jean Jaurès 1, muy cerca de la estación, donde podremos conseguir un mapa y algo de información general sobre la ciudad.
A continuación, nos dirigiremos directamente al Lago de Annecy (Lac d'Annecy), un impresionante lago rodeado de montañas, famoso por ser uno de los más limpios y puros de Europa. Con una superficie de 27,59 km², es ideal para dar un paseo en alguno de los cruceros que ofrecen las empresas locales o incluso para disfrutar con barcas hinchables propias y darse un baño en sus aguas.
Vistas del Lago de Annecy desde el Pont des Amours
A continuación, cruzaremos el Pont des Amours, un romántico puente sobre un canal que ofrece espléndidas vistas del lago. Según la leyenda, las parejas que se besen sobre el puente quedarán unidas para toda la vida. Justo después se encuentran Les Jardins de l’Europe, un encantador parque que separa el lago del casco antiguo de la ciudad.
Nos adentramos ahora en la zona más turística de Annecy. Allí encontraremos el Ayuntamiento (L'hôtel de ville o Mairie d'Annecy), un edificio de 1855 construido en estilo neoclásico, en la época en que la región pertenecía a la Casa de Saboya de Italia.
Ayuntamiento de Annecy a la izquierda
Frente al Ayuntamiento se encuentra la Iglesia de San Mauricio (Église Saint Maurice), de culto católico y erigida en honor a San Mauricio, patrón de Saboya. La entrada al interior es gratuita.
A continuación, nos dirigiremos a Le Palais de l’Île, rodeado por el río Thiou. Desde el puente que se encuentra enfrente se obtiene una de las postales más icónicas de Annecy. El edificio fue construido en 1132 y, a lo largo de los siglos, ha servido como sede administrativa, palacio de justicia y prisión hasta la Revolución Francesa en 1789. Tras la Segunda Guerra Mundial, fue restaurado y actualmente alberga un museo de historia local abierto al público. Aquí podéis consultar los precios de la visita.
Le Palais de l’Île y canales de Thiou
A continuación, os recomendamos pasear por el casco antiguo de Annecy, disfrutando tranquilamente de sus calles estrechas, puentes y canales, así como de la gastronomía local, que describiremos más adelante. Si podéis, no dejéis de pasar por la Place Sainte Claire y la Église Notre Dame de Liesse, y aprovechar para tomar la famosa foto con las flores de l’écluse fleurie en el canal del Thiou. Además, junto al canal se celebra un mercado de productos locales algunos días por la mañana, que merece la pena visitar.
L’écluse fleurie
Por último, queda subir al Castillo de Annecy (Château d’Annecy), que habremos visto desde lo alto mientras paseábamos por la ciudad. La entrada es de pago (aquí podéis consultar los precios) y permanece cerrado los martes. La visita dura menos de una hora. Este castillo formó parte de la Fortaleza de Annecy durante la Edad Media, gracias a su estratégica ubicación elevada sobre la ciudad. Desde sus torres se obtienen impresionantes vistas del casco antiguo y del lago.
De camino al castillo, es probable que paséis por la Puerta Perrière (Porte Perrière), una de las antiguas puertas de piedra que daban acceso al recinto fortificado de Annecy en la Edad Media.
¿Dónde comer en Annecy?
Es hora de disfrutar de la deliciosa gastronomía de la región. Entre los platos más típicos destacan:
- Las crêpes y galettes: dos tipos de finas tortitas que se pueden encontrar en muchos restaurantes de la ciudad.
- Queso Reblochon y salchichón (saucisson): suelen servirse como aperitivo con las bebidas, y también pueden comprarse en tiendas especializadas. Nos gustó tanto que, tras probarlos, fuimos a comprar un saucisson para llevarnos a casa. Había alrededor de 20 tipos distintos y nos costó 5 €.
- Tartiflette: un pastel de patata, cebolla, nata y abundante queso gratinado al horno, típico de la zona.
- Fondue suiza: otro plato clásico que no puede faltar en Annecy.
- Helados: el centro de la ciudad alberga muchas heladerías, algunas con largas colas. La Glacier des Alpes, por ejemplo, presume de ser la novena mejor de toda Francia.
En cuanto a restaurantes, en la oficina de información turística nos recomendaron la Brasserie Saint Maurice (9 Rue du Collège Chappuisien).
Más alternativas en Annecy
Annecy también es uno de los lugares más famosos para practicar parapente. Nosotros no tuvimos ni valor ni tiempo, pero para quienes busquen aventura, merece la pena informarse y aprovechar la oportunidad.




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