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Artículo actualizado en: 2025-11-14T15:14:35Z

Oxford

Al oír hablar de Oxford, sin duda alguna a todos nos viene a la cabeza la Universidad de Oxford y es que esta ciudad de 165.000 habitantes situada en el condado de Oxfordshire ostenta el honor de albergar la universidad más antigua de Reino Unido (1096) y la quinta del mundo. Oxford tiene actualmente unos 26.000 estudiantes y cerca de 17.000 empleados.

Su cercanía a Londres, hace que esta ciudad universitaria sea un destino típico para excursiones de un día. Está a casi 100 kilómetros de la capital y se puede llegar en tren (normalmente desde Paddington) en una hora y cuarto más o menos, y en autobús (normalmente desde London Victoria) en algo más de tiempo que en tren. También se puede ir en coche pero, según nos dijeron, aparcar en Oxford es algo complicado por lo que si se puede evitar, mejor.

Como la ciudad es considerablemente pequeña, las posibilidades de itinerarios son múltiples, por lo que no tenéis por qué seguir el orden que os recomendamos aquí; de hecho, el orden al final lo marcará el escaso horario para visitas que tienen algunos colleges.

Breve información sobre la Universidad de Oxford y sus colleges

La Universidad de Oxford no tiene una fecha oficial de fundación, aunque se sabe que la enseñanza comenzó hacia el año 1096, cuando maestros y estudiantes empezaron a reunirse en la ciudad para tratar temas como teología, filosofía y retórica, ya que muchos de los primeros maestros eran clérigos. Con el tiempo se fueron construyendo los colleges, instituciones que cumplen una doble función: son residencias universitarias (o colegios mayores) y, al mismo tiempo, centros docentes donde los estudiantes reciben tutorías personalizadas y los investigadores desarrollan su trabajo. Todos los alumnos deben pertenecer tanto a la universidad como a un college, lo que genera una comunidad académica muy marcada.

Oxford mantiene tradiciones singulares: los exámenes se realizan de forma anónima, identificando al estudiante con un código en lugar de su nombre, y se aplican sistemas de corrección y moderación para garantizar la objetividad. Además, durante las pruebas los alumnos deben vestir el llamado sub fusc, que incluye toga negra, birrete y atuendo formal, reforzando el carácter histórico y ceremonial de la institución. Casi todos los colleges tienen un patio interior de césped (“quad”), y en la mayoría de ellos está prohibido pisarlo salvo en ocasiones especiales.

El remo es uno de los deportes más emblemáticos de Oxford y Cambridge, con la célebre Boat Race que enfrenta a ambas universidades desde 1829 y que se celebra de forma anual desde 1856. Cada college cuenta con su propio club y embarcaciones. Entre las anécdotas más curiosas destaca que Stephen Hawking, durante sus años en Oxford, fue timonel del equipo de remo de University College, conocido por su estilo arriesgado al dirigir la embarcación.

La universidad y sus colleges reciben financiación tanto pública como privada, procedente del Estado, de las matrículas de los estudiantes, de donaciones —principalmente de antiguos alumnos— y de las rentas de propiedades en alquiler. Un curso cuesta unas 9.000 libras anuales. Los colleges, que en el pasado estaban segregados por sexo, hoy son todos mixtos en Oxford, mientras que en Cambridge aún existen dos femeninos: Newnham y Murray Edwards. Otra curiosidad es que casi todos los colleges cuentan con su propia capilla, generalmente de tradición anglicana.

