Catania, con 300.000 habitantes, es la segunda ciudad más grande de Sicilia, después de Palermo. Cuenta con un aeropuerto propio por lo que, para muchos, es la puerta de entrada a explorar la isla. En nuestro caso, volamos a Palermo y volvimos desde Catania.
Mucha gente nos desaconsejó ir a Catania, por estar sucia y no ser especialmente bonita, pero lo cierto es que nos sorprendió positivamente. Es cierto que hay muchos edificios en un estado de semi abandono, pero esa decadencia es parte también del estilo de la ciudad. El centro de la ciudad estaba relativamente limpio, la gente era muy amable y había menos turistas que en otras ciudades, lo que se tradujo en una agradable estancia, desde nuestro punto de vista.
¿Cómo llegar a Catania?
Si venís desde fuera de la isla, lo normal es que lleguéis en avión hasta el Aeroporto Internazionale di Catania (CTA). Allí podéis alquilar un coche para moveros por la isla o, utilizar transporte público. Hay shuttle bus de la empresa AMT Alibus cada media hora más o menos, que conecta el aeropuerto con el centro de Catania. Esta es la forma más barata.
También podéis usar el autobús de la compañía Etna Transporti para ir a otros sitios, como Taormina.
Otra opción es que lleguéis a Catania en tren, o que os vayáis a mover por la isla en tren, en cuyo caso os recomendamos mirar la web de Trenitalia para ver horarios y conexiones.
Si os vais a mover en coche, os recomendamos descargaros la aplicación EasyPark, es súper fácil de usar y permite aparcar en zona azul (strisce blu) en toda Sicilia, incluido Catania. Además, en muchos sitios no hay máquinas por lo que esta es la única manera de poner el ticket. Otra opción son los aparcamientos privados que podéis encontrarlos poniendo “parcheggio” en vuestra aplicación de mapas sobre la ciudad donde estéis.
Por cierto, Catania carga una tasa turística de 2€ por persona y noche, cobrada en el hotel al final de la estancia, pero destinados al mantenimiento de la ciudad.
¿Qué ver en Catania?
Vamos a empezar nuestra ruta por la ciudad recorriendo la via Etnea, una una preciosa avenida, de las principales de la ciudad, de 3 kilómetros de distancia. Esta pasa por algunos de los puntos de interés y desemboca en la plaza del Duomo, de la que hablaremos más adelante. Además, si miramos hacia el otro lado de la calle y el día es claro, veremos la silueta del Etna al fondo.
Via Etnea
Una primera parada en esta calle es la Piazza Stesicoro, donde encontramos un monumento al compositor de ópera Vincenzo Bellini (natural de Catania), edificios y palacios barrocos (Palazzo Beneventano, Palazzo Tezzano), la iglesia Chiesa di San Biagio in Sant'Agata alla Fornace y, en medio, el Anfiteatro Romano di Catania. Se trata de un anfiteatro construido en el siglo II d.C. durante la época romana, originalmente con forma elíptica (70m por 50m de diámetro) y con una capacidad para 15.000 espectadores sentados, construido con piedra volcánica procedente del Etna. El paso del tiempo ha hecho mella en el anfiteatro, tras terremotos, erupciones del volcán Etna y guerras, hoy en día solo queda una parte en pie, no está la elipse completa, pero se pueden ver libremente y gratuitamente los restos, aunque solo desde arriba.
Continuamos por via Etnea em dirección sur, pasaremos por la Piazza Università, donde se encuentra el majestuoso edificio de la universidad de estilo barroco, erigido sobre uno existente que fue destruido por el terremoto que afectó a la ciudad en 1693. La Universidad de Catania, por cierto, fue fundada en el siglo XV cuando la Corona de Aragón gobernaba Sicilia.
Al final de la calle llegamos a la Piazza del Duomo, la plaza principal de Catania, llena también de espléndidos edificios barrocos. Vamos a hablar en detalle de algunos de ellos.
En primer lugar, cómo no, la Catedral de Santa Águeda (Basilica Cattedrale di Sant'Agata), dedicada a la patrona de la ciudad. Fue construida sobre unas antiguas termas romanas entre 1078 y 1093, en época normanda, por el rey Roger I. Tras erupciones del Etna y los terremotos de 1169 y 1693, la catedral quedó en ruinas y tuvo que ser reconstruida, esta vez en estilo barroco. Hay algunos restos de la estructura normanda, por ejemplo, las dos torres y los tres ábsides, algo típico que ya vimos en otras edificaciones normandas en Palermo. Se puede entrar gratuitamente en su interior, donde destaca su arquitectura barroca, sus frescos, la capilla de Santa Ágata que, supuestamente, alberga sus reliquias, y la tumba del compositor Vincenzo Bellini. Abre diariamente de 07:15 a 12:30 y de 16:00 a 19:00, si bien los fines de semana abre a las 07:45.
