Tras algo más de 12 horas de vuelo ✈, llegamos, por fin a Bangkok, capital de Tailandia. Se trata de una ciudad muy grande y caótica debido a la gran cantidad de población que habita en ella –alrededor de 9 millones– y la abundancia de coches que circulan.
En primer lugar, os comentaremos algunos datos útiles y consejos para un viaje a Tailandia.
- La moneda nacional es el Baht (THB) con un cambio aproximado de 1 EUR ≈ 39 Baht.
- Llevad siempre dinero en efectivo, no aceptan tarjetas en casi ningún sitio, sólo en algunos restaurantes y quizás hoteles. Además, dependiendo de vuestro banco, es posible que os cobren comisión cuando paguéis con tarjeta. Lo mejor es llevarse muchos euros e irlos cambiando a medida que lo vayamos necesitando. Os recomendamos la sucursal Superrich para cambiar ya que normalmente son los que mejores precios ofrecen.
- Las vacunas requeridas antes de viajar son contra la fiebre tifoidea y hepatitis A. Dependiendo del país donde te las pongas, estas pueden variar. Nosotros nos las pusimos en Alemania que es donde residimos y allí nos recomendaron, además de las dos anteriores, las de la encefalitis japonesa y la rabia, por si tuviéramos contacto con monos en algún momento. Lo mejor es ir con antelación a un centro de vacunación y que allí os asesoren.
- Enchufes: no hace falta adaptador, las conexiones españolas nos servirán allí.
- Quien lo desee puede comprar una tarjeta SIM con datos para el móvil, aunque si lo único que vamos a utilizar es un mapa, en ese caso lo mejor es descargarnos la aplicación Maps.me con la que podremos ubicarnos vía GPS sin necesidad de tener conexión a internet. Simplemente hace falta bajarse los mapas previamente de las ciudades que vayamos a visitar.
- En Tailandia son muy religiosos, el 95% de la población es budista, mientras que el 5% restante se divide principalmente entre musulmanes y cristianos. Procurad mostrar respeto en los templos y con las imágenes de Buda, es muy importante para ellos.
- Tailandia es país de mosquitos, así que os recomendamos comprar un repelente allí, hay muchos así que no es necesario llevarlo desde casa. Id a cualquiera de los miles de 7 Eleven que hay y preguntad por uno llamado Sofell, es barato y cumple.
- Mucho cuidado con las carreteras y al cruzar las calles, los coches no paran en los pasos de cebra así que hay que estar rápidos. Además, aquí se conduce por la derecha por lo que estad atentos para mirar al lado correcto antes de cruzar.
Medios de transporte en Bangkok
Al ser una ciudad tan grande, vamos a necesitar utilizar el transporte público en varias ocasiones durante nuestra estancia, así que es bueno saber todas las posibilidades que tenemos.
Tuk-tuk: una mezcla entre motocicleta y coche que se utiliza a modo de taxi. No tiene taxímetro así que el precio se acordará entre ambas partes antes de empezar el trayecto. Lo cierto es que es el peor medio de transporte aquí en Bangkok ya que siempre tratan de timar a los turistas pidiéndoles 4-5 veces más de lo que costaría realmente la partida. Por tanto, cuando se os acerque uno, le decís dónde queréis ir (enseñándole el lugar en el mapa para que lo puedan ver en tailandés, ya que generalmente apenas hablan inglés) y os dirán un precio. Siempre hay que regatear, bajando el precio a la mitad para iniciar la negociación y, a partir de ahí, alcanzar un acuerdo. Aunque no recomendamos coger tuk-tuk en Bangkok por su elevado precio, siendo algo único de Tailandia merece la pena subirse en una aunque sea una vez, por probar. Sentiréis que vuestra vida peligra en cada curva pero al final veréis que los conductores tienen todo bajo control.
