Singapur es una ciudad-Estado y país, situada en la isla de Palau Ujong, al sur de Malasia, y cuenta con unos 5,8 millones de habitantes. Además de la isla principal, Singapur está formada por más de 60 islas e islotes más pequeños.
Su principal motor económico siempre ha sido el puerto, actualmente el que registra más transbordos al año —cerca del 50% del tráfico mundial, más de 100.000 barcos— y el segundo en volumen de carga, por detrás del de Shanghái. Esto ha convertido a la ciudad en una de las potencias económicas del sudeste asiático y en una de las más caras del mundo, rivalizando cada año con Hong Kong en los ránquines.
Singapur es también uno de los cuatro tigres de Asia, junto con Hong Kong, Corea del Sur y Taiwán, gracias a su impresionante desarrollo económico. En menos de 50 años, pasó de ser un pequeño pueblo de pescadores y colonia portuaria a convertirse en un destacado centro financiero y comercial a nivel mundial. Además, desde la década de 1960 ha ampliado su territorio en aproximadamente un 25 % mediante la recuperación de tierra al mar (donde se encuentran el aeropuerto Changi, Marina Bay, etc.).
Breve historia de Singapur
Singapur es uno de los países más multiculturales del mundo y, para entender cómo es ahora mismo, es necesario mirar en su pasado. A continuación, os resumimos los principales acontecimientos de su historia.
Los primeros registros de la isla de Singapur se remontan a los siglos X-XIV, cuando hubo diversas incursiones de pueblos chinos, malayos, indios, mongoles e indonesios, además de piratas. Algunos lograron establecerse temporalmente, mientras que otros solo realizaron ataques marítimos sin poder conquistar la isla.
En el siglo XIV, se sabe que la isla se llamaba Temasek y pertenecía al imperio sumatrense de Srīvijaya (650-1377), un importante imperio del sudeste asiático cuyo centro estaba en la isla de Sumatra (actual Indonesia). “Tasek” significaba “mar” en javanés, uno de los idiomas hablados en la región de Indonesia en esa época, por lo que Temasek podría interpretarse como “ciudad que está en el mar”. Temasek era la capital del Reino de Singapura (1299-1398). Su nombre proviene del príncipe Sang Nila Utama, quien llegó en 1299, vio lo que según la leyenda era un león y rebautizó la ciudad como Singapura, que significa “Ciudad del León” (Simha = león, Pura = ciudad). Es probable que en realidad hubiera visto un tigre, pero la historia se ha transmitido así para simbolizar la fundación del reino.
Entre 1389 y 1398, el sultán Parameswara fue nombrado rey de Singapura, hasta que fue expulsado por los Majapahit, otro imperio indonesio con base en la isla de Java. Parameswara se refugió en el estado de Malaca (actual Malasia), poniendo fin al Reino de Singapura y fundando el Sultanato de Malaca en 1402. El gran puerto comercial de Singapura fue entonces reemplazado por el de Malaca. En 1511, los portugueses conquistaron Malaca, lo que provocó la desintegración del sultanato, cuyos habitantes huyeron hacia el estado de Johor, en el sur de la península, formando el nuevo Sultanato de Johor en 1528, que incluía Singapur. Tras un devastador ataque portugués en 1613, la ciudad y su sultanato entraron en un período de decadencia que se prolongó durante los dos siglos siguientes.
A partir del siglo XVI, los europeos —principalmente portugueses, británicos y, sobre todo, holandeses— consolidaron su influencia en el archipiélago malayo. En enero de 1819, Sir Stamford Raffles, de la Compañía Inglesa de las Indias Orientales (East India Company, EIC), llegó a Singapur con el objetivo de establecer comercio y, de paso, desafiar la hegemonía holandesa en la región, de gran importancia estratégica por ser el paso entre China y la India, clave para el comercio británico y futura colonia bajo el nombre de India británica (1858-1947). En ese momento, la ciudad estaba habitada por un pequeño pueblo malayo y chino, además de otras minorías. Mediante pagos y favores políticos, Raffles obtuvo permiso de los funcionarios malayos locales para crear un puesto comercial. El 6 de febrero de 1819 se firmó el Tratado de Singapur, cambiando el nombre de Singapura a Singapur y dando origen al Singapur moderno.
Tras la llegada de Raffles, la población de la ciudad creció exponencialmente, pasando de 1.000 habitantes en 1819 a 100.000 en 1871, principalmente gracias a migrantes de China, India y la Península de Malaca (que comprende Malasia, parte de Tailandia y parte de Birmania), siendo los chinos el grupo étnico predominante. Raffles abrió el puerto al libre comercio, atrayendo rápidamente a mercaderes bugis (grupo étnico de la isla indonesia de Célebes), chinos peranakan (descendientes de chinos asentados en el sudeste asiático) y árabes, quienes buscaban evitar las altas tasas comerciales holandesas de otros puertos. En poco tiempo, Singapur superó en ingresos al puerto de Penang, en la actual Malasia. Los británicos extendieron los acuerdos con los funcionarios malayos hasta ofrecerles un sueldo vitalicio a cambio del control total de la isla. Así, en 1824 Singapur pasó definitivamente a manos de la Compañía Británica de las Indias Orientales. Los holandeses, que reclamaban derechos coloniales sobre la región, protestaron ante Reino Unido, pero el valor estratégico de Singapur para el Imperio Británico condujo a la firma del Tratado anglo-neerlandés de 1824, que dividió el archipiélago: la zona norte para Holanda y la sur, incluida Singapur, para Reino Unido. Singapur, junto con Penang y Malaca, formó las Colonias del Estrecho (Straits Settlements), administradas por la Compañía Británica de las Indias Orientales y parte de la Malasia británica (British Malaya), junto con otros territorios malasios. En 1869 se inauguró el Canal de Suez, acortando el viaje entre Europa y Asia, lo que incrementó notablemente los ingresos de Singapur, estratégicamente ubicado en la ruta.
En 1941, durante la Segunda Guerra Mundial, Japón invadió la Malasia británica y ocupó Singapur hasta 1945, ejerciendo un control extremadamente cruel, especialmente sobre los chinos peranakan. Durante la ocupación, la ciudad fue rebautizada como Syonan-to (Isla del Sur Brillante). Tras la rendición de Japón en 1945, los británicos retomaron el control de Singapur, que se encontraba en profunda pobreza tras la guerra, generándose un fuerte sentimiento anticolonialista. Políticamente, la Malasia británica pasó a llamarse Unión Malaya (1946-1948) y luego Federación Malaya (1948-1963), otorgando gradualmente más poder a los malayos. En 1957, la Federación Malaya obtuvo la independencia total del Reino Unido. En 1963, la Federación Malaya, junto con Singapur y los territorios de Sabah y Sarawak en Borneo, formaron Malasia. La excepción fue Singapur, que se independizó de Malasia en 1965 debido al descontento de la población no malaya (chinos, indios, árabes) ante los privilegios que el gobierno malasio otorgaba a los malayos. La falta de solución pacífica llevó al gobierno malasio a expulsar a Singapur, dando lugar a la fundación de la República de Singapur.
¿Y cómo es la actual Singapur? La Singapur actual es un crisol de etnias, siendo las principales la china (aproximadamente tres cuartas partes de la población), la malaya, la india y la árabe, en ese orden. Por ello, existen cuatro idiomas oficiales: inglés, tamil (originario de India), malayo y chino mandarín, siendo el inglés el más utilizado en educación, administración e industria. El país aplica un sistema llamado “política de lengua materna”, por el cual los singapurenses aprenden en la escuela inglés como primer idioma y un segundo idioma oficial según su etnia.
Aunque Singapur es oficialmente laico, las religiones predominantes son el budismo (31%), el cristianismo (19%), el islam (16%), el taoísmo (9%) y el hinduismo (5%), mientras que alrededor del 20% de la población no profesa ninguna religión.
En Singapur, todos los ciudadanos tienen derecho a vivienda pública: las parejas casadas pueden solicitar una desde los 30 años, mientras que los solteros deben esperar hasta los 35. Por ello, Singapur tiene una gran cantidad de edificios de vivienda pública, generalmente torres altas.
¿Cómo ir del Aeropuerto de Singapur al centro?
La forma más práctica es en metro, llamado MRT (Mass Rapid Transit o Tránsito Rápido Masivo). Actualmente, el metro es operado por dos compañías: SMRT Corporation Ltd (SMRT) y SBS Transit (SBST), pero a efectos prácticos no importa cuál uses, ya que los billetes son válidos para ambas.
El MRT cuenta con seis líneas principales: North South Line (NSL, roja), East West Line (EWL, verde), North East Line (NEL, morada), Circle Line (CCL, naranja), Downtown Line (DTL, azul) y Thomson Line (TEL, marrón). Además, existen tres líneas LRT, que son extensiones de la MRT para distancias cortas con menor tráfico de pasajeros: Sengkang LRT (SK), Bukit Panjang LRT (BP) y Punggol LRT (PG). Cada estación tiene un código que indica la línea y el número de parada. Si una estación pertenece a dos líneas, recibe ambos códigos: por ejemplo, Serangoon es NE12 (línea North East, parada 12) y CC13 (línea Circular, parada 13). Aquí podéis ver el mapa de metro de Singapur.
