Artículo actualizado en: 2025-05-06T19:31:05Z

Budapest

Budapest es la capital de Hungría, y con poco más de 1,7 millones de habitantes, la ciudad más poblada del país. Desde 2004, Hungría forma parte de la Unión Europea (UE) aunque su moneda no es el euro, sino el florín húngaro (HUF).

Budapest nace de la unión de tres ciudades: Buda, Pest y Óbuda, si bien las dos primeras son las más admirables y las más conocidas. Las tres se unieron en 1873, durante el Imperio Austrohúngaro, para formar una sola ciudad y convertirse en la capital del imperio. 

Para muchos, Budapest es una de las ciudades más bonitas de Europa ya que cuenta con edificios tradicionales típicos de la Europa del Este y es atravesada por el Danubio, el río más largo de la UE que divide la ciudad en dos, quedando Buda, la parte más montañosa, y Óbuda, al oeste y Pest, la parte más llana y oriental, al este.

La ciudad de Budapest necesita, al menos, 3 días para verla con calma. Lo ideal es dividir los días en Buda y Pest para no tener que estar cruzando el río continuamente de un lado al otro y así aprovechar mejor el tiempo. Lo bueno es que Budapest tiene una buena red de transporte público (metro, bus, tranvía) que cubre toda la ciudad, con buena frecuencia y pocos retrasos. Incluso la línea M1 de metro fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2002, ya que fue la primera línea de metro construida en Europa Continental (1896), es decir, sin incluir Reino Unido (1863).

El idioma oficial del país es el húngaro o magiar (magiar significa húngaro en húngaro), también idioma oficial de la Unión Europea desde su ingreso en 2004, es uno de los idiomas más complicados de Europa. Procede de las lenguas urálicas, es decir, que se hablaban en los Montes Urales, igual que el finlandés, otro de los idiomas más difíciles que uno puede aprender. Algo básico que debéis saber para poder moveros con facilidad por allí es que "utca" es "calle" y "tér" es "plaza" 😊.

    Breve historia de Budapest

    Antes de comenzar, deberíamos hacer un breve inciso sobre la historia de Budapest, ya que nos iremos encontrando a lo largo de la visita con múltiples referencias y lugares históricos por toda la ciudad. La verdad es que es un país que ha sufrido mucho, ha sido ocupada por el Imperio otomano, ha estado en el bando perdedor en Primera y Segunda Guerra Mundial y fue nuevamente ocupada por la Unión Soviética hasta 1991.

    En el siglo XIX, Hungría pertenecía al Imperio Austríaco. A mediados de siglo surgió la llamada Revolución Húngara de 1848. Este intento de independencia fue reprimido duramente por el emperador Francisco José I de Austria, marido de Isabel de Baviera, más conocida como Sissi. Sissi era muy querida en Hungría ya que solía visitar a menudo Budapest. Además, una de sus hijas nació aquí e incluso se dice que mantuvo una relación con el Conde Gyula Andrássy, nombre que lleva precisamente una de las calles más grandes e importantes de Budapest.

    Por todo ello, la emperatriz resultó clave para que en 1867 el Reino de Hungría se independizara y dejara de pertenecer al Imperio Austríaco, formando ambos el Imperio Austrohúngaro. Francisco José y Sissi fueron los reyes de Hungría en esta nueva etapa. Al caer el Imperio Austrohúngaro en 1918, Hungría se declaró una república independiente.

    Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Hungría estuvo en el bando de la Alemania nazi y Budapest quedó parcialmente destruida por las bombas de los aliados. Los puentes fueron destruidos y muchas personas perdieron la vida durante los ataques. Tras la Guerra, el país fue ocupado por la Unión Soviética. En 1956 comenzaron a surgir grupos revolucionarios y manifestaciones en contra del gobierno estalinista de la Unión Soviética. Lo que comenzó como una pequeña rebelión, se convirtió en una auténtica revolución, uniéndose a esta el ejército húngaro. Se la conoció como Revolución húngara de 1956Otoño húngaro, porque tuvo lugar entre octubre y noviembre de dicho año. Imre Nagy, líder húngaro, anunció que Hungría dejaba de formar parte del Pacto de Varsovia (acuerdo de apoyo militar por parte del Bloque del Este liderado por la URSS con el objetivo de hacer frente a la OTAN –alianza formada por el bloque europeo y norteamericano–). Esto enfadó a la URSS, que se vio obligada a sacar los tanques. Tras cerca de 40.000 muertos, la resistencia húngara no aguantó mucho más y acabó sucumbiendo al poder comunista. Muchos húngaros se exiliaron entonces a Austria y a otros países cercanos.