Oxford es una ciudad que gira en torno a su universidad. Sin embargo, los edificios centrales de la propia Universidad de Oxford se encuentran un tanto lejos del centro y no destacan especialmente por su estética, por lo que no se suelen visitar. Lo verdaderamente importante es la historia que representan. Cuenta con alrededor de 69 premios Nobel vinculados a la universidad y nada menos que 26 primeros ministros británicos estudiaron aquí, entre ellos Margaret Thatcher, Tony Blair, David Cameron y Theresa May. También pasaron por sus aulas figuras como el expresidente estadounidense Bill Clinton, el físico Stephen Hawking —nacido en Oxford—, el escritor J.R.R. Tolkien —profesor de la universidad—, Lawrence de Arabia, Oscar Wilde y T.S. Eliot. Incluso científicos como Albert Einstein y Erwin Schrödinger estuvieron vinculados como visitantes, y actores como Hugh Grant o Emma Watson estudiaron allí. En 1989, la reina Sofía de España fue nombrada Honorary Fellow en Exeter College, que además creó la Queen Sofía Junior Fellowship para jóvenes investigadores en literatura española contemporánea.

Oxford siempre ha tenido más tradición en humanidades, medicina y teología, mientras que Cambridge se percibe como más fuerte en matemáticas, física y ciencias naturales. El prestigio de Oxford también influye en la vida cotidiana: la ciudad resulta cara para vivir, en gran parte porque la mayoría de los pisos están destinados a estudiantes, lo que provoca escasez de vivienda. De hecho, Oxford presenta una de las peores relaciones entre precio de vivienda y salarios (el llamado “affordability ratio”) de todo el Reino Unido.

¿Qué ver en Oxford?

Nada más entrar en el centro, nos daremos cuenta de que estamos en una ciudad encantadora. En verano se llena de turistas —está en el top tres de ciudades inglesas más visitadas junto a Londres y Cambridge— y, si tenéis suerte y sale el sol, se crea un ambiente ideal para pasar un día en ella.

En Oxford hay hasta 39 colleges y es lo más atractivo que visitar en la ciudad. De todos los colleges, el primero que visitaremos será el Christ Church College, el más grande de la ciudad y uno de los más célebres, pues 13 primeros ministros británicos y varios premios Nobel han salido de este colegio. Primero cruzaremos su torre, la Tom Tower, que lleva el nombre de su campana, llamada Great Tom. La torre fue diseñada por el arquitecto Christopher Wren y construida en 1681. Lo curioso de esta campana es que suena todos los días 101 veces —por los 101 estudiantes que tenía la universidad en sus orígenes en el siglo XVII— a las 21:05 de la noche, que equivale a las 21:00 horas que tenía antiguamente Oxford. Aunque en 1852 se aceptó mundialmente el horario GMT (Greenwich Mean Time), el Christ Church College decidió mantener su horario anterior, que era 5 minutos antes que el de Greenwich. Estas campanadas, tradicionalmente, eran la señal para que los estudiantes volvieran al colegio antes de que cerraran sus puertas por la noche. También es uno de los colleges más ricos de la ciudad, con una gran dotación y numerosas propiedades, incluido un prado llamado Christ Church Meadow, donde pastan vacas de la raza Old English Longhorn.
 
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Tom Quad en el Christ Church College

Tras pasar la torre, nos toparemos con el patio central, llamado Tom Quad, por su forma cuadrangular. Este está rodeado por los edificios donde viven los miembros de la dirección y administración de la catedral y la propia catedral, la Christ Church Cathedral, una de las más pequeñas de Inglaterra. Este college es el único en Oxford en albergar una catedral entre sus instalaciones y cuenta con la Christ Church Picture Gallery, una galería (de pago) compuesta por pinturas de Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Alberto Durero, Rafael y Rubens, entre otros.

Aparte de la catedral, el plato fuerte de la residencia es el Great Dining Hall, que es, nada más y nada menos, que el escenario sirvió de inspiración para recrear el Gran Comedor de Harry Potter. Este hall y muchos otros escenarios se replicaron en el Warner Bros Studio Tour London para rodar todas las películas de la saga. Para los amantes de los libros del mago, cabe destacar que en Oxford existen varios lugares en los que se filmaron algunas escenas de las películas. En el Great Dining Hall desayunan, comen y cenan todos los días los estudiantes de este colegio, mientras que en la high table, la mesa central elevada que está en uno de los extremos, es donde lo hacen profesores. Las escaleras (staircase hall) que preceden al hall fueron también escogidas para rodar otras escenas de Hogwarts en Harry Potter.