Taxi: aquí la cara contraria de la moneda. Los taxis en Tailandia son súper baratos, lo único que hay que hacer es asegurarse de que pongan el taxímetro. Es decir, el proceso es idéntico al del tuk-tuk: el taxi se acercará, le dirás donde quieres ir y te dirá un precio fijo. En ese momento le dirás que solo te subirás si pone el taxímetro. Llegado este punto habrá algunos que acepten, otros que te rebajen el precio original pero sigan queriendo uno fijo y otros que simplemente se vayan. No os preocupéis que taxis en Bangkok no faltan; probad a llamar al siguiente y repetís la jugada. Para que os hagáis una idea, un trayecto de unos 8 Km nos costó 125 baht (poco más de 3€).
Grab: el Uber o Cabify del Sudeste Asiático. Esta es la manera más cómoda, funciona con la aplicación, eliges el medio de transporte (moto, coche, etc.), introduces la dirección de destino y ya te sale el precio que te va a costar. Suele ser bastante barato y te evita tener que andar regateando el precio o estar pendiente de que pongan el taxímetro.
Skytrain: un tren que circula por encima de las carreteras y que localizaréis por las siglas “Bangkok Mass Transit System (BTS)”. Aparte de evitar el tráfico de los coches, lo bueno que tiene son las vistas.
Metro: identificado con las siglas Mass Rapid Transit (MRT).
Autobuses urbanos: con las aplicaciones de mapas del móvil podréis identificar las paradas aunque muchas de ellas solo aparezcan en tailandés.
¿Cómo ir de los aeropuertos de Bangkok al centro?
El aeropuerto Suvarnabhumi (BKK) es el más importante y el que más conexiones internacionales tiene, así que seguramente aterrizaréis aquí en vuestra llegada al país. El trayecto hasta el centro en este caso es muy barato y sencillo, lo realizaremos en tren. Para ello, tan solo hay que seguir las indicaciones de “City Line” (el nombre el tren) hasta llegar a las máquinas donde comprar los billetes, aunque realmente lo que se compra es una ficha (como si fuera una ficha de casino). Suele haber alguien ayudando a los turistas a comprarlas aunque en caso de que no haya nadie, lo que hay que hacer es poner la parada de destino y el número de personas. El precio es de 45 baht y el trayecto hasta la estación de Phaya Thai (última parada de la línea y más cercana al centro) dura poco más de media hora.
*Muy importante: Justo al lado de las máquinas donde se compran estos billetes se encuentra la casa Superrich, sin duda la mejor para cambiar euros por baht. Dentro del aeropuerto hay varios puestos pero con cambios muy malos, todo el mundo cambia aquí y para grandes cantidades de dinero se nota la diferencia.
Para ir desde el centro al aeropuerto puedes repetir lo anteriormente descrito o bien coger un taxi, como hicimos nosotros puesto que íbamos un poco apurados de tiempo. El taxímetro alcanzó 275 baht desde Khao San Road (zona céntrica). También está la opción de Grab, cuyo precio varía entre 300 y 500 baht dependiendo de la hora y la demanda.
El segundo aeropuerto de la ciudad se llama Don Mueang Bangkok (DMK) y se utiliza principalmente para vuelos nacionales, aunque también tiene algunos internacionales. Para ir desde DMK al centro, además de Grab o taxi, tenemos varias alternativas baratas. Por un lado está el llamado Limobus, que cuesta 150 baht por persona, y realiza un trayecto directo a Khao San Road en 40 minutos. Se coge en la primera planta, puerta 14. Una opción más económica son estos otros autobuses especiales:
- Itinerario A1: Don Mueang Airport – Tollway – BTS Chatuchak – Mo Chit 2
- Itinerario A2: Don Mueang Airport – Tollway – BTS Chatuchak – Victory Monument
- Itinerario A3: Don Mueang Airport – Tollway – Din Daeng – Pratu nam – Lumpini Park
- Itinerario A4 - Don Mueang Airport – Tollway – Democracy Monument – Wat Bowonniwet – Khaosan Road – Sanam Luang
- Itinerario A5 - Don Mueang Airport – Tollway – Future Park Rangsit
La tercera alternativa, y la más barata, es el tren hasta la estación de trenes Hua Lampong.
¿Qué ver en Bangkok?