    ¿Cómo llegar desde el aeropuerto de Budapest al centro?

    Lo más probable es que hayáis volado a Hungría en Ryanair o Wizzair. Si vais con Wizzair, tened cuidado con el equipaje de mano, ya que no permiten maleta pequeña a bordo, simplemente permiten una mochila o un bolso; si te presentas en el avión con la maleta sin haberla facturado tendrás que pagar 45€ por maleta. Con la nueva política de Ryanair también has de seleccionar priority y pagar un poco más para subir la maleta de mano al avión.

    Dicho esto, una vez hayáis llegado al aeropuerto de Budapest, tendréis que comprar tickets de transporte. Dependiendo de cuándo y cuántos días vayáis, lo recomendable es coger abonos de varios días. Está el de 1 día (24h-travel card) y el de 3 días (72h-travel card) y te valen para coger metro, bus y tranvías. Aunque vuestra intención sea ver la ciudad caminando, lo cierto es que el frío y la lejanía de algunos sitios hacen que al final acabes usando el transporte público más a menudo de lo planeado. El precio del trayecto individual es de 450 HUF.

    Una vez comprado el billete, cogeremos uno de los dos siguientes autobuses:
    • El autobús 200E, cuya parada se encuentra saliendo de la terminal y girando a la derecha. Este bus nos llevará a una parada de metro de la línea 3 (Kőbánya-Kispest) desde donde podremos llegar al centro de la ciudad.
    • El autobús 100E, el cual conecta el aeropuerto con la plaza Deák Ferenc tér, con una frecuencia de media hora entre autobús y autobús. El primero sale desde la plaza Deák Ferenc tér a las 4 de la mañana mientras que en sentido contrario (desde el aeropuerto) lo hace a las 5 de la mañana. El precio es de 900 HUF, hay que pagar en florines y se puede comprar tanto en las máquinas expendedoras como en el propio autobús.
    Como curiosidad, cabe mencionar que las líneas 2 y 4 de metro cruzan el Danubio ¡por debajo! por lo que tendrás que bajar muchas escaleras mecánicas hasta poder coger el metro en algunas estaciones.

    ¿Qué ver en Buda?

    Vamos ahora a cruzar a la parte occidental de la ciudad, Buda, y qué mejor que hacerlo por el famoso Puente de las Cadenas, de hierro forjado y piedra, historia viva de la ciudad ya que fue el primero en conectar las ciudades de Buda y Pest (año 1849). Mide 375 metros de largo y, como curiosidad, en su momento era de peaje, pues unía dos ciudades que eran distintas.

    Castillo de Buda (Budavári Palota). Si hay un monumento que se ve desde cualquier lugar de Pest, ese es el Castillo de Buda. Erigido en el siglo XIII en estilo gótico, el castillo ha sido hogar de reyes húngaros desde su construcción. Muchos pensarán que no parece un castillo típico medieval y la razón es que del original no queda casi nada, lo que vemos actualmente es el palacio barroco, fruto de la reconstrucción sufrida entre 1748 y 1769 por orden de María Teresa de Habsburgo, que había conquistado Buda tras muchas batallas. Tantas, que Buda quedó prácticamente destruida y fueron ellos los encargados de reconstruirla y dar un nuevo diseño al castillo. Los Habsburgo tenían su residencia oficial en Viena, pero se alojaban aquí cuando venían a la ciudad. En 1944, durante el llamado Sitio de Budapest, el castillo fue nuevamente dañado por el Ejército Rojo de la Unión Soviética en sus ataques a la Alemania nazi y captura de la ciudad, por lo que la última reconstrucción data de después de la Segunda Guerra Mundial.