Eso sí, no te esperes que sea tan grande como se muestra en las películas, ya que es más bien pequeño, aunque el ambiente es muy similar. Se puede visitar mediante una visita guiada o una audioguía en múltiples idiomas (entre ellos el español), es decir, un circuito autoguiado. Los horarios varían dependiendo de los días y la época del año, y los precios también varían según día de la semana y son bastante altos, podéis verlos en su página web. Antes de reservar una hora, os recomendamos echar un ojo a esta página, donde dice los horarios en que el Great Hall y la catedral están cerrados, pues son utilizados por los propios estudiantes del college o puede que haya vacaciones. Por ejemplo, entre semana suele estar cerrado el hall de 12:00 a 14:00 y los sábados de 10:30 a 14:00, que es cuando los estudiantes están comiendo. Cuando hayáis confirmado que en el horario que queréis reservar está todo abierto, podéis proceder con la reserva.

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Great Dining Hall dentro del Christ Church College

A continuación pasaremos por el Ayuntamiento (Oxford Town Hall), edificio deepoca victoriana de finales del siglo XIX construido sobre otros dos ayuntamientos anteriores de los siglos XII y XV y que costó £100.000, es decir, una pasta para la época. El Ayuntamiento alberga en su interior el Museo de Oxford (Museum of Oxford), un museo sobre la ciudad con una gran cantidad de reliquias de su historia. Tiene objetos de Alice Lidell, la niña que inspiró a Lewis Carroll para escribir Alicia en el país de las maravillas, tal y como contaremos al final del artículo, e instrumentos que usó Alexander Fleming para cultivar el hongo Penicillium con el que descubriría la penicilina y sus propiedades antibacterianas en 1928. Realmente el descubrimiento sucedió en el Hospital St Mary de Londres pero fue un equipo de la Universidad de Oxford quien contribuyó al desarrollo de los fármacos basados en dicho hongo. El museo es de acceso gratuito, aunque se recomienda hacer una donación de £5 y abre de lunes a sábado, de 10:00 a 17:00. En ciertas ocasiones se puede también visitar algunas de las salas del ayuntamiento (Court Room, Council Chamber, etc.) en sí, podéis preguntar cuando estéis allí.

La siguiente parada es Carfax, el principal punto de encuentro en Oxford y un cruce de las calles más importantes del centro. En el corazón de esta plaza se alza la Torre Carfax (Carfax Tower), construida en el siglo XIII y lo único que se conserva de la antigua iglesia de St Martin. Uno de los atractivos de la torre es subir a su cima, ya que con sus 23 metros de altura ofrece una vista panorámica de toda la ciudad. La torre está abierta al público en verano (hasta octubre) de 10:00 a 17:30 y en invierno hasta las 15:30. Junto a ella todavía se conserva una clásica cabina de teléfono roja londinense, que se ha querido mantener como recuerdo, ya que este tipo de cabinas prácticamente ha desaparecido del centro de la ciudad.

En una de las calles que sale del cruce de Carfax se encuentra la casa más antigua de Oxford, situada en el 24 Cornmarket Street. Construida en entramado de madera, data de finales del siglo XIV y es uno de los ejemplos mejor conservados de la arquitectura medieval de la ciudad.

De camino a la siguiente parada, podéis pasar por The Covered Market, creado en 1774 para reunir en un solo lugar cubierto todos los puestos de venta que antes estaban dispersos por las calles de Oxford. Hoy conserva su encanto histórico y alberga una gran variedad de puestos de alimentación, flores, souvenirs y artesanía local.

