León es una ciudad de 128.000 habitantes, capital de la provincia de León y parte de la comunidad autónoma de Castilla y León.
Nosotros visitamos la ciudad durante un fin de semana y nos encontramos con una urbe animada, con un casco antiguo muy bonito y donde se come de maravilla. Si podéis elegir la época, es mejor ir en primavera o verano, ya que los inviernos son bastante fríos.
¿Cómo llegar a León?
La forma más rápida y cómoda de llegar a León desde Madrid es en AVE. La ruta habitual es Madrid – Valladolid – Palencia – León, y el trayecto dura aproximadamente 2 horas. También es posible viajar en autobús, con compañías como Alsa, entre otras. Las estaciones de autobuses y de tren (Renfe) se encuentran muy cerca entre sí, y en apenas 15 minutos a pie se puede llegar al casco antiguo.
Si se opta por viajar en coche, se puede aparcar en zona azul, por ejemplo en las calles Corredera o Avenida Independencia, o directamente en algún parking. Nosotros dejamos el coche en el Parking Santo Domingo, en la Plaza Santo Domingo, que es el más céntrico y perfecto para recorrer la ciudad a pie.
¿Qué ver en León?
El casco antiguo de León no es muy grande, por lo que se puede recorrer cómodamente a pie. Los dos barrios principales son el barrio Húmedo, situado al sur, y el barrio Romántico, al norte, separados por la calle Ancha.
Comenzamos nuestro recorrido por el monumento más importante de la ciudad: la Catedral de León, una verdadera joya del gótico apodada Pulchra Leonina, que en latín significa “la Bella Leonesa”. Su construcción comenzó en el siglo XIII, aunque ha sufrido varias reformas a lo largo de su historia hasta alcanzar el aspecto que podemos admirar hoy. Con sus 68 metros de altura, se impone sobre el resto de los edificios de la ciudad. La entrada al interior es de pago, y entre sus principales atractivos se encuentran el retablo mayor y sus impresionantes vidrieras, compuestas por 130 ventanales y 3 grandes rosetones, lo que la convierte en una de las catedrales con mayor superficie total de vidrieras.
Las vidrieras están diseñadas siguiendo los cánones del gótico, cuyo objetivo es elevar la mirada hacia lo divino. Así, las vidrieras más bajas representan el mundo terrenal, con figuras humanas, animales y plantas; las vidrieras intermedias muestran a la nobleza, el clero y santos, estableciendo un vínculo entre lo humano y lo divino; y las superiores son las más espectaculares y luminosas, representando ángeles y escenas celestiales. La orientación de la catedral también tiene un significado: la luz que penetra en ella sirve para expresar y enseñar. Las vidrieras del este, por donde nace el sol, representan el nacimiento de Cristo; las del sur, donde la luz ya es plena, muestran escenas del Nuevo Testamento, donde la revelación ya ha sucedido; las del oeste, donde se pone el sol, están dedicadas a la Virgen María; y las del norte, la zona más oscura, representan el Antiguo Testamento, anterior al nacimiento de Cristo.
Aquí tenéis los horarios y precios, tanto para la catedral como para el claustro y museo.
Catedral de León
La catedral se encuentra en la Plaza Regla, donde además de la Oficina de Turismo, se pueden ver unas letras de bronce con el nombre de LEÓN, un lugar típico para hacerse fotografías..
Detrás de la catedral, una de las calles perpendiculares es la Avenida de los Cubos, donde se conserva parte de la antigua Muralla Romana de León, aunque a lo largo del paseo por la ciudad podréis encontrar otros tramos. León tiene un origen romano: concretamente, hay que remontarse al año 74 d.C., cuando la legión Legio VII Gemina se asentó en lo que hoy es León. Alrededor de este campamento militar fue creciendo la ciudad que conocemos actualmente. De hecho, el nombre de León deriva del término latino “Legio”. La muralla tiene dimensiones impresionantes: más de cinco metros de ancho y ocho de alto, alcanzando incluso los diez metros en algunos tramos.
