Tréveris (en alemán, Trier) es una ciudad de unos 110.000 habitantes situada a orillas del río Mosela (Mosel en alemán), en el extremo oeste de Alemania. Se encuentra muy cerca de la frontera con Luxemburgo y pertenece al estado federado Renania-Palatinado
(Rheinland-Pfalz).
Es un punto de partida ideal para realizar la ruta por el río Mosela, cuyos valles son célebres en todo el mundo gracias a los excelentes viñedos que allí se cultivan. Nosotros realizamos esta ruta en 4-5 días, partiendo de Tréveris y siguiendo el serpenteante cauce del río en dirección norte, hasta terminar en la ciudad de Coblenza (Koblenz), donde el Mosela desemboca en el Rin. Entre medias, visitamos pueblos que parecían sacados de cuentos de hadas, como Bernkastel-Kues o Cochem, y descubrimos paisajes naturales preciosos, como el espectacular meandro que forma el río a su paso por la ciudad de Bremm, en cuyas alturas se obtiene una vista espectacular del Mosela, o el enclave donde se alza el majestuoso Castillo Burg-Eltz. Podréis encontrar información relativa a todas estas paradas en otras entradas de nuestro blog siguiendo los enlaces.
Es un punto de partida ideal para realizar la ruta por el río Mosela, cuyos valles son célebres en todo el mundo gracias a los excelentes viñedos que allí se cultivan. Nosotros realizamos esta ruta en 4-5 días, partiendo de Tréveris y siguiendo el serpenteante cauce del río en dirección norte, hasta terminar en la ciudad de Coblenza (Koblenz), donde el Mosela desemboca en el Rin. Entre medias, visitamos pueblos que parecían sacados de cuentos de hadas, como Bernkastel-Kues o Cochem, y descubrimos paisajes naturales preciosos, como el espectacular meandro que forma el río a su paso por la ciudad de Bremm, en cuyas alturas se obtiene una vista espectacular del Mosela, o el enclave donde se alza el majestuoso Castillo Burg-Eltz. Podréis encontrar información relativa a todas estas paradas en otras entradas de nuestro blog siguiendo los enlaces.
Pero ahora centremos nuestra atención en la ciudad de Tréveris. Los orígenes de esta urbe se remontan a hace más de 2.000 años, concretamente en el año 16 a.C., cuando fue fundada bajo el nombre de Augusta Treverorum en la época del Imperio Romano, convirtiéndose así en la ciudad más antigua del territorio alemán. A partir del 293 d.C. pasó a llamarse Treveris y alcanzó su
máximo esplendor con el emperador romano Constantino I (Konstantin I). En torno al 400
d.C. varias tribus como alanos, suabos y francos tomaron la ciudad y en el 882
fueron los vikingos quienes se apoderaron ella. A partir del 925 el
gobierno pasó a manos de arzobispos y electores de la Diócesis de Tréveris. En
1673 durante la guerra con el rey francés Luis XIV, Tréveris fue conquistado
por los franceses, aunque en 1675 se liberó de la ocupación. Desde entonces, la
historia de la ciudad ha estado ligada a Francia y Alemania. En 1814
después de la retirada de Napoleón, las tropas prusianas se hacen con el poder
de la ciudad. Tras la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial,
Tréveris pasó de nuevo a estar dominada por los franceses hasta 1930.
De todos los pobladores que han habitado esta ciudad, sin duda destaca la presencia del Imperio Romano y los muchos ejemplos de su arquitectura que aún siguen en pie en la ciudad y que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco dan fe de ello. De hecho ese es el aspecto más interesante de Tréveris, el hecho de contar con tantos monumentos que bien nos recuerdan a otros antiguos enclaves romanos más cercanos al mediterráneo, pero en este caso están entremezclados con la arquitectura típica de las ciudades alemanas y francesas.
¿Cómo llegar a Tréveris?
Si llegamos por avión, los aeropuertos internacionales más cercanos son el de la ciudad de Frankfurt am Main (a 220 km), el de Fráncfort-Hahn (a 110 km) y el de la ciudad de Mannheim (a 230 km). También existe la posibilidad de llegar al aeropuerto de Luxemburgo y cruzar la frontera (se encuentra a unos 40 km).
Otra opción es llegar a Tréveris en tren o bus, y para ello es mejor que comprobéis los enlaces y horarios en la página web de Deutsche Bahn.