A tan solo cinco minutos a pie se encuentra la Radcliffe Square, una plaza peatonal presidida por la imponente Radcliffe Camera, uno de los edificios más emblemáticos de Oxford —y protagonista habitual de sus postales y fotografías—. Este elegante edificio de planta circular y estilo palladiano forma parte de la Bodleian Library y funciona como sala de lectura para los estudiantes e investigadores de la universidad, por lo que no está abierto al público en general (aunque ocasionalmente se puede acceder mediante visitas guiadas). Fue construido entre 1737 y 1749 y lleva el nombre de John Radcliffe, médico de los reyes Guillermo III y María II, quien estudió en Oxford y, tras su muerte, donó gran parte de su fortuna a la universidad, contribuyendo así a la creación de este magnífico edificio.
 
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Radcliffe Camera

De esta plaza sale un callejón llamado St Mary's Passage, donde hay una puerta ornamentada de madera con un picaporte con forma de cabeza de león que, según dicen, inspiró el armario de Las Crónicas de Narnia (The Chronicles of Narnia) de C.S. Lewis, incluida la farola que ven los niños cuando salen del armario.

A un lado de Radcliffe Square se encuentra la iglesia de Santa María (Church of St Mary the Virgin), otro edificio emblemático de Oxford. Sus orígenes datan del siglo XIII, con la torre construida en el XIV, y ha sufrido varias remodelaciones y ampliaciones a lo largo de los siglos, incluida la reforma del siglo XVI. Su torre, de aproximadamente 58 m, es la más alta del casco antiguo, y la normativa municipal impide que los edificios del centro histórico superen determinadas alturas, lo que permite mantener intacto el característico skyline de Oxford. Merece la pena subir a lo alto para disfrutar de las vistas de la ciudad, conocida con el sobrenombre de «la ciudad de las agujas soñadoras», un apelativo que hace referencia al perfil de sus numerosas torres góticas. En su página web podéis ver los horarios y precios para subir a la torre.

Sin embargo, el acceso a la iglesia sigue siendo gratuito, y en su interior destacan sus preciosas vidrieras. Como iglesia anglicana, no hay imágenes de santos; la decoración se centra en figuras de sabios y escenas bíblicas. Recordemos que, tras la Reforma iniciada por Enrique VIII, la iglesia se separó del catolicismo. Más adelante, durante el reinado de la reina María I (“María la Sanguinaria”), que era católica, varios sacerdotes anglicanos fueron juzgados por herejía: uno de estos juicios tuvo lugar en esta iglesia, mientras que otros terminaron con la ejecución de los acusados fuera del templo.

En el lado opuesto a la iglesia encontramos la Biblioteca Bodleiana (Bodleian Library). Se trata de un conjunto de 26 bibliotecas pertenecientes a la Universidad de Oxford y uno de los centros de investigación académica más importantes de Europa. Su nombre proviene de Thomas Bodley, quien proporcionó una gran cantidad de libros para su inauguración en 1602. Hoy en día, la Bodleian alberga más de 13 millones de libros y otros materiales, con aproximadamente 176 km de estanterías y 2.500 asientos de lectura. Gracias a su derecho de depósito legal, la biblioteca recibe una copia de todos los libros publicados en el Reino Unido, lo que convierte sus sótanos en un tesoro bibliográfico único. Además, su atmósfera histórica y sus impresionantes salas de lectura han servido como escenario de la Biblioteca de Hogwarts en las películas de Harry PotterSe puede visitar de forma gratuita el patio interior, mientras que el acceso a las salas de la biblioteca requiere entrada de pago.

Justo anexo a la biblioteca se encuentra el llamado Divinity School, un edificio del siglo XV de la Universidad en el que antaño se impartían clases y exámenes orales de teología. Realmente impresionante es el techo gótico construido en 1480 con escudos de armas de gente que contribuyó económicamente. Es posible que os suene pues es el escenario de la enfermería de Hogwarts en Harry Potter.

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Divinity School

Existen varios tours en inglés para visitar la Bodleian Library y el Divinity School, dependiendo del precio y duración. En verano se suelen llenar rápidamente, por lo que lo mejor es reservar previamente un horario si no os queréis quedar sin plaza. La Biblioteca Bodleiana solo se puede visitar con un guía como parte de un tour, los hay de media hora (se visita solo la Duke Humfrey Library que es la más impresionante de las 26 y la Divinity School), de una hora (incluye más salas de la Universidad) y una hora y media (incluye más salas de la Universidad). Sin guía, únicamente se puede visitar la Divinity School, por £2,5 (audioguía incluida).