Regresamos a la catedral para tomar la Calle Ancha, la arteria principal de la ciudad, llena de edificios modernistas construidos entre finales del siglo XIX y principios del XX por la alta burguesía. Entre ellos destacan la Farmacia Merino (Calle Ancha, 3) y el Antiguo Edificio de Correos de León, actual sede de la Diputación Provincial de León, ubicado en la Plaza de la Catedral. La Calle Ancha siempre tiene mucho ambiente, con numerosas tiendas, hoteles, bares y terrazas.
Siguiendo esta calle, llegamos a la Plaza San Marcelo, donde destacan dos grandes edificios. El primero es el Palacio de los Guzmanes, construido en el siglo XVI en estilo renacentista y actual sede de la Diputación Provincial de León; su interior se puede visitar.
El segundo edificio, adyacente al anterior, es la Casa Botines, obra modernista de Antoni Gaudí, declarada Bien de Interés Cultural (BIC). Gaudí realizó solo tres obras fuera de Cataluña: el Palacio Episcopal en Astorga, El Capricho en Comillas y esta, la Casa Botines en León. El encargo llegó en 1891 de parte de empresarios de una firma textil, quienes querían utilizar el edificio como almacén comercial en la planta baja y como residencia en los pisos superiores. La construcción se completó en tan solo diez meses, en 1892, tras lo cual Gaudí se trasladó a Astorga para su siguiente proyecto. Durante muchos años, el edificio fue sede de la Caja León (luego Caja España), aunque continuó funcionando como vivienda hasta 1992, cuando se marcharon los últimos inquilinos. En 2017 fue transformado en Museo Casa Botines Gaudí, cuya información de visita está disponible en su página web. Frente al edificio se encuentra una pequeña escultura de Gaudí sentado en un banco.
Casa de Botines
Frente a los edificios de la Plaza San Marcelo se encuentra la Parroquia de San Marcelo, una de las iglesias más antiguas de la ciudad.
A continuación, nos adentramos en el casco antiguo para perdernos por sus calles empedradas. Entre las plazas más importantes destacan la Plaza Conde Luna, donde se encuentra el Mercado Municipal de Abastos, y la Plaza del Grano, oficialmente llamada Plaza de Santa María del Camino. Esta pintoresca plaza debe su nombre a que en la Edad Media funcionaba como mercado agrícola, vendiéndose grano, trigo y cebada. Aún conserva su empedrado medieval y algunos soportales con columnas de madera del siglo XVI. Como curiosidad, en 1663 se utilizó como plaza de toros improvisada durante las celebraciones por la Aparición de la Virgen del Mercado.
La Virgen del Mercado es la imagen venerada en la Iglesia de Nuestra Señora del Mercado, llamada así por encontrarse antiguamente junto al mercado agrícola. También se la conoce por su nombre anterior, Iglesia de Santa María del Camino, debido a que se encuentra en el Camino de Santiago Francés. La Plaza del Grano no solo es una de las más antiguas de León, sino también una de las más bonitas y animadas del centro.
Desde la Plaza del Grano se celebra el Entierro de San Genarín, una de las procesiones más curiosas de la ciudad. Se trata de un evento profano y satírico, sin carácter religioso, que tiene lugar cada año durante la noche del Jueves Santo, en paralelo a las procesiones religiosas habituales de Semana Santa. San Genarín, apodo popular de Genaro Blanco Blanco, fue un personaje bohemio de León, famoso por su afición a las mujeres y al orujo. Murió atropellado por un camión de la basura la madrugada del Jueves Santo de 1929, mientras orinaba en la muralla. Desde entonces, un grupo de amigos comenzó a rendirle homenaje con una procesión anual, que con el tiempo se ha convertido en la fiesta que conocemos hoy.
Otro punto imprescindible es la Plaza Mayor, corazón del Barrio Húmedo. Originalmente era una plaza medieval con construcciones de madera, pero en 1654 sufrió un gran incendio que la redujo a cenizas. Se decidió entonces reconstruirla en piedra, mucho más resistente al fuego, y gracias a ello se conserva en buen estado hasta hoy. El edificio principal de la plaza no es el ayuntamiento, sino el llamado Antiguo Consistorio, erigido entre 1674 y 1677 tras la reconstrucción. Su función principal era servir como tribuna presidencial para actos públicos y actualmente alberga diversos eventos culturales y turísticos.