Dicho esto, para ir del Aeropuerto de Changi al centro, hay que tomar el MRT en la estación Changi Airport (CG2), hacer una parada y cambiar en Expo (CG1/DT35) a la línea Downtown (DT). Dependiendo de tu destino final, te bajarás en la estación correspondiente, y en algunos casos puede que necesites hacer otro transbordo a otra línea. Todo esto se puede planificar fácilmente usando la aplicación de Maps.
Pases de transporte turísticos
Ya hemos visto cómo funciona el metro en Singapur, ahora vamos a ver qué billetes de transporte hay:
a) La tarjeta Singapur Tourist Pass (STP), que requiere un depósito de alquiler de 10 SGD, reembolsable siempre que la tarjeta se devuelva en los 5 días posteriores a su expedición. El STP es por día, no por 24 horas, y lo hay de 1, de 2 y de 3 días.
b) La tarjeta SG Tourist Pass, no requiere depósito de alquiler y solo hay para 3 días.
c) La tarjeta SG Tourist Pass Plus, válida para 3 días, como la anterior, pero incluye más descuentos en atracciones turísticas.
Los precios de cada uno los podéis ver en su página web. Todos ellos incluyen pequeños descuentos en museos o actividades. El Sentosa Express no está incluido en ninguno de ellos.
d) Tarjeta EZ-Link. Además de las tarjetas turísticas, también puedes hacerte con una EZ-Link que es una tarjeta prepago que puedes ir recargando y usar cuando subes a un autobús o pasas por una barrera del MRT. Asegúrate de pasarla al subir y al bajar del autobús/metro, o te cobrarán la tarifa máxima. Lo malo es que cobran un depósito no reembolsable de 5 SGD. Las venden en los 7-Eleven y en el aeropuerto.
e) La última opción y más cómoda es simplemente pagar pasando (tap) tu tarjeta de crédito/débito contactless/ Apple Pay/ Google Pay al subir al metro/bus. Esta fue la que usamos nosotros, luego a final del día te suman todos los gastos que hiciste y te llega un único cargo total a la tarjeta.
Un viaje normal de ida en el MRT depende de la distancia y puede ir de 0,99 a 2,30 SGD. El normal es de 1,50 SGD.
Logística en Singapur
📃 No hace falta visado si eres europeo, siempre que vayas menos de 90 días. Eso sí, el pasaporte tiene que tener una validez de, al menos, 6 meses. Nada más aterrizar, antes de salir del aeropuerto, os pedirán rellenar la llamada SGAC (Singapur Arrival Card), se accede a ella mediante un QR y hay que cumplimentar el formulario online, no tiene complicación.
💵La moneda oficial es el dólar de Singapur (SGD), cuyo valor suele estar un poco por debajo del euro. Un banco recomendable para sacar efectivo sin comisión es UOB. Una curiosidad es que los billetes de Singapur muestran temas que reflejan los valores y pilares de la sociedad. Por ejemplo, el billete de 2 SGD representa la educación y el desarrollo de la juventud, el de 10 SGD está dedicado al deporte, y el de 50 SGD a las artes y la cultura. Otros billetes incluyen símbolos relacionados con la industria, la economía y el gobierno, en conjunto mostrando la diversidad y el progreso del país.
🇸🇬 La bandera de Singapur tiene una media luna blanca, que simboliza un país joven en crecimiento, y cinco estrellas blancas que representan democracia, paz, progreso, justicia e igualdad. El rojo simboliza la fraternidad y la igualdad, y el blanco la pureza y la virtud.
📱Para aquellos que quieran tener datos móviles durante su estancia en Singapur, tienen varias opciones. Hay tres proveedores principales: Singtel, StarHub y M1. Puedes comprar tarjetas SIM locales en el aeropuerto, en las tiendas de los operadores o en las tiendas de conveniencia (convenience stores) tipo 7-eleven o Cheers que hay por toda la ciudad. También puedes comprar una eSIM por internet antes de subir al avión y así tener datos nada más llegar.
Aquí tenéis un ejemplo de tarifa, para que os hagáis una idea de los precios. Si os fijáis, también valen para otros países como Malasia, Indonesia y Tailandia (pero no Vietnam/Camboya). Si no quieres internet y solo un mapa, lo mejor es descargaros los mapas offline o la aplicación Maps.me, todo gratuito.
🔌 Las tomas de corriente son tipo G, como en Reino Unido. Como en España usamos tipo C, hace falta adaptador.
💉 Como país del sudeste asiático, siempre es bueno estar al día con las vacunas. Además de las típicas (hepatitis A y B, triple vírica, tétanos, etc.), se recomienda llevar la de la encefalitis japonesa, sobre todo si se visitan zonas rurales.
🦟Para prevenir las picaduras de mosquitos, es mejor llevar repelente si vamos a zonas boscosas, aunque Singapur fumiga muy a menudo, no suele ser un problema.
🚗 En Singapur se conduce por la izquierda, al igual que en el Reino Unido, debido a su pasado como colonia británica, es decir, opuesto a la circulación en la mayoría de países europeos.
🌞 La combinación de calor y humedad en Singapur es intensa. Recomendamos llevar un paraguas para protegerse del sol, ya que la crema solar se elimina rápidamente por el sudor, y en la calle se suda prácticamente todo el tiempo. 🌂A veces llueve, pero casi nunca de manera continua y, desde luego, no tanto como suelen indicar los pronósticos en internet.
🚯Singapur es conocido como el país de las multas y las prohibiciones. Es extremadamente limpio y tiene una tasa de criminalidad muy baja, gracias a sus estrictas leyes y controles. Como turista no hay por qué preocuparse, pero conviene conocer algunas normas importantes que pueden diferir de las de vuestros países de origen. Por ejemplo: los chicles están prohibidos, incluso su ingreso al país; tirar basura o escupir en la calle conlleva multa e, incluso, trabajo comunitario; comer o beber en el metro o en las estaciones está prohibido; tocar instrumentos en público; dar de comer a las palomas; fumar fuera de las zonas designadas; el uso de cigarrillos electrónicos o vapes; orinar en espacios públicos o en ascensores, incluso no tirar de la cadena (si te pillan); y cualquier acto de vandalismo, como grafitis, puede acarrear desde multa hasta cárcel según la gravedad. Estas estrictas normas también se reflejan en el aeropuerto: el control de seguridad es más exhaustivo y, por ejemplo, nos confiscaron unas tijeritas de uñas porque están prohibidas. Por otro lado, la homosexualidad masculina también está prohibida por ley, aunque la ley no menciona a las mujeres. Además, la pena de muerte sigue vigente para delitos graves como asesinatos, secuestros, asaltos y tráfico de drogas.
¿Qué ver en Singapur?
Lo suyo es dedicarle mínimo 3 días, aunque, si no queréis ver todo y solo queréis haceros una idea de cómo es la ciudad sin entrar a los sitios, bastarían 2 días. Nosotros estuvimos 3 y estamos contentos con la decisión, todo lo que hicimos nos gustó muchísimo e incluso nos faltó tiempo.
Durante la época colonial británica, Singapur estuvo organizada con separación por etnias, según el Plan de Zonificación de Raffles de 1822, que asignaba áreas para malayos, chinos, árabes, indios y europeos. Hoy, el gobierno fomenta la integración mediante la política de vivienda pública (Ethnic Integration Policy), que evita ghettos limitando la concentración de una misma etnia en cada bloque. Aun así, barrios como Chinatown, Little India o Kampong Glam conservan su identidad histórica y siguen atrayendo turistas.
Changi
Empezaremos por el Singapore Changi Airport. Sí, el aeropuerto es una atracción turística en sí. ¿La razón? Alberga la cascada interior más grande del mundo, llamada Vórtice de lluvia HSBC (Jewel Rain Vortex o HSBC Rain Vortex). Se encuentra saliendo del control de pasaportes (control de inmigración) y ya veréis carteles que indican cómo llegar exactamente. Se inauguró en 2019, alcanza una altura de 40 metros y se encuentra rodeado de un precioso bosque circular llamado Shiseido Forest Valley. La cascada está activa de 10:00 a 22:00 de lunes a jueves, y de 11:00 a 22:00 de viernes a domingo, aunque el bosque está siempre abierto y merece la pena verlo aunque la cascada no esté activa. Por si fuera poco, por las noches, de lunes a jueves a las 20:00 y 21:00 horas, de viernes a domingo y festivos a las 20:00, 21:00 y 22:00 horas, tiene lugar un espectáculo de luces y música. Además de esto, al aeropuerto tiene otros tantos atractivos que visitar si tienes tiempo de espera, como The Wonderfall, un concepto de experiencia digital basado en una cascada sobre la puerta de embarque de Salidas (Departures) de la Terminal 2.
Jewel Rain Vortex en el Aeropuerto de Singapur
Dejamos el aeropuerto y nos dirigimos al centro de la ciudad. Tras pasar por el hotel a dejar las cosas, fuimos a ver los distintos barrios/distritos de Singapur.