También en la Plaza Radcliffe, justo frente a la Radcliffe Camera, se encuentra el impresionante All Souls College, aunque no se puede acceder directamente desde la plaza, ya que la entrada principal está en la calle High Street. Especialmente llamativas son las torres góticas conocidas como “Hawksmoor Towers” y el reloj solar construido por el célebre arquitecto Christopher Wren sobre la fachada de la Codrington Library en 1658, durante su estancia en el colegio

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All Souls College

All Souls es uno de los colegios más elitistas y ricos de Oxford, y el único que no tiene estudiantes de licenciatura. Está compuesto únicamente por Fellows —profesores, investigadores o académicos— y se caracteriza por su acceso extremadamente selectivo. Antiguamente, los fellows que deseaban alojarse en el college debían aprobar un examen famoso por su dificultad: el All Souls Prize Fellowship Examination, también conocido como The World’s Hardest Exam. Durante muchos años, el examen incluía una única pregunta, conocida como “The One-Word Essay Paper”, en la que se daba una palabra como “milagro” o “agua” y el candidato debía escribir un ensayo de cuatro horas sobre ella. En este enlace tenéis la lista de las palabras de cada año, para los que tengan curiosidad. Se dice que es el examen más difícil del mundo después del keju, el histórico examen imperial chino para acceder a la administración del estado. Cada año se elegían hasta dos ganadores, quienes se convertían en Prize Fellows durante siete años, con salario y derechos como miembros del college.

A partir de 2010, el formato cambió: ahora consta de cuatro exámenes de tres horas cada uno (dos generales y dos específicos). En los papeles generales pueden aparecer preguntas como “¿Puedes amar a alguien si no le respetas?” o “¿Por qué África ha obrado tan mal económicamente?”. Solo entre 1 y 2 candidatos de aproximadamente 50 aspirantes logran ingresar cada año, convirtiéndose automáticamente en miembros de la junta que administra el college, y permanecen en él hasta siete años, con un estipendio anual de unas 15.000 libras.

Como curiosidad, el escritor español Javier Marías fue profesor en la Universidad de Oxford entre 1983 y 1985, impartiendo clases de literatura española. De hecho, su novela “Todas las almas” (All Souls en inglés) está ambientada en un college de Oxford y toma inspiración de su experiencia allí.

El college se puede visitar gratuitamente únicamente de 14:00 a 16:00 (excepto los sábados, que está cerrado), y solo están accesibles la capilla y el patio principal.

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Patio del All Souls College con la Radcliffe Camera al fondo

Muy cerca de estos edificios, seguro habremos pasado por el Sheldonian Theatre, un espacio donde se celebran numerosos actos y ceremonias de la Universidad de Oxford, además de conciertos. De hecho, el famoso compositor alemán Händel ofreció aquí conciertos de órgano. Sus orígenes se remontan a 1664, y su diseño es obra de Christopher Wren, el mismo arquitecto mencionado anteriormente. Sin embargo, el teatro lleva el nombre de Gilbert Sheldon, quien era rector de la universidad en aquella época. El edificio presenta dos fachadas muy distintas: una frontal, plana, y otra circular, la más conocida, que se puede contemplar desde la Broad Street, junto al Museum of the History of Science.

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Sheldonian Theater

También, en esta misma zona, se encuentra una de las imágenes más emblemáticas de la ciudad: el Hertford Bridge, más conocido como el Puente de los Suspiros (Bridge of Sighs) por su parecido con el famoso puente de Venecia. Fue construido en 1913 para conectar las partes antiguas y nuevas del Hertford College. Una leyenda local afirma que su nombre proviene de que los estudiantes solían acudir al puente con sus parejas para disfrutar de una velada romántica, y cuando debían marcharse al cerrar los colleges por la noche, suspiraban de amor al tener que separarse.