    budapest que ver
    Castillo de Buda desde el Puente de las Cadenas

    Hoy en día alberga la Galería Nacional Húngara (Hungarian National Gallery), la Biblioteca Nacional de Hungría (Országos Széchényi Könyvtar) y el Museo de Historia de Budapest (Budapesti Történeti Múzeum). Para llegar, lo mejor es subir andando por el camino que nace enfrente del Puente de las Cadenas, o bien subir en el funicular, que es de pago. 

    budapest iglesia de matias
    Iglesia de San Matías (Mátyás Templom). Siguiendo nuestro paseo por Buda, relativamente cerca del Castillo, se encuentra esta iglesia, sin duda alguna la iglesia más famosa de la ciudad. Fue construida en 1255 y su nombre se estableció en honor al rey Matías de Hungría. Sin embargo, en 1541, al ser ocupada por los turcos, pasó a ser una mezquita. Durante la liberación de Hungría por parte de los turcos en 1686, la iglesia quedó totalmente destruida y, tras varios intentos de reconstrucción, fue el arquitecto Frigyes Schulek a finales del siglo XIX quien la restauró, consiguiendo que adaptara la misma apariencia que originalmente tenía.

    Merece la pena visitar la iglesia por dentro ya que es muy bonita y no es muy cara la entrada. En su interior alberga reliquias y tesoros varios, incluso un cuadro de la famosa Emperatriz Sissi de Austria, ya que en esta iglesia tuvo lugar la coronación de Sissi y el emperador Francisco José I de Austria como reyes de Hungría en 1867, tal y como os contamos al principio del artículo.


    Bastión de los Pescadores (Halászbástya). Justo al lado de la iglesia de San Matías, se encuentra el Bastión de los Pescadores, un mirador construido precisamente por el mismo arquitecto de la iglesia, Frigyes Schulek, entre 1895 y 1902, en estilo neogótico y neorrománico. Está formado por 7 esculturas que representan 7 tribus magiares, si bien son conocidas como pescadores ya que se ubican en un barrio donde antiguamente vivía el gremio de los pescadores. El pueblo Magiar es el que habitó en lo que hoy se conoce como Hungría, es decir, los húngaros originarios. Desde aquí se obtiene una tremenda vista panorámica de todo Pest así como del Danubio y los puentes que unen las ciudades de Buda y Pest.

    budapest invierno
    Bastión de los Pescadores nevado

    Museo Hospital in the Rock. Habíamos oído hablar mucho de este museo y la verdad es que nos unimos a las recomendaciones. Se trata de un antiguo búnker que fue usado como hospital secreto a lo largo del siglo XX. Durante la Segunda Guerra Mundial decenas de heridos eran atendidos en este hospital. De hecho, aunque la capacidad inicial era de 60 pacientes, se llegó incluso a triplicar el número de enfermos que residieron allí. Los médicos provenían de otros hospitales de Budapest mientras que las enfermeras eran voluntarias. El hospital se siguió utilizando en las décadas posteriores e incluso se preparó para una posible guerra nuclear.

    Las visitas son guiadas y en inglés, cada hora, y hacen descuentos a estudiantes. El único pero es que no se pueden hacer fotos, aunque en su página web hay varias para hacerse una idea de cómo han montado los escenarios interiores, con maniquíes representativos incluidos. En su página web podéis ver sus horarios y precios.

    Para llegar al museo, solo hace falta seguir la calle Szentháromság, que sale de la plaza de la iglesia de San Matías, hasta Tóth Árpad Sétány, una avenida perpendicular a ella. De frente encontraremos un ascensor que desciende hasta la entrada del búnker-museo.

    Citadella. Si queremos obtener una vista de todo Pest, una buena opción es subir a ver la Citadella –no se tarda más de media hora andando–, ubicada en la cima de la colina Gellért. Para subir a esta colina de 235 metros de alto, lo mejor es partir del puente de Elisabeth (Erzsébet híd). La Citadella ha sido históricamente una fortaleza, construida en 1854 por los Habsburgo. Una vez se marcharon los austriacos, la fortaleza pasó a manos de los húngaros que, gracias a su gran ubicación –con vistas tanto a Buda como a Pest–, no la destruyeron y la usaron para diversos objetivos tales como campo de prisioneros o alojamiento de gente sin hogar. Durante la Segunda Guerra Mundial jugó un rol fundamental, albergando una sede de las SS alemanas.

    budapest que ver
    Vistas de Budapest desde la Citadella

    En 1947 se construyó en esta cima un Monumento a la Libertad. Este monumento conmemora la liberación de la Alemania nazi por parte de Hungría y consta de tres grandes estatuas, siendo la más importante la mujer central portando una hoja de palmera como símbolo de libertad. A partir de los años 60, la Citadella se convirtió en uno de los atractivos turísticos de Budapest, gracias a las preciosas vistas que ofrece de toda la ciudad.

