Coblenza (Koblenz) es una ciudad alemana de unos 112.000 habitantes ubicada en el estado federado de Renania-Palatinado (Rheinland-Pfalz). Es una ciudad con mucho ambiente y tiene suficientes atractivos como para visitarla un día entero o un fin de semana. Al igual que su vecina Tréveris, Coblenza es una de las ciudades más antiguas de Alemania y también tuvo sus orígenes en la época romana. Su nombre latino es Confluentes.
Se puede llegar desde otras ciudades importantes del mismo estado federado como Maguncia (Mainz) o Tréveris (Trier) fácilmente con el Rheinland-Pfalz-Ticket, el billete que sirve para coger todos los trenes transportes regionales (menos los de alta velocidad) del estado durante un día por un precio muy asequible. Este se puede comprar fácilmente en las máquinas de las estaciones de trenes o en los puestos de información de la estación, o bien por internet.
Si vais en avión, los aeropuertos más cercanos son Frankfurt y Colonia, desde los cuales habría que coger después un tren hasta Coblenza de una hora y algo.
Para nosotros, Coblenza supuso el fin a la ruta del río Mosela que hicimos durante 5 días recorriendo pueblos increíbles como Cochem o Bernkastel-Kues, así como el famoso Castillo Burg-Eltz.
¿Qué ver en Coblenza?
El casco antiguo (Altstadt) y parte más bonita de Coblenza se encuentra a unos 20 minutos andando de la estación central de trenes (Hauptbahnhof). Es muy fácil llegar, tan solo hay que coger la Viktoriastraße, pasando por el Forum Confluentes. Este edificio tan llamativo arquitectónicamente es un espacio dedicado a la cultura y al arte, por ejemplo en su interior hay exposiciones, el museo Landesmuseum Koblenz o la biblioteca de la ciudad.
Al final de esta calle, a mano izquierda, nos vamos a encontrar la plaza Am Plan. Se trata de un lugar súper animado, lleno de restaurantes y terrazas. Originariamente sirvió como plaza de mercado y el nombre proviene de ser la primera plaza en aparecer en el plano de Coblenza (Plan en alemán) ya que fue la primera en ser pavimentada. Aunque la plaza se construyó en estilo barroco, parte de ella quedo destruida en la Segunda Guerra Mundial, por lo que hoy no quedan muchos edificios clásicos en pie, tan solo en la parte norte. También destaca la fuente que hay en medio de la plaza, del 1806.
Detrás de Am Plan se alza la iglesia de Nuestra Señora (Liebfrauenkirche). Esta iglesia católica se erigió en el punto más alto del casco antiguo y fue la más importante de la ciudad hasta la Revolución Francesa, cuando acabó en ruinas. Más tarde, en el siglo XIX, se renovó en estilo neorrománico. En noviembre de 1944 un ataque aéreo durante la guerra hizo estragos en sus techos pero afortunadamente la estructura no se dañó. Se accede gratis a su interior donde llama la atención las vidrieras y su estructura ya que dentro parece que fuese más estrecha de lo que puede parecer desde fuera.
Desde aquí iremos a la Jesuitenplatz, una plaza cuyo nombre deriva de un antiguo convento jesuita situado en este lugar hasta el siglo XVIII. Desde 1895 el edificio del convento sirve como ayuntamiento (Rathaus). También se halla aquí la iglesia de la ciudad, antigua iglesia de la orden de los jesuitas. La plaza está presidida por un monumento en honor al medico y fisiólogo alemán del siglo XIX Johannes Müller, natural de Coblenza.