Como dijimos al principio, Tailandia es un país muy religioso por lo que deberemos seguir una serie de reglas cuando visitemos los templos. Aparte de ser silenciosos, respetuosos y demás comportamientos lógicos, la vestimenta es importante. Hemos de descalzarnos siempre –os recomendamos, por tanto, ir con calcetines para no caminar descalzos– y no está permitido llevar pantalones cortos, deben cubrir, al menos, hasta la rodilla.
Comenzaremos visitando los templos budistas más importantes de la ciudad. Por suerte, la mayoría se encuentran en la misma zona por lo que nos resultará fácil ver todos el mismo día, aunque acabemos un poco cansados.
El primero y más importante es el Gran Palacio (Grand Palace), antigua residencia del rey tailandés hasta el siglo XX. Es un gran recinto que alberga el propio palacio y, por otro lado, un conjunto de varios templos budistas. El más significativo de estos es el llamado Wat Phra Kaew, construido en 1785 cuando la capital de Tailandia se mudó a Bangkok. En él se encuentra la escultura del famoso Buda de Esmeralda, una de las figuras más sagradas del país, tanto que tan solo al rey se le permite tocarla. El precio del palacio es de 500 baht y el horario de 8.30 a 15.30 horas. Aunque es un sitio precioso, ya que alberga numerosos edificios de hermosa decoración y muy bien conservados, es tan turístico que lo encontramos un tanto agobiante. La mayor parte del turismo tailandés proviene de China y en el Gran Palacio os daréis cuenta de ello.
Recinto del Gran Palacio
Muy cerca del palacio encontraremos el templo Wat Pho, el cual destaca por la inmensa escultura bañada en oro del buda reclinado, de nada menos que 46 metros de largo y 15 de alto. Es prácticamente el principal motivo para acercarnos a visitar este templo. El precio es de 300 baht y abre todos los días del año.
Saliendo de este templo, hemos de ir a la orilla del río Chao Phraya para cruzar con barco al otro lado (4 baths por persona). Desde aquí ya vislumbraremos el edificio que vamos a visitar a continuación, el templo de Wat Arun, también conocido como Templo del Amanecer. Precisamente las mejores vistas de él se obtienen desde este lado del río. El precio de la entrada es de 100 baht y abre diariamente de 8:30 a 17:30.
Templo Wat Arun visto desde el río Chao Phraya
Al ser Bangkok una ciudad tan grande, es recomendable organizarse bien para ver en un día todo lo que esté en una misma zona, con el objetivo de aprovechar al máximo el tiempo. Por eso, tras ver los templos, cogeremos un barco en la orilla para que nos suba hacia el norte del río hasta Khao San Road, probablemente la zona más famosa de la ciudad. Aunque no cojáis este barco particularmente, os animamos a coger alguno de los barcos/autobús que circulan a lo largo del río, es un agradable paseo.
También escrito como Khaosan Road, esta calle y alrededores es conocida como la zona de mochileros (backpackers) ya que son varios los hostales que ofrecen alojamiento barato por aquí. Debido a ello, encontraréis un sinfín de tiendas de souvenirs, bares, restaurantes, puestos de comida, locales de masajes, de tatuajes, etc. Está bien para tomarse una cerveza a media tarde aunque nada recomendable para ir de compras ya que los precios son más altos de lo común. Se trata, sin duda, de la zona más turística de Bangkok, donde apenas os cruzaréis con gente local.
Khaosan Road
Donde sí es buen lugar para comprar es el mercado de fin de semana Chatuchak (Chatuchak weekend market), que fue una de las atracciones que más nos gustaron de la ciudad. Se encuentra en la parada de Skytrain Mo Chit o de metro Chatuchak. La mala noticia es que solo abre los fines de semana de 9 a 18, si bien es cierto que de miércoles a viernes algunos puestos están también abiertos. Este es un inmenso mercado que tiene parte al aire libre y parte cubierta, con mil tiendas de souvenirs y locales de comida. Tiene buen ambiente, los mejores precios (previo regateo) y lo poco que comimos en los puestos callejeros (zumos naturales, helados de coco) estaba riquísimo. ¡Totalmente recomendable!