    Si tenéis tiempo, en la misma colina Gellért se encuentra la iglesia de la Cueva (Gellérthegyi Barlang), una atípica iglesia ubicada en una gruta en la colina. La iglesia es de culto católico y se construyó en 1931. Durante la ocupación soviética, la cueva permaneció cerrada, reabriéndose en 1992 tras la caída del comunismo. Desde esta parte de la colina se tienen unas grandes vistas del Danubio y del Puente de la Libertad (Szabadság híd). 

    Aquí en Gellért también está el Balneario Géllert (Gellért Gyógyfürdő és Uszoda), el segundo balneario más famoso de la ciudad después del de Széchenyi, del que hablaremos más abajo. Fue construido en 1918 y su preciosa arquitectura con estilo art nouveau y mosaicos de cerámica le han hecho aparecer en varias películas y anuncios. 

    ¿Qué ver en Pest?

    El Parlamento (Országház). Qué se puede decir... sencillamente impresionante 🔝. El edificio, de estilo neogótico, se construyó entre 1884 y 1900, por lo que es relativamente nuevo. Es obra del arquitecto húngaro Imre Steindl, que se quedó ciego unos meses antes de la finalización del proyecto. Es el tercer parlamento más grande del mundo, por detrás del de Buenos Aires y Bucarest, y superando por poco las dimensiones del de Londres.
     
    Para visitar el Parlamento existen visitas guiadas en varios idiomas, incluido en español. La visita dura menos de una hora pero merece la pena para ver la inmensidad y belleza del edificio, también por dentro. Las entradas se pueden comprar por internet en este enlace y el precio es de 6500 HUF por persona para los ciudadanos de la EEA (European Economic Area), con un descuento del 50% si eres estudiante menor de 25 años. Otra opción es comprarlas en las taquillas en el momento, cuestan un poco más caras (aquí están los precios) pero hay más horarios disponibles para tours que los que se muestran en la página web.
     
    Su interior es también majestuoso y se sigue usando por la Asamblea Nacional de Hungría, así como eventos varios. Uno de los principales atractivos del Parlamento es ver la Corona de San Esteban, también conocida como Santa Corona Húngara, utilizada para la coronación de todos los reyes húngaros a lo largo de la historia. Lo más curioso de esta es que tiene la cruz torcida; se cree que esto sucedió en el siglo XVII tras algún pequeño accidente y se decidió dejarla así. Si os fijáis, también figura así en el escudo de armas nacional, ligeramente inclinada hacia la izquierda.

    La parada de metro más cercana al Parlamento es Kossuth tér, en la línea 2 de metro. Al estar a orillas del Danubio, la mejor posición para verlo es desde la otra parte del río, desde Buda. Tanto desde la orilla del río, como desde la parte alta (Bastión de los Pescadores), se puede apreciar la belleza de este impresionante edificio. 

    Como complemento a estas vistas, existe la posibilidad de dar un paseo en barco por el Danubio al atardecer o por la noche, algo totalmente recomendable ya que veis los principales edificios iluminados a ambos lados del río. Si de día es espectacular, de noche lo es aún más. Suelen durar una hora de duración y hay varias compañías que ofrecen este servicio, por ejemplo la de esta página. El Danubio tiene 2857 kilómetros y pasa por 10 países, pero el trayecto que hace por Budapest es, probablemente, el más bonito.

    budapest parlamento entradas
    Vista del Parlamento de noche desde el barco

    En un ala del Parlamento, a orillas del Danubio, se puede ver otro memorial de la Segunda Guerra Mundial llamado Zapatos en la orilla del Danubio (Cipők a Duna-parton), una hilera de pares de zapatos esculpida en 2005. Estas esculturas tratan de rendir homenaje a todos aquellos, principalmente judíos, que eran ordenados por los oficiales nazis ir al borde del Danubio y descalzarse para ser disparados por la espalda mientras caían desplomados al río. Esta cruel forma de asesinatos por parte de la Alemania nazi, que luego incluso se llevaban los zapatos para quedárselos o venderlos, tiene su humilde homenaje en el lugar de los hechos.