Atravesando el arco que hay en el ayuntamiento, llegamos al patio del ayuntamiento y más concretamente al símbolo de Coblenza: la fuente Schängelbrunnen, de 1970. Esta fuente tiene su origen en el tiempo en que la ciudad se hallaba bajo el dominio francés (1794-1813). Muchos de los niños franco-alemanes nacidos en esos años llevaban el nombre de Jean, que en dialecto de Coblenza de la época se pronunciaba Schang y, de ahí derive a Schängel. Esta graciosa escultura que escupe agua por la boca intermitentemente trata de recordar a esos niños. Como ya descubriréis a lo largo de vuestra visita, la imagen de la fuente Schängelbrunnen está por todos los lados, por ejemplo en las alcantarillas de la ciudad, fijaos cuando paséis por alguna.
Continuamos nuestro paseo por el centro visitando más plazas interesantes, por ejemplo la Görresplatz. Esta plaza tan verde y tan bonita es más tranquila pues no está rodeada de terrazas como las otras, tan solo hay un par de restaurantes en la calle principal. Sin duda nos llamará la atención el monumento que hay en el centro, la Historiensäule que ilustra las etapas más significativas de la historia de Coblenza. De abajo a arriba (sin contar el barco con los barriles que simplemente forma la base de la columna):
- El asentamiento romano de los siglos I al V.
- Corte real de Franconia entre los siglos VI y IX.
- Afiliación de Coblenza al Electorado de Tréveris en los siglos X al XII.
- La era de las Cruzadas: Coblenza en los siglos XII y XIII.
- La ciudad de Coblenza florece: figuras de caballos, artesanos, comerciantes, etc. (siglos XIII al XVI).
- La Guerra de los Treinta Años y la caza de brujas.
- La Revolución Francesa alrededor de 1800.
- Coblenza en época Prusiana en los siglos XIX y XX.
- Destrucción de la ciudad durante los ataques aéreos de 1944 en la Segunda Guerra Mundial.
- La ciudad ya reconstruida mira al futuro.
- La fuente fue erigida en 1992 con motivo del 2000 aniversario de la ciudad.
Volvemos ahora sobre nuestros pasos atravesando las plazas e iglesias anteriormente descritas hasta llegar a una nueva plaza: la Münzplatz. Aquí se encontraba la Casa de la Moneda del Electorado de Tréveris desde 1670 hasta mitad del siglo XIX cuando fue demolida a manos de las tropas napoleónicas. Ese es el origen del nombre de la plaza (Münz es moneda en alemán). La plaza en sí no es especialmente llamativa pero tiene también bastantes terrazas donde tomar algo y tomar el aire.
Nos dirigimos ahora al río Mosela para ver el Castillo Antiguo (Alte Burg), que data del siglo XIII y que pertenecía al Electorado de Tréveris. Hoy en día es sede del archivo de la ciudad por lo que no se puede visitar.
A escasos metros tenemos otra plaza que merece la pena ver: Florinsmarkt. Se trata de una antigua plaza de mercado compuesta hoy en día por cuatro edificios históricos:
A escasos metros tenemos otra plaza que merece la pena ver: Florinsmarkt. Se trata de una antigua plaza de mercado compuesta hoy en día por cuatro edificios históricos:
- la iglesia de San Florin (Florinskirche), iglesia evangélica del año 1100;
- el Bürresheimer Hof, una antigua casa de la nobleza construida en 1660;
- la casa Schöffenhaus, sede de los juzgados en época del Electorado de Tréveris;
- el Altes Kaufhaus o antiguo grandes almacenes convertidos más tarde en vivienda. Albergó el Museo del valle medio del Rin (Mittelrhein-Museum) hasta 2013 cuando se mudó por falta de espacio al Forum Confluentes que comentábamos anteriormente. Lo más llamativo de este edificio es la cabeza metálica que hay justo debajo del reloj, que fue incorporada en 1724 cuando se rediseñaron los almacenes. Esta cabeza, llamada Augenroller por cómo mueve los ojos de un lado a otro, se dice que es de Johann Lutter von Kobern, un ladrón ejecutado en 1536 y que, según cuenta la leyenda, antes de morir se dirigió a los habitantes de Coblenza “hacedme un monumento y os traerá suerte” y comenzó a mover sus grandes ojos de un lado a otro 👀y a sacar la lengua 👅, ¡incluso después de haber sido decapitado! Por eso hoy en día esta cabeza mueve los ojos constantemente y saca la lengua cada media hora.