Plaza Mayor con el Antiguo Consistorio presidiendo la plaza
Nos dirigimos desde el Barrio Húmedo hacia el Barrio Romántico, situado al norte de la Calle Ancha. Allí haremos una parada en la Real Colegiata Basílica de San Isidoro, una iglesia de culto católico construida en el siglo XI en estilo románico, considerada uno de los mejores ejemplos de arquitectura románica en España. En su interior se encuentra el Museo de San Isidoro de León, aquí tenéis los horarios y precios para entrar.
El museo alberga el Panteón de Reyes, apodado la “Capilla Sixtina del arte románico”. El Reino de León se inicia en el año 910, cuando la capital se traslada desde Oviedo, y concluye en 1230 con la unión con Castilla, dando lugar a la Corona de Castilla. En este panteón están enterrados 11 reyes, 12 reinas, 10 infantes, 9 condes y otros nobles de la monarquía leonesa. Su construcción fue promovida por Fernando I el Magno y su esposa Sancha de León, mientras que su hija, Doña Urraca, lo enriqueció decorativamente, encargándose especialmente de las pinturas al fresco. Dentro del panteón destacan dos elementos: el Cristo Pantocrátor, situado en la bóveda central, y el calendario agrícola, un conjunto de frescos que representan las labores del campo correspondientes a cada época del año, realizados en la segunda mitad del siglo XII por artistas franceses y leoneses. Además del calendario agrícola, hay otras pinturas al fresco, como escenas bíblicas y retratos de reyes y nobles, que completan el conjunto artístico del panteón.
El recorrido continúa con la visita al Tesoro, donde se encuentra el famoso Cáliz de Doña Urraca, que algunos historiadores han vinculado con el Santo Grial. Se han encontrado documentos medievales en la Biblioteca Nacional de El Cairo que narran el viaje de una copa sagrada desde Jerusalén hasta León. El cáliz, con revestimientos de oro y decoración románica del siglo XI, ha generado debate sobre si realmente se trata del cuenco utilizado en la Última Cena.
La visita finaliza con la biblioteca renacentista, construida entre los siglos XV y XVIII, y el claustro románico, uno de los más antiguos de España. Este claustro fue testigo histórico de las Cortes de León de 1188, consideradas por la Unesco como el ejemplo documentado más antiguo de parlamentarismo europeo y el primer paso hacia una democracia representativa. La novedad de estas cortes fue que, por primera vez en la historia de Europa occidental, se permitió voto a representantes del pueblo, algo que antes solo correspondía al clero y la nobleza. Tras la reunión se redactaron 17 documentos que establecían derechos y libertades fundamentales para todos los ciudadanos. Este reconocimiento a León como cuna del parlamentarismo se otorgó en 2013, pues hasta entonces se consideraba que el origen estaba en Inglaterra con la Carta Magna de 1215.
Fuera de los barrios Húmedo y Romántico, nos queda una última parada destacada: la Plaza de San Marcos. Allí se encuentra el impresionante Parador de León, descrito por National Geographic como “la joya de la corona de la red de Paradores”. A lo largo de su historia, este edificio ha tenido múltiples usos: comenzó en el siglo XII como hospital de peregrinos de la Orden de Santiago, atendiendo a quienes recorrían el Camino de Santiago; posteriormente, desde el siglo XVI, funcionó como convento de la Orden de Santiago, espacio para enfermos de epidemias de viruela, prisión, depósito de sementales para el ejército y cuartel militar durante los siglos XIX y XX, e incluso como campo de concentración franquista durante la Guerra Civil Española. En 1964, se transformó en hotel de lujo como Parador Nacional.