    Frente al parlamento se encuentran los edificios del Palacio de Justicia de Budapest (Igazságügyi palota), de 1896, y el Ministerio de Agricultura (Földművelésügyi Minisztérium). Este último es fácilmente reconocible por una bolas metálicas que hay pegadas en las paredes junto con varias coronas de flores en memoria del levantamiento de 1956.

    Avenida de Andrassy. De la Plaza de los Héroes que veremos más adelante nace esta gran avenida, una de las calles más grandes de Budapest. A lo largo de dicha avenida podemos contemplar el Teatro de la Ópera de Budapest (Magyar Állami Operaház), edificio de 1884 construido en estilo neorrenacentista. Alberga la Ópera Húngara y el Ballet Nacional Húngaro y se puede visitar por medio de una visita guiada.

    Otro edificio interesante de la avenida es el Oktogon, una famosa plaza que realmente no tiene mayor cosa que varios restaurantes tipo Fridays, McDonald's, Starbucks, etc. Si nos desviamos un poco desde el Oktogon por la calle Teréz krt. podéis tomar un café en el histórico y precioso New York Café (New York Kávéház), centro de la vida literaria húngara del siglo XX desde que fuera inaugurado en 1894.

    Al final de la Avenida Andrassy ya podremos vislumbrar la Basílica de San Esteban (Szent István-bazilika), catedral católica de Budapest dedicada a Esteban I (975-1038), primer rey de Hungría y santo patrón del país, después de que fuera canonizado. También fue quien cristianizó el país. En Hungría, el día de San Esteban es el 20 de agosto y ese día es festivo nacional. La basílica se comenzó a construir en 1851, si bien su construcción se retrasó 54 años por un derrumbamiento de la cúpula y no se pudo inaugurar hasta 1905. Es de estilo neoclásico y mide 96 metros de altura, exactamente lo mismo que el Parlamento, de tal manera que la política y la religión se encuentran al mismo nivel, ninguno por encima del otro. Su interior tiene una capacidad, dicen, de hasta 8000 personas, con una decoración con múltiples esculturas de mármol y, lo más espectacular, la cúpula, vista desde abajo. También en el interior se encuentra una reliquia de incalculable valor: la llamada Santa Diestra, la mano momificada de San Esteban. En teoría es real y auténtica y se mantiene en una urna y aún contiene los brazaletes reales. La mano se encuentra permanentemente aquí a excepción del 20 de agosto, festivo nacional, que la sacan en procesión por la ciudad. 

    Justo debajo de la iglesia, aunque desgraciadamente no está abierta al público, hay una cripta donde yacen personajes célebres, quizás el más conocido es Ferenc Puskás, futbolista húngaro que jugó en el Real Madrid en la década de 1960. Lo que sí se puede hacer y merece mucho la pena es subir a la cúpula, desde donde se obtienen unas espléndidas vistas de la ciudad. El precio no es caro y se puede subir por escalera (365 escalones) o en ascensor.

    budapest basilica san esteban
    Fachada principal de la Basílica de San Esteban

    Mercado central de Budapest (Nagy Vásárcsarnok). En vuestra visita a Budapest no podéis dejar de venir a este precioso mercado cubierto con una impresionante estructura interior de hierro de finales del siglo XIX. En la planta baja hay puestos de comida como dulces, pescados, frutas, verduras (sobre todo pimiento, les encanta a los húngaros), etc. y, en la planta de arriba, se puede comer comida típica húngara, sobre todo el clásico goulash. Son puestos con dos o tres mesas, por lo que no siempre vais a encontrar sitio para sentaros. Aparte de comida típica, también hay puestos de souvenirs y, tras haber visto las distintas tiendas a nuestro paso por la ciudad, podemos decir que aquí están los más baratos. Se encuentra además en un lugar inigualable, frente al Danubio (calle Vámház krt. 3), de tal manera que se puede ver muy bien por fuera si damos un paseo en barco. Si queréis llegar paseando y no en metro, podéis seguir Váci utca –famosa calle comercial de Budapest– y así vais viendo de camino plazas y calles céntricas.