Kampong Glam (barrio árabe)
Kampong Glam, el barrio árabe, fue uno de los primeros vecindarios oficialmente establecidos tras la fundación colonial de Singapur en 1819, habitado principalmente por la aristocracia malaya y por inmigrantes procedentes de la isla de Java. Aunque originalmente era un barrio musulmán, hoy Kampong Glam es mucho más diverso y desarrollado, lleno de restaurantes, tiendas y boutiques. Su calle principal, Arab Street, fue conocida informalmente como “Pookadei Sadakku” (“calle de las flores” en tamil) porque mujeres javanesas vendían flores a lo largo de sus verandas. Sin embargo, Arab Street suele tener bastante tráfico, por lo que no es la más agradable para pasear. Es mejor recorrer las calles peatonales, como Haji Lane o Bali Lane, estrechas y llenas de terrazas, tiendas, murales y grafitis. Aunque actualmente están concurridas y repletas de bares y turistas, siguen siendo ideales si buscas ambiente o un buen lugar para tomar algo al atardecer o por la noche.
Además de su ambiente, el barrio atrae a muchos turistas por la Mezquita del Sultán (Sultan Mosque), declarada “National Monument” en 1975 por parte del Gobierno de Singapur. La historia de la mezquita está estrechamente ligada a los orígenes del Singapur moderno. En 1819, cuando Sir Stamford Raffles llegó a la isla, esta aún pertenecía al Sultanato de Johor. El sultán entonces era Tengku Abdul Rahman, apoyado por holandeses y bugis, aunque era el hijo menor del sultán fallecido en 1812; el legítimo heredero debía haber sido su hermano mayor, Tengku Hussein Mohamed Shah, que no se enteró de la muerte de su padre ni de la sucesión porque no estaba en Singapur. Ante esta situación, los británicos llegaron a un acuerdo con Hussein: lo reconocieron como sultán a cambio de permitirles establecer un puesto comercial en Singapur, algo imposible con Abdul Rahman por su alianza con los holandeses. Como parte del pacto, los británicos le pagaron una elevada suma y financiaron en gran parte la construcción de una mezquita entre 1824 y 1826. Con el tiempo, aquella primera mezquita quedó pequeña y fue demolida para dar paso a la actual, construida entre 1924 y 1932 y que conserva el nombre de Mezquita del Sultán en honor a Hussein Shah.
La vista desde Bussorah Street, flanqueada por palmeras y con la mezquita al fondo, es simplemente maravillosa, tanto de día como de noche, cuando el edificio se ilumina bellamente. La mezquita resulta especialmente atractiva desde el exterior, con sus llamativas cúpulas doradas. Algo curioso sobre su arquitectura es que la base de sus cúpulas doradas está decorada con los extremos de botellas de vidrio. Esa franja proviene de botellas donadas por miembros de la comunidad musulmana con recursos limitados, de modo que todos pudieran contribuir. El interior es más sencillo, aunque destaca su amplia sala de oración. Como el acceso es gratuito, vale la pena entrar unos minutos para conocerla. El horario de visita es de sábado a jueves, de 10:00 a 12:00 y de 14:00 a 16:00. Es necesario descalzarse e ir adecuadamente cubierto, aunque en la entrada prestan ropa si fuera necesario.
Junto al barrio árabe se encuentra el Mercado de Bugis (Bugis Market, Singapore). Los bugis fueron uno de los primeros grupos étnicos en llegar a Singapur en 1819, coincidiendo con la apertura del puerto al libre comercio tras la llegada de los británicos. Procedentes de la isla de Célebes (actual Sulawesi, en Indonesia) y practicantes del Islam, se establecieron aproximadamente en la zona donde hoy se encuentra el barrio árabe, Kampong Glam. Por eso todavía quedan referencias a su presencia, como Bugis Street, el Bugis Market o el centro comercial Bugis Junction. Durante las décadas de 1940 a 1980, Bugis Street fue conocida como un área de prostitución y de ambiente transexual, así como una zona de ocio frecuentada por militares. Finalmente, el gobierno llevó a cabo una reurbanización completa para transformar todo el entorno. El Mercado de Bugis es enorme: cuenta con varias plantas y cientos de puestos, lo que lo convierte en un lugar ideal para comprar souvenirs o probar algo de comida local.
Little India (barrio indio)
Ahora nos dirigimos a Little India, un barrio vibrante que, aunque no está habitado exclusivamente por la comunidad india, sino por residentes de diferentes etnias, conserva su identidad cultural gracias a sus negocios, templos y restaurantes tradicionales. Esta herencia atrae a muchos indios, especialmente los fines de semana.
Los primeros indios llegaron a Little India en 1819 junto con los británicos, desempeñándose como comerciantes, soldados, obreros o sirvientes. A diferencia de otras zonas de la ciudad, el barrio se salvó de los bombardeos japoneses durante la Segunda Guerra Mundial. Comparado con el barrio árabe o chino, es menos turístico, pero también uno de los más auténticos: predominan negocios indios, desde tiendas de especias hasta mercados callejeros, y los templos se llenan en horarios de misa, mostrando un distrito muy vivo y original. Asimismo, en los restaurantes veréis que es habitual comer con la mano derecha, ya que en la tradición india la izquierda se reserva para la higiene personal tras ir al baño.
Los domingos, día libre para muchos indios en Singapur, Little India suele llenarse: por la mañana los templos reciben a quienes vienen a rezar, y por la tarde la zona se anima con personas que salen a comer o tomar algo. La calle principal del barrio es Serangoon Road, siempre decorada con algún motivo e iluminada por la noche. A lo largo de esta calle, así como en sus perpendiculares, encontraremos puntos de interés turísticos más destacados:
-La Casa Tan Teng Niah (Former House of Tan Teng Niah) es una vistosa casa de dos pisos construida en 1900 por el comerciante chino Tan Teng Niah. En aquel entonces, Little India era un barrio industrial, donde muchas familias chinas establecían sus negocios. Es un ejemplo más de mezcla e integración cultural típica de Singapur. Con el tiempo, el barrio cambió, pero esta casa logró sobrevivir, convirtiéndose en la última villa china conservada en Little India. En la década de 1980 fue restaurada y pintada con los colores actuales, ya que originalmente era blanca. Solo se puede visitar por fuera, por lo que apenas os llevará unos cinco minutos.
-Sri Veeramakaliamman Temple. Este templo hindú se construyó en el siglo XIX por los primeros inmigrantes indios que llegaron a Singapur a trabajar. Está dedicado a la diosa Kali, asociada con la destrucción pero también con la protección, para que cuidara de ellos en esta nueva ciudad; Kali es especialmente venerada en el sur de la India, de donde procedía la mayoría de estos primeros trabajadores. No es de los templos hindúes más espectaculares de Singapur, pero merece la pena visitarlo, ya que se encuentra en la misma Serangoon Road y no hay que desviarse. La entrada es gratuita y el horario es diario de 6:00 a 12:00 y de 17:00 a 21:00, aunque puede variar. Hay que descalzarse para entrar, y es costumbre tocar la campana de la puerta al entrar para anunciar tu visita a los dioses; algunos visitantes también la tocan al salir como gesto de despedida.
-Sri Srinivasa Perumal Temple. Este templo hindú data de 1855, aunque fue renovado en 1960 para adquirir el aspecto que tiene hoy. Su gopuram, la torre de entrada de cinco pisos, también pertenece a esta reforma y fue esculpido por artesanos del sur de India. En el interior se rinde culto a varios dioses hindúes, siendo Vishnu el principal. Es uno de los templos más queridos del barrio: cuando nosotros llegamos coincidió con un ritual o misa y las colas para entrar daban la vuelta a la manzana. Esto se refleja incluso en la gran cantidad de estantes para dejar los zapatos que hay en la calle.
-Sri Vadapathira Kaliamman Temple. Este templo es más tranquilo que el anterior y destaca por su arquitectura completamente distinta a la de otros templos hindúes de la ciudad. Fue construido originalmente en 1830 y reformado en 1984, momento en el que se añadieron las dos enormes estatuas de Garuda y Hanuman, deidades del hinduismo, en la entrada derecha del templo. A la izquierda se encuentra el área para dejar los zapatos y unos grifos para quien desee lavarse los pies antes de entrar.
Estos son los templos más destacados de Little India; aun así, si tenéis tiempo, podéis explorar alguna de las calles paralelas a Serangoon Road para descubrir dos templos budistas. La multiculturalidad de Singapur hace que sea común encontrar templos de distintas religiones en cualquier barrio, igual que templos hindúes en el barrio chino. El primero es el Sakya Muni Buda Gaya, fundado en 1927 por un monje tailandés, famoso por las esculturas de tigres en la entrada y, sobre todo, por su imponente estatua de Buda de casi 15 metros de altura. Justo enfrente se encuentra el templo Leong San See, que cuenta con un altar dedicado a Confucio. El acceso a ambos templos es gratuito.