Catedral de Santa Águeda
A mano derecha de la catedral, bajando unas escaleras, se encuentra la entrada a las antiguas termas romanas de Aquilea (Terme Achilliane) sobre las que se construyó la catedral. No es que sea algo imprescindible pero siempre es interesante visitar este tipo de cosas, sobre todo si tienes tiempo suficiente. Las termas no son muy grandes por lo que la visita no dura mucho y el precio es de 3€.
Junto a la catedral vemos otra iglesia, la Abadía de Santa Águeda (Badia di Sant'Agata), una iglesia barroca que pertenecía a un monasterio benedictino, también dedicado a la patrona de Catania, Santa Ágata. Como en casi todos los edificios de Catania, lo que vemos ahora es una reconstrucción barroca del siglo XVIII, pues la anterior iglesia de 1620 fue destruida durante el terremoto de 1693. La entrada a la iglesia es gratuita, pero, por una pequeña cantidad, merece la pena hacer un esfuerzo y subir los 170 escalones hasta su azotea, desde donde se obtienen unas vistas de 360° de toda la ciudad, incluido el Monte Etna al fondo. Mucha gente sube a última hora para ver el atardecer. El horario es de 9:00 a 12:00 y de 15:00 a 18:00 (en verano hasta las 20:00) y el precio es de 5€ por persona.
Vistas de Catania y el Etna de fondo desde la azotea de la Abadía de Santa Águeda
En el centro de la Plaza del Duomo se alza la Fontana dell'Elefante, santo y seña de la ciudad de Catania. Se erigió en 1737 durante la reconstrucción de la ciudad tras el terremoto de 1693 y consiste en un a escultura de un elefante construido con lava negra que sostiene un obelisco egipcio de granito. El elefante ha sido desde hace siglos el símbolo de Catania, y así lo quiso reflejar su arquitecto, Giovanni Battista Vaccarini. De hecho, seguramente veamos más elefantes repartidos por la ciudad.
Fontana dell'Elefante
Ahora nos movemos a una esquina de la plaza, donde vemos la Fontana dell’Amenano, fuente barroca de construida con mármol de Carrara, obra del arquitecto Tito Angelini en 1867 y que representa a un joven vertiendo agua a una pila, la cual se desborda y produce un efecto de cascada. El agua cae a un río que fluye por debajo de la fuente y de la plaza.
Esta fuente es la entrada al Mercado de Pescado de Catania (Pescheria di Catania), una de las atracciones de la ciudad. Se trata de un bullicioso mercado de pescado donde, desde primera hora de la mañana, se sirve y se vende pescado fresco de la zona. Las especialidades son los productos típicos del mar Jónico como el pez espada, la lubina o los mejillones. Aunque hoy en día sea una atracción turística, realmente es un mercado local, donde los cataneses vienen a comprar pescado fresco para ellos o sus restaurantes. El mercado abre diariamente de 7:00 a 14:00 excepto los domingos, pero es mejor no ir a las 7 pues aún lo están montando, más bien a partir de las 8:30 ó 9:00.
Salimos de la plaza para visitar el Teatro romano de Catania (Teatro Antico greco-romano di Catania). Este teatro data del siglo II d.C. y se construyó sobre un antiguo teatro griego, como suele ser habitual. El teatro se construyó con piedra de lava negra procedente del Etna y llegó a tener una capacidad de hasta 7000 personas. A partir del siglo VI callo en desuso, hasta tal punto que desde entonces la gente comenzó a edificar casas encima del teatro, tal y como se puede apreciar hoy en día. Eso complicó las tareas arqueológicas llevadas a cabo desde el siglo XVIII y muchos objetos encontrados simplemente se exponen en las dos salas que hay a la salida del teatro. La cavea (grada) apenas conserva unos pocos escalones originales, y también se puede ver que se corta en ambos extremos porque se construyeron otros edificios.