    Metropolitan Ervin Szabó Library (Fővárosi Szabó Ervin Könyvtár). Ubicada muy cerca del Mercado central, este antiguo palacio sirve hoy en día como biblioteca. En los primeros pisos encontraremos una biblioteca moderna, como la que podemos ver en muchas ciudades, pero en la cuarta planta se conservan las salas originales del palacio, espectaculares, alguna puede que nos recuerde al Café New York que vimos anteriormente. Hay que pagar una entrada de 1900 HUF y, aunque la visita apena dura 15 minutos porque no es tan grande, merece la pena.

    Por otro lado, hay que hablar del barrio judío, ya que antes de la Segunda Guerra Mundial, Budapest tenía una gran comunidad judía, cerca de 200.000 (825.000 en toda Hungría). El barrio judío está presidido por la sinagoga Dohány (Dohány utcai Zsinagóga), una de las más grandes del mundo. Esta sinagoga se construyó a mediados del siglo XIX y es la más grande de Europa y segunda más grande del mundo por detrás de la de Jerusalén. En 1939 fue destruida por los nazis y hasta 1991 no se empezó a restaurar hasta tener el aspecto que tiene a día de hoy. Para visitarla es preciso pagar entrada. Hoy en día el recinto, además de la propia sinagoga, cuenta con un museo judío, un cementerio judío y un memorial en recuerdo a las víctimas del Holocausto. 

    Además de la sinagoga, por el barrio hay algunos cafés judíos, restaurantes de comida kosher y grafitis interesantes. Por ejemplo, el Okuda art, un grafiti del grafitero español Okuda San Miguel que muestra a Ángel Sanz Briz, un diplomático de Zaragoza que ejerció como embajador español en Hungría en 1944 y ayudó a miles de judíos húngaros, dándoles pasaporte español para que pudieran escapar de la ciudad. Un héroe para España y Hungría. Otro grafiti curioso es A Rubik-kocka, que ilustra el famoso cubo de Rubik, inventado en 1974 por un arquitecto húngaro llamado Ernő Rubik, y este dibujo va en su honor.

    Junto al barrio judío hay dos plazas bastante conocidas. Una es la Vörösmarty tér, donde podréis tomar un café en el lujoso Café Gerbaud (Gerbeaud Kávéház); y la otra es la Deák Ferenc tér, donde se encuentra la iglesia protestante Deák téri evangélikus templom y la noria Budapest Eye (Budapest Óriáskereke).

    Dejamos para el final los balnearios, una visita prácticamente obligatoria. Es una actividad común entre los húngaros, sobre todo en los fines de semana, y muchos son los balnearios que hay en la ciudad así que es una visita muy recomendable. Nosotros fuimos al balneario de Széchenyi (Széchenyi Gyógyfürdő és Uszoda) ya que es el más grande y famoso de la ciudad, con ese emblemático edificio neobarroco de 1913 de fachada amarilla. Es muy típico ir, sobre todo, en invierno, cuando más frío hace y más nieva. La sensación de estar a 38 grados en el agua y salir al exterior por la noche, que en invierno estaba a -5 grados, es algo que tenéis que probar. Dos fuentes de agua termales suministran el agua a este balneario, que cuenta con tres piscinas al aire libre y una parte cubierta con quince piscinas pequeñas interiores, saunas y baños turcos. En su página web tenéis los distintos precios. La entrada incluye una taquilla donde poder dejar las cosas, lo único que hay que llevarse es toalla y chanclas, allí te dan una pulsera electrónica para poder pasar a la piscina. Los sábados (casi todos) por la noche, a partir de las 22:30, hacen fiestas nocturnas en este balneario, así que si lo que buscas es salir por la noche, prueba esta novedosa forma de ir de fiesta. Eso sí, sabed que pasadas un par de horas, la salubridad brilla un poco por su ausencia. Aquí podéis comprar las entradas para estas fiestas.