Chinatown (barrio chino)
El siguiente barrio es Chinatown, establecido oficialmente como el barrio chino de Singapur tras la llegada de los británicos en 1819, dentro del plan de zonificación de Raffles. Es un barrio amplio e importante, teniendo en cuenta que aproximadamente el 75 % de la población del país es de etnia china. Lo curioso es que, en un área muy compacta, de menos de 300 metros, conviven templos budistas, templos hindúes y mezquitas, lo que refleja la multiculturalidad única de Singapur. Recomendamos empezar el recorrido por la calle South Bridge Road, ya que desde esta van saliendo varias perpendiculares que nos llevan a distintos puntos de interés. Una de las cosas que primero veremos de paso es la mezquita Masjid Jamae (Chulia) Mosque, aunque, realmente, no es un atractivo turístico pero sí queríamos mencionarla como ejemplo de la singularidad y multiculturalidad de este barrio. Enseguida llegamos al Sri Mariamman Temple, el templo hinduista más antiguo de Singapur, de 1827, pero reformado en sucesivas ocasiones (1843, 1862 y 1971). El gopuram, o torre de la entrada, consta de cinco pisos y muestra figuras de deidades hindúes. En su interior encontramos varios santuarios, cada uno dedicado a una deidad, algo habitual en los templos hindúes. El santuario principal está dedicado a Mariamman, diosa de la enfermedad, venerada por sus poderes curativos. Los muros que delimitan el recinto también están decorados con esculturas de vacas, animal sagrado en esta religión. Se puede acceder gratuitamente al templo, pero no os olvidéis de descalzaros.
Las calles que rodean al templo nos meten de lleno en el corazón del barrio chino, hoy en día un popurrí de tiendas de souvenirs y restaurantes. Las principales son Temple Street, Pagoda Street y Smith Street; nosotros recomendamos ir a la esquina entre Smith Street y Trengganu Street, que tiene una arquitectura muy bonita y muchos puestos de souvenirs, locales de masajes, frutas exóticas, etc. También hay varios hawker centers, es decir, mercados de puestos de comida, como el Chinatown Complex o el Maxwell Food Centre. Además, algo típico de Chinatown son las tiendas que venden ofrendas para los ancestros, desde objetos de papel que representan dinero hasta modernos gadgets o coches, que se queman en hornos especiales como parte de la tradición; junto a estas, las farmacias tradicionales chinas completan el carácter auténtico del barrio.
La siguiente parada es el templo del diente de Buda (Buddha Tooth Relic Temple), el más impresionante de todos los templos de Singapur, y una visita obligatoria. Aunque moderno (inaugurado en 2007), se ha convertido rápidamente en el templo budista más importante de la ciudad. Su arquitectura es de estilo tradicional chino de la dinastía Tang (618–907), con cuatro plantas más una azotea con pagoda, y su construcción costó unos 75 millones de dólares de Singapur. Al entrar, los visitantes suelen colocar un número impar de varillas de incienso (1, 3 o 5) en el incensario, siguiendo la tradición china que considera que los números pares traen mala suerte.
La cuarta planta alberga la estupa sagrada recubierta de oro donde se guarda la reliquia del diente de Buda. En la planta superior a la reliquia se encuentra una gran rueda de plegarias (prayer wheel), típica del budismo, que los visitantes giran en silencio en sentido horario mientras meditan o rezan. Lo más impresionante, sin embargo, son las salas interiores: el Hundred Dragon Hall, con su escultura principal de Buda y decenas de minifiguras de bodhisattvas en las paredes asociadas a los signos del zodíaco chino, y el Universal Wisdom Hall, decorado con farolillos en el techo y una figura del Bodhisattva Guanyin. El acceso es gratuito y el horario de apertura es todos los días de 7:00 a 17:00
Si tenéis tiempo y curiosidad, podéis pasaros por otros dos templos de menor importancia más que hay en otra zona de Chinatown. Uno es el Thian Hock Keng Temple, templo taoísta/budista —el templo chino más antiguo de Singapur, de 1842— que rinde culto a Mazu, diosa china del mar. El otro es el Yu Huang Gong - Temple of the Heavenly Jade Emperor, traducido al español, Templo del Emperador Celestial de Jade, y se encuentra justo al lado del anterior; es también taoísta y destaca por su pagoda de 3 pisos. Ambos templos son gratuitos, cierran a las 17:00 y tienen código de vestimenta, así que recomendamos no ir muy tarde e ir con pantalón largo y hombros tapados.
Orchard Road
Orchard Road es el distrito comercial de la ciudad, una calle de 2,2 kilómetros que atraviesa más de 40 centros comerciales y cientos de tiendas, restaurantes y bares. Su aspecto actual nada tiene que ver con sus orígenes: hasta el siglo XX era un área de huertos y plantaciones de frutas y verduras, de hecho, “orchard” significa huerto. Fue a partir de los años 60-70 cuando comenzó su transformación hacia el área comercial que conocemos hoy. A lo largo de la calle hay tres estaciones de MRT, de arriba a abajo: Orchard, Somerset y Dhoby Ghaut. El calor que pega en esta calle es intenso, por lo que recorrerla entera no es recomendable; nosotros sugerimos hacer algún tramo, por ejemplo, desde Orchard hasta Somerset, parando en tiendas que nos interesen y, sobre todo, disfrutar de un helado en alguno de los puestos ambulantes que hay por aquí. El helado en Singapur tiene una vuelta de tuerca respecto al tradicional que se consume en el resto del mundo: se sirve en pan de molde. Los hay de muchos sabores, pero nosotros recomendamos los de frutas, como mango o durian, famoso en Singapur y el sudeste asiático —y que sabe mucho mejor en formato helado que la fruta al natural—.
Cerca de la estación Somerset se encuentra Emerald Hill, una de las zonas más antiguas de Singapur, con casas que datan del siglo XIX. Este barrio conserva casas de la comunidad peranakan, aunque en menor cantidad que en Katong, y muestra una interesante arquitectura colonial con fachadas coloridas y detalles tradicionales. Pasear por sus calles estrechas y tranquilas supone un contraste interesante con la ajetreada Orchard Road.
En el extremo noroeste de este distrito se encuentra el Jardín Botánico de Singapur (Singapore Botanic Gardens), creado en 1859 y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2015. Ocupa unas 63 hectáreas y es un importante centro de investigación y conservación de plantas tropicales. A pesar del calor y la humedad, merece la pena dedicar un par de horas a pasear por sus senderos, descubrir algunas de las más de 3.000 especies de plantas tropicales, y observar a los animales que viven en libertad. Durante la ocupación japonesa sufrió algunos daños, pero no fue destruido, ya que valoraban su función como centro de cultivo y su belleza.
Nosotros recomendamos bajarse en la parada Botanic Gardens de la Circle Line (CC19) o de la Downtown Line (DT9) y recorrer el parque de arriba (Bukit Timah Gate) a abajo (Tanglin Gate). No dejéis de pasar por el lago del norte, donde se pueden ver tortugas y lagartos nadando o paseando por la orilla; el Symphony Lake, con su escenario rodeado de nenúfares, donde actúa ocasionalmente la Orquesta Sinfónica de Singapur; y el Jardín Nacional de Orquídeas (National Orchid Garden), parte del parque y cuidadosamente cuidado, que alberga más de 60.000 orquídeas de cientos de especies, siendo un ejemplo de la conservación y exhibición de plantas tropicales. Tras unos días en Singapur, notaréis que las orquídeas están presentes por muchos lugares, lo que se debe a que la Vanda Miss Joaquim (Papilionanthe Miss Joaquim) fue elegida Flor Nacional el 15 de abril de 1981, seleccionada entre 40 candidatas. Esta orquídea fue elegida porque es resistente y florece durante todo el año, simbolizando así el espíritu perseverante y resiliente de Singapur. Además, hay numerosos jardines más pequeños a lo largo del recorrido, que podéis explorar según os apetezca o continuar vuestro paseo por el parque.
El parque abre todos los días de 5:00 a 00:00, y la entrada es gratuita, salvo en el Jardín Nacional de Orquídeas, cuyos precios encontráis en su página web. Al salir por la puerta sur (Tanglin Gate), tenéis la parada de metro Napier (TE12) justo al lado.
Civic District
Ahora nos movemos a Civic District, lo que podríamos considerar como casco antiguo. No es comparable con un casco antiguo europeo, pero es lo más antiguo que encontraremos en Singapur, que data de cuando llegaron los británicos, a principios del siglo XIX.
Empezamos por el Raffles Hotel, un histórico y lujoso hotel con ese estilo tan característico colonial británico. Fue creado en 1887 por los hermanos Sarkies, una familia de emprendedores armenia. Entre las celebridades que se han alojado aquí destacan Michael Jackson o los actores Charlie Chaplin y Elizabeth Taylor. El bar del hotel, el Long Bar, también tiene el honor de haber creado el llamado Singapore Sling, hoy en día el cóctel más típico de Singapur. Lleva ginebra, licor de cereza, zumo de piña fresca, zumo de lima fresca, Cointreau (licor de piel de naranja), Bénédictine (licor de hierbas) y granadina. El precio para tomarse este cóctel en el bar del hotel de lujo donde se fundó es de 40 SGD; también tenéis la posibilidad de probarlo en los bares de la ciudad por la mitad de lo que cuesta aquí.