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Hertford Bridge o el Puente de los Suspiros

Un último college que visitamos fue el Balliol College, con un precio de entrada de £6 para adultos y £3 para estudiantes. Lo especial de este college es que es el más antiguo de Oxford, fundado en 1263, y originalmente se caracterizaba por acoger a estudiantes con dificultades económicas, aunque esta función fue cambiando con el paso de los años. El recorrido comienza en el jardín principal y finaliza en el comedor, que solo está abierto a visitas de 14:00 a 16:00. Su comedor es bastante similar al de Christ Church College, aunque quizá menos espectacular si se ha visitado primero aquel.

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Balliol College

Dejando de lado los colleges, una última atracción destacada es el Castillo de Oxford (Oxford Castle & Prison), una fortaleza normanda construida en 1071 por el barón Robert D’Oyly, poco después de la invasión normanda de 1066 liderada por Guillermo el Conquistador. La visita comienza por la cripta, donde aún se conservan piedras de la edificación original. A continuación se pasa a la antigua prisión, levantada en 1785 y que ¡siguió en funcionamiento hasta 1996! No obstante, hay constancia de que desde sus orígenes el castillo ya albergaba una cárcel, utilizada también como lugar de torturas, especialmente durante el siglo XVI, en tiempos de la Reforma anglicana y la Contrarreforma católicaDurante buena parte de su historia, la prisión estuvo gravemente sobrepoblada —en cada celda podían llegar a meter hasta cinco personas—, ya que incluso por un pequeño hurto se podía acabar encarcelado. En épocas de extrema pobreza, el robo era algo habitual. Las condiciones eran deplorables: apenas disponían de un cubo para las necesidades, otro para lavarse y una única fuente de luz. Un detalle curioso es que los presos debían pagar una tasa para financiar los servicios de la cárcel, de modo que quienes tenían más recursos eran “obsequiados” con celdas más amplias y confortables. Tal fue el caso de Mary Blandy, encarcelada en 1751 por envenenar a su padre, que le prohibía casarse con el amor de su vida; su celda se reconoce fácilmente durante la visita. 

Con semejante pasado, no sorprende que el castillo tenga fama de ser uno de los lugares más embrujados de Oxford, y muchos aseguran haber visto fantasmas o presencias extrañas en su interior.

La siguiente parte es la Torre de San Jorge (St. George’s Tower en inglés), a la que se accede tras subir 101 escalones. En lo alto ondea una gran bandera de Inglaterra, con la cruz roja de San Jorge sobre fondo blanco, y desde allí se obtienen excelentes vistas del skyline de Oxford y todas las agujas de sus torres góticas que hemos mencionado anteriormente. Desde la torre se aprecia que el casco antiguo es relativamente pequeño, rodeado por extensiones de bosque y zonas verdes que realzan aún más la belleza de Oxford.

Más alternativas en Oxford

Hasta aquí hemos visto lo que da tiempo a ver en un día, más o menos, dependiendo del tiempo que os guste dedicar a las cosas. Si pasáis un fin de semana en la ciudad, o venís varias veces, podéis completar vuestra visita con alguna de las siguientes opciones:

➤Si os habéis quedado con más ganas de colegios, otro muy famoso aparte de los tres que hemos comentado anteriormente es el Magdalen College, fundado en 1458 y por el que pasó el escritor irlandés Oscar Wilde. Su patio central es como de cuento, precioso, rodeado de un pasillo cuadrangular cuyas puertas llevan directamente a las habitaciones de los estudiantes. El comedor o Great Hall es también impresionante, muy parecido a los de los otros colleges, con los cuadros de gente importante en su historia, como presidentes y miembros famosos. Los precios y horarios los podéis encontrar en su página web. Junto a este colegio hay un gran parque llamado The Grove que suele estar frecuentado por ciervos, por si queréis pasaros a verlos.