    Para llegar allí hay que coger la línea M1 hasta la parada Széchényi Fürdö, penúltima parada de la línea.

    budapest aguas termales
    Balneario de Széchenyi 

    Otra de las ventajas de ir a este balneario y no a otro es que justo al lado de Szechenyi, se encuentra la Plaza de los Héroes (Hősök tere), ubicada en la anterior parada de metro (también de la M1) homónim y rodeada por importantes edificios como el Museo de Bellas Artes (Szépművészeti Múzeum) y el Palacio de Arte (Műcsarnok). El centro de la plaza está dominado por el Monumento del Milenio (Millenniumi emlékmű), un obelisco de 36 metros coronado por el arcángel Gabriel sosteniendo en su mano los símbolos del país: la Corona de San Esteban y la doble cruz apostólica. Alrededor de la columna, siete esculturas representan a los siete líderes de las tribus magiares que comentábamos en el Bastión de los Pescadores. Fue diseñado en 1894 y terminado de construir 35 años más tarde. Rodeando al monumento y las esculturas magiares, encontramos los fundadores del pueblo húngaro, entre otros personajes ilustres de la historia de Hungría.

    El balneario de Széchenyi y la Plaza de los Héroes se encuentran en el llamado Parque de la ciudad (Városliget), Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Podéis dar un paseo por él si hace buen día y ver edificios como el Castillo de Vajdahunyad, que es una réplica del castillo de Hunyad en Rumanía.

    ¿Dónde comer en Budapest?

    Sobre la gastronomía húngara, algunos clásicos son:
    • El goulash. Un guiso o sopa con carne, pimiento, cebolla y otras verduras. según la región.
    • El langos. Una comida callejera consistente en una masa frita plana parecida a la de los churros con diversos ingredientes sobre ella. El típico es el de crema agria, ajo y queso rallado por encima. La palabra láng significa llama (de fuego) y es que tradicionalmente se hacían en horno de leña. Normalmente los sirven con una servilleta grande o una hoja de papel para cogerlo y no llenarte las manos de aceite.
    • Hortobágyi Palacsinta. Una crepe rellena de carne con salsa de pimentón y crema agria, que les encanta a los húngaros.
    • Chicken Paprikash. Pollo con salsa de pimiento (paprika) y pimentón, normalmente acompanado de una especie de pasta de huevo típica de Centroeuropa.
    • El kürtőskalács. Una masa enrollada dulce, exquisita.
    A continuación os recomendamos una serie de restaurantes para degustar la comida local:
    • Mercado Central, comentado anteriormente en el artículo.
    • Mazel Tov, un bar ruina/restaurante en el barrio judío, con buena comida y música en directo. Muy recomendable.
    • Bors Gastro Bar, un pequeño bar para picar barato.
    • Frici Papa, un clásico sitio económico con comida típica húngara (pollo a la paprika, caldos varios, goulash, etc.), ideal para pedir varios platos para compartir. Está en Király utca 55.
    • Menza Étterem és Kávézó, otro buen lugar de comida tradicional húngara, un poco más caro que el anterior pero también de más calidad, en Liszt Ferenc tér 2.
    • Pörc & Prézli Étterem, restaurante de comida magiar donde podréis probar los platos mencionados arriba, con música húngara en directo, muy recomendable. Calle Lázár u. 1.
    • Két Szerecsen Bisztró, tanto para comida húngara como para brunch. Calle Nagymező u. 14.
    • Hungarikum Bisztró, también de comida nacional y música en directo. El sitio es turístico y por eso un poco más caro que la media húngara, pero está rico. En la calle Steindl Imre u. 13.
    • Retek Bisztro, comida húngara.
    • Granny’s Lángos, para probar el langos. Son un poco caros pero porque son famosos. Otro buen sitio es Ligeti Lángos, en el Parque de la ciudad, junto al balneario de Széchenyi.
    Y algunas cafeterías donde tomar un postre o un dulce de desayuno/merienda:
    • Ruszwurm Cukrászda, la pastelería más antigua de la ciudad (1827), de ahí que la decoración del local sea de estilo clásica. Se trata de una cafetería histórica ubicada en Buda, cuya especialidad es la dobostorta, una tarta húngara de capas de buttercream, chocolate, bizcocho y cubierto con caramelo. La otra especialidad del local es el Ruszwurm krémes, un pastel de crema, dicen que era de los dulces favoritos de Sissi.
    • Pichler, pastelería donde probar el kürtőskalács. Tiene dos locales en Budapest.
    • Strudel House Budapest, Első Pesti Rétesház - su especialidad es el strudel, típico sobre todo en Austria, aquí los tienen de muchos sabores.
    Hungría es un país de vino, más que de cerveza. El vino más famoso procede del noreste del país, de la región de Tokay, y se llama Tokaji. Es un vino blanco, levemente dulce sin ser empalagoso y lo curioso de este vino es que está hecho con una uva afectada por un hongo que produce una infección llamada podredumbre noble. Lo tienen en muchos restaurantes, incluso en las pastelerías, así que tendréis oportunidades de probarlo.