El edificio, conocido como Hostal de San Marcos, es uno de los más importantes del Renacimiento español. Lo que más llama la atención es su fachada plateresca, que combina influencias del renacimiento italiano y mudéjares. Data del siglo XVI, tiene 100 metros de largo y está decorada con figuras de nobles, caballeros, santos y escudos de armas reales, todos vinculados a la Orden de Santiago. El punto culminante de la fachada se encuentra sobre el rosetón central, donde se sitúa la figura alegórica de la Fama, con trompeta en mano, símbolo de gloria y eternidad.
El parador es privado, por lo que no se puede acceder al interior como visitante, pero sí se puede entrar al edificio contiguo: la iglesia del Convento de San Marcos. El acceso es gratuito y permite también ver el claustro, que pertenece al Parador, así como el museo del convento. La iglesia se construyó en el siglo XVI en estilo gótico isabelino o tardío y destaca por su coro del siglo XV, procedente de la iglesia anterior del convento, uno de los mejor conservados de España. La sillería, exquisitamente tallada en madera, era el lugar donde los monjes del convento se sentaban a orar y cantar, y es obra de los reconocidos artistas Juan de Juni, Guillén Doncel y Juan de Angés.
Más alternativas - Museos en León
Para completar la visita vamos a proponer tres museos.
→ La casa Sierra Pambley, una casa-museo de 1848 ubicada junto a la catedral. Aquí os dejamos la información sobre horarios y precios.
→ MUSAC, el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León, una de las obras más importantes de la denominada nueva arquitectura española, diseñada por los arquitectos Emilio Tuñón y Luis Moreno Mansilla e inaugurada en 2005. Aunque no vayáis a entrar, merece la pena ver el edificio por fuera por su peculiar fachada compuesta por más de 3000 vidrios coloreados. Algo curioso es que, aunque pueda parecer lo contrario por el diseño de los arquitectos, solo tiene una planta. No obstante, para el que quiera visitarlo, seguro que merece la pena, alberga más de 1.100 obras de artistas nacionales e internacionales, aquí tenéis los horarios y precios.
→ Aunque no es un museo, también merece la pena pasarse por el Auditorio Ciudad de León, galardonado con el Premio de Arquitectura Española en 2003 que otorga el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España.
→ El Museo de León, sobre la historia de la ciudad. Aquí podéis ver los horarios y precios.
¿Dónde comer en León?
Muy fácil: ¡prácticamente en cualquier sitio! El barrio Húmedo es uno de los mejores lugares para comer o simplemente tomar algo; mucha gente incluso viene de provincias cercanas solo para tapear. Allí encontrarás multitud de bares y, lo mejor de todo, es que aún se mantiene la tradición de la tapa, es decir, por cada bebida te sirven una tapa. Así, el plan habitual de los leoneses y visitantes es ir de bar en bar pidiendo algo de beber y probando diversas tapas.
León destaca especialmente por su embutido, siendo la estrella la cecina de vaca de León. Este producto se prepara con sal marina, se lava para eliminar el exceso de sal, se deja reposar, se ahúma con leña de roble o encina y se seca y cura durante al menos seis meses. Otros productos destacados son el lomo de cerdo, el chorizo de cerdo, el chorizo de chivo y la cecina de chivo “entrecallada”, que se desala y cuece. Por chivo se entiende el macho cabrío joven, muy consumido en León, ya que habita en las montañas de la comarca de Vegacervera.
En el ámbito del embutido, otro plato típico es el botillo de León, originario de la comarca de El Bierzo. Se elabora con costilla, rabo y otras partes del cerdo, que se adoban con pimentón y diversas especias, se ahúman, curan y cuecen, acompañadas de patatas y verduras.
En repostería, destacan los Nicanores de Boñar, unos hojaldres típicos del pueblo de Boñar, en León. Se venden en cajas y pueden encontrarse en pastelerías o tiendas especializadas en productos leoneses.
Si buscamos un lugar concreto para recomendar, destaca el bar-restaurante niMÚ Azotea, en la calle General Lafuente. Se puede tanto comer como simplemente tomar algo, y lo especial de este sitio son las vistas espectaculares de la ciudad, que convierten la experiencia en algo único.
Vistas de León desde niMÚ Azotea




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