Puestos a ir de compras, no podían faltar tampoco los célebres centros comerciales de Bangkok. Hay varios, cada cual más grande y lujoso. Los más importantes son el Central World, el MBK y el Siam Paragon. Tampoco es cuestión de perder un día entero en centros comerciales, pero sí es buena idea pasarse por allí alguna tarde noche que ya hayan cerrado el resto de cosas para ver cómo son. Aunque pueda parecer raro ir a un centro comercial siendo turistas, hay que decir que es una de las atracciones preferidas de los locales. Nosotros simplemente cenamos en uno de los restaurantes del MBK. Para pagar en algunos de los restaurantes o puestos de comida os hará falta alquilar una tarjeta monedero con el nombre del centro comercial.
Por suerte, todos estos centros comerciales están casi pegados. Las paradas de metro más cercanas son National Stadium y Siam (ambas de Skytrain).
A unos 700-800 metros de aquí se encuentra la Jim Thompson House, una casa que alberga una colección de arte del arquitecto estadounidense Jim Thompson, quién se dedicó fundamentalmente al negocio de la seda tailandesa (thai silk). Aquí tenéis los horarios y precios del museo para los que estén interesados.
Moviéndonos a otra zona de la ciudad y, por cambiar un poco de escenarios, os sugerimos dar un paseo por el parque Lumphini Park. Si hace buen día es un lugar agradable para quedar con amigos, correr o lo que surja.
Muy cerca de aquí, de nuevo tenemos un mercado que ver: el mercado nocturno de Patpong (Patpong night market). Este tiene de especial que tiene lugar solo de noche. Es relativamente pequeño por lo que no necesitamos mucho tiempo para recorrerlo entero y es conocido por sus falsificaciones de las marcas de relojes y ropa más famosas. En uno de los laterales del mercado, en lugar de souvenirs, lo que encontraremos será parte del barrio rojo de Bangkok, con locales eróticos y diversos shows algo excéntricos. Como podréis comprobar, cada 5 metros se acercan los empleados de dichos locales a ofreceros una amplia variedad de espectáculos sexuales.
Mercado nocturno de Patpong
Tal y como comentábamos, Bangkok es una ciudad enorme y son muchos los barrios que visitar. Uno de los que nos queda por ver es Chinatown, ideal para cenar algún día en cualquiera de los múltiples restaurantes que alberga. La calle principal del barrio es Yaowarad Road y, al principio de esta, junto a la estación de trenes y metro Hua Lamphong, se encuentra otro templo digno de visitar: el Wat Traimit (Golden Buddha Temple), conocido por contener una enorme estatua − mide 3 metros de altura− de un Buda del 83% de oro macizo. Lo curioso es que durante muchos años la estatua estuvo desprotegida, pues se pensaba que era de yeso. En 1955 durante un intento para moverla de ubicación, se cayó y se descubrió que en realidad estaba hecha en oro. Es un tesoro para Tailandia, de hecho tiene un valor de cerca de 250 millones de dólares. El templo abre todos los días de 08.00 a 17.00 horas y tiene un precio de entrada: 100 baht.
Otro edificio que merece la pena mencionar junto a Chinatown (oficialmente pertenece al barrio Talat Noi) es la mansión Sou Heng Tai House, del 1813, lo que la convierte en una de las edificaciones más antiguas de Bangkok. Fue fundada por un clan chino, consta de cuatro casas y un patio en medio, todo ello en un estilo arquitectónico tradicional chino con algún que otro toque tailandés. Hoy en día sigue en manos de las generaciones más jóvenes de la familia. Es cierto que se encuentra en un estado un poco de deterioro, pero aún se conservan detalles originales. Como curiosidad, actualmente también funciona como escuela de buceo aprovechando la piscina en el patio que se construyó en 2004. Para entrar hay que pagar una pequeña entrada o comprar una bebida en su defecto.
A nosotros nos gusta mucho ver las ciudades desde las alturas así que siempre buscamos lugares que nos brinden una panorámica entera de la ciudad. Aquí en Bangkok nos hablaron de tres rascacielos: la State Tower Bangkok, la King Power Mahanakhon y la Baiyoke Tower.