    Por otro lado, otros sitios curiosos para comer o tomar algo son el For Sale Pub, cuyo nombre quiere decir "en venta" aunque en realidad no es que el local esté a la venta, sino que la gente puede poner anuncios o mensajes en papelitos y pegarlos en las paredes; el The Magic Budapest, que nos hará sentir como si estuviéramos en un libro de Harry Potter; y el McDonald's Nyugati, ubicado en la salida de la parada de metro Nyugati, y famoso por ser uno de los más bonitos del mundo y por las fiestas que se montan los viernes y sábados a partir de las 22:00, con dj y espectáculo de luces incluidos; desde luego uno de los McDonald's más curiosos que os hayáis podido encontrar.

    Bares y discotecas en Budapest

    Imaginamos que si estáis investigando qué ver en Hungría, ya habréis oído hablar de los bares de ruina. Se trata de edificios que estaban en mal estado, semi-abandonados, y que la gente empezó a restaurar por su cuenta hasta llegar a convertirlos en un bar, pagando un módico precio al Ayuntamiento por su alquiler –ya que son edificios en ruinas–. A partir de ahí, cada dueño le da su estilo y hoy en día son una referencia en Budapest y tienen un ambiente muy internacional, con todos los turistas que se acercan a verlos diariamente. Nosotros fuimos al Szimpla Kert (Kazinczy utca 14), que es el más famoso de todos, por lo que está siempre hasta arriba. En cuanto a otros, aunque no llegamos a ir por falta de tiempo, amigos que vivieron aquí nos recomendaron el Púder Bárszínház y el Csendes Létterem, aunque estos son más estilo restaurante. Si buscáis algo más tipo discoteca en lugar de bar, quizás os interese el Instant-Fogas Complex, el bar ruina más grande de Budapest y de entrada gratis también a pesar de ser discoteca. Decoración extravagante, bebidas baratas, cachimbas, distintos ambientes y buena música será lo que encontraréis en este tipo de bares. Estos bares se encuentran en su mayoría cerca del barrio judío.

    Más alternativas en Budapest

    Parque de estatuas comunistas Memento Park. Si tenéis más tiempo, podéis daros una vuelta por este peculiar parque. Está un poco lejos del centro de la ciudad por lo que en transporte público, con varias combinaciones de transportes, se puede llegar en una hora aproximadamente. Se trata del Memento Park, un parque con estatuas de líderes comunistas, del Ejército Rojo, incluso de algunos combatientes húngaros que participaron en la Guerra Civil española. Como decimos, si estáis un buen tiempo en Budapest es una excelente opción para completar vuestro viaje.

    Excursiones desde Budapest

    - Pueblos húngaros cercanos como Szentendre que, según nos comentaron, es de los más bonitos.

    - Bratislava. La capital eslovaca se encuentra a poco más de 200 Km de Budapest por lo que es una excursión ideal de un día. Lo más económico es ir en autobús; os recomendamos la compañía Regiojet, cuyos autobuses estaban bastante bien, ¡incluso con azafato/a como en los aviones! Hay trayectos con frecuencia y el billete se puede comprar en el propio autobús (precio: 11 euros) o en la estaciones de autobuses con antelación (6 euros en este caso). De las estación de Bratislava al centro hay unos 15 minutos andando.

    - Praga. La capital checa no es una excursión de un día pero sí un destino típico cuando se recorre el centro de Europa. En este caso la empresa que cubre este trayecto es la misma que antes, Regiojet, tiene tanto autobuses como trenes.

    No hay comentarios:

    Publicar un comentario