Ahora os
animamos a dar un paseo a orillas del río Mosela hasta que lleguéis al llamado Rincón
Alemán (Deutsches Eck), lugar donde el río Mosela (Mosel) desemboca en el río
Rin (Rhein). Es un lugar muy bonito donde la gente va a echar la tarde si el
tiempo lo permite.
Aquí destaca sin duda el Memorial de la Unificación Alemana,
representado con una descomunal estatua ecuestre del primer emperador (Kaiser) alemán,
Guillermo I de Alemania, artífice de la unificación alemana en 1871 junto con el
canciller Otto von Bismarck. El monumento se erigió en 1897 pero fue destruido
durante la Segunda Guerra Mundial. La estatua se convirtió en pedazos y algunos
de ellos, como la cabeza de la estatua se conservan hoy en día en el Museo del
valle medio del Rin (Mittelrhein-Museum) que está en el Forum Confluentes. Los franceses
quisieron poner un monumento de paz pero por falta de fondos no se hizo. Por
tanto, se quedó tan solo la base del monumento y en 1993, tras muchas
discusiones sobre si debía reconstruirse o no, se erigió finalmente una réplica de
la estatua original.
Algo que
nos llamó la atención fue el conjunto de banderas que ondean alrededor del
Rincón Alemán. Son las banderas de los estados federados (Länder) alemanes y la
de la Unión Europea. Sin embargo, hay una bandera más que a priori no tiene
ningún sentido, ¿la veis? Se trata de la bandera de Estados Unidos, que se alzó
para conmemorar a las víctimas del 11S.
Bordeando
el Deutsches Eck, nos dirigimos ahora hacia el sur a orillas del río Rin, donde
veremos muchos otros puntos de interés. Nos toparemos primero con la Basílica
de San Cástor (Basilika Sankt Kastor), la iglesia más antigua de Coblenza. El
primer edificio data del 836, cuando la entonces llamada Confluentes estaba habitada
por los romanos. Tras ser destruida en una guerra en 1199, la iglesia
fue reconstruida en 1208. Lógicamente,
un templo con tanta historia ha sufrido muchas más renovaciones, la última tras
la Segunda Guerra Mundial. En 1991, el por aquel entonces papa Juan Pablo II catalogó
la iglesia como basílica menor y en 2002 fue declarada Patrimonio de la
Humanidad por la Unesco. Se puede acceder gratis a su interior.
A la altura
de la basílica, justo frente al Rin, parte el teleférico (Seilbahn) que nos
lleva a la otra orilla del río, concretamente hasta la fortaleza de Ehrenbreitstein
(Festung Ehrenbreitstein). En su página web podéis ver sus
precios y aquí los horarios. Existen billetes para un solo trayecto,
para ida y vuelta y combinados para el teleférico y la entrada a la fortaleza. Una
vez arriba lo que encontraréis será una gran explanada que se puede visitar gratis
cuyo principal foco de interés es un mirador (Aussichtsplattform
Rhein-Mosel-Blick) del río Rin a su paso por Coblenza, pero no del Deutsches
Eck. Las mejores vistas del Rincón Alemán –sin entrar a la fortaleza– se
obtienen desde el teleférico. Además de la explanada también se puede entrar
gratis a la tienda de souvenirs como es lógico.
Todo lo demás entra dentro del
precio de la fortaleza. Esta data del siglo XVI donde antes ya hubo un castillo
antiguamente y sirvió como residencia del Electorado de Tréveris y más tarde
como base del ejército prusiano. Hoy en día pertenece al estado de
Renania-Palatinado y en su interior alberga el Landesmuseum Koblenz, un museo sobre
la arqueología del Land Rheinland-Pfalz. Lo más interesante no es el museo sino pasear por las edificaciones que
componen la fortificación y las vistas de la ciudad desde la terraza del restaurante.