➤Junto al Magdalen College podéis visitar también el Jardín Botánico de la Universidad de Oxford (University of Oxford Botanic Garden), el más antiguo del Reino Unido, creado en 1621. Aquí podéis ver sus horarios y precios.

Punting. Aunque no es tan famoso como en Cambridge, aquí en Oxford también se practica mucho. Consiste en pasear en una embarcación llamada punt, similar a una góndola, que se impulsa con una pértiga sobre el río. En Oxford este río es el Támesis, aunque en su paso por la ciudad recibe el nombre de Isis. Las barcas se pueden alquilar en el Magdalen Bridge, junto al Jardín Botánico, y una hora cuesta alrededor de 30 libras. 

Precisamente en un paseo en punt en 1862, el escritor y matemático Lewis Carroll —que vivía, estudiaba y enseñaba matemáticas en Christ Church College— encontró la inspiración para su célebre obra Alicia en el País de las Maravillas (Alice's Adventures in Wonderland). Durante aquella excursión por el río, Carroll acompañaba a un sacerdote y a las tres hijas de su amigo y decano de la Christ Church, Henry Liddell. A petición de una de ellas, la pequeña Alice Pleasance Liddell, les narró una historia titulada Las aventuras de Alicia bajo tierra (Alice's Adventures Under Ground), en la que una niña seguía a un conejo con reloj hasta perderse en su madriguera.

El Museo Ashmolean (Ashmolean Museum) es un museo dedicado al arte y la arqueología, y tiene el honor de ser el primer museo universitario del mundo y el primer museo público del Reino Unido. Se trata, por tanto, de una institución histórica y del museo más emblemático de Oxford. El edificio fue construido en 1682 para albergar la colección, que se inauguró oficialmente en 1683. Su origen se debe al político y anticuario Elias Ashmole, quien donó su colección privada a la Universidad de Oxford, dando así nacimiento al museo. En la actualidad, el Ashmolean cuenta con 77 salas que albergan una enorme variedad de objetos arqueológicos y artísticos de distintas épocas y culturas. La entrada es gratuita, aunque según el día es recomendable reservar previamente, y el museo abre todos los días de 10:00 a 17:00.

➤El Museo de Historia Natural de la Universidad de Oxford (Oxford University Museum of Natural History), inaugurado en 1855, es uno de los lugares más interesantes de la ciudad y su entrada es gratuita. Entre sus numerosas colecciones científicas, el objeto más famoso es sin duda el dodo, el ave no voladora endémica de las islas Mauricio que se extinguió a finales del siglo XVII. El museo exhibe un ejemplar reconstruido a partir de huesos de varios dodos, una pieza de enorme valor científico e histórico, ya que se trata de uno de los pocos ejemplares completos que existen en el mundo.

¿Dónde tomar algo en Oxford?

El Turf Tavern es uno de los pubs más emblemáticos y con más historia de Oxford. Escondido al final de un estrecho callejón, este local conserva todo el encanto de los lugares auténticos donde disfrutar de una buena pinta. Por sus mesas han pasado personajes célebres: se dice que incluso Bill Clinton estuvo aquí y que, según la leyenda, fumó un porro durante su visita. También se cuenta que el primer ministro australiano estableció en este pub el curioso récord de beberse una pinta en solo 11 segundos

¿Dónde dejar la maleta en Oxford?

También puede suceder que vayáis de paso por Oxford y busquéis unas consignas o taquillas donde dejar las maletas mientras veis la ciudad. En este caso, muy cerca de la estación se encuentra Central Backpackers Oxford, en la que se puede dejar la maleta por 2,5 libras. El problema es que sobre todo en verano suelen estar llenos y cuelgan el cartel de que ya no aceptan más maletas, que es justo lo que nos pasó a nosotros. Por suerte, más arriba en la misma calle nos las guardaron gratis en el Eurohotel a modo de favor, ya que no tienen un servicio de almacenaje de maletas por así decirlo. Fiarse ya es cosa de cada uno, pues no dan recibo ni nada, ya que no estás pagando.

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