Vamos ahora a la Catedral de San Andrés (St Andrew's Cathedral), la primera gran iglesia anglicana, dedicada al patrón de Escocia. La primera se construyó en 1836 pero fue sustituida por una nueva de estilo gótico colonial en 1856, la que podemos ver actualmente, tan característica por su estilo blanco. Si vienes de Europa o Latinoamérica no vas a ver nada sorprendente pero sí es curioso ver el contraste de una iglesia con los rascacielos del centro de Singapur. También nos resultó curioso ver su interior, pues no es habitual ver una iglesia llena de ventiladores, algo entendible viendo el calor y la humedad que hay todo el año aquí. El acceso es gratuito y abre diariamente de 7:00 a 20:00.
A continuación, nos acercaremos a ver la Galería Nacional de Singapur (National Gallery Singapore), la cual muestra una gran colección de arte del sudeste asiático, así como una exposición sobre el desarrollo de Singapur. Aunque no vayáis a visitarla, puesto que si vais pocos días no merece la pena, sí es digna de ver por fuera ya que el edificio es una solución arquitectónica moderna para unir dos edificios clásicos: a un lado el Tribunal Supremo (Supreme Court) y, al otro, el Ayuntamiento (City Hall). En 2005 se decidió anexionarlos para formar la National Gallery y el proyecto ganador fue este gran velo metálico que vemos en medio de ambos. Hay una entrada conjunta para ver toda la galería, es decir, las dos alas, pero se puede ver el ala central gratis (entrando por donde está el velo) y pasear por algunas partes, como el hall, la planta -1 y la planta 4. Abre todos los días de 10:00 a 19:00 y en su página web encontramos los precios y horarios.
El resto de edificios que hay por Civic District, tipo el Parlamento (Parliament House), el Museo de Civilizaciones Asiáticas (Asian Civilisations Museum), el Teatro Victoria (Victoria Theatre), etc. son todos muy parecidos, estilo colonial británico y de color blanco o tonos muy claros. Podéis pasear por ellos si no hace mucho calor, de lo contrario, basta con ver los dos anteriores que hemos visto más en detalle, en nuestra opinión. No dejéis de ver la Estatua de Sir Stamford Raffles (Statue of Sir Stamford Raffles), ya sabéis, el primer británico que llegó a la isla en 1819, considerado el fundador del Singapur moderno y propulsor del puerto hasta convertirlo en uno de los más importantes del mundo; y luego cruzar por el Cavenagh Bridge, único puente colgante y el puente más antiguo de Singapur, construido en 1869.
En un extremo de este distrito, a orillas del río Singapur, encontramos una parte totalmente distinta, el muelle, conocido como Clarke Quay. Clarke Quay fue una zona comercial durante la época de colonización británica, actualmente es la mejor área para salir por la noche. Está llena de restaurantes y bares con música en directo, sobre todo los fines de semana. Es un buen plan de noche, dar una vuelta por aquí y tomar algo en alguno de sus bares.
Otra zona muy similar, prácticamente a continuación de esta, es Boat Quay, mismo concepto y mismo ambiente en la tarde noche. Toda esta área está llena también de rascacielos, algunos muy curiosos, como el del hotel Parkroyal On Pickering, merece la pena dar una vuelta por aquí, ya sea de día o de noche con todos los rascacielos iluminados.
Downtown Core
El Downtown Core es el corazón financiero de Singapur y una visita imprescindible en la ciudad. Además, es una de las zonas más bonitas, especialmente por la noche. Todo gira en torno a Marina Bay, una gran bahía que también funciona como reservorio de agua (Marina Reservoir). Aunque ayuda a abastecer a la ciudad, no es suficiente para cubrir toda la demanda, por lo que Singapur sigue comprando agua a Malasia.
Alrededor de la bahía se concentran muchas de las principales atracciones, entre ellas el famosísimo hotel Marina Bay Sands (MBS), con su inconfundible forma de barco y considerado el símbolo número uno de Singapur. El hotel pertenece a la compañía Las Vegas Sands, motivo por el cual presenta detalles inspirados en los grandes complejos hoteleros de esa ciudad. Su construcción comenzó en 2006 y el complejo fue inaugurado en 2010, con un coste total de cerca de 5.600 millones de USD. Está compuesto por tres torres de 57 pisos que alcanzan los 207 metros de altura, levantadas a un ritmo impresionante: ¡un piso cada cuatro días!😲
Las tres torres están unidas tanto en la planta baja como en la parte superior por una enorme plataforma en voladizo, el Sands SkyPark, una terraza-pasarela de 340 metros de longitud que constituye uno de los voladizos más grandes del mundo. En esta estructura se encuentran jardines y su famosa piscina infinita, la infinity pool más grande del mundo situada a esta altura (191 metros), aunque existe otra ubicada a mayor altura en un rascacielos de Dubái. Actualmente, ya está planificada la construcción de una cuarta torre, prevista para completarse entre 2029 y 2031.
En su interior, el complejo alberga 2.561 habitaciones, dos teatros, alrededor de 60 restaurantes y un casino. Curiosamente, el acceso a este último es gratuito para los turistas, pero los singapurenses deben pagar una tarifa para entrar, una medida impulsada por el gobierno para combatir la ludopatía. En total, en el Marina Bay Sands trabajan casi 10.000 empleados.
Desgraciadamente, solo podrás disfrutar de la piscina infinita si te alojas en el hotel. Lo que sí está abierto al público general es el bar en la azotea de la planta 56 de la torre 3, llamado SkyPark Observation Deck. La entrada es cara, pero merece totalmente la pena: las vistas de toda la bahía y de la ciudad son impresionantes, y desde allí incluso se pueden ver los espectáculos de luces. Existen dos tipos de tickets: uno más económico para las horas de menor afluencia (non-peak hours), de 10:00 a 16:30, y otro más caro para las horas punta (17:00 a 22:00). Nosotros optamos por este último, ya que la hora más bonita es al atardecer, para ver cómo cae el sol y luego contemplar la ciudad iluminada por la noche. Aunque sea más caro, realmente vale la pena. Es necesario reservar un horario concreto con antelación. Si queréis la opción del atardecer, lo recomendable es consultar en internet la hora exacta de la puesta de sol y reservar aproximadamente media hora antes. Las entradas se adquieren a través de su página web, y el día de la visita solo hay que presentarse puntualmente en la torre 3 (la de la izquierda), ya que solo permiten el acceso cinco minutos antes de la hora indicada en el ticket.
Otra opción es subir al restaurante LAVO Italian Restaurant And Rooftop Bar, donde no se paga entrada, solo las consumiciones que, lógicamente, son caras. Se puede comer o tan solo tomar unos cócteles. Este se encuentra en la torre 1, en la planta 55, por lo que las vistas son similares a las del SkyPark Observation Deck, con la diferencia que desde este también se ve un poco la infinity pool del hotel.
-The Shoppes es el centro comercial de Marina Bay Sands, se encuentra a los pies del hotel, justo delante (no debajo), y cuenta con un montón de tiendas de marcas de lujo, restaurantes e incluso un canal en la planta baja sobre el que dar un paseo en barca.
-Spectra - A Light & Water Show. En la bahía de Singapur hay dos espectáculos de luces; el Garden Rhapsody, en los Jardines de la Bahía (Gardens by the Bay), y este. Se trata de un juego de luces, láseres y agua al ritmo de la música. Tiene lugar todos los días frente al centro comercial The Shoppes a las 20:00 y a las 21:00, con una función extra a las 22:00 horas los viernes y sábados. Es un espectáculo gratuito sin entrada ni asientos donde verlo, y hay varios sitios desde donde disfrutar de él:
- El mejor es donde te marca la aplicación de mapas que tiene lugar el espectáculo, frente al centro comercial The Shoppes. Los altavoces están ahí y es el lugar donde se ve más cerca, por lo que te metes mucho más dentro de la actuación. Como no hay asignación de asientos, la gente suele llegar media hora antes para poder ponerse en primera fila. Nosotros recomendamos también llegar 20-30 minutos antes, ya que en las filas de atrás solo ves cabezas y decenas de manos en alto grabando el espectáculo.
- Otra opción es desde el otro lado de la bahía, donde está el parque Merlion. La ventaja de este es que no hay tanta gente, pero lógicamente estás más lejos y no te sumerges tanto en la proyección. Si vas a estar varios días por la ciudad, podéis ir un día a un sitio y otro al otro, aunque si solo tienes planeado verlo una vez, sin duda elige la primera opción.
- La última opción es desde el SkyPark Observation Deck del hotel Marina Bay Sands. Si de casualidad coincide tu visita al mirador con la hora del espectáculo Spectra, es otra manera distinta de verlo.