La State Tower Bangkok se construyó en 2001 y alcanzó una altura de 247 metros. Alberga el lujoso hotel Lebua at State Tower cuyo rooftop, Sirocco, se hizo famoso internacionalmente gracias a su aparición en la película Resacón en Tailandia. Sirocco es un restaurante con un sky bar ubicado en la parte alta del hotel. La comida en el restaurante es muy cara pero puedes tomarte algo en el bar sin gastarte tanto y disfrutar de las vistas. Eso sí, el bar tiene código de vestimenta que podéis ver en su página web. En esta torre también hay un restaurante japonés con dos estrellas michelín llamado Mezzaluna.
La King Power Mahanakhon, relativamente cerca de la anterior. Un rascacielos de 78 plantas con una altura de 314 metros, lo que lo convierte en el edificio más alto de todo Tailandia. Se puede subir a su mirador que se encuentra en la planta 74, cuya particularidad es que tiene una pasarela de cristal transparente, de tal manera que puedes ver el vacío que hay bajo tus pies. Lógicamente, la entrada es cara pero si os decidís, seguro que habrá merecido la pena, se reservan desde esta web. Eso sí, mejor asegurarse que haga un buen día.
Baiyoke Tower. Este hotel alberga también un bar en las últimas plantas, el cual es gratis para los que se alojan en él y cuesta 450 baht (poco más de 11 euros) para los que vengan de fuera, como fue nuestro caso. Esta entrada incluye una bebida de 150 baht por lo que al fin y al cabo no es tan cara la entrada. La torre alcanza los 304 metros de altura y el bar se encuentra en la planta 83, mientras que en la 84, la última, hay una plataforma al aire libre que va girando y que te permite ver toda la ciudad. Un buen plan para una noche después de cenar. Abre diariamente de 10:00 a 22:00.
Mercados de Bangkok
No podéis viajar a Bangkok y no ver visitar alguno de los mercados que se encuentran a las afueras de la ciudad. De hecho, nosotros recomendamos incluso sacrificar antes alguna de las atracciones de la ciudad si andáis escasos de tiempo.
Vamos a hablar del mercado de las vías de tren en Mae Klong (Maeklong Railway Market), el mercado flotante de Damnoek Saduak (Damnoen Saduak Floating Market) y el mercado flotante de Amphawa (Amphawa Floating Market). Con ver uno de los dos mercados flotantes es suficiente y nuestra recomendación es combinarlo con el mercado sobre las vías del tren en un mismo día ya que se encuentran lejos de Bangkok pero cerca entre sí. Seguramente existan excursiones ya montadas que nos lleven a estos mercados pero lo cierto es que es muy fácil y más barato ir por tu cuenta.
Nosotros fuimos al de Mae Klong primero y al de Damnoek Saduak después. Queríamos ir al de Amphawa ya que es menos turístico y menos masificado, pero este solo abre de viernes a domingo de 15 a 20 horas (o eso fue lo que nos dijeron). Como fuimos temprano y queríamos ver ambos en esa misma mañana, fuimos al de Damnoek Saduak, que al final nos gustó bastante.
El mercado de las vías del tren, conocido como Mae Klong por estar junto al río del mismo nombre, es famoso porque tiene lugar, como su propio apodo indica, sobre las vías de un tren. Uno puede pensar que son unas antiguas vías abandonadas, pero nada más lejos de la realidad. El mercado siempre había estado en este sitio; con la introducción del tren en Tailandia a principios del siglo XX, las vías se trazaron para que pasaran por aquí, pero se decidió mantener el mercado. El tren que pasa por aquí sigue en activo y pasa todos los días a las 8.30, 11.10, 14.30 y 17.40. El mercado propiamente abre de 7 a 17:30. Nosotros llegamos a las 10:15, hora perfecta para comprar cosillas varias y ver la llegada del tren. Resulta realmente curioso ver cómo retiran rápidamente todos los puestos apenas unos minutos antes de que este pase.