La visita no termina con el teatro, sino que arriba a la izquierda del teatro, se hallan los restos de un Odeón semicircular del siglo III. Este pequeño teatro se utilizaba para espectáculos de música y danza y tenía capacidad para unos 1.300 espectadores. El odeón también está cortado por edificaciones posteriores y el estado de conservación de lo que se pudo excavar no es el mejor. Casi que lo más bonito es la fachada exterior, con una serie de arcos y pórticos construidos con piedra de lava y ladrillo.
En esta página web podéis ver sus horarios y precios, el primer domingo de cada mes es gratuito.
Teatro romano de Catania
Ahora volvemos en dirección centro para ir a la Piazza Vicenzo Bellini, donde se alza el Teatro Massimo Bellini, inaugurado el 31 de mayo de 1890 con la ópera Norma, de ahí el famoso plato siciliano pasta a la Norma. Bellini (1801-1835) fue uno de los más ilustres compositores de ópera italianos y es natural de Catania, por lo que se decidió construir un teatro que llevara su nombre. Aquí se han representado la gran mayoría de sus obras por famosos artistas, por ejemplo, en 1951, con motivo del 150 aniversario del nacimiento del compositor, la célebre María Callas interpretó el papel de Norma. Si tenéis tiempo y os gusta la ópera, seguro que merece la pena asistir a una obra en vivo.
Teatro Bellini
¿Dónde comer en Catania?
La comida en Catania ya de por sí es un motivo para visitar la ciudad: buena calidad y buen precio. En nuestro artículo de Palermo hablamos de los platos que probar en la isla, así que aquí nos vamos a centrar en los sitios para comer.
Trattoria U Fucularu, de comida tradicional siciliana. Aquí podéis probar la especialidad de la ciudad, la Pasta a la Norma que hemos mencionado antes.
Para tomar el aperitivo italiano, os recomendamos la Piazza Santa Maria dell'Indirizzo, aquí hay varios sitios con terrazas y, por las noches, un ambiente espectacular. Nosotros lo pedimos en Lettera 82 Risto Pub, donde tienen el aperitivo clásico de embutido y quesos, y otro típico de Sicilia de fritura de pescado y marisco.
Scirocco, de comida callejera siciliana, sobre todo pescado. Lo típico es el cucurucho (cartoccio) de fritura de pescados y la caponata con pescado.
Don Peppinu | Catania – la mejor heladería de la ciudad, no hay más que ver las colas que se forman siempre. Aparte de helados, también tienen granita y brioche.
Excursiones desde Catania
Si habéis escogido Catania como vuestra base para explorar la zona este de Sicilia, aquí van algunas ideas de sitios que visitar en los alrededores.
🗻 Excursión al Monte Etna, de 3326 metros de altura y compuesto por varios cráteres. Hacer una caminata por un volcán no es algo que se puede hacer habitualmente y, por suerte, en Sicilia, los hay para elegir. Tanto los volcanes de las Islas Eolias como el Etna. Podéis hacer una ruta por el Etna a través de un tour privado, que os recogen y dejan en vuestro hotel, y hacen un recorrido durante unas 5-6 horas, con guía, explicaciones y parando en varios sitios. Un ejemplo es el de esta compañía, lo hicieron unos amigos y salieron encantados.
Otra opción es por libre, a continuación os explicamos un poco las distintas opciones. Se puede subir en coche hasta, máximo, el Rifugio Sapienza (~1900 metros), ahí se puede aparcar en un parking de pago y dar una vuelta, ver algunos cráteres, lo que queráis. Si queréis seguir subiendo, se puede hacer andando (1h30 de camino, duro) o en teleférico (30 euros ida y vuelta) hasta una altura de 2500 metros, donde se encuentra el restaurante Bar Etna Mobility.
Desde los 2500 metros ya solo se puede seguir subiendo en unas furgonetas llamadas Jeep 4x4 (26 euros ida y vuelta) hasta una altura de 2900 metros (Torre del Filosofo es la referencia de esta altura). Al lado de donde paran los Jeep 4x4 a 2900 metros hay uno de los varios cráteres, uno de los destacados es el Crateri barbagallo. A partir de aquí ya solo se puede continuar ascendiendo con guía. En caso de que queráis subir hasta estas zonas altas, llevad abrigo, pues nada tiene que ver el tiempo arriba que abajo en la ciudad.
🚌 Excursión a la ciudad de Taormina, más información en nuestro artículo.
🚌 Excursión a la ciudad de Siracusa, más información en nuestro artículo.
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