Si, como nosotros, vuestra intención es hacer la ruta del Mosela, podéis realizar los trayectos en coche, bicicleta o transporte público. En cuanto al coche, se trata del método más común, y por ello en épocas de gran afluencia están los pueblos abarrotados de vehículos aparcados, así que lo mejor es que miréis con antelación dónde hay aparcamientos y el precio de los mismos. Existe, por otro lado, una red de carriles bici que circulan paralelos al río con muy buenas vistas del valle que forma el río en gran parte de su cauce.
En nuestro caso optamos, como siempre, por el transporte público, e hicimos todos los trayectos en tren, bus, o una combinación de ambas. A menudo las carreteras y las vías de tren circulan paralelas al río Mosela por lo que pudimos disfrutar de hermosas vistas desde los vehículos. Generalmente los transportes públicos fueron muy puntuales y encontramos conexiones a todos los puntos del recorrido. Si como nosotros apostáis por el transporte público en vuestra ruta, podéis buscar todos los trayectos en la página web de Deutsche Bahn. Además la ruta completa de Tréveris a Coblenza se sitúa dentro del Estado Federado alemán de Rheinland-Pfalz, así que en nuestro viaje compramos cada día el Rheinland-Pfalz Ticket, con el que puedes utilizar toda la red de transportes públicos del Land durante un día a un precio muy asequible, dependiendo del número de personas que viajen juntas. Este billete se compra en las máquinas de cualquier estación de tren o bien por internet. Hay que mencionar que incluye solo los transportes regionales, así que tenéis que tener en cuenta que, al buscar los trayectos en la página de Deutsche Bahn, debéis seleccionar la opción "Solo transporte de cercanías" (Nur Nahverkehr en alemán).
¿Qué ver en Tréveris?
Esa mezcla
entre ciudad alemana y francesa, junto con el patrimonio romano heredado, convierte a
Tréveris en una ciudad ideal para visitar durante un día o un fin de semana.
Si viajáis en tren, llegaréis a la estación principal de Tréveris (Trier Bahnhof) que se encuentra pegada al casco histórico. Comenzaremos
nuestro recorrido por la ciudad viendo la plaza principal del centro, la Hauptmarkt. Se encuentra a 10 minutos andando de la estación, entre esta y el cauce del río Mosela. La plaza es el resultado de la convergencia de tres calles comerciales importantes: Simeonstraße, Fleichstraße y Brotstraße. Tras diseñarse y construirse en el siglo X, la plaza albergó durante la Edad Media el mercado principal de Tréveris. Hemos de decir que es
una de las plazas más bonitas que hemos visitado en Alemania. Los edificios que rodean la misma están muy bien conservados y su conjunto constituye una mezcla de estilos arquitectónicos: barroco, renacentista y clasicista. Mención especial dentro
de la plaza merecen los siguientes edificios o monumentos:
- La cruz del Mercado (Marktkreutz), una cruz de piedra situada en el centro de la plaza y construida en 958 durante la época del gobierno de los arzobispos para celebrar el recién estrenado mercado en la ciudad. La cruz realmente es una copia, pues la original se encuentra en el Museo de la Ciudad (Stadtmuseum Simeonstift Trier) para evitar su deterioro. En cuanto a la que se encuentra en la plaza, esta se sitúa sobre una columna romana de piedra, que durante la Edad Media era utilizada como picota, es decir, un instrumento que servía para castigar a delincuentes y humillarlos públicamente. De hecho todavía se aprecian en la piedra algunos agujeros donde solían encajarse las cadenas y grilletes con los que se ataba al reo a la columna.
- La fuente de Petrus (Petrusbrunnen), erigida en 1596 en el lugar donde antes había
otra fuente del mercado. En la
parte alta se alza la figura de San Pedro, patrón de la ciudad.
- Steipe, uno de los edificios más bonitos de la plaza y de los más originales. Se encuentra en una esquina y lo reconoceréis por la galería de su planta baja, con tres arcos terminados en punta, característicos del estilo gótico, y maravillosamente decorados y pintados con colores llamativos. Este edificio fue construido en 1430 y sirvió como ayuntamiento hasta el siglo XVIII. Fue destruido en 1944 durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, y en 1965 los habitantes de Tréveris aportaron dinero de su bolsillo para que fuera reconstruido, en lugar de erigir uno nuevo. Actualmente alberga el Museo del Juguete (Spielzeugmuseum) en la segunda planta y un café en la planta baja.
- La Casa Roja (Rote Haus), se sitúa justo detrás del Steipe y se trata de una edificación barroca de 1684. Como el Steipe, este también fue reconstruido a partir de 1968 tras ser destrozado durante la Segunda Guerra Mundial.
- Iglesia de San Gangulfo (St. Gangolf Kirche), que es la segunda iglesia más grande de Trier, después de la Catedral. Su torre se alza por detrás de una hilera de casas al sur del Hauptmarkt, y se accede a ella por una puerta barroca que hay en la misma plaza. Desde que se formó la plaza ha habido siempre una iglesia del mercado, si bien como suele suceder siempre ha sido sustituida o renovada sucesivas veces. La versión que se puede ver hoy en día se corresponde al año 1500 pero con toques y adornos barrocos agregados en 1746. Su acceso es gratuito.
- Judengasse, un pequeño callejón al que se accede por un arco y que antiguamente constituía el barrio judío. Este arco de 1219 se encuentra justo debajo de tres casas de entramado de madera marrones. Por aquel entonces, el barrio judío estaba compuesto por unas 60 casas y una sinagoga. En 1349, con la expulsión de los judíos y el arzobispado, se puso fin a la historia del barrio.
Cada una de
las calles que salen de esta plaza nos llevan a los otros puntos de interés del
casco antiguo.
Si cogemos la Simeonstraße, pasaremos primero por la Casa de
los Reyes Magos (Dreikönigenhaus). Se trata de torre del siglo XIII que servía como residencia de una
familia mercantil de la época. El nombre de la casa proviene de una pintura encontrada
aquí de los tres Reyes Magos. Hoy en día simplemente alberga una cafetería de
la cadena Coffee Fellows.
Seguimos por esta calle y llegamos al icono número uno de Tréveris: la Porta Nigra. La que era simplemente una de las cuatro puertas de acceso a la ciudad durante la época romana, es hoy en día el santo y seña de la ciudad. Se construyó en torno al 186 d.C. y desde 1986 forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. La mayor parte de los souvenirs que veremos en Tréveris están relacionados con la Porta Nigra.
Seguimos por esta calle y llegamos al icono número uno de Tréveris: la Porta Nigra. La que era simplemente una de las cuatro puertas de acceso a la ciudad durante la época romana, es hoy en día el santo y seña de la ciudad. Se construyó en torno al 186 d.C. y desde 1986 forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. La mayor parte de los souvenirs que veremos en Tréveris están relacionados con la Porta Nigra.
A un lado de de la Porta Nigra se encuentra el Museo de la Ciudad (Stadtmuseum Simeonstift Trier). Este museo recorre la vida, el comercio y el arte de la ciudad de Tréveris, desde la Edad Moderna hasta el siglo XX. El precio es de 5,50€ (4€ reducida). El nombre del museo en alemán proviene de los orígenes del edificio, y es que antiguamente esto era una abadía, la abadía de San Simeón (Simeonstift). Para el que no quiera pagar, puede pasar al patio (Brunnenhof) y obtener una buena vista del monasterio. También en este edificio se encuentra la oficina de turismo.
También muy cerca de la puerta y del museo, se alza la Karl Marx Statue. Y es que, para quien no lo sepa, en Tréveris nació el célebre Karl Marx un 5 de mayo de
1818. El padre del marxismo dio sus primeros pasos aquí y en 2018, coincidiendo
con el 200 aniversario de su nacimiento, el escultor chino Wu Weishan regaló
esta estatua a la ciudad. El regalo no estuvo exento de polémica pues al ser el
escultor miembro del partido comunista chino, hizo que los partidos políticos (a
nivel local) dudaran y se decidiera hacer una votación, que al final salió a
favor de quedársela. China asumió los costes de la estatua y Tréveris los del
transporte más el mantenimiento.
De nuevo
desde la Hauptmarkt, tomamos la Sternstraße y llegamos a Domfreihof, otra plaza
donde se alzan dos majestuosos edificios religiosos que pasaremos a describir a
continuación:
→La Catedral
de Tréveris (Trierer Dom), un templo católico dedicado a San Pedro. Sus inicios
comienzan en el siglo IV cuando el emperador Constantino I construyó en este
lugar una basílica con el objetivo de dirigir a la población hacia el
cristianismo. No obstante, excavaciones arqueológicas durante el siglo XX
descubrieron que antes de la basílica había habido una vivienda residencial
romana. Con el paso de las épocas, la catedral ha sufrido innumerables
modificaciones y hoy en día se pueden apreciar prácticamente todos los estilos
arquitectónicos en ella. Desde 1986 es también Patrimonio de la Humanidad. Merece
la pena entrar en su interior –es gratis– y disfrutar de su órgano en medio de
la nave central y del espectacular techo de la bóveda del coro que hay en uno de los extremos.
→Iglesia de
Nuestra Señora de Tréveris (Liebfrauenkirche). Está situada anexa a la catedral
de tal manera que si no es porque poseen diferentes estilos podrían pasar por
un mismo edificio. Se trata de la iglesia gótica más antigua de Alemania, honor
que comparte no obstante con la Iglesia de Santa Isabel de Marburgo. Esta
iglesia de 1260 destaca por sus preciosos frescos del siglo XV que hay en su
interior, los cuales ilustran a los 12 apóstoles, cada uno pintado en una
columna; por sus vidrieras y por su techo bonitamente decorado con motivos
florales. Su acceso es gratuito y el horario es de abril a octubre de 10:00 a
18:00 diariamente y de noviembre a marzo de 11:00 a 17:00 diariamente también.
→Palacio
Walderdorff (Palais Walderdorff) es el edificio que hay frente a la catedral,
donde se encuentra la fachada principal. La otra fachada se puede ver en la Hauptmarkt.
Fue un edificio construido por el arzobispo de Trier y el elector Johann IX
Philipp von Walderdorff. Más tarde, tras acabar con Napoleón en 1815 los
prusianos lo utilizaron como sede del antiguo gobierno y actualmente el
complejo se utiliza para distintos asuntos administrativos, como biblioteca de
la ciudad (Stadtbücherei Trier) y como cafetería.
Volviendo a la Hauptmarkt y en este caso cogiendo la calle Fleischstraße, acabaremos en la Kornmarkt. El nombre de la plaza significa literalmente "mercado del grano" y proviene de cuando en 1746 el ayuntamiento se encontraba en una de las esquinas de la plaza y múltiples sacos de grano de los mercaderes se almacenaban en su planta baja su patio detrás del edificio. En 2003 sufrió una gran renovación lo que la ha convertido hoy en día en un lugar súper agradable, muy verde, con terrazas y con dos monumentos barrocos de bellísima factura: el Posthof o edificio de correos y telégrafos construido en 1882 y la Georgsbrunnen, una fuente de estilo rococó construida en 1750 y que representa las cuatro estaciones junto con un obelisco de 11 metros de altura presidido por San Jorge.
El resto de
cosas que ver se encuentran un poco alejadas del centro pero alcanzables a pie.
Empezaremos
por la Basílica de Constantino I (Konstantinbasilika), también conocida como
Aula Palatina. En el siglo IV, ejercía como sala de audiencias para los
emperadores romanos de la ciudad. El latín aula significaba patio y en época
romana se refería a un patio cerrado destinado a eventos, en el caso del Aula
Palatina para audiencias. También está incluido en el grupo de monumentos de
Tréveris Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1986.
Literalmente
pegado a la Basílica, en una de sus fachadas laterales, se encuentra el Palacio
Electoral (Kurfürstliches Palais), residencia de los electores o arzobispos de Tréveris
desde 1600 hasta 1794. Cuando la ciudad pasó a manos de Napoleón, el palacio
sirvió como cuartel para los soldados franceses y, a partir de 1815, por los
militares prusianos. Hasta donde sabemos el palacio no se puede visitar, pero
sí resulta muy agradable pasear por los jardines del palacio (Palastgarten),
sobre todo si hace buen tiempo.
Enfrente de
la fachada principal del palacio, pasado el jardín, veremos otro de los platos fuertes
de Tréveris, las Termas imperiales (Kaiserthermen). Estas datan del siglo XIV,
durante la época del emperador romano Constantino I. Aunque nunca se llegaron a
completar, en su momento eran unas de las más grandes de Europa. Hoy en día el
recinto está considerado como parque arqueológico. Abre diariamente de abril a
septiembre de 9 a 18; octubre y marzo de 9 a 17; y de noviembre a febrero de 9
a 16. El precio es de 4€ (3€ reducida, 2,5€ niños de 6 a 18).
Otro de los
monumentos romanos más destacados de la ciudad es el Anfiteatro romano (römische
Amphitheater), que se encuentra un poco lejos, a unos 15 minutos andando desde
las termas imperiales. Se erigió en torno al año 100 y tenía capacidad para
20.000 espectadores. En su día se celebraban en él competiciones varias y
luchas de gladiadores, mientras que hoy en día también se celebran puntualmente
espectáculos de gladiadores o conciertos.
Resulta muy
interesante visitarlo por dentro ya que, aunque no quede mucho en pie, puedes
recorrerlo entero, ver imágenes y recreaciones de cómo era y visitar los
sótanos desde los que subían unos ascensores o plataformas de madera en medio
del anfiteatro para elevar a artistas o animales. Tiene los mismos horarios y
precios que las termas imperiales.
Como veis
son muchos los monumentos romanos que hay por la ciudad y por ello Tréveris ha
creado una tarjeta turística llamada Antikencard. Tiene dos modalidades:
- Antikencard Basic: incluye dos edificaciones romanas (a elegir entre Porta Nigra, Termas imperiales, Anfiteatro y Termas del mercado de ganado) y el Museo del Estado (Rheinische Landesmuseum), el cual no es algo imprescindible de ver pero te lo incluyen en el tique. Precio 12€.
- Antikencard Premium: incluye las cuatro edificaciones romanas más el museo. Precio 18€.
Más
alternativas
Con lo
anterior queda visto lo más importante de Tréveris. No obstante quien tenga más
tiempo o quiera disfrutar más de la ciudad, podéis completar vuestra visita con
lo siguiente:
Termas del mercado de ganado (Thermen Am Viehmarkt). Se trata de otros baños
termales romanos, bueno los restos de ellos. Estas se construyeron en el año 80
d.C., por lo que hablamos de las termas más antiguas de la ciudad. Con el paso
de los siglos y el declive del Imperio Romano las ruinas quedaron sepultadas y
en este lugar se erigieron edificios de un monasterio capuchino y más tarde el mercado
de ganado del que hoy lleva nombre la plaza. Las ruinas de las antiguas termas
fueron descubiertas en 1987, durante una excavación para construir un aparcamiento
subterráneo. Hoy en día están cubiertas por un enorme cubículo de cristal. Los
precios y horarios son los mismos que los de todos los monumentos romanos de la
ciudad.
El Puente Romano
(Römerbrücke), el primer contacto que tuvimos con el río Mosela. El puente data
del siglo II y es considerado el puente más antiguo de Alemania. Además, forma parte
también del Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Sin embargo, nos dejó un
sabor agridulce la valla metálica que hay sobre el mismo, desluce un poco la
estética.
Termas de
Bárbara (Barbarathermen), las ruinas de las termas más grandes de la ciudad,
cercanas al Puente Romano.
La Casa-museo de Karl Marx (Museum-Karl-Marx-Haus), lugar
donde nació el famoso filósofo alemán. No obstante, al año su familia se mudó a otra casa en la calle Simeongasse.
Actualmente se exponen aquí varios capítulos de su vida y obra así como la de
su amigo Friedrich Engels, todos en inglés y en alemán. Aquí tenéis los precios
y horarios. Algo que nos hizo mucha gracia fueron las figuras rojas y verdes que hay en los semáforos de esta zona, pues no son las que estamos acostumbrados a ver sino que tienen la imagen de Marx, fijaos bien.
¿Dónde comer en Tréveris?
Traíamos
unos cuantos restaurantes recomendados de todo tipo y los que probamos
estuvieron muy bien:
- Restaurant Kartoffel Kiste 🥔. Un clásico de la
ciudad ya que gusta tanto a locales como a turistas. Como turista puedes tanto
los platos típicos de la región como los típicos alemanes en general. En nuestro caso
probamos el Trierer Spießbraten (un plato compuesto de cerdo con cebolla y
jamón picados) y el Trierer Kartoffelklöße (una bola de patata rellena de carne
picada y queso). Todo a buen precio y en un local coqueto. Calle Fahrstraße 13.
- Para los que tengan ganas de hamburguesas 🍔, los mejores son el Burgeramt Trier (muy cerca del anterior restaurante, Nagelstraße 18) y Der Daddy, más alejado del centro (Neustraße 47-49).
- Chicano, de comida latinoamericana, un poco lejos del centro también. Saarstraße 119.
Más allá de
los restaurantes, para los cerveceros 🍺, no os olvidéis de probar la Bitburger,
la cerveza más típica del estado de Renania-Palatinado. Concretamente proviene de Bitburg,
un pueblo a escasos 30 km de Tréveris.
Más alternativas
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