Para visitar este mercado desde Bangkok hay que ir a la estación de autobuses Sai Tai Mai, también llamada Estación Sur (Bangkok Southern Bus Terminal). Para llegar hasta aquí se puede tomar un autobús urbano y perder 1-2 horas de trayecto o simplemente pedir un Grab o un taxi (¡acordaos de pedir siempre taxímetro!). Una vez situados frente a la entrada principal de la estación, la rodeamos por la izquierda a través de un pequeño aparcamiento y veremos algo así como una estación paralela clandestina. Por raro que parezca, desde aquí salen las minivans y autobuses a todos estos mercados. Simplemente decid en cualquiera de los puestos de venta a dónde queréis ir y ellos os indicarán cuál es el stand correcto de venta de tiques. En nuestro caso, el precio fue de 75 baht por persona en minivan y el trayecto duró casi 2 horas ya que, aunque solo se encuentre a 73 kilómetros de Bangkok, el vehículo va haciendo múltiples paradas en las que se va bajando y subiendo gente.
Acordaos bien de dónde os deja la minivan (guardad la localización en Maps.me o lo que sea) ya que desde este mismo sitio salen también las minivans a los mercados flotantes (tanto Amphawa como Damnoek Saduak). En cuanto hayáis acabado la visita al mercado de Mae Klong y os dirijáis de nuevo al punto de encuentro de las minivans, vendrán hacia vosotros varias personas preguntando por vuestro destino, entonces decís el mercado flotante (su nombre concreto o simplemente "floating market") y enseguida os colocarán en un vehículo que se dirija hacia allá. Nosotros cogimos otra minivan que nos costó 20 baht hasta el mercado de Damnoek Saduak.
Damnoek Saduak. Abre diariamente pero solo hasta las 14:00 y lo bonito de este mercado, así como de todos los mercados flotantes, es que lo vas recorriendo en barca, ya que los puestos se sitúan a ambas orillas de los canales así como en otras barcas. Nada más bajar de la minivan, una chica nos mostró los precios, tipos de barcas, rutas… No hay más alternativas que esa y el precio fue de 300 baht/persona en una barca privada para dos personas en un trayecto de una hora. Dentro del mercado os instamos a regatear todo lo que podáis, ya que a menudo empiezan diciendo precios desorbitados a los turistas y luego los van reduciendo considerablemente si ven que no estáis muy convencidos.
Una vez comprado el billete, dispondréis de una barca particular con conductor que va parando en los distintos puestos para que mires si quieres comprar algo, por lo que se convierte en una travesía un poco incómoda si solo quieres mirar, ya que te plantas cara a cara con los vendedores en todo momento, que no paran de insistir en que te lleves algo. Al final acabamos comprando alguna cosilla si bien en general es un sitio bastante caro ya que las mismas cosas las encontramos a un precio más bajo en el mercado de Chatuchak y en otros puestos y tiendas de Bangkok.
Una vez comprado el billete, dispondréis de una barca particular con conductor que va parando en los distintos puestos para que mires si quieres comprar algo, por lo que se convierte en una travesía un poco incómoda si solo quieres mirar, ya que te plantas cara a cara con los vendedores en todo momento, que no paran de insistir en que te lleves algo. Al final acabamos comprando alguna cosilla si bien en general es un sitio bastante caro ya que las mismas cosas las encontramos a un precio más bajo en el mercado de Chatuchak y en otros puestos y tiendas de Bangkok.
Una de las calles del mercado flotante de Damnoek Saduak
Si venimos desde Bangkok en lugar de desde Mae Klong, en la misma estación de Sai Tai Mai salen también buses a Damnoek Saduak por 65 baht/persona. Para volver a Bangkok, en el sitio donde empezamos y acabamos el recorrido en barca, hay un café donde venden los billetes. Aquí eran un poco más caros, 220 baht por persona en minivan hasta la estación de Mo Chit (casi 2 horas de nuevo), justo donde tiene lugar el mercado de Chatuchak así que es buena idea empalmar y verlos todos en un día.
¿Dónde comer en Bangkok?