Alternativamente
al teleférico, se puede subir también en coche, aunque en este caso para ver el
Rincón Alemán y la unión de los ríos Mosela y Rin es necesario pagar la
entrada, ya que no se tienen las vistas que se tienen desde el teleférico. Para
los que suban en coche, el parking en las inmediaciones es de pago aunque
incluye un descuento en el precio de la entrada.
En nuestro
caso volvimos con el teleférico al punto de partida y proseguimos nuestro
itinerario. Este
recorrido que estamos haciendo paralelos al río Rin se conoce como Rheinanlagen
y es de lo más agradable para hacer en Coblenza. Tiene 3,5 km de largo.
Uno de los
edificios más llamativos de este paseo es el Edificio el Antiguo Gobierno (Preußisches
Regierungsgebäude) en referencia a la que era la antigua sede administrativa
del gobierno prusiano. Tan solo se puede visitar por fuera pero es suficiente
para admirar su belleza.
Frente a él, hay un mural junto al río que muestra fotos de las peores inundaciones que ha sufrido la ciudad, muy interesante. También se puede ver en el edificio Pegelhaus unas líneas que marcan las alturas que alcanzaron las distintas inundaciones.
Desde esta orilla salen muchos barcos que hacen pequeños cruceros por el Rin y el Mosela, es otra experiencia ver la ciudad desde el agua. Para que tengáis una idea de los precios, en ese momento costaba 12€ un tour largo (duración 1h 30min; a las 10:15 y a las 14:15) y 9€ el corto (1h; a las 12:30 y a las 16:30). Los tiques se venden en los varios puestos que hay por aquí.
El
siguiente edificio que encontraremos a nuestro paso será el Palacio de los
Príncipes Electores (Kurfürstliches Schloss). Este palacio se construyó entre
1777 y 1793 a petición del último elector de Tréveris. Más tarde sirvió como
residencia del príncipe heredero prusiano y del emperador Guillermo I.
Aunque lo
hayamos mencionado aquí, hay que decir que la entrada y fachada principal se
ubica justo en lado opuesto, por lo que lo mejor es que lo visitéis durante
vuestro recorrido por el centro de la ciudad. El palacio se usa hoy en día en
conciertos puntuales y lo más destacado son sus jardines, merece la pena pasear
por ellos, tanto por delante como por detrás.
Fachada principal del edificio del Palacio de los Príncipes Electores
La parte
sur del Rheinanlagen se conoce como Kaiserin-Augusta-Anlagen, construida en 1861
en honor a Augusta von Sachsen-Weimar-Eisenach, la esposa de Guillermo I. En
1902 se añadió la parte norte (Konrad-Adenauer-Ufer) y en su conjunto formaron
lo que hoy se conoce como Rheinanlagen o “instalaciones del Rin” si quisiéramos
tener una traducción aproximada al castellano.
De este
paseo únicamente quedaría reseñable el llamado Weindorf, un patio con mesas
rodeado de casas a modo de pueblo donde degustar vino de la región, y la escultura
de la Emperatriz Augusta ( Kaiserin-Augusta-Denkmal) que se encuentra casi al
final del Kaiserin-Augusta-Anlagen.
¿Dónde comer en Coblenza?
En Coblenza
encontraréis un sinfín de oferta gastronómica, ya que como habréis visto son
muchas las plazas con terrazas y restaurantes donde poder comer. Nosotros
comimos en L'Osteria en Am Plan, una cadena italiana famosa por sus enormes pizzas🍕, y en Cowboys Burger Saloon, una hamburguesería
que es todo un clásico de Coblenza 🍔.
También os podemos recomendar una heladería, eGeLoSIa, junto a la Liebfrauenkirche. Cuando hace calor, las colas ocupan gran parte de la plaza, siempre buen indicativo de que están ricos 🍦.
No hay comentarios:
Publicar un comentario