-Museo de ciencia (ArtScience Museum). Este museo de arte interactivo con forma de flor de loto también pertenece al conjunto de Marina Bay Sands. Su techo es retráctil, lo que permite jugar con el agua de lluvia y las luces en los espectáculos de luces que se hacen en la bahía. El precio de la entrada es un tanto elevado, pero como todo en Singapur. En cualquier caso, si no queréis entrar, basta con disfrutar del edificio desde fuera. También podéis pasar a la recepción, pero no tiene gran cosa, es más bonita la arquitectura exterior, rodeada con estanques de nenúfares.
-El Singapore Flyer es la noria de observación de Singapur, construida entre 2005 y 2008 e inspirada en el concepto del London Eye, situada en la bahía junto al hotislasel Marina Bay Sands. Con 165 metros de altura, es la noria de observación más grande de Asia y la tercera del mundo, después de las de Las Vegas (167,6 m) y Dubái (250 m). Si vuestro presupuesto es limitado, conviene comparar la noria con el SkyPark Observation Deck del Marina Bay Sands: la entrada a la noria es más cara y está limitada a 30 minutos, que es lo que tarda en dar una vuelta. Quizás tenga más sentido elegir la noria si vais con niños; de lo contrario, el SkyPark es mejor mirador, ya que está más alto y ofrece más espacio al ser una azotea y no una cápsula cerrada. Una curiosidad: al principio, la noria giraba hacia el mar, pero un experto en feng shui aconsejó cambiar el sentido para atraer la riqueza hacia el centro de la ciudad. El gobierno hizo el cambio a mediados de 2008, con un coste cercano a seis cifras. En su página web tenéis los horarios y precios, y podéis reservar los tickets con antelación.
-Bordeando la bahía, si buscáis otro mirador espectacular con otra perspectiva, recomendamos subir al rascacielos Marina Bay Financial Centre MBFC 1. Esta es la torre 1 de un conjunto de 3 torres de oficinas y un centro comercial abajo. Aquí se encuentra un bar restaurante llamado Level 33, que tiene una terraza con unas vistas fabulosas de la bahía. Se puede ir espontáneamente a tomar algo o comer a cualquier hora del día, pero a la hora del atardecer (sunset) está todo reservado. Todos los precios cambian a esa hora, a partir de la tarde son más caros, así que si buscáis una velada elegante y única, lo mejor es reservar para cenar y ver el atardecer más la ciudad de noche, y si solo buscáis tomar una bebida con buenas vistas podéis venir a cualquier hora, con suerte encontraréis hueco en la terraza. Además, los camareros son amables, saben lo que la gente busca y no tienen problema en hacerte todo tipo de fotos con el Marina Bay Sands de fondo.
Panorámica de la Bahía de Singapur desde Level 33
-Al otro lado de la bahía se encuentra el Parque Merlion (Merlion Park), conectado al resto de la ciudad mediante el puente Jubilee Bridge. Más que un parque, es una amplia explanada donde la gente se sienta a contemplar la bahía y el hotel iluminado por la noche. Debe su nombre a la famosa estatua del Merlion, la “mascota” oficial de Singapur, que aparece en prácticamente todos los souvenirs. La estatua mide 8,6 metros de altura y pesa 70 toneladas; fue esculpida en 1972 y originalmente se ubicaba cerca de la desembocadura del río Singapur, trasladándose al parque en 2002. Su diseño es curioso: tiene cuerpo de pez, representando a Singapur como ciudad pesquera, y cabeza de león, en referencia al significado del nombre original de la ciudad, Singapura, “ciudad del león”. El Merlion expulsa agua por la boca, lo que permite hacer fotos divertidas jugando con la perspectiva. Más allá de la estatua, pasear por la explanada al anochecer y contemplar los edificios iluminados es una experiencia única.
Lo último que visitaremos en el distrito de Downtown Core es Lau Pa Sat, el hawker center más famoso de la ciudad. Este mercado se construyó originalmente en madera en 1824 y se llamó “Telok Ayer Market”, ya que Telok Ayer significa “bahía de agua” en malayo, en referencia a que entonces estaba sobre pilotes en la bahía para permitir la descarga directa desde los barcos. Tras sufrir problemas estructurales, fue reemplazado por un edificio más sólido y, en 1894, trasladado a su ubicación actual. La estructura metálica que vemos hoy, de estilo victoriano, data precisamente de 1894 y fue construida con piezas de hierro fundido prefabricadas en Europa; actualmente se conserva en excelente estado gracias a recientes renovaciones. El nombre “Lau Pa Sat”, que significa “mercado viejo/antiguo” en hokkien (una lengua de la comunidad china local), surgió para diferenciarlo del “nuevo mercado” que se construyó luego. Aquí se puede disfrutar de todo tipo de comida asiática, incluidos los platos típicos de Singapur, y siempre hay un ambiente animado entre locales y turistas.
Marina South
El distrito de Marina South se encuentra justo después del Downtown Core, literalmente detrás del hotel Marina Bay Sands. Casi todo el distrito está ocupado por Gardens by the Bay, o Jardines de la Bahía, un enorme parque de zonas verdes, tanto naturales como artificiales, que alberga varias atracciones y puede ocuparnos varias horas de visita. El acceso al parque es gratuito, aunque todas las atracciones son de pago, y toda la zona cuenta con wifi gratis.
La primera parada recomendada es el Supertree Grove, un conjunto de árboles artificiales de hormigón y acero que miden entre 25 y 50 metros de altura, conectados por una pasarela aérea que se puede recorrer andando. Los Supertrees funcionan de manera sostenible: durante el día captan energía solar mediante sus placas y recogen agua de lluvia en la parte central, que luego se utiliza para regar los jardines y enfriar el complejo, además de alimentar la iluminación nocturna y los espectáculos de luces y agua que se realizan diariamente. Se puede pasear gratuitamente por la base, contemplando los árboles desde abajo, o subir a una especie de balcón elevado. Para ello, se toma el ascensor B, se sube al nivel 2 y se gira a la izquierda. Desde allí se obtiene una vista distinta y elevada de todo el conjunto de Supertrees. Hasta este punto, toda la visita es gratuita.
En el Supertree Grove hay también dos atracciones de pago posibles; por un lado, tenemos la pasarela de 128 metros de largo situada a 22 metros de altura, llamada OCBC Skyway, cuyos precios y horarios encontráis en su página web. Es toda una experiencia, ir caminando a esa altura, con unas vistas fabulosas de todo Gardens by the Bay a un lado, y el hotel Marina Bay Sands al otro. Por otro lado, se puede hacer otra actividad parecida, subir a la plataforma de observación situada en el árbol más alto, llamada Supertree Observatory. Los precios y horarios también están en su página web, nosotros recomendamos elegir una de las dos, puesto que las vistas son parecidas.
En el Supertree Grove también tiene lugar el espectacular Garden Rhapsody, un show de luces y música que nos encantó. Toda la energía que captan los árboles durante el día se transforma en este impresionante espectáculo, que se realiza todos los días a las 19:45 y 20:45, y es gratuito. Dura unos 10–15 minutos, así que conviene llegar un poco antes para coger buen sitio.
Lo ideal es tumbarse boca arriba en el suelo o en alguno de los bancos que hay a los pies de los Supertrees y dejarse atrapar por la música y las luces. Si os fijáis, este espectáculo empieza 15 minutos antes que el de Spectra, pero no hay tiempo de verlos seguidos porque ambos comienzan puntuales y se tarda en desplazarse de uno a otro. La mejor manera de disfrutar los dos en un mismo día es ver primero el Garden Rhapsody a las 19:45 y luego ir al Spectra a las 21:00, así tendréis tiempo de llegar tranquilos y conseguir un buen lugar.
Fuera del Supertree Grove veremos dos grandes cúpulas que albergan dos espacios interiores dedicados a las plantas y flores de muchas regiones del mundo.
-Flower Dome – Comenzamos por el Flower Dome, uno de los invernaderos de cristal más grandes del mundo, donde se exhiben flores y plantas procedentes de regiones mediterráneas y semiáridas. Se pueden ver especies de Australia, Sudamérica y diversas partes de África, así como productos nacionales, incluyendo varias plantas canarias como el drago canario y la palmera canaria, además del olivo mediterráneo y el aceite de oliva de Jaén.
-Cloud Forest – Este es otro invernadero climatizado, diseñado para reproducir las condiciones de un bosque tropical. Alberga una amplia variedad de plantas originarias de regiones montañosas tropicales de todo el mundo, con el propósito de conservarlas y concienciar sobre la biodiversidad de estos bosques. En su interior se encuentra una imponente montaña de 42 metros de altura, coronada por una cascada de 30 metros, y una amplia pasarela que la recorre planta por planta, permitiendo explorarla en su totalidad.
Son entradas caras, pero merecen la pena si vienes a Singapur. Hay varios tipos de entradas combinadas, nosotros compramos la conjunta para el Flower Dome y el Cloud Forest, con la que había un pequeño descuento. Los tickets se compran en las taquillas que hay justo en medio de ambos edificios, donde también venden los del OCBC Skyway y el Supertree Observatory.
Además de estas dos, hay una tercera atracción relacionada con la flora, el Floral Fantasy, una nueva exposición de paisajes de jardines artísticos. Si tienes mucho tiempo en Singapur tiene sentido visitarla, pero si tienes poco tiempo y presupuesto limitado, las otras dos atracciones tienen más que ofrecer.
En recorrer toda la parte de Marina South se va más de medio día, y no hay muchos sitios para comer. Lo más cercano es un hawker center llamado Jurassic Nest FoodHall con diversos puestos de comida. No encontraremos la mejor calidad ni el mejor precio, pero no está mal, y te ahorra tener que ir al centro para comer. En la sección de comida, más abajo, os comentamos qué sitios podéis visitar.
Katong
El último barrio que visitaremos es Katong, especialmente para ver las famosas Peranakan houses, situadas cerca del límite con el distrito de Geylang. Los chinos peranakan son descendientes de los primeros comerciantes chinos que se asentaron en el sudeste asiático entre los siglos XV y XVIII y se casaron con malayos locales de la Península de Malaca —a la que pertenecía Singapur—. Etimológicamente, peranakan significa “nacido de” y se aplica a personas nacidas en un país pero con ascendencia de otro, de ahí que los chinos peranakan sean nacidos en Malaca con raíces chinas. Gran parte de su asentamiento histórico tuvo lugar en este barrio, y hoy se conservan hileras de casas coloridas en tonos pastel, protegidas por un programa gubernamental de conservación; originalmente no tenían estos colores, que son una decoración moderna. Aunque hay casas peranakan repartidas por toda la ciudad, la zona más bonita está en la intersección de Joo Chiat Road y Koon Seng Road. Un paseo por el barrio dura entre media y una hora y se puede hacer en cualquier momento del día, ya que no hay horario de visita, aunque los colores se aprecian mejor con luz natural.
¿Qué comer en Singapur?
La variedad cultural de Singapur se refleja en su gastronomía. En este apartado comentaremos algunos de sus platos más típicos, y en el siguiente explicaremos dónde probarlos.
- Satay – brochetas de carne. Las hay de distintos tipos de carne como ternera (beef), cordero (mutton), pollo (chicken) e incluso gambas, todos ellos con salsa satay, una salsa picante de cacahuete, chiles, azúcar y lima, riquísima.
- Chilli crab – uno de los platos más famosos de Singapur, desgraciadamente el más caro de todos. Es un cangrejo servido con una salsa picante con toques de todo tipo (dulces, salados, ácidos…) a base pasta de chiles y huevo batido. Se acompaña de man tou, unos panecillos chinos fritos, de tal manera que quedan crujientes por fuera y tiernos por dentro. Son ideales para mojar en la salsa.
- Hainanese Chicken rice – arroz con pollo al estilo Hainan (China), con la peculiaridad de que el pollo es escalfado, por lo que puede parecer crudo, pero en realidad está jugoso y sedoso, aunque con menos sabor que cuando se hace asado o frito.
- Laksa – sopa picante a base de leche de coco, noodles, alguna verdura, trozos de pescado y gambas, más algunos otros ingredientes que dependen del sitio. De hecho, Laksa significa “cien mil”, porque lleva muchos ingredientes.
- Fried carrot cake – no es un plato dulce, sino salado, concretamente consistente en un revuelto de huevos con rábano glutinoso cocido, aliñado y cortado en dados. Es un plato sencillo y sorprendentemente rico.
- Wonton noodles – plato de origen chino pero muy típico en Singapur. Son unos fideos chinos (noodles) servidos con verduras y algún tipo de carne (pollo, ternera o cerdo), y los sirven con o sin caldo.
- Nasi lemak – plato de origen malayo, muy popular en Singapur. Consiste en una base de arroz cocido en leche de coco, acompañado de un pollo frito y salsa sambal (salsa picante hecha con diversos chiles, cocinados con ajo, cebolla, pasta de gambas secas etc.).
- Raya a la barbacoa – un plato de pescado distinto al que solemos encontrar en España. La manta raya se marina con salsa sambal y se envuelve en hojas de banana para que se cocine, tipo en papillote. Luego se come con palillos, queda muy suave, se desmenuza al cogerlo.
- Tortilla de ostras (Oyster omelette) – similar a una tortilla francesa con ostras, sobre una masa de rebozado de tal manera que queda con una textura pegajosa, pero muy rica. Si se pide solo para una persona, puede resultar monótona; es mejor para compartir.
- Xiao long bao – dumplings chinos muy comidos en Singapur.
- Roti prata – traducido como “pan plano”, este es un plato indio traído a esta zona, en Malasia se llama roti canai, por ejemplo. Siempre se sirve acompañado ya que, si no, es solo un pan plano frito. Los hay con acompañamientos salados (huevos, queso, cebolla, champiñones, etc.) y dulces (chocolate, plátano, etc.).
- Bak kut teh – similar a un estofado a base de costillas de cerdo cocinadas en su caldo.
- Caña de azúcar (sugar cane) – la bebida más popular de los hawker center, extraída en el acto de la propia caña de azúcar. Se puede ver en muchos países del mundo, y Singapur es uno de ellos.
- Kopi – es como llaman al café aquí, y se sirve con leche condensada. La palabra es de origen malayo.
- Kaya – es una mermelada de coco y es muy habitual tomarla en tostadas (Kaya toast) para desayunar o merendar.
- Putu piring – postre hecho de harina de arroz con azúcar de palma (gula melaka) y coco rallado por encima, pero no están tan dulces como puede parecer.
- Tiger Beer – la cerveza más emblemática de Singapur, originaria del país y creada en 1932.
- Helado – el helado de Singapur es normalmente una barra de helado, y se come en una rebanada de pan de molde, combina muy bien, la verdad. Aunque también lo podéis pedir en obleas de galleta. Los hay de distintos sabores, aunque los más típicos son los de frutas, tipo mango, durián, etc.
- Frutas – hay varias frutas únicas del sudeste asiático que debéis probar y la más famosa es el durian, ya sabéis, la fruta con el peor olor del mundo. Tiene unas dimensiones enormes, por fuera tiene como pinchos y por dentro tiene una textura poco atractiva, es cremosa pero con hebras, unida a un hueso, y se queda un regusto durante varias horas después. Se sirve en trozos en las fruterías y es bastante cara, aunque el precio varía en función del producto. Algunos de los tipos de durian que se encuentran en Singapur son: XO, Red Prawn, D24, Black Pearl, D13, etc., cada uno con un sabor, tamaño y textura distinta. Se debe comer con guantes, para que el olor y sabor no se te pegue en los dedos, y está prohibida llevarla en el transporte público, veréis carteles indicándolo. A nosotros la fruta en sí no nos gustó nada, como esperábamos, pero en helado estaba muy rica. Además del durian, hay otras frutas típicas de la zona, como la fruta del dragón (dragon fruit o pitahaya), tanto la roja (cuidado que esta deja color rojo en la orina y heces) como la blanca o el rambután (fruta roja con espinas, por dentro es como un lichi o una uva). Todas ellas las veréis en los puestos callejeros de frutas, en muchos casos ya en bandejas de plástico cortadas en trozos directamente para comer.
De arriba a abajo, de izq. a dcha: chicken rice, durian, fried carrot cake, kaya toast con kopi, laksa, nasi lemak, putu piring
¿Dónde comer en Singapur?
Como hemos comentado a lo largo del artículo, los hawker centers son parte esencial de la cultura de Singapur. Estos mercados de pequeños puestos de comida representan a todos esos inmigrantes que trajeron platos y formas de cocinar típicas de sus países y que hoy conforman la idiosincrasia culinaria de la ciudad. Como curiosidad, en algunos hawker centers y mercados callejeros los puestos muestran una letra (A, B o C) que indica su nivel de limpieza, siendo A el más alto. En ninguno encontraréis servilletas, debéis llevároslas vosotros, aunque sí hay lavabos y baños donde lavaros las manos. No hay una razón concreta para la ausencia de servilletas: en algunos países de Asia cada uno es responsable de sus residuos y, en Singapur, además de ser un sitio súper pulcro, la mendicidad está prohibida, por lo que mucha gente con pocos recursos o personas mayores vende pañuelos en los hawkers. Tampoco os extrañéis si encontráis una servilleta, un paquete de pañuelos o una tarjeta sobre una mesa: es la forma local de “reservarla” mientras la gente va a pedir la comida.
A continuación, los mejores hawker center y sus mejores puestos, así como algunos restaurantes donde probar todos los platos anteriores.
Lau Pa Sat – el hawker center más famoso y con más ambiente, a veces incluso con música en directo. Aquí encontraremos prácticamente todos los platos, aunque si os fijáis en las valoraciones de internet de los puestos, veréis que pocos tienen buena nota. La verdad es que, al ser un sitio tan turístico, los precios son más altos que en otros hawker centers, pero nosotros no comimos mal en ningún sitio, a pesar de que tuvieran mala nota. Algunos puestos mejores que otros, igual que los platos, pero ninguna mala experiencia. Por nombrar algunos, probamos la fried carrot cake en Golden Shoe Hokkien Mee; los Wonton noodles en el puesto Kallang Airport Wanton Noodle; comida india en Dehli Express; laksa y tortilla de ostras en Lao Fu Zi Fried Kway Teow; los pinchos satay en los puestos que hay fuera, porque van a la brasa y echan mucho humo. En el centro de todo está el puesto de bebidas, donde podéis probar el sugar cane o tomar un postre.
Maxwell Food Center, hawker center para combinar con la visita a Chinatown, ya que se ubica junto al Buddha Tooth Relic Temple. En este centro hay varios puestos famosos para probar el chicken rice, ya que es un plato de origen chino, entre los que destacan el Tian tian Hainanese chicken rice y Ah Tai Hainanese Chicken Rice. Completamos la comida con xiao long bao que vendían en un puesto y sugar cane lo tienen en varios también.
Jurassic Nest FoodHall – este no lo recomendamos para ir aposta porque es la relación cantidad/calidad/precio es un poco baja, pero es de las pocas opciones que hay cuando estás visitando Gardens By the Bay. Aquí probamos el soja chicken rice del Hawker Chan (hablaremos de este sitio más abajo) y el nasi lemak del puesto Nasi Lemak Ayam Taliwang.
Bedok 85 Market – este está bastante lejos del centro, solo merece la pena ir si vuestro principal motivo del viaje es la gastronomía o tenéis mucho tiempo. Ahí tenéis un puesto llamado Chomp Chomp BBQ donde probar la raya a la barbacoa, también hay otro puesto donde probar las tortillas de ostras, y otro de pollo frito con copos de cereales.
En cuanto a puestos o restaurantes concretos:
Hawker Chan (también llamado Liao Fan Hawker Chan) – este hawker tuvo estrella Michelin de 2016 a 2020 y, junto con Hill Street Tai Hwa Pork Noodle, fue uno de los primeros locales de street food en lograrla. Sus platos más famosos son el Soy Sauce Chicken Rice y el Soy Sauce Chicken Noodle (pollo con arroz o con noodles), que en su momento fueron los más baratos del mundo con estrella Michelin, a solo 2,25 SGD. El local original se encuentra en un hawker center en Chinatown (78 Smith St), aunque hoy ya hay muchas sucursales por toda la ciudad. Actualmente, los precios han subido respecto a la época de la estrella Michelin; la comida sigue estando buena, pero la cantidad de pollo es escasa, predominando el hueso sobre la carne.
Hill Street Tai Hwa Pork Noodle – este hawker tiene una estrella Michelin y fue, junto con Hawker Chan, uno de los primeros puestos callejeros en obtenerla en 2016; a diferencia de Hawker Chan, Tai Hwa aún la mantiene. Su especialidad son los Bak Chor Mee, o wanton noodles con carne de cerdo en distintos formatos (láminas, hígado hervido, carne picada, dumplings, torreznos, etc.) y un trozo de pescado frito similar al lenguado (sole fish) con salsa de pescado y vinagre. Ofrecen cinco variedades de platos: el más típico es el de noodles secos (gan mian o dry noodle), aunque también lo preparan en sopa (guo tiao tang o Kway Teow soup). Nosotros pedimos uno de cada tipo y ambos estaban deliciosos. Los precios varían según el tamaño; nosotros escogimos el de 8 SGD, ya bastante generoso. Al llegar verás una cola relativamente larga, pero en el mismo mercado, a la izquierda del primer puesto, hay otro puesto idéntico para agilizar el servicio; ambos sirven exactamente la misma comida, aunque mucha gente no lo sabe. Las bebidas se piden en un puesto independiente junto a la cola del primer local, y luego puedes sentarte en cualquiera de las mesas del pequeño hawker center.
Nanyang Old Coffee – cadena de café ideal para probar el desayuno típico de Singapur. Su especialidad es el kopi (café local) acompañado de pequeñas tostadas con mermelada de coco (kaya) y huevos pasados por agua con pimienta y salsa de soja. Todo se come por separado; no se moja la tostada en los huevos ni nada parecido.
Chilli Crab y otros cangrejos – Para probar este plato típico de Singapur, normalmente primero se elige el cangrejo, luego el peso y finalmente la forma de cocinarlo (chilli crab, black pepper crab, etc.). El cangrejo estándar es el mud crab de Sri Lanka, aunque algunos restaurantes también ofrecen Alaskan crab (mucho más caro) o cangrejos de Indonesia/Malasia (más baratos). La mayoría solo tiene el de Sri Lanka. Se venden por pieza: un cangrejo de 1 kg sirve para dos personas con acompañamientos, o para una persona muy hambrienta. Como es bastante caro, suele pedirse para compartir; también se puede elegir uno más pequeño, de unos 800 g, pero lo recomendable es coger el grande porque tiene más carne. Atención, los precios suelen indicarse por cada 100 g.
- JUMBO Seafood - The Riverwalk. Uno de los sitios más famosos donde probar el chilli crab, acompañado de los panceillos fritos (fried buns o man tou). Te dan guantes para comerlo. Se puede pedir por separado o como parte de algún menú que tienen ya preparado. Si solo quieres probar la salsa, tienen una versión barata, el “chilli crab meat sauce with sliced fried mantou”, que consiste en la salsa con algunos trocitos de cangrejo; no es la experiencia de recibir el cangrejo entero pero la base del plato es la misma y es más barato. Hay varios locales por la ciudad, incluido uno en el aeropuerto, e incluso en otros países.
- Blue Lotus Singapore (Chinese Eating House). Sitio elegante que, a diferencia del resto, sirven el chilli crab con un toque de pomelo. También tienen otros platos curiosos como pieles de pescado fritas bañada en yemas de huevo saladas (crispy fried fish skin with salted egg yolk).
- 8 crabs – sitio popular para pedirlos a domicilio, ya que venden porciones un poco más pequeñas con cangrejos ya partidos.
Din Tai Fung – cadena de restaurantes de dumplings y noodles. Un buen sitio para comer los xiao long bao.
Mr & Mrs Mohgan Super Crispy Roti Prata – local famoso por los roti prata. Los puedes pedir para comer o para desayunar. El sitio no está muy céntrico, pero se puede combinar bien con una visita a las peranakan houses ya que está al lado.
Selera Rasa Nasi Lemak (Adam road) – sitio donde probar el nasi lemak, aunque está un poco alejado del centro. En el mismo hawker center donde está, hay otro puesto de nasi lemak también bueno.
Haig Road Putu Piring – puesto en un hawker center donde hacen el putu piring. Salió en Netflix así que es bastante famoso, pero como está un tanto alejado del centro, apenas hay cola. El típico es el de azúcar de palma (gula melaka) pero también tienen de cacahuete (peanut), de durian, de chocolate o de coco marrón (brown coconut).
¿Qué ver a las afueras de Singapur?
Si pasáis más de tres o cuatro días en Singapur, podéis completar vuestra visita con alguna de estas dos actividades.
Isla de Sentosa: es una de las muchas islas que componen el archipiélago donde se encuentra Singapur, dedicada exclusivamente al ocio y al turismo. Tiene tres playas artificiales —Siloso, Tanjong y Palawan—, siendo Palawan Beach la más bonita. Son artificiales porque, aunque se trate de una isla, la zona es de aguas pantanosas, por lo que tuvieron que crearlas. La oferta de ocio incluye varios parques temáticos, como el Universal Studios Singapore (solo hay tres en Asia: Japón, China y Singapur), un parque acuático (Aquapark), un acuario (Singapore Oceanarium, que hasta 2012 fue el más grande del mundo), complejos turísticos, campos de golf, y actividades como la tirolina MegaZip, que desciende desde Imbiah Hill hasta Siloso Beach.
¿Cómo ir desde Singapur a la isla de Sentosa? Hay varias formas de llegar, cada una con un precio distinto, como se puede ver en su página web.
- Una de ellas es caminando o en bicicleta desde VivoCity, a través del paseo Sentosa Boardwalk. Esta es la opción gratuita.
- En taxi o en coche propio, hay que pagar una tasa de entrada a la isla que varía en función de la franja horaria.
- En autobús, línea 123. El precio depende de la estación de origen y de la distancia.
- En el monorraíl Sentosa Express, que sale de la estación VivoCity.
- En teleférico (cable car). Esta es la opción más cara, pero también la más impresionante. El teleférico atraviesa toda la isla y ofrece unas vistas panorámicas del puerto, la selva y la ciudad. El teleférico sale de la cima de Mount Faber y el trayecto dura 40 minutos. Podéis consultar los precios en su página web.
Reserva de MacRitchie (MacRitchie Reservoir Park) – Un parque natural ideal para disfrutar de actividades al aire libre como kayak, senderismo, pesca, picnic, avistamiento de animales —incluyendo varias especies de monos y los grandes lagartos monitor (Monitor lizards)— y un parque infantil. Su principal atractivo es el famoso Treetop Walk, un puente colgante de 250 metros que atraviesa las copas de los árboles de la selva tropical, ofreciendo unas vistas impresionantes de la naturaleza.
La forma más cómoda de llegar es en MRT hasta Marymount Station (CC16) y luego caminar unos 10 minutos hasta la entrada. También hay autobuses que conectan la estación con el parque, y aparcamiento disponible para quienes vayan en coche.
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