La mayoría de noches comimos y cenamos en puestos callejeros ya que la
oferta es inmensa. El plato por antonomasia de la cocina tailandesa es
el Pad Thai,
un salteado de fideos de arroz, huevos revueltos, tofu, pollo o gambas,
chalotas, brotes de soja y varias especias y salsas, coronados con
cacahuetes picados por encima. Si bien lo encontraréis por todos lados,
sí os recomendamos probar el que dicen que es el mejor de la ciudad: el
del restaurante Thipsamai. Los tailandeses ya no vienen aquí
porque la cola que hay siempre es considerable (nadie quiere esperar 30
minutos para comer el plato típico de su país). Sin embargo, el truco es
pedirlo para llevar. Como podréis ver, justo en el centro de la
fachada del local hay una cola para pedir la comida para llevar donde
normalmente hay apenas un par de personas, lo que pasa es que no se ve
porque la cola de gente para sentarse dentro está prácticamente al lado.
Lo tienen todo preparado, es simplemente llegar, coger la bolsa y pagar
(150 baht). Sin ser nosotros unos expertos en pad thai, hemos de decir
que este nos pareció exquisito. Otro sitio muy bueno de pad thai es Baan Yai Phad Thai, aunque está un poco alejado del centro.
También merece ser mencionado el restaurante Raan Jay Fai. Actualmente solo hay tres puestos de comida callejera con una estrella Michelin⭐, uno es este (desde 2018), otro de tacos en Ciudad de México y el otro está en Singapur; Jay Fai es el nombre de la cocinera. Su insignia, la tortilla de cangrejo al estilo tailandés (crab meat omelet o khai jeaw poo, 1400 baht), si bien también tienen otros platos como los drunken noodles y la sopa picante Tom Yam.
De nuevo, como os podréis imaginar, el sitio es famosísimo, así que las
colas son acordes a dicha fama y el precio más alto. Hay que pedir
número al llegar y esperar a ser llamado para sentarse y ser servidos,
lo cual puede llevar hasta dos horas.
Otro de los famosos es el restaurante de la sopa infinita, el Wattana Panich. Este lugar es mundialmente conocido por estofados de carne cuyo caldo se ha estado cocinando a fuego lento, sin parar, día y noche, durante los últimos 50 años. El caldo lo tienen en un caldero gigante y, al lado, varias ollas más pequeñas donde cocinan la carne.
Muy típico también de Tailandia es el pollo frito, hay un sinfín de sitios donde comerlo, aunque uno bastante popular es J Poon Fried Chicken.
Otro plato que debéis probar es el Pad Kra Pao,
un salteado de carne picada de cerdo y albahaca, acompañado de arroz y
un huevo frito. Un sitio recomendable, aunque un tanto alejado del
centro, es Original Pad Kra Pao 1993.
También veréis en muchos mercados platos de curry tailandés. En este apartado hay uno famoso, salió incluso en un capítulo de comida asiática de Netflix, se llama Khao Gaeng Jek Pui (Je Chie).
Obviamente, con el hype de salir en Netflix, se ha vuelto muy famoso y
está lleno de turistas pero, aun así, conserva su autenticidad: se come
sentado en sillas de plástico que hay en la propia calle, junto al
puesto. El local se encuentra en el barrio de Chinatown.
Para el postre, aunque la gente también lo toma de desayuno o merienda, un popular del país es el Thai Banana Roti. El roti aquí en Tailandia es un pan frito, y este plato consiste, básicamente, en un pancake frito relleno de trozos de plátano, riquísimo. Lo tienen en muchos mercados, no será difícil que deis con él.
Y, cómo no, el Mango Sticky Rice,
otro de los platos icónicos de Tailandia. Consiste en un arroz
glutinoso dulce, trozos de mango y leche de coco. Sencillo y exquisito.
Excursiones desde Bangkok
→Una de las excursiones típicas desde Bangkok y que sin duda merece la pena es la de Ayutthaya, antigua capital de Tailandia. Se puede hacer perfectamente en algo más de medio día y todo montado por tu cuenta, no hay necesidad de pagar por una excursión ya preparada.
→Wat Samphran, también conocido como el Templo del dragón. Se trata de un espectacular templo de 17 plantas y 80 metros de altura rodeado por un dragón. Lo malo es que se encuentra a unos 30-40 kilómetros de Bangkok, por lo que has de venir hasta aquí en Grab o en transporte privado, asegurando que puedas volver a la ciudad. El trayecto dura unos 45 minutos y la visita al templo es